En el comienzo del nuevo año |
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REFLEXIONES SOBRE CUESTIONES QUE SE DEBEN DENUNCIAR. CUATRO ESQUEMAS. |
Cuando el océano Índico sigue vomitando cadáveres y el balance final del horror está lejos de cerrarse, desde la solidaridad con aquellas gentes echemos un vistazo a otras cosas de nuestro entorno más próximo, donde también hay espacios para el horror y para el temor de una clase política que está lejos de aprobar los deberes. |
A esas gentes pueden moverles la silla en lo que, para ellos, sería otra especie de "tsunami", pero electoral. ¿Quiénes van a ganar? ¿Los buenos? ¿Y quienes son los buenos...? Porque en política casi todos son malos. O eso parece. (Este artículo ha sido publicado originalmente en gallego, con fecha 10.01.2005. Esta traducción lo modifica ligeramente, y amplía al tiempo que se incluyen unos primeros enlaces)
11.01.2005. En el comienzo del nuevo año, por Xesús López Fernández
El 2005 arranca (o no arranca) con avisos que hacen presentir un período de fuertes crispaciones. El "tsunami" (palabra japonesa: tsu, bahía; nami, ola) de Indonesia ha sido como una especie de rúbrica que el planeta Tierra ha querido poner a la serie de despropósitos conocidos de los "hombres de la guerra", que tanto tiempo llevan sembrando miserias y muerte.
¿Armas de destrucción masiva? Ahí tenemos la muestra: muertos incontables e islas desaparecidas en una demostración de fuerza equivalente a la eneregía de 32.000 bombas atómicas como la de Hiroshima, algo que conviene no olvidar, que deberemos comprender en la medida de lo posible y hacernos solidarios con los desamparados, con los que han sido tratados sin piedad por la Naturaleza. Y difundir en la medida de nuestras fuerzas los documentos de tan cruel desgarro que la Tierra, parece que todavía joven, puede reiterar cuando se le ocurra, ahora o dentro de doscientos años, sin apelación posible.
Pero parece que el hombre, que tanto habla de recuperar la memoria histórica, puede olvidar acontecimientos como este "tsunami", holocausto para muchos, y otras catástrofes todavía recientes: Azores, Agadir, Lisboa, Krakatoa, etc.
A nuestra clase política, sin embargo, parecen preocuparle más bien otros posibles terremotos: los que puedan coincidir con el tiempo electoral que se acerca; con el "tsunami" que se podría producir al tiempo de las elecciones autonómicas gallegas, obviando ya la votación del 20F en relación con la Constitución europea.
Alguna de las últimas noticias vale para evidenciar que existe nerviosismo en la tropa política, que algunos personajes intentan salvar los muebles por si se diese el temido "tsunami electoral", porque la verdad no parece que ningún grupo esté haciendo méritos más allá de un progresismo de camelo que parece más bien una especie de "fascismo sin correaje", populismo barato según la definición de Agapito Maestre en "El ruído de la calle", en Libertad digital. Y, efectivamente, se diría que actualmente no existen ni derechas ni izquierdas, que todo es el mismo sistema de tráfico de influencias y presunta prevaricación, aunque cambie la intendencia.
Pero los miedos están vivos detrás de los discursos de cada grupo y la CIG (sindicato nacionalista gallego) ha descubierto la trampa. Los medios del 7.1.2005 daban la nueva de su denuncia ante el Defensor del Pueblo, Enrique Múgica Herzog, al que han urgido para la presentación de un recurso ante el Tribunal Constitucional, porque la Ley de Presupuestos de Galicia prevé que los altos cargos de organismos políticos cobren una indemnización en el momento de su cese, según Europa Press.
Y denuncia la CIG que lo que intenta hacer el PP... es blindar a esos directivos en el caso de perder las elecciones. El sindicato va a recurrir también el complemento de personal incluído en la ley, porque el "conselleiro" de Economía puede retribuir libremente a cuantos considere altos cargos.
Y la cosa no acaba ahí, sino que la Xunta quiere equiparar también a los delegados de "consellerías" adscritos a una provincia o territorio determinado, en ingresos, a la categoría de subdirector general, cuando en la inmensa mayoría de los casos no son funcionarios de carrera..
Otra de las cosas raras que traen un cierto mal olor en este comienzo de año es la nueva Lei 15/2004, de 29 de diciembre, de ordenación urbanística y protección del medio rural de Galicia, que modifica la Ley 9/2002 del 30 de diciembre, cuando solamente han pasado dos años y sin que se haya producido un verdadero debate.
Son cosas difíciles de entender, como una especie de actuación con nocturnidad y alevosía. Leyes nacidas sin apenas información, sin que se haya producido un posicionamiento de censura o de moderación de diversos y cualificados colectivos profesionales. Ni la oposición ha encendido las oportunas alertas. Es decir, leyes nacidas para, a la vuelta de muy poco tiempo, modificarlas.
La última de las leyes citadas entrará en vigor a los veinte días de su promoulgación en el Diario Oficial de Galicia si alguien no lo remedia. Y, naturalmente, parece que no estamos a hablar en ningún momento de transparencia y que, además, en ningún momento se dio al país la necesaria información. O si hubo debate político, éste pasó desapercibido, lo que parece poner en evidencia una falta total de escrúpulos en este como en otros asuntos. ¡Si hasta parece que el Plan Galicia no existiese más allá de las fantasías y discursos de unos y otros!
A ver si algún día nos explican el por qué de ciertas fidelidades y sometimientos al poder económico, algo de lo que no parece nos vayan a sacar ni Touriño ni Narbona. No se les ve arranque, coraje, decisión. Eso que lo podrían tener muy fácil. Por eso traigo aquí el escándalo que ha tratado Intervíu en su n. 1.495 de fecha 20.12.2004, de cómo la Xunta está a permitir la instalación de piscifactorías en santuarios de nuestro litoral. Y en el mes de septiembre del pasado año Fraga... inauguraba una granja de rodaballos, la más grande del mundo, en cabo Vilán, espacio protegido por la UE, al tiempo que la mostraba el hombre como la nueva fachada marítima de Galicia. El cabo ha sido dividido en dos con la retirada de 162.000 metros cúbicos de tierra, según se informa en los enlaces incluídos en este trabajo.
La tal granja es propiedad de la multinacional noruega Stolt Sea Farm... que fue además subvencionada por la Xunta, para más vergüenza, con 8,4 millones de euros, con la agravante de que los anteriores propietarios fueron realmente expoliados, engañados bajo amenaza de expropiación o por medio de afirmaciones como la de que el terreno no valía nada, que eran como todo piedra. Y así, los compradores llegaron a adquirir, en un caso conocido, 20.100 metros cuadrados de superficie por solamente 20.100€. Coaccionados por medio de algún alcalde.
Y lo mismo acontece en otros lugares, donde nuevas empresas se preparan para la ocupación de nuestro litoral. Pero, ¿por qué no se concede apoyo institucional a la pesca, al marisqueo o al turismo?
Mejor leer el reportaje, en el que se evidencia un cierto efecto "tsunami" sobre el patrimonio natural de esta tierra y sobre la economía de los desheredados, sobre las propiedades en las que asentaban su subsistencia, comidas estas gentes y nuestro patrimonio por el Pez Gordo que acaricia y engorda la Xunta. Miseria y traición.
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por: jesús lópez fernández (11/01/2005) |
Fuente/Autor:
Jesús López Fernández |
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