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El primer paso que la Administración Bush va a dar para acabar con el Estado del Bienestar, es la quiebra fiscal. Lo que le ha hecho exclamar al economista Paul Krugman "Tengo miedo". La reforma fiscal de los neoeconomistas será una revolución social hecha desde arriba.

¿Y qué motiva todo esto que Joaquín Estefanía hace titular su artículo, hoy en El País, "EE UU: los locos toman el manicomio"? Pues, a mi juicio, que la sociedad de propietarios está cerrando filas; concentrando en ella el máximo de la riqueza principalmente financiera.

Los demás... ¡que se pudran!
Pero esta riqueza, como la tecnológica, no son un soporte que aguante todo el entramado económico de un país si no cuenta con el respaldo equivalente al que el oro hasta ahora, ha dado a la fiducia, es decir, el papel moneda. Necesita de otro oro: el oro negro.

Por eso, como las reservas propias estaban tocando fondo, era vital para la sociedad yanquee apropiarse de las siguientes en volumen; sobre todo para no tener que depender de las veleidades de OLPs ni de ningún otro país o factor ajeno a ella. Su arrogancia y prepotencia, típicamente anglosajonas, se lo impiden...

Los no propietarios se convertirán automáticamente en pobres sin derechos sociales, sanitarios y asistenciales de ningún género, y de pobres pasarán a esclavos los que no lo son ya. La única salida para ellos es que los inmigrantes les empujen hacia arrriba y sean los recién llegados quienes asuman el papel de esclavos que toda sociedad opulenta precisa.

El "sistema" durará lo que duren las reservas de petróleo. Si es que antes la presión social no deviene en implosión, esto es revolución desde abajo. Mientras tanto, lo único que obsesivamente propulsará a la política exterior estadounidense será, por un lado, la guerra permanente como fin, medio, método de drenaje y correa de transmisión económica, todo al mismo tiempo, y, por otro, la búsqueda de petróleo a través de ella.

Lo que subyace en la sociedad norteamericana en definitiva no es más que un instinto de supervivencia singular. La aberración, terrible y repulsivo de ella estriba en que en lugar de apretarse el cinturón, como han hecho hasta ahora la sociedades civilizadas, han empezado a recurrir a la depredación y a la brutalidad para sostener y aun potenciar su lujo. El lujo es al espacio vital lo que el antiterrorismo de hoy es a lo que fue la labensraum hitleriana.

Esta es la explicación que dan de sí mismos y el mensaje que nos envían, esos 58,8 millones de votantes de Bush y de su diabólico New Deal...

Podéis contactar con el autor a:
richart@telefonica.net
* Toda la información que este autor, tiene alojada en Ibérica 2000... (Enlace...)

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