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Con la comida no se juega

(1717)

AMOR PLATÓNICO A LA SOJA, ¿A QUÉ SE DEBE?
Es muy sencillo y a la vez monstruoso. Si se analiza que el 61% de la soja en el mundo es transgénica y patentada, se deduce el interés que tienen algunos en inventar nuevo hábitos alimenticios y de esta forma abrir mercados.


* Imágenes de la danza protesta, contra los alimentos transgénicos.
Universidad de Montevideo.Uruguay.

El debate y la controversia de los transgénicos es interminable. Auténtica olla a presión, que da cabida a políticos, corporaciones, organizaciones sociales, investigadores y científicos.

Dudas, casos y estudios se cruzan de un lado a otro. Nada del otro mundo, si se tratara de determinar el sexo de los ángeles o descifrar qué fue antes: el huevo o la gallina. Pero la cosa es seria. En la olla se habla de alimentos y cultivos que ya están en nuestros platos y campos. Parece ser que vendieron la piel del oso sin cazarlo. Es decir, alguien garantizó nuestra seguridad alimenticia, sin demostrarla al 100%.

Primero:
Existe un desconocimiento preocupante acerca de los genes.
El genoma no es constante e invariable como se pensaba, sino fluido y dinámico.
Los genes pueden tener varias funciones, interactuar entre ellos y depender de muchos factores. Pero todo se complica en la transgénesis, ya que es difícil predecir, dominar y controlar, el comportamiento de los genes de otras especies, que se insertan a un determinado ser vivo, para proporcionarle nuevas propiedades y características. Además, un gen con una función en un ser, no tiene porque repetirla idénticamente en otro.

Por todo esto, recientes estudios advierten ya de “inactividad, inestabilidad, alteraciones imprevistas e integración al azar", de la secuencia transgénica en el ser vivo receptor.
El resultado puede ser un organismo “deformado” y/o alterado en su funcionamiento y comportamiento.
Las consecuencias podrán ser más o menos graves, dependiendo del gen o genes afectados y de su manifestación posterior.


Carlos de Prada -escritor y periodista- dice que “…los manipuladores, no sólo de genes, sino también, con frecuencia, de verdades, no conocen cómo aparecen los cambios “genéticos” en la Naturaleza, y sin embargo se atreven a producirlos ellos en sus laboratorios con impredecibles consecuencias”.

Segundo:
No existe voluntad política ni corporativa en realizar estudios intensos, serios, rigurosos e independientes, sobre las consecuencias de los transgénicos en la salud humana.

El Dr. Domingo Roig, toxicólogo de la Universidad de Tarragona (España), advirtió que “No se han realizado los suficientes estudios experimentales sobre los potenciales efectos adversos de los alimentos modificados genéticamente en la salud animal ni, por supuesto, en la humana, que puedan servir de base para justificar la seguridad de estos productos”.

Belinda Martineau, creadora del tomate transgénico Flarv Savr de Calgene, señaló que “Proclamar de manera tan simple que estos alimentos son seguros porque no existe evidencia científica que pruebe lo contrario, no es lo mismo que decir que se han realizado extensos estudios y aquí están los resultados”.

La Agencia Francesa de Seguridad Sanitaria de los Alimentos (AFSSA, por sus siglas en francés) indicó que: “son necesarios estudios de toxicidad sobre animales de laboratorio para evaluar los efectos de una exposición prolongada a pequeñas dosis de OMG (Organismos Modificados Genéticamente) sobre sistemas vitales...”.

Michael Meacher, ex ministro de Medio Ambiente en Reino Unido, también destacó: la carencia de investigación y advirtió posibles presiones a científicos, con posiciones incómodas para el gobierno y la industria biotecnológica.

Al Prof. Ignacio Chapela, hasta el momento se le ha denegado su titularidad en la Universidad de Berkeley en California, a pesar de la mayoría aplastante de expertos y compañeros que la apoyan. Este hecho podría tener su origen, en sus hallazgos de contaminación genética en México -ocasionada por maíz transgénico- que han originado una preocupación mundial sobre la seguridad de estos cultivos, que evidentemente no agrada a la industria.

Esta hipótesis, se refuerza ante la turbiedad del proceso que vive el Prof. Chapela y ante el acuerdo de 25 millones de dólares, entre la Universidad de Berkeley y la conocida multinacional biotecnológica Novartis (Ahora Sygenta).

Fenómeno similar, fue reconocido por el Grupo de Ciencia Independiente (ISP, por sus siglas en inglés), cuando denunció, que existe un patrón sistemático de supresión y tergiversación de datos científicos, adversos a la industria biotecnológica.

Y es que las aprobaciones, se basan en la denominada “equivalencia substancial” de la variedad transgénica, respecto a su contraparte no transgénica; y existe cuando ambas son parecidas en las características generales (metabolismo, grasas, composición, etc...).

Para el Dr. Arpand Pusztai, este método es absurdo ya que “…una vaca alcanzada por el BSE (la enfermedad conocida como “el mal de las vacas locas”) es equivalente a una vaca sana por el hecho de que el 99,999% de sus proteínas, grasas, etc… tienen una composición idéntica”.

La “equivalencia substancial” facilita la aprobación de un alimento transgénico, ya que suele evitar estudios pormenorizados, rigurosos e individuales, que desentrañe posibles efectos adversos a largo plazo.

De los estudios que hay, algunos son financiados por las multinacionales y los resultados son dudosos, limitados y podrían estar manipulados a favor de éstas.

Al respecto, Amigos de la Tierra realizó un informe sobre la aprobación en Reino Unido, del maíz transgénico T25 de la compañía Aventis (Actualmente Bayer).

En el mismo se observan diversas opiniones cualificadas, que denuncian irregularidades en el informe presentado por la compañía. En Estados Unidos, la Agencia de Protección Ambiental (EPA, por sus siglas en inglés), no exige en los estudios de las empresas, ciertos parámetros para medir posibles alergias.

Y en un informe fechado en febrero de 2002, la Academia Nacional de Ciencias de los Estados Unidos, reclamó al Departamento de Agricultura, un proceso de evaluación de transgénicos “sustancialmente más riguroso y transparente”.

La Dra. Mae-Wan Ho, realizó un informe sobre el maíz híbrido NK603xMon810, cuestionando el estudio efectuado por el Comité Asesor del Reino Unido sobre Liberaciones al Medio Ambiente (ACRE, por sus siglas en inglés), que concluyó que dicho maíz transgénico no planteaba riesgos en la salud humana y en el medio ambiente.

La Dra. Ho, contradijo la seguridad del maíz y observó numerosos vacíos, como la falta de estudios toxicológicos y alergénicos, falta de pruebas en vacas o cerdos, etc...

Este caso abre otra dimensión al debate. Según descubrió Amigos de la Tierra, 8 de los 13 miembros de ACRE tenían vínculos con la industria y 6 estaban a sueldo con entidades que cultivaban transgénicos.

Esta sospechosa conexión gobierno-empresas, se hace más visible en Estados Unidos, donde la bibliografía consultada establecía lazos entre multinacionales y funcionarios del gobierno y de la Administración de Medicamentos y Alimentos (FDA, por sus sigla en inglés).

Sobre el maíz dulce transgénico Bt11 de la compañía Sygenta -aprobado recientemente en la Unión Europea- en un comunicado de Ecologistas en Acción, se leía que el gobierno de Austria no estaba conforme con los informes aportados por la empresa, ya que hay “carencia de análisis toxicológicos, de pruebas sobre los efectos a largo plazo del consumo de la proteína transgénica y de pruebas alergénicas adecuadas”. En Francia, la AFSSA rechazó por tercera vez el Bt11 y subrayó la falta de pruebas en animales de laboratorio.

En Bélgica, el Conseil Consultatif Belge de Biosécurité, determinó que Sygenta no había proporcionado suficientes datos.

El Comité Científico para los Alimentos Europeo, afirmó que la compañía aportó “...una evidencia escasa sobre la seguridad del producto”.

La Dra. Ho y el Prof. Joe Cummins, denunciaron que las pruebas en el Bt 11, se realizaron con toxinas naturales y no con las producidas por las plantas transgénicas.

Y el Institute of Science in Society, expuso que en generaciones de seis variedades transgénicas (incluida el Bt 11), los fragmentos insertados se habían fraccionado y habían cambiado de posición. Dicha inestabilidad, contradice los análisis de riesgo iniciales, establecidos en la Directiva 2001/18/CE, sobre la liberación intencional en el medio ambiente de organismos modificados genéticamente.

Tercero:
El procedimiento de aprobación de los transgénicos en algunos países, está hecho a medida de las multinacionales.

En Estados Unidos, los alimentos transgénicos aprobados por la FDA, no pasan por una evaluación sensata y rigurosa.

Dicha aprobación se caracteriza por:
1- La consulta es voluntaria y no obligatoria;

2- La FDA no analiza los estudios originales, sino el resumen de evaluación presentado por la empresa;

3- “Las empresas pueden y muchas veces no responden a la solicitud de la FDA de datos adicionales”;

4- Se desestiman errores que podrían haber sido detectados con análisis más cuidadosos;

5- La FDA avala con la “equivalencia substancial” del alimento, afirmando que han sido informados por la multinacional sobre la inocuidad del alimento, pero sin arriesgarse a emitir un pronunciamiento claro y serio sobre las consecuencias del alimento.

En Europa, en la reciente aprobación del maíz Bt11, fue la empresa quién presentó sus estudios que se discutieron y se contrastaron con otros, para luego votar.

En el Consejo de Ministros de Agricultura, seis países se opusieron, seis votaron a favor y tres se abstuvieron. Sin embargo, la Comisión lo aprobó a pesar de las dudas y de la fuerte división existente, mostrando el favoritismo a las empresas y la irresponsabilidad hacia la ciudadanía.

El Lic. Jorge Linares, de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM (México DF), afirma que los transgénicos deberían basarse en cuatro principios éticos: responsabilidad colectiva, precaución, protección de la autonomía y justicia distributiva.
Por supuesto, ninguno se respeta hoy.


Cuarto:
Proliferación anárquica y enmascarada. El alimento transgénico ya ha sido aprobado. No existe etiquetado que lo diferencie del resto. Casi 70 millones de hectáreas transgénicas en el mundo, pero ningún sistema fiel de información, seguimiento y control.

Estados Unidos, con el 63% del total de cultivos transgénicos en el mundo, firma acuerdos de libre comercio que facilitan sus exportaciones, invaden mercados y benefician a sus empresas. Como no existen métodos de control ni de elección, los consumidores de otros países también se exponen a los transgénicos sin percatarse.

Por otro lado, la contaminación genética es un hecho constatado y real, que conlleva la dispersión silenciosa de los transgenes a otras variedades y alimentos normales.

En otros lugares del mundo, contrabando y plantaciones transgénicas ilegales. Vista gorda. Primero expandir de cualquier forma. Luego legislar, legalizar y finalmente monopolizar.

En la solidaridad se esconde otra forma de propagación muy peligrosa. En varios países se ha detectado ayuda alimenticia con porcentajes transgénicos.

En Nicaragua, una o­nG llamada “Soy Nica”, promociona el uso de la soja, incluso como sustituto del vaso de leche en niños de preescolar. Dispone de una microempresa de productos derivados de la soja, que fue financiada por la Fundación Interamericana-IAF.

Basta un pequeño paseo por la web, para descubrir que “La Fundación Interamericana (IAF) está gobernada por un Consejo Directivo integrado por nueve miembros designados por el Presidente de EE.UU...”.

En Argentina, con el “Plan de Soja Solidaria” de telón de fondo, la diputada María E. Talotti elaboró una ley que pretende imponer la soja, obligando su inclusión en comedores, colegios, hogares y jardines maternos de Buenos Aires, alegando que se está “...contribuyendo a mejorar la situación de muchos niños, adolescentes y adultos que por distintas razones no reciben la alimentación adecuada.”

Mientras, numerosos expertos desaconsejan la soja, especialmente en niños menores de cinco años y sobretodo en menores de dos.

Y este amor platónico a la soja ¿A qué se debe?.
Es muy sencillo y a la vez monstruoso. Si se analiza que el 61% de la soja en el mundo es transgénica y patentada, se deduce el interés que tienen algunos en inventar nuevo hábitos alimenticios y de esta forma abrir mercados.

Quinto:
Los OMG no entienden ni obedecen las normas burocráticas y administrativas que el humano crea. Carecen de ética y moral. Un OMG no para cuando el semáforo está en rojo, no va a la iglesia, ni tampoco se indigna, al ver las fotos de presos torturados en Irak.

Un transgénico, no sabe ni entiende si es de consumo humano o no. Unos los pueden comer las personas y otros no. Pero él desconoce esa clasificación humana. El se rige por otras leyes muy diferentes.

Es así, como genes que no son aptos para consumo humano, ya se han filtrado en la dieta humana.

El caso más conocido fue el del maíz transgénico Starlink. No es apto para el humano, pero logró contaminar maíz normal que si lo era. Luego, se filtró a los “Taco Bell” de la marca Kraft, hasta que se detectó.

Para ese entonces, muchas personas ya lo habían ingerido, y hoy se cree que podía ser la causa de decenas de alergias, en ciudadanos estadounidenses.

Este caso deja clara una cosa: Las normas humanas no valen y la inocuidad de los transgénicos pasa por domarlos.
Algo imposible hoy en día. Los manuales, los paquetes tecnológicos, la lógica y el saber científico se quedan en papel mojado, ante la cantidad y complejidad de fenómenos y procesos, que puede sufrir el ADN manipulado y el OMG dentro del ecosistema.
Creemos conocer el universo y a duras penas llegamos a Marte.

Sexto:
Dijeron que no pasaría, pero parece que ya está pasando.

El estudio más importante, para determinar las consecuencias en la salud y el medio ambiente de un alimento transgénico, fue efectuado por el Dr. Arpand Pusztai, en el Instituto Rowett de Escocia.

Las pruebas de laboratorio en ratas alimentadas con patatas transgénicas, mostraron debilitamiento del sistema inmunológico, desarreglos en el desarrollo de órganos internos, interferencia en el crecimiento de ratas jóvenes y cambios en la estructura y función intestinal.

El Dr. Stanley Ewen, histopatólogo consultante en el Grampian University Hospitals Trust (Aberdeen – Escocia), citó información que profundiza en las consecuencias gastrointestinales de ratas alimentadas con patatas transgénicas y narró efectos en el hígado de ratas femeninas, alimentadas con soja transgénica.

Pruebas en ratones con patatas transgénicas portadoras de la toxina Bt, revelaron problemas en la parte inferior del intestino delgado (ileón). Un informe presentado a la FDA, anterior al año 1999, descubría daños en el estómago de ratones femeninos, alimentados con tomates transgénicos Flavr Savs.

En pruebas efectuadas a la soja transgénica RR, se detectó una reducción considerable de fitoestrógenos. Y en los estudios del maíz transgénico Chardon LL, se observaron diferencias significativas en grasa, fibras y proteínas, respecto a la contraparte natural.

Patrice Courvalin, Director de la Unidad de Agentes Antibacterianos del Instituto Pasteur, se adentra en otro de los riesgos: resistencia a antibióticos.
El problema médico sería grave.
Muchos antibióticos podrían quedar neutralizados por las bacterias patógenas. Advierte que las posibilidades y mecanismos de intercambio de material genético entre organismos es inmensa.

Bacterias patógenas podrían asimilar el gen transgénico de resistencia, en el aparato digestivo, a través de un alimento transgénico que lo contenga. También por las bacterias de los campos, una vez la planta transgénica se descompone.

Courvalin cita genes de resistencia, utilizados ya por las multinacionales. El gen blaTEM-1, se inserta en un maíz transgénico de la empresa Novartis y es capaz de generar la penicilinasa, que puede degradar las penicilinas (penicilina G, ampicilina, amoxicilina, etc...).

En el año 2002, en la Universidad de Newcastle se realizaron las primeras pruebas en humanos, demostrando que después de una sola comida, material transgénico había sido adquirido por las bacterias del intestino, en tres de las siete personas con colostomía que participaron del ensayo.

Contrariamente a lo que dice la ciencia corporativa y privada, el material transgénico no pudo ser eliminado en el aparato digestivo humano. Dicha persistencia, también permitiría que los genes transgénicos se pudieran transferir a la sangre y al genoma de células de mamíferos, con el riesgo de cáncer.

En Filipinas, personas que viven cerca de campos de maíz transgénico, tuvieron diversos problemas, coincidiendo con la época de mayor presencia de polen en el ambiente.
Terje Traavik, director del Norwegian Institute for Gene Ecology, detectó que las muestras de sangre contenían los anticuerpos que el organismo genera, ante la presencia de la toxina Bt, que es la que contiene el maíz transgénico Bt11.

En Reino Unido, el York Nutritional Laboratory denunció año atrás, un aumento del 50% de alergias relacionadas a la soja.
En Irlanda, el Irish Doctors´Environmental Association, detectó un incremento de alergias en niños, también relacionadas con la soja.

En los tres casos expuestos, no hay pruebas exactas de que el maíz y la soja transgénica, sean la causa de afectaciones y alergias; pero existen sospechas, que deberían inducir medidas preventivas e investigaciones profundas.

Sobretodo, porque investigaciones realizadas por Tayabali y Seligy, detectaron que la toxina Bt11 y sus subespecies, producían toxicidad en células humanas expuestas.

Algunos tecnócratas, alegarán que el aerosol Bt utilizado en agricultura biológica, también produce dicha toxicidad. Pero omiten que solo puede afectar a quién lo aplica, si éste no toma las precauciones adecuadas. Y si se limpia bien la cosecha que se roció con Bt, se eliminarán las bacterias y sus esporas. Sin embargo, las cosechas transgénicas, llevan las toxinas Bt en cada una de sus células, por lo que la ingestión de éstas es inevitable.

Además, se pueden propagar con el polen, contaminar otras cosechas y plantas silvestres y acabar filtradas en nuestra dieta, sin enterarnos (claro ejemplo, el del maíz Starlink).

Otro riesgo, es el consumo de alimentos transgénicos atiborrados con químicos. En Estados Unidos, según el Departamento de Agricultura, ha existido un aumento neto de 50 millones de libras de pesticidas, coincidiendo con el ascenso de los cultivos transgénicos.

En Argentina, en seis años se ha multiplicado por diez, la cantidad de Roundup (Glifosato) aplicado en los campos, debido al incremento de cultivos de soja transgénica que lo requieren.

El glifosato es peligroso, puede provocar diversos problemas en la salud humana y como todos los agroquímicos, desarrolla un impacto negativo en el medio ambiente.

Existen otros factores de riesgo menos conocidos, como la alimentación de animales de granja, con forraje transgénico, o la proliferación en el ambiente, transferencia y posible recombinación, del transgén barnasa, utilizado para obtener la esterilidad en la planta.

Durante la fase de creación del OMG, también pueden surgir potenciales riesgos para la salud de las personas.

La ingeniería genética permite crear rápidamente en un laboratorio, millones de recombinaciones genéticas inéditas, entre ADN de distintas especies, que no podrían ocasionarse en la naturaleza.

Como se decía antes, los organismos transgénicos son altamente inestables, por lo que pueden fragmentarse, produciendo efectos inesperados y transfiriendo genes a otras especies cercanas (transferencia horizontal).

Por si fuera poco, los virus y bacterias son manipulados genéticamente y sirven de banco de genes para otras modificaciones.

Por eso, en el año 2003, el Grupo de Ciencia Independiente advirtió que estos productos no son seguros y que sus peligros son inherentes al proceso mismo de ingeniería genética, afirmando que manejar genes puede causar la creación accidental de supervirus, secuencias transgénicas que pueden inducir cáncer o acelerar el desarrollo de bacterias resistentes a antibióticos.

Conclusión:
Dudas, anomalías, bacterias patógenas, falta de transparencia, incertidumbre, favoritismo, secretismo, virus, estudios incompletos, recombinaciones, científicos presionados, dólares, administración corrupta, riesgos, sospechas, química, debate, alergias, confrontación, laboratorios, falta de voluntad, informes defectuosos, procedimientos inadecuados, presiones, desinformación, equivalencias, cáncer, desconocimiento, interrogantes, etc...
Creo que se me quitó el apetito, ¿y a usted?

Más información en mi artículo “No, no y no”. Año 2003.
En...

Publicaciones existentes:
Obtenido del texto, del llamamiento de algunos científicos para una moratoria en los transgénicos.
En la Revista Vivat (Grupo de reflexión de la Universidad de Alcalá), Nº 10, 1999.

* FUKUYAMA F.:”En defensa de la naturaleza humana y no humana”, en World Watch, Madrid, España, Nº 16, Año 2002, Edita Gaia Proyecto 2050, pag. 30-31.

* ISP Press: “The Case for A GM-Free Sustainable World - Executive Summary”, 27 de mayo de 2004.
En...

* SOIL ASSOCIATION: “GM maize – the risks”, 31 de Marzo de 2004, En...

* RIBEIRO S.: “Transgénicos: víctimas y pruebas”, en ALAI – AMLATINA, México, 7 de abril 2004.
La referencia expuesta pertenece a Ricarda Steinbrecher, Allison Wilson y Jonathan Latham. Genome Scrambling, Myth or reality?, Econexus, UK, febrero de 2004.

* HO M-W. y CUMMINS J.: “GMfood & feed not fit for man or beast, Institute of Science in Society.
En...

* SOIL ASSOCIATION: “GM Food: Scientific Evidence of Health Risks”, 19 de mayo de 2004.
En...

* DE PRADA, C.: “Los nuevos “Dioses” del génesis”, en The Ecologist en castellano, Nº 17, Barcelona, España, abril-junio 2004, pag. 9.
Carlos de Prada, es autor de varios libros, periodista medioambiental, Premio Global 500 (ONU) y conferenciante.

* “Riesgos sobre la salud de los alimentos modificados genéticamente: una revisión bibliográfica” – José L. Domingo Rig et al. Revista Española de Salud Pública vol 74 ndº3 – 05-06/2000.
Esta cita se puede obtener el documento de Amigos de la Tierra “Riesgos potenciales de los organismos modificados genéticamente en la agricultura y la alimentación”.
En...

* VILLAVERDE H.: “Maíz transgénico: riesgos y sociedad”, en www.ecoportal.net. Cita obtenida según el autor, del libro de Belinda Martineau “Primeros frutos: la creación del tomate Flavr Savr y el nacimiento de los alimentos biotecnológicos”.

* Agence Francaise de Securité Sanitaire des Aliments – Evaluation des risques relaifs à la consommation de produits alimentaires composés ou issus d’organismes génétiquement modifiés – 01 / 02.
En...

Desde mayo de 1997 hasta junio de 2003.
En parte, el objetivo de este acuerdo, permite a Novartis gozar de las innovaciones de la universidad, en materia de seres vivos con propiedades y posibilidades comerciales, para luego establecer patentes y vender el producto.

Lo que se viene llamando biopiratería, ya que la mayoría de dichos seres vivos provienen de países del sur, y su conservación ha sido gracias a la armoniosa relación entre el medio ambiente y el humano, fundamentalmente indígena.

Las propiedades de dichos seres, se conocen gracias a la sapiencia de pueblos indígenas, que verán sus alimentos, medicinas, etc… patentados por grandes corporaciones multinacionales.

DALTON, R.: “Berkeley accused of biotech bias as ecologist is denied tenure”, en Nature, San Francisco, USA, pag. 591, Vol. 426, 11 de diciembre de 2003; ISP News: “Meacher calls for enquiry into GM safety”, Comunicado de prensa 5 de mayo de 2004.
En...;

* DELGADO G.C.:La amenaza biológica, México DF, Editorial Plaza and Janés, 2002, pag. 391, nota 97

* RUIZ C.: “El abecé de los transgénicos. La comida terminator”, en La Jornada Masionare, México DF, Nº 335, 23 de mayo de 2004.
Obtenido en...

* PUSZTAI A.: “No hay pruebas contundentes de su presunta inocuidad”, en The Ecologist en castellano, Nº 17, Barcelona, España, abril-junio 2004, pág. 12

AMIGOS DE LA TIERRA: “El caso del maíz T25 de Aventis”.
En...

* FREESE B.: “Genetically Engineered Crop Health Impacts Evaluation - GAPS Analysis”,Amigos de la Tierra, Julio 2003.
En...

GRUPO DE CIENCIA INDEPENDIENTE (ISP): “En defensa de un mundo sustentable sin transgénicos”, Londres, Reino Unido, 15 de julio de 2003, en www.choike.org/documentos/transgenicos.pdf título original: “The Case For A GM-Free Sustainable World”.
En...

* HO M-W: “Comment o­n assessment report C/GB/02/M3/03 (herbicide tolerant and insect resistant hybrid maize NK603xMON810)”, Comunicado de Prensa del Institute of Science in Society.
En...

* FERRARA J.: “Puertas giratorias: Monsanto y la administración”, en The Ecologist en castellano, Vol 28 Nº 5, Madrid, Septiembre/octubre de 1998.

* ECOLOGISTAS EN ACCION: “EEUU quiere acabar con la moratoria europea a los transgénicos”, en www.rebelion.org, 5 de mayo de 2004.

* KEMPF, H.: “L’Afssa désapprouve un OGM que Bruxelles veut autoriser”, en Le Monde, Paris, Francia, 24 de abril de 2004.
En...
Y en...

* ECOLOGISTAS EN ACCION: “EEUU quiere acabar con la moratoria europea a los transgénicos”, en www.rebelion.org, 5 de mayo de 2004.

* HO M-W. y CUMMINS J.: “GMfood & feed not fit for “man or beast", Institute of Science in Society.
En...

* Maíz Mon 810 de Monsanto, Soja Roundup Ready de Monsanto, Maíz GA 21 de Monsanto, Maíz T25 de Bayer, Maíz Bt176 de Sygenta y Maíz Bt11 de Sygenta.

* INSTITUTE OF SCIENCE IN SOCIETY: “DNA in GM food and feed”, 17 de junio de 2004.
En...

* HO M-W. y CUMMINS J.: “GMfood & feed not fit for “man or beas", Institute of Science in Society.
En...

* HO M-W: “Approval of Bt 11 Maize Endangers Humans and Livestock”, Institute of Science in Society, 24 de mayo de 2004.
En...

* Toda la información relacionada sobre los Alimentos Modificados Genéticamente, alojada en Ibérica 2000...

* Para el 2020, la expansión del cultivo de la soja amenaza con destruir cerca de 22 millones de hectáreas de bosques y sabanas de América del Sur, un área del tamaño de Gran Bretaña. Sin embargo, un nuevo estudio de WWF muestra que gran parte de dicha destrucción podría evitarse si el cultivo de la soja se hiciera en los pastizales existentes y se alternara con la crianza de ganado, en vez de realizarse a expensas de valiosos hábitats naturales. Ver la totalidad del artículo en Infoecología...

* Informe: Cambio Climático y Alimentos Transgénicos.
(Del protocolo de Kyoto al Convenio de Bioseguridad).

Un creciente volumen de información sobre los beneficios que representarán los alimentos transgénicos para los países más pobres, como solución contra el hambre, incluso como alternativa frente al cambio climático. Por Ecojusticia.org...

Más puntos de vista sobre "los riesgos de los Organismos Genéticamente Modificados":
* La difusión de genes de resistencia a los pesticidas podría favorecer la expansión de plantas indeseables muy difíciles de eliminar.
La difusión de genes de resistencia a los antibióticos hace temer un aumento de la capacidad de los organismos infecciosos para sobrevivir a los antibióticos así como se corre el riesgo de que la difusión de genes conduzca a un empobrecimiento de la biodiversidad global y de los ecosistemas.
Por Brigitte Chamak, del Centro Nacional de Investigaciones Científicas de Francia...


Insertado por: CERCLEOBERT (13/09/2004)
Fuente/Autor: Mariano Cereijo Gelo.
 

          


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COMUNICADO DE PRENSA. GREENPEACE ESPAÑA.
15 de septiembre 2004.
La empresa MOYRESA, RECLAMA A GREENPEACE UNA INDEMNIZACIÓN MILLONARIA POR LA ACCIÓN CONTRA LOS TRANSGÉNICOS.

Visto para sentencia el juicio contra los 18 activistas que participaron en la protesta de Cartagena.

El juicio de faltas por desobediencia y coacciones contra los 18 activistas denunciados por la empresa Moyresa, perteneciente a la multinacional Bunge, quedó esta mañana visto para sentencia.

En el juicio la empresa Moyresa ha reclamado a Greenpeace, como responsable civil subsidiaria, una indemnización millonaria por la paralización de la fábrica, los salarios y horas extras de los trabajadores y las comidas de los mismos.

La filial de Bunge (que sólo el año pasado facturó 1.200 millones de euros entre sus cinco plantas españolas y las de Portugal) denunció a 23 activistas por protestar en las instalaciones de Moyresa en Cartagena. Los activistas sacaron a la luz en esa acción que Moyresa es la responsable de la mayor parte de la importación de transgénicos a España.

Cuatro de los 23 activistas ya fueron juzgados el pasado 22 de abril y condenados por sentencia in voce a penas de multa y a indemnizar a la empresa con la cantidad que acreditara por el día de paralización. Hoy el juzgado de instrucción número uno de Cartagena ha dejado visto para
sentencia el juicio contra los otros 18 activistas. El fiscal y la acusación particular piden penas de multa para todos ellos y el abogado la libre absolución.

Moyresa controla el 75% del procesado de soja transgénica en Europa. Es, por tanto, responsable de la mayor parte de la contaminación alimentaria en España. Esta soja, procedente de la destrucción social y ambiental de países
como Argentina, se incorpora como ingrediente en muchos de los alimentos procesados que consumimos sin que se den las mínimas garantías de seguridad.

A pesar de la entrada en vigor, el pasado 18 de abril, de la legislación que obliga a especificar en las etiquetas los alimentos con ingredientes transgénicos, Greenpeace todavía no ha encontrado ni un sólo alimento etiquetado, lo que indica que las Administraciones no han puesto en marcha los mecanismos que obligan a cumplir la ley.

El problema se agrava con el comportamiento de empresas como Moyresa, que mezclan mercancía transgénica y no transgénica multiplicando la contaminación de la cadena alimentaria y negando a los consumidores su derecho a elegir una alimentación libre de transgénicos.

“Una vez más vemos cómo se lleva ante los tribunales a aquellos que luchan por el medio ambiente y los que lo destruyen siguen impunes”, ha declarado Juan Felipe Carrasco, responsable de la campaña de transgénicos de
Greenpeace.
Fin del comunicado.
Para más información:
Juan Felipe Carrasco.
Responsable de la campaña de transgénicos.
Al Telf. 626 99 82 44 (en Cartagena).
Prensa: Marta Rodríguez, 91 444 14 00 ó 660 47 12 67
Nombre: Greenpeace España  (15/09/2004) E-mail: prensa@greenpeace.es
 
Acerca de "Con la comida no se juega" (http://www.iberica2000.org/Es/Articulo.asp?Id=1717), vamos a contestar algunas cosas. Para el resto, pueden contactar con Fundación ANTAMA (http://www.fundacion-antama.org) o descargarse las publicaciones de SEBIOT (http://www.sebiot.org/publicaciones.htm).

1 Respecto a "Al Prof. Ignacio Chapela, hasta el momento se le ha denegado su titularidad en la Universidad de Berkeley en California, a pesar de la mayoría aplastante de expertos y compañeros que la apoyan. Este hecho podría tener su origen, en sus hallazgos de contaminación genética en México -ocasionada por maíz transgénico- que han originado una preocupación mundial sobre la seguridad de estos cultivos, que evidentemente no agrada a la industria", no encontramos explicación a cómo se sigue hablando de esto en estos términos. El trabajo de Quist y Chapela sobre maíz en México merece varios comentarios:

1.1 Analyses of the data presented in "Transgenic DNA introgressed into traditional maize landraces in Oaxaca, Mexico" by D Quist and IH Chapela, (Nature 29 November 2001 issue (Vol 414, pp 541-543)) - paper by Robert Wager, Department of Biology, Malaspina University-College; Peter LaFayette, Department of Crop and Soil Sciences, The University of Georgia; and Wayne Parrott, Department of Crop and Soil Sciences, The University of Georgia

1.2 "El Maíz Mexicano No Está Siendo Amenazado". El flujo de genes biológicamente diversos es natural y esperado, no es "contaminación" (11 de marzo de 2002): http://www.agbioworld.org/biotech_info/pr/mexmaizespan.html

1.3 No Credible Scientific Evidence is Presented to Support Claims that Transgenic DNA was Introgressed into Traditional Maize Landraces inOaxaca, Mexico: http://www.agbioworld.org/biotech_info/articles/transresearch.html. Este texto está firmado por Paul Christou ***en nombre del comité de redacción de Transgenic Research***, donde se dice:

"
What is very surprising, however, is that a manuscript with so many fundamental flaws was published in a scientific journal that normally has very stringent criteria for accepting manuscripts for publication. Members of the Editorial Board of Transgenic Research, and a number of other scientists with many decades of experience in the area of transgenics, have provided comments that indeed demonstrate that the data presented in the published article are mere artifacts resulting from poor experimental design and practices
"

Estas no son las mejores recomendaciones para aspirar a una plaza de profesor.


2 Respecto al habitual lenguaje, tan llamativo, que se emplea para describir la polémica sobre transgénicos, sólo podemos agradecer que el artículo tenga calificativos como los siguientes:

- Dudas, casos y estudios se cruzan de un lado a otro

- El resultado puede ser un organismo “deformado” y/o alterado

- Las consecuencias podrán ser más o menos graves

- De los estudios que hay, algunos [...] podrían estar manipulados a favor de [las multinacionales].

- Muchos antibióticos podrían quedar neutralizados por las bacterias patógenas

- Bacterias patógenas podrían asimilar el gen transgénico de resistencia

- Dicha persistencia, también permitiría que los genes transgénicos se pudieran transferir a.


Rogamos a los lectores que valoren si este cúmulo (y no hemos puesto todos) de "puede", "podrían", "permitiría", etc., justifica el tono general del artículo.

Especialmente curioso nos resulta lo de "Dudas, casos y estudios se cruzan de un lado a otro". ¿Les han dejado ver a los lectores algún estudio del otro lado (como el de AFSSA, del que no viene el link, sino sólo el de la página principal, o el estudio de FAO)? Porque esta frase y alguna más parecen intentos de ser neutrales a posteriori, después de haber alcanzado una conclusión y después de haber escrito el destrozo. Si hubiese dudas en el escritor del artículo, les habría dejado ver los editoriales a favor de El País y The New York Times (medios rabiosamente anti-Bush ambos).

Este es el editorial de El País (donde se dice que las "autoridades sanitarias coinciden con los mejores científicos en que los transgénicos autorizados actualmente no suponen ningún riesgo para la salud, ni por debajo del 0,9% ni en ninguna otra dosis. Entonces, ¿hacía falta esta normativa? Desde un punto de vista estrictamente científico, la respuesta es no"):

Martes, 20 de abril de 2004 , actualizado a las 18:36 h.

ELPAIS.es - Opinión

EDITORIAL

Genes de etiqueta

EL PAÍS | Opinión - 20-04-2004

Los productores de la Unión Europea deben empezar esta semana a especificar en las etiquetas si sus alimentos contienen algún ingrediente transgénico, o modificado genéticamente. La nueva normativa pretende mejorar la información al consumidor en un asunto que, con razón o sin ella, ha causado una notable preocupación entre los ciudadanos, y también dar una salida a una moratoria de facto que durante seis años ha bloqueado el mercado europeo a las nuevas variedades de semillas, alimentos y piensos transgénicos, procedentes sobre todo de las grandes compañías de la biotecnología norteamericana.

La normativa europea es el fruto de complejas negociaciones con el sector alimentario, y adolece de cierta indefinición en algunos puntos. La obligación de figurar en la etiqueta, por ejemplo, se suprime cuando el ingrediente lleva un porcentaje de transgénicos inferior al 0,9%. Y falta precisar si productos como los yogures deben etiquetarse cuando se han elaborado con bacterias modificadas genéticamente. Pero, en su conjunto, la norma garantiza una información clara y veraz. Baste citar que las etiquetas no se restringen a los alimentos de consumo humano, sino que abarcan también a los piensos, y que un ingrediente se considera transgénico incluso cuando la alteración genética no ha dejado la menor traza analizable en el producto final.

La herramienta fundamental de control no es el análisis del producto que se vende al público, sino su trazabilidad: cada eslabón de la cadena alimentaria -desde el fabricante de piensos hasta el envasador- está ahora obligado a saber lo que le compra a su proveedor, y a comunicárselo a su cliente. Es un precedente importante, porque en el futuro podrá servir para informar al consumidor de otros procesos que no tienen nada que ver con los transgénicos, pero que, a diferencia de éstos, sí constituyen una amenaza para la salud, como la discutible práctica de alimentar al ganado con antibióticos. O, hablando de etiquetas, llamar "aceite vegetal" a un tipo de grasas que en efecto proceden de una planta, pero que tienen unas cualidades nutricionales tan perjudiciales como las grasas animales.

Las autoridades sanitarias coinciden con los mejores científicos en que los transgénicos autorizados actualmente no suponen ningún riesgo para la salud, ni por debajo del 0,9% ni en ninguna otra dosis. Entonces, ¿hacía falta esta normativa? Desde un punto de vista estrictamente científico, la respuesta es no. Pero las multinacionales de la biotecnología deben extraer una lección: su intento de colar los alimentos transgénicos en Europa por la puerta de atrás, a base de hacer pasillo en Bruselas y ocultar la información a los consumidores, no ha sido una buena estrategia, y seguirá sin serlo en el futuro.

La preocupación ciudadana sobre los transgénicos puede estar infundada científicamente, pero es la consecuencia directa de la opacidad de una parte del sector. No hay mejor defensa contra la alarma que una información veraz y transparente.

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© Prisacom S.A. - Ribera del Sena, S/N - Edificio APOT - Madrid [España] - Tel. 91 353 7900


3 Respecto a "Sobre el maíz dulce transgénico Bt11 de la compañía Sygenta -aprobado recientemente en la Unión Europea- en un comunicado de Ecologistas en Acción, se leía que el gobierno de Austria no estaba conforme con los informes aportados por la empresa, ya que hay “carencia de análisis toxicológicos, de pruebas sobre los efectos a largo plazo del consumo de la proteína transgénica y de pruebas alergénicas adecuadas”, podemos añadir que esa protesta del gobierno austriaco acabó siendo canalizada al comité científico que repasa la solicitudes y los estudios de las empresas, con objeto de valorar si han hecho bien el trabajo. Este comité ha decidido lo siguiente:

"Following investigation of the evidence presented in the Austrian submission, EFSA’s Scientific Panel on Genetically Modified Organisms (GMO Panel) concludes there is no new scientific evidence, in terms of risk to human health and the environment, that would invalidate the risk assessments of genetically modified maize lines Bt176, MON 810 and T25 established under Directive 90/220/EEC or Directive 2001/18/EC and that would justify a prohibition of these genetically modified crops authorised under Directive 90/220/EEC or Directive 2001/18/EC in Austria." (http://www.efsa.eu.int/science/gmo/gmo_opinions/507_en.html, July 22, 2004)


4 Respecto a "En Europa, en la reciente aprobación del maíz Bt11, fue la empresa quién presentó sus estudios que se discutieron y se contrastaron con otros, para luego votar. En el Consejo de Ministros de Agricultura, seis países se opusieron, seis votaron a favor y tres se abstuvieron. Sin embargo, la Comisión lo aprobó a pesar de las dudas y de la fuerte división existente, mostrando el favoritismo a las empresas y la irresponsabilidad hacia la ciudadanía.", deberíamos comentar dos cosas:

4.1 esa fuerte división existente es políticamente motivada.

4.2 nos parece incorrecto que se hable de esa votación y la posterior decisión como si no hubiese habido valoración científica previa. Si se refiere a MON863, la aprobación científica está en "EFSA issues opinions on new GM maize:MON 863 maize considered as safe as conventional maize" (http://www.efsa.eu.int/press_room/press_release/385_en.html, Abril 20, 2004)

Que luego haya quien vote en contra en una reunión de altos representantes de gobiernos, allá él, es su problema.


5 Respecto a "Estados Unidos, con el 63% del total de cultivos transgénicos en el mundo, firma acuerdos de libre comercio que facilitan sus exportaciones, invaden mercados y benefician a sus empresas.", nuestros datos nos dicen que los partners comerciales de los EE UU salen beneficiados de su incorporación al mundo moderno capitalista. No parece que Corea del Sur, Taiwan, Japón o Europa sean países invadidos, sino que tienen sus opciones políticas propias y viven muy bien. Si los EE UU invadiesen mercados y beneficiasen a sus empresas de la forma que aquí se insinúa, parece que Vds vivirían bajo el yugo yanqui. Posiblemente hemos llegado al fondo del problema: las objeciones no son científicas, aunque el autor quiera aparentar lo contrario, sino políticas, ideológicas, etc.

Dicho de otra forma, en Europa se hace mucho queso y cerveza con levaduras o fermentos transgénicos y nadie se queja. Pero si se trata de tecnología de los EE UU, ya es otra cosa.


6 Respecto a "Por otro lado, la contaminación genética es un hecho constatado y real, que conlleva la dispersión silenciosa de los transgenes a otras variedades y alimentos normales", como decía no recuerdo quién, esto es quejarse de piezas de un Ferrari en un Seiscientos. En fin...

7 Respecto a "El caso más conocido fue el del maíz transgénico Starlink. No es apto para el humano, pero logró contaminar maíz normal que si lo era. Luego, se filtró a los “Taco Bell” de la marca Kraft, hasta que se detectó. Para ese entonces, muchas personas ya lo habían ingerido, y hoy se cree que podía ser la causa de decenas de alergias, en ciudadanos estadounidenses.", esto no es cierto. No se puede hablar de contaminación, por supuesto, pero, además, las acusaciones de aparición de alergias son ridículas. Simplemente, cuando se da una noticia como esta, aparecen personas que alegan daños. A Vds les ha pasado el 11M: hubo personas que intentaron justificar su presencia en Atocha para que les indemnizasen y les diesen permisos de residencia. Cómo podemos hacer algo así después de aparecer 192 cadáveres puede parecer raro, pero es así.


8 Respecto a "Sexto: Dijeron que no pasaría, pero parece que ya está pasando. El estudio más importante, para determinar las consecuencias en la salud y el medio ambiente de un alimento transgénico, fue efectuado por el Dr. Arpand Pusztai, en el Instituto Rowett de Escocia." y las acusaciones de daño en varios órganos, etc., respuestas en: http://www.agbioworld.org/biotech_info/articles/myths.html (en inglés, lo sentimos).

Es interesante este escrito de the British Royal Society, que concluye acerca del trabajo de Pusztai: "The safety of GM plants is an important and complex area of scientific research and demands rigorous standards. However, on the basis of the information available to us, it appears that the reported work from the Rowett is flawed in many aspects of design, execution and analysis and that no conclusions should be drawn from it." (http://www.royalsoc.ac.uk/templates/statements/statementDetails.cfm?StatementID=29). Este comentario es la conclusión número 1, página uno. Como se ve, no hay que ir muy lejos para verlo.

Sería deseable dejar de usar el trabajo de Mr Pusztai para asustar a los lectores. Es un ruego que hacemos.


9 Respecto a "En Filipinas, personas que viven cerca de campos de maíz transgénico, tuvieron diversos problemas, coincidiendo con la época de mayor presencia de polen en el ambiente", y respecto a "Terje Traavik, director del Norwegian Institute for Gene Ecology, detectó que las muestras de sangre contenían los anticuerpos que el organismo genera, ante la presencia de la toxina Bt, que es la que contiene el maíz transgénico Bt11", nos basta con esta respuesta a tales barbaridades: "Carta abierta al Profesor Traavik" (http://www.agbioworld.org/biotech_info/pr/traavik.html, en inglés), de profesores de la Univ. de California.


10 Finalmente, respecto a "que existe un patrón sistemático de supresión y tergiversación de datos científicos, adversos a la industria biotecnológica", o tesis conspirativas como que "Y este amor platónico a la soja ¿A qué se debe?. Es muy sencillo y a la vez monstruoso. Si se analiza que el 61% de la soja en el mundo es transgénica y patentada, se deduce el interés que tienen algunos en inventar nuevo hábitos alimenticios y de esta forma abrir mercados", o las conclusiones del artículo,

Conclusión: Dudas, anomalías, bacterias patógenas, falta de transparencia, incertidumbre, favoritismo, secretismo, virus, estudios incompletos, recombinaciones, científicos presionados, dólares, administración corrupta, riesgos, sospechas, química, debate, alergias, confrontación, laboratorios, falta de voluntad, informes defectuosos, procedimientos inadecuados, presiones, desinformación, equivalencias, cáncer, desconocimiento, interrogantes, etc... Creo que se me quitó el apetito, ¿y a usted?

, nosotros sugerimos a los lectores que se tomen con escepticismo estos pronunciamientos emocionantes, sin duda, pero innecesariamente coloristas y claramente partidistas.

Sólo tenemos una curiosidad: cuando, dentro de un par de décadas, podamos recordar a los autores de estas barbaridades las cosas que dijeron en este debate, ¿qué excusas emplearán?

Atentamente,

Jorge Mata, staff writer


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Si necesitan complementar o contrastar noticias sobre el Partido Republicano de los EE UU o la administración Bush, estaremos complacidos en atenderles.

[La organización oficial republicana es el Republican National Committee, del que no tenemos dependencia alguna.]

Atentamente/Best regards,

Jorge Mata, staff writer
Press Office
Republicans in Spain
http://www.republicansinspain.org
Nombre: Jorge Mata  (30/09/2004) E-mail: prensa@republicansinspain.or
 
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Respecto a "El glifosato es peligroso, puede provocar diversos problemas en la salud humana y como todos los agroquímicos, desarrolla un impacto negativo en el medio ambiente", fíjense en la puntuación de peligrosidad que tiene glifosato (glyphosate): http://www.scorecard.org/chemical-profiles/hazard-indicators.tcl?edf_substance_id=1071%2d83%2d6

Es especialmente interesante ver que, en lo referente a peligrosidad para el trabajador (o agricultor, campesino, etc.) que va a manipularlo, está en el cuarto inferior (peligrosidad de entre 0 y 25%). Es decir, si se extiende el uso de este insecticida, menos personas se intoxicarán por mal uso que con otros insecticidas tradicionales.

Y, por cierto, de diez indicadores de peligrosidad, están en el cuarto inferior para 8 de ellos. Está en el segundo cuarto (25-50%) para uno de los indicadores (potencialidad de difusión en aire) y en el tercer cuarto (50-75%) para potencialidad para difusión si se vierte en agua.

Como, afortunadamente, en capacidad cancerígena, está en la categoría de menos riesgo (0-25%), el daño posible es menor que con bastantes otros insecticidas.

Lo cual no obsta para que, si un agricultor quiere suicidarse, lo haga perfectamente con este insecticida. Pero igual ocurre con cualquier matamosmas doméstico.

Atentamente,

Jorge Mata, staff writer
Press Office
Republicans in Spain
http://www.republicansinspain.org

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Si necesitan complementar o contrastar noticias sobre el Partido Republicano de los EE UU o la administración Bush, estaremos complacidos en atenderles.

[La organización oficial republicana es el Republican National Committee, del que no tenemos dependencia alguna.]
Nombre: Jorge Mata  (03/10/2004) E-mail: press@republicansinspain.or
 
El articulo no esta mal, pero los insidiosos comentarios del Sr Mata (tiene usted alguna titulación científica, o solo repite lo que le dicen), no deberían ser siquiera considerados por falsos y repetitivos. Le recuerdo a este fanático del criminal de guerra Bush, el principio de precaución de las políticas europeas en medio ambiente y salud, que se basan en los puede y podría, demuestren científicamente la ausencia de riesgo y tendrán luz verde. ¿Por que no lo hacen? porque el riesgo existe y sobre todo por ser un crimen social y cultural contra la humanidad el apropiarse y destruir de los productos agrícolas tradicionales y su redistribución por parte de grandes empresas basándose en su supuesta mejor producción y “resistencia” a las plagas (en realidad a los venenos que desde la revolución verde nos matan poco a poco y destruyen el planeta y su diversidad). En fin, afortunadamente este señor se identifica como defensor de los Republicanos estadounidenses en España, y por lo tanto de los lobbies que apoyan a dicho partido político de carácter casi fascista y su credibilidad es nula. Yo soy biólogo y experto en medio ambiente y os invito a destruir todos los cultivos transgenicos que topeís...
Nombre: Con la comida no se juega  (07/10/2004) E-mail: pestes@hotmail.com
 
Ciudadano libre, Pais libre, Mundo libre !!!
Frases muy guapas para decirlas con la boca llena de dinero y armas.
Yo como ciudadano libre (que no entiende de quimica ni de biologia) quiero mi derecho a NO COMER TRANSGENICOS SI NO QUIERO. Y los motivos de querer o no querer son mios y no los digo, porque para eso hay libertad en nuestro mundito occidental. Ese derecho me está siendo arrebatado. Nuestros gobernantes están permitiendo que de aquí a pocos años TODOS LOS ALIMENTOS BASICOS SEAN TRANSGENICOS (arroz, soja, maiz, trigo...) Mi religion me lo prohibe pero a veces me gustaría matar a la gente que me agrede y esto para mi es una agresión.
¡¡¡ COME DE ESTA MIERDA, BURRO, QUIERO SER MAS RICO AUN !!! parecen decir las empresas que distribuyen sus plantitas modificadas sin tener el mas minimo respeto por las otras plantitas que llevamos comiendo milenios hasta que finalmente consigan hacerlas desaparecer. Por cierto, ¿ya han comenzado los pleitos que pondrán las empresas de omgs a los agricultores que no habiendo comprado semillas omg tienen sus cultivos contaminados con omg? Porque ese será el paso que den proximamente: rastrearán las cercanias de las plantaciones a las que si le hayan vendido y como pillen al pobre al que le volaron semillas hacia sus campos, o al pobre al que se las vendieron sin él saberlo, irán a por él...
DIOS, VAYA MUNDO !!!
Nombre: Monje de Plata  (07/10/2004) E-mail: monje_de_plata@yahoo.es
 
* La verdad de la soja.
Ecología social-15-07-2006
Por Gustavo Duch Guillot
Como muchos estudiantes, yo, en su momento, también fui encuestador:
digna profesión que ha pagado muchas carreras universitarias y alguna que otra fiesta. Por un día he retomado mi vieja tarea y he salido a preguntar por las calles, qué sabe la población española de algo tan novedoso y popular como es la soja.
Sin ningún rigor científico, pero así, más o menos, les puedo decir que la soja para la gente de Vitoria, Barcelona o Majadahonda son cuatro cosas. Para mucha es un componente más de la leche que bebemos y cuánta más soja lleva, más nutritiva es. Para otro grupo de ciudadanos es un alga oriental que se ha puesto de moda con el auge de la comida japonesa y tailandesa. También son bastantes los que la definen como un cereal que se utiliza para la producción de yogur biológico o ecológico. Y por último un colectivo significativo de personas me explicaba que es un medicamento naturista o bien homeopático para tratar desarreglos hormonales de la mujer.
Todas estas respuestas tienen dos cosas en común. La primera, que ninguna es correcta y la segunda que -fruto de la publicidad- todas las respuestas trasmiten aspectos positivos y deseables como ecología, salud, buena nutrición, etcétera. Pero todo esto es una gran mentira, porque la soja es fundamentalmente hambre, deforestación, pobreza y violencia.
La soja es una oleaginosa que Europa, en la década de los 90, por acuerdos políticos con EE UU, dejó de cultivar y que se ha convertido en el ingrediente estrella de los piensos que alimentan a nuestra ganadería:
cerdos, vacas, pollos, todos engordan a base de soja. Y en una proporción mínima se utiliza para cosas parecidas a lo apuntado por la ciudadanía. La soja es por encima de todo un forraje de precio muy competitivo. España es casi 100% dependiente de la soja que importa de Argentina, Brasil y
Estados Unidos. Somos un país soja-dependiente, es decir, si se cierran los puertos a la entrada de soja, en dos días nuestro ganado se queda con los comederos vacíos y nosotros nos convertimos forzosamente en vegetarianos. Sepan que toda o prácticamente toda es soja transgénica, siendo este factor una de las razones principales de su bajo precio, pues su producción está totalmente automatizada y no necesita campesinos. Se siembra con unos tractores-robot que inyectan la semilla, añaden el herbicida y le dan una palmadita en la espalda para que crezca alegre y frondosa. El herbicida que requiere (de la misma empresa que las semillas) se rocía con avionetas -que tienen dificultades para diferenciar cuándo pasan por un campo de soja o sobre algunas viviendas o personas paseando- y mata a todo lo que no sea soja: malezas, insectos de todo tipo, personas, fauna, contamina ríos y acuíferos, etcétera. Toda esta tecnología sólo se la pueden permitir las grandes agroindustrias que han desplazado a millones de campesinos (han comprado baratas sus tierras, les han extorsionado con el beneplácito de las autoridades locales sobornadas o simplemente los han expulsado o destruido sus cosechas familiares).
Tanto resplandece la soja y tanta ambición genera que se están talando bosques primarios, selva amazónica y otros enclaves de un valor biológico insustituible para nuestro planeta. La planta de la soja es inocente. Argentina, Brasil, Bolivia y Paraguay sufren un modelo capitalista neoliberal que les ha conducido a ser simples productores de una materia prima para los países que nos alimentamos en proporciones demasiado altas de alimentos de origen animal. Los campesinos que ahora malviven en las villas miseria latinoamericanas o han salido a la emigración, los que han muerto rociados de venenos agrotóxicos o asesinados por su lucha son las víctimas. Nosotros, los consumidores, encontramos la carne a precios muy accesibles. Desconocedores de la realidad, somos en parte corresponsables y en parte víctimas: la agroindustria intensiva que funciona a base de soja nos garantiza nuestra alimentación pero ha dejado al medio rural español sin campesinos, con aguas y suelos contaminados, ríos muertos, etcétera. Nuestros impuestos se dedican a corregir estos problemas medioambientales y a paliar el coste sanitario que supone el aumento de enfermedades relacionadas con una mala dieta: sobrepeso, obesidad, enfermedades cardiovasculares, etcétera. Y sólo ganan los dueños del capital que, como sabemos, no tienen alma pero sí estómago: se alimentan de personas. Caníbales con enormes fortunas. Gustavo Duch Guillot es director de Veterinarios sin Fronteras.
Nombre: Gustavo Duch Guillot   (21/07/2006) E-mail: abellanlcabezodetorres@copelgrup
 

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