De la intensa actividad de las rapaces nocturnas a finales de septiembre. |
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COMARCA DE LA SAFOR. COMUNIDAD VALENCIANA. |
Los cambios drásticos del clima también provocan una sorprendente variabilidad en los comportamientos de las aves. En este caso estuvimos con las rapaces nocturnas más comunes entre los campos de cítricos. Los Mochuelos, los Cárabos, las Lechuzas. |
Las noches en los campos de naranjos, incluso junto a los municipios con mayor trajín de tráfico rodado, se mantienen en una viva e intensa actividad.
En la fotografía, podeís apreciar a un Cárabo. ¡Es la fauna que no se ve! Que al caer la oscuridad, despierta y crea unos jolgorios tan expectaculares como sorprendentes.
Y es ahora, en el inicio de cada otoño, cuando estos duendecillos de la noche "las rapaces nocturnas" inician sus juergas de apareo. Es la hora de la época nupcial. ¡Es la hora del ligoteo! De chulear ante sus congéneres y de llevarse el gato al agua.
Gritos por doquier que mantienen la territorialidad de unas aves de vuelo silencioso, que se posan en los cables, en los alambres de un vallado de naranjales, para darse a conocer y atraer a las que podrán ser potencialmente sus parejas.
Ojos saltones y amarillentos sobre cabezas redondas, que no paran de oscultar cualquier cosita que se mueva en la oscuridad.
Los mochuelos mantienen sus gritos para que nadie caze en su área, para que nadie corteje en sus territorios y para que nadie se pasee por un jardín con sereno privado, el mochuelo de turno.
Entre ellos se emiten mensajitos en morse con esos ojazos a distancias bastante considerables, con esos ojos abiertos, bien despiertos. Elevando la cabeza repentinamente, estirando el cuello y realizando rodajes faciales que podrán asombrar al menos entusiasta de estos temas.
Nuestra presencia será prontamente delatada por su intenso griterio para amedrentarnos y expulsarnos del lugar. Posiblemente estemos asustando a algún ratoncillo en su campeo entre la hojarasca y les retrasemos su cena de madrugada.
Es todo un expectáculo gratuito para aquellos capaces de aguantar en silencio en cualquier paisaje. La noche puede ser larga para los poco pacientes, pero la espera tendrá su recompensa. ¡No lo dudeís!
No existe el paraje muerto, el paraje solitario, el paisaje desierto de vida. No en la Península Ibérica! Solo tienes que aprender a escuchar sin ver, a oscultar la oscuridad como hacen ellos. ¡Los más mágicos de la noche!
Por que están presentes en todos los ecosistemas. Aún en los más degradados! Junto a las autopistas, junto a las fábricas, en las calles más iluminadas de cualquier urbe. No os preocupeis, allí se encuentra cualquier mochuelo. Felizmente instalado y comprometido para sacar adelante a su prole.
Las salidas al campo organizadas, siempre en muy bajo número de participantes, muestran a aquellos que desean iniciarse en estas temáticas, una forma nueva de apreciar la vida en los rincones más quebrados e inesperados. Mirar sin ver, solo valiéndose de los sentidos.
Más detalles sobre los Mochuelos en Internet: Vocabulario de definiciones en castellano
** Más información relacionada en Ibérica 2000: El Mochuelo común.
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por: cipi-cpn (27/09/2002) |
Fuente/Autor:
Centro de Investigaciones y Promoción de Iniciativas.
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