Rusia anuncia que ratificará el Protocolo de Kioto |
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POR JOSÉ SANTAMARTA (DIRECTOR DE WORLD WATCH). MADRID. ESPAÑA. |
El presidente ruso, Vladimir Putin, afirmó hoy que acelerará los esfuerzos para ratificar el Protoclo de Kioto, en el marco de la cumbre entre la Unión Europea y Rusia. |
Recopilación de Alberto Flores para Ibérica 2000. Albertoflores34@latinmail.com
21 de mayo de 2004. "Vamos a acelerar los esfuerzos hacia la ratificación del protocolo de Kioto", declaró el presidente ruso citado por la agencia Interfax. "El hecho de que la UE avance junto a nosotros en las discusiones sobre la OMC tendrá un efecto positivo en lo que respecta a la actitud de Moscú sobre la ratificación del protocolo de Kioto", agregó.
Para que el Protocolo de Kioto entre en vigor falta tan sólo la ratificación de Rusia. ¿Por qué Rusia ha tardado tanto? Probablemente porque quería vender mucho más caro su ratificación del Protocolo de Kioto.
En el año 2001 George W. Bush decidió no ratificar Kioto, y dado que es necesario que lo ratifiquen un mínimo de 55 países, y que entre ellos sumen el 55% de las emisiones de los países ricos (hasta ahora los países industrializados que han ratificado el Protocolo suman el 44,2%, y Rusia sumaría otro 17,4%), la negativa estadounidense en la práctica significaba que era necesario que el Protocolo de Kioto fuese ratificado por la casi totalidad de los países industrializados (los del Anexo I) para que entrase en vigor.
El Protocolo ya lo han ratificado 121 países, y en cuanto lo ratifique Rusia entrará en vigor.
El Protocolo de Kioto permite que los países industrializados puedan vender y comprar derechos de emisión, tomando como referencia el año base 1990.
En 1990 aún existía la URSS, con unos consumos energéticos enormes, y unas emisiones igualmente elevadas.
La implosión posterior cambió radicalmente la situación, y Rusia, Ucrania y el resto de los países de la antigua URSS, podrán vender “derechos de emisión” a otros países industrializados que superen los límites marcados por el Protocolo de Kioto.
De hecho Rusia esperaba vender esos “derechos de emisión” (el llamado “aire caliente”) a Estados Unidos, pero la negativa de la Administración de Bush a ratificar el Protocolo de Kioto le ha dejado sin comprador, y el precio al que venderá su “aire caliente”, sin EE UU, será muy inferior, por la simple razón de que habrá menos demanda de toneladas de CO2.
Rusia mira a la Unión Europea, y en el tira y afloja reclama más compensaciones económicas, tanto en el precio del dióxido de carbono, como en las negociaciones para la entrada de Rusia en la Organización Mundial de Comercio.
Formalmente compete a la Duma, el parlamento ruso, la potestad de ratificar el Protocolo de Kioto, y en la práctica Putin tendrá la última palabra, pues será él quién decida cuándo y por qué proponer la ratificación.
Rusia tiene mucho que ganar con la ratificación (la venta del “aire caliente” a la Unión Europea y Japón), y poco que perder.
El Protocolo de Kioto sigue vivo y muy probablemente acabará entrando en vigor, con todas sus consecuencias.
Pero incluso si el Protocolo no entrase en vigor, el cambio climático seguirá siendo un problema cada vez más grave.
Países como España tendrán que hacer sus deberes, reduciendo las emisiones, o pagaremos caro la inactividad desarrollada por el Partido Popular en las dos últimas legislaturas.
El Protocolo de Kioto de diciembre de 1997 concluyó con la adopción de un acuerdo de reducción de emisiones de gases de invernadero por los 38 países industrializados. En conjunto la reducción global acordada es de un 5,2% para el conjunto de países industrializados. El Protocolo no obliga en una primera fase a los países en desarrollo, dadas sus reducidas emisiones por habitante.
La Unión Europea, según la Agencia Europea del Medio Ambiente (AEMA), sin medidas adicionales a las actuales, no logrará cumplir los compromisos adquiridos en Kioto (-8%), pues las emisiones sólo se reducirán en 0,5% entre 1990 y 2008-2012.
Las emisiones en unidades de CO2 equivalente, considerando los seis gases de efecto invernadero (GEI), han aumentado en un 40% en España entre 1990 (año base) y 2003, cifra que triplica el 15% al que se ha comprometido el Gobierno de España en la Unión Europea.
La evolución de las emisiones de gases de invernadero es el mejor indicador del compromiso de un gobierno con el medio ambiente.
La ratificación de Rusia, cuando se produzca realmente, será la mejor noticia para el medio ambiente en 2004. La entrada en vigor del Protocolo de Kioto tarde o temprano obligará a que Estados Unidos se comprometa también en la lucha por reducir las emisiones de gases de invernadero.
Por otra parte en España: (Publicado en El País) Las emisiones de CO2 han crecido ya más de un 40% sobre el nivel de 1990. En los años de Gobierno del PP los gases de efecto invernadero aumentaron el 32,43%. Las emisiones de gases de efecto invernadero (medidas en CO2 equivalente) en España han aumentado ya un 40,43%, respecto a 1990, según el inventario hecho por Comisiones Obreras y World Watch y presentado ayer.
El crecimiento máximo de las emisiones españolas fijado en el acuerdo de la UE para cumplir el Protocolo de Kioto sobre cambio climático es del 15% en 2008-12. En 2003 el aumento fue pequeño (0,76%) en comparación con el de 2002 (4,24%) por la alta producción hidroeléctrica el año pasado, pero la tendencia es de crecimiento constante.
"Nos alejamos peligrosamente ya de los objetivos de cumplimiento del Protocolo de Kioto", advirtió ayer Joaquín Nieto, secretario de Medio Ambiente y Salud Laboral de CC OO.
"La herencia de los gobiernos del Partido Popular supone una grave hipoteca para España, desde el punto de vista del medio ambiente, del empleo y de la economía", afirmó. Entre 1996 y 2003, con los gobiernos del PP, las emisiones en España han aumentado un 32,43%.
Ahora, José Luis Rodríguez Zapatero, ha anunciado que España cumplirá el Protocolo de Kioto, recordó Nieto, pero "el nuevo Gobierno va a tener que trabajar duro para acercar a España a esos compromisos". Pese a que la situación es grave, "todavía estamos a tiempo, podemos cumplir con Kioto", dijo.
El inventario de emisiones que anualmente realizan CC OO y la edición española de World Watch, aplicando las metodologías del Panel Intergubernamental para Cambio Climático (IPCC) de Naciones Unidas, se adelanta en varios meses al inventario oficial, coincidiendo prácticamente en los resultados.
En la evolución de las emisiones en España, José Santamarta (World Watch) explicó que hay que diferenciar la tendencia estructural de la coyuntural. La primera, "dado nuestro modelo económico", registra un aumento continuado, dijo. En la tendencia coyuntural, también de aumento cada año, hay que tener en cuenta factores como la producción hidroeléctrica y la variabilidad climática anual, que influye en el consumo energético. 2003 fue un buen año de producción hidráulica, con un incremento del 78% respecto a 2002, registrándose el año pasado un consumo de carbón inferior en un 7,2% sobre el año anterior.
Esto es clave, comentó Santamarta, para explicar el bajo incremento (0,76%) en 2003 de las emisiones globales (que incluyen los seis gases de efecto invernadero regulados en el Protocolo de Kioto y contabilizados en su conversión a CO2 equivalente).
El incumplimiento de dicho protocolo supone un alto coste para España y "el Gobierno de Rodríguez Zapatero tiene que reaccionar", dijo Nieto, destacando positivamente la creación de la Secretaría de Prevención del Cambio Climático en el Ministerio de Medio Ambiente.
Pese a que el Protocolo de Kioto no ha entrado aún en vigor, su cumplimiento es obligatorio en la UE. En cuanto al coste para España si no se toman medidas y no se alcanzan los objetivos establecidos, Nieto y Santamarta calculan que rondará los 200 millones de euros anuales entre 2005-07 (según la normativa comunitaria) y unos 1.000 millones de euros al año en el periodo de cumplimiento de Kioto propiamente dicho (2008-2012).
Cada país que no logre contener sus emisiones en los márgenes fijados puede recurrir a los llamados mecanismos de flexibilidad del protocolo, incluida la compra de cupos de emisión en el mercado internacional, con un coste que puede rondar los siete u ocho euros por tonelada de CO2, según las estimaciones más realistas, apuntó Santamarta.
España no ha hecho nada todavía para contener sus emisiones y tiene ya un saldo negativo de 73 millones de toneladas. Sin embargo Nieto explicó que con medidas apropiadas de ahorro y eficiencia energética y utilizando mecanismos de Kioto como los llamados proyectos de desarrollo limpio, puede llegar a cumplir su compromiso.
Como primera medida, Nieto pidió ayer que el Gobierno apruebe inmediatamente la Estrategia Española contra el Cambio Climático, "incluso tal y como salió del Consejo Nacional del Clima", pero con un calendario de aplicación y una financiación adecuada, elementos clave ausentes en dicho documento, que mereció la crítica de las comunidades autónomas de la oposición, de organizaciones políticas y de los sindicatos.
Pero dada la gravedad de la situación y las implicaciones a largo plazo de las políticas de cambio climático, CC OO reiteró la necesidad de establecer un pacto de Estado al respecto.
Una de las tareas pendientes de España es elaborar su Plan Nacional de Asignación (el reparto de emisiones entre seis sectores económicos que suman el 40% del total). España y Grecia son los dos únicos países de la UE que no han cumplido aún este requisito para poner en marcha el comercio de emisiones en el ámbito comunitario.
Tendencia opuesta en la UE Uno de los datos más significativos de la evolución de las emisiones de gases de efecto invernadero en España y la tendencia de alto crecimiento registrado se refiere a la intensidad energética, según se observa en los datos de Camisiones Obreras y World Watch. "España necesita cada vez más energía por unidad de producto -intensidad energética- y en Europa se observa el efecto contrario: menos energía por producto", explicó Joaquín Nieto, de CCOO.
"Esto significa que tenemos cada vez una economía menos competitiva", dijo, destacando el impacto negativo en el medio ambiente, en el empleo y en la economía.
Por los datos de intensidad energética primaria, España estaba en una situación próxima a la de la media europea en 1996. Sin embargo, mientras que el país ha registrado una pérdida significativa en este parámetro, "las políticas europeas se orientan hacia desacoplar el crecimiento de la actividad económica del consumo de energía, tanto final como primaria, lo que permite aumentar el PIB y el empleo, disminuyendo al mismo tiempo las emisiones", afirman CC OO y World Watch.
En cuanto a la producción de emisiones de gases de efecto invernadero en España por sectores, el energético, que incluye transporte, siguió siendo el año pasado el mayor responsable del conjunto, con un 78,13% del total, y un aumento del 48% respecto a 1990. Los procesos industriales distintos a la combustión, incluido el cemento, la industria química y la metalurgia, registraron un crecimiento del 23,1% sobre el año base, lo que es inferior a la media.
La agricultura y la ganadería suman el 10% del total de emisiones de CO2 equivalente, con un aumento del 14,7% sobre 1990. Los residuos generan el 3,92% de las emisiones totales, y su crecimiento ha sido del 67%.
Según las previsiones del anterior Gobierno, advierte el informe de CC OO y World Watch presentado ayer, las emisiones de de CO2 de origen energético aumentarán entre un 78% entre 1990 y 2012 (a partir del documento del Ministerio de Economía Planificación de los Sectores de Electricidad y Gas 2002-2011) y un 58% en el escenario más favorable que recoge la Estrategia de Ahorro y Eficiencia energética, aprobada en 2003.
Podéis contactar para cualquier consilta a: * Worldwatch. Teléfono: 650 94 90 21 worldwatch@nodo50.org
Más información relacionada en Ibérica 2000: * Los convenios internacionales de medio ambiente y su aplicación en los estados miembros * Directorio sobre el tema "Cambio Climático".
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por: albertoflores (23/05/2004) |
Fuente/Autor:
World Watch Institute. Madrid. |
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COMUNICADO DE PRENSA: 30 de septiembre de 2004 EL GOBIERNO RUSO DA LUZ VERDE AL PROTOCOLO DE KIOTO
En cuanto el Parlamento ruso apruebe la ratificación, El Protocolo de Kioto entrará en vigor dejando aislada a la Administración Bush. Greenpeace acoge con satisfacción la ratificación del Protocolo de Kioto por parte del Gobierno ruso, único mecanismo internacional para hacer frente al cambio climático. La decisión final sobre la ratificación de Kioto está ahora en manos de la Duma. Si el Parlamento ruso vota a favor, el protocolo de Kioto entrará en vigor y se convertirá en una ley internacional.
“El Gobierno ruso ha marcado un hito con esta decisión” -ha declarado Juan López de Uralde, director ejecutivo de Greenpeace España- “Por fin Kioto va a ser Ley internacional. El anuncio ruso es un espaldarazo a todos los que hemos apostado por Kioto en los últimos años, y deja en evidencia al Gobierno de los EEUU, un país que con un 25% de las emisiones globales sigue sin hacer nada contra el cambio climático”.
A pesar de que Estados Unidos emite la quinta parte del total de las emisiones de gases de efecto invernadero y la Administración Bush sigue negándose a ratificar los esfuerzos internacionales para hacer frente al cambio climático, la decisión rusa hará que el Protocolo de Kioto se convierta en Ley Internacional. El Protocolo de Kioto obliga a los países industrializados a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en un 5% para el periodo 2008-2012 sobre los niveles de 1990. El gas de efecto invernadero que mayores emisiones tiene es el CO2, emitido en la quema de carbón, petróleo y gas.
“El Protocolo de Kioto es importante pero no hemos hecho más que comenzar. Si realmente queremos hacer frente al cambio climático debemos abandonar progresivamente los combustibles fósiles. Para ello debemos centrar todos nuestros esfuerzos para satisfacer nuestras necesidades energéticas con energías limpias, seguras y renovables, como el sol, el viento, la biomasa y demás y, obviamente, no debemos olvidar impulsar la eficiencia energética y el ahorro de energía”-añadió Emilio Rull, responsable de la campaña de Cambio Climático de Greenpeace España.
Para más información: Emilio Rull, responsable de la campaña de cambio climático de Greenpeace España, al 91 444 14 00 ó al 626 99 82 45 Prensa: Mamen Illán al 91 444 14 00 ó al 626 99 82 48
El Protocolo de Kioto del Convenio Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático (CMNUCC) es la primera reacción global para hacer frente al cambio climático. A fecha de 29 de julio de 2004, este tratado internacional había sido ratificado por 124 países, superando los 55 países que marca el Protocolo como requisito. El otro requisito es que se sumase el 55% de las emisiones, no alcanzándose sin la ratificación de Rusia y/o EEUU. Una vez el Parlamento ruso, la Duma, haya votado a favor del Protocolo de Kioto, Rusia deberá depositar el instrumento de ratificación en la sede de Naciones Unidas en Nueva York. Noventa días después de su entrega en Naciones Unidas, el Protocolo de Kioto se convertirá en Ley Internacional. |
Nombre: Emilio Rull (30/09/2004) |
E-mail: prensa@greenpeace.es |
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Al principio Rusia no quería firmar el protócolo de Kioto. Su Academía de ciencias no
está en absoluto conforme con la téoría de unos científicos occidentales sobre el
recalentamiento global causado por el CO2.
Pero Putin finalmente se dejó convencer al realizar que de al firmar el documento podría
conseguir de la Union Europea unos 5 mil millones de euros por año.
En efecto, Rusia tiene unos enormes cuotas de emisión de CO2 no utilizadas, por ser un
país poco desarrollado. Y la EU tiene las suyas superadas ya.
Así que, al firmar Kioto, las empresas europeas pueden seguir emitiendo todo lo que
quieren a la atmósfera, con tal de comprar las cuotas inutilizadas de Rusia. Por su
parte, Rusia recibe 5 mil millonse de euros por año sin hacer esfuerzo alguno.
¡Un negocio redondo! Y todos contentos, menos el consumidor europeo, quién tendrá que
pagar parte de esos 5 mil millones de su bolsillo; la otra parte la pagarán los
trabajadores europeos que irán al paro, ya que muchos puestos de trabajo se delocalizarán
por ser demasiado caras las industrías europeas al pagar por las cuotas que les venderá
Rusia.
Los frenéticos del recalentamiento global nos van a costar caro. Y eso tan solo es el
principio.
Pero la moda del cambio climático es negocio para algunos: para la energía eólica, muchas
ONG´s, algunos ornitólogos, y los burocratas que trabajan sobre el tema en sus flamantes
oficinas creadas para "salvar la tierra". Y es excelente para los políticos: al poner
parques eólicos por todo el paisaje, consiguen una imágen favorable de persona "verde". Y
los empresarios eólicos saben como agradecerselos.
Pero los científicos independientes nos advierten de que se nos está tomando el pelo.
Ver: www.iberica2000.org/Es/Articulo.asp?Id=1090
y también: www.iberica2000.org/Es/Articulo.asp?Id=1255 (donde se enlace a unos documentos: ver lo del nivel del mar, y lo de Kioto)
Y los parques eólicos no tienen efecto positivo alguno, pero sí una larga lista de efectos negativos.
Ver: www.iberica2000.org/Es/Articulo.asp?Id=1255 |
Nombre: mark duchamp (10/11/2004) |
E-mail: markduchamp2@hotmail.com |
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