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(2302)

PLANES Y REFORMAS
En el País Vasco en estos momentos se gestiona un negocio político: Zapatero propone una reforma a cambio de que Ibarretxe retire el Plan.

Permítaseme una larga digresión introductoria:
Me dirijo principalmente a esos y esas que inmediatamente piden pruebas y datos cuando se hace una reflexión ponderada basada en la sospecha y en la impresión. Reflexión que proviene más de la experiencia que de la ciencia; más de la observación atenta de la realidad a lo largo del tiempo, que de estar muy ducho en las claves con las que se tratan estos asuntos en lás cámaras políticas y en los foros mediáticos preponderantes. Y más, cuando sabemos que los medios que predominan en el concierto informativo, mucho más que aclarar ciertas cuestiones lo que hacen es confundir.

Esto lo digo porque, a los pocos días de lo sucedido el 11-S en Estados Unidos, publiqué yo un artículo con el título de "Yo acuso" en el que, basándome en el examen ingenuo pero minucioso de lo que llegaba a mi retina tal como nos lo transmitían, culpaba directamente a la administración norteamericana de ser la autora intelectual de tan sofisticado y masivo crimen. Sin embargo, en lugar de ver en mi esfuerzo intelectivo una mera hipótesis, una especie de trabajo de campo de antropólogo o simplemente una reflexión sobre probabilidades, muchos y muchos de pretendida izquierda se abalanzaron sobre mí exigiendo pruebas y me tildaron de conspiraparanoide. Mientras tanto y sin yo saberlo, Thierry Messyan, director de un auténtico contramedio francés, la Réseau Voltaire, estaba recopilando datos, indicios, documentación y pruebas a conciencia con los que publicó un libro acusatorio en toda regla en la misma dirección y sobre la misma autoría. Es una experiencia que no olvido. Pero ya se ha visto hasta qué punto lo que ya son más que evidencias, han resultado de todo punto inútiles para cambiar el rumbo de la Historia. Los rebaños y la sociedad occidental somos así...

Bueno, pues con este análisis sobre el famoso Plan Vasco puede ocurrir algo parecido. No tengo datos especialmente significativos. Pero tenga siempre en cuenta quien me lea, que, en todo, tiendo a dar más crédito a la mirada penetrante del pastor de ovejas que a lo que opine, por ejemplo, Stephen Hawking sobre el universo. (Por cierto, que hace poco acaba de decir que él cada día entiende menos el cosmos). Y es que sin duda en él ha concluído la fase del último hervor intelectivo por la que pasaremos todos: la humildad forzada de quien lo ha pasado ya todo por el cedazo sin poder llegar a ninguna conclusión satisfactoria. La filosofía oriental admite que las cosas pueden “ser” y “no ser” al mismo tiempo... Esto es lo que le ha sucedido a Hawking.

Bien. Hablaba del Plan y de la reforma propuesta a cambio.

En primer lugar el Plan a mí siempre me sonó más que nada a protesta técnica frente a los recalcitrantes incumplimientos del Estado; un modo concienzudo de llamar la atención. La Sinfonía de los Adioses, compuesta por Haydn en 1770, era una queja fina y sugerente de la orquesta que la interpretó por primera vez ante el monarca austríaco para, con la genial colaboración del compositor, lograr un aumento de sueldo. Al final de la sinfonía, de todos los instrumentos que empiezan, si mal no recuerdo sólo queda un violín. Si la orquesta desaparecía, el rey se quedaría sin recreo. Un modo de atraer la atención elegante y propio del siglo.

El Plan Ibarretxe, dada su obvia inviabililidad actual, siempre me pareció una queja por megafonía. Una réplica al habitual talante prepotente de los que mandan cuando están en el centro del Poder; respuesta a la renuencia crónica por parte éste a atender a las obligaciones contraídas por el Estado cuando firmó en su día el Estatuto de Guernica.

Hay pueblos que, en general y por definición y carácter, son más exigentes que otros. Y el desarrollo de cada Estatuto estaba sujeto a plazos, que ya han vencido con creces. Pero ocurre que, en la primera etapa posterior a la transición, era demasiado pronto para exigencias. Luego, cuando gobernó la derecha durante ocho años, no les hicieron ni puñetero caso, y ahora, cuando vuelve a gobernar la izquierda, ésta no puede con todo el lastre dejado por los gobiernos anteriores. Y esto, no sólo en materia de financiación. Hay asuntos incumplidos aún más importantes para la ciudadanía. Como son, en el caso del Pais Vasco, los relativos al art. 8º. La guardia civil, a estas alturas, sólo debiera estar presente en puertos y aeropuertos, y la policía sólo en dependencias policiales para confección del DNI y pasaportes. Sin embargo, cuando esas fuerzas del Estado ya tendrían que haberse replegado, siguen allí las Comisarías y los Intxaurrondos. Y no sólo no se reducen, sino que de vez en cuando planea la amenaza de llevar más contingentes para reforzarlas...

En esta y otras cuestiones de parecido corte reside el grueso de las frustraciones que dan lugar a los ruidosos Planes y a los anhelos soberanistas. La falta de seriedad y de sentido del compromiso, tan frecuentes en los tics del poder centrípeto de este país, no son tolerados por todas las Autonomías y sus ciudadanos por igual. Si el los gobernantes tuviesen voluntad política y valor para respetar un poco más a la periferia, ciertas autonomías no irían acumulando tanta fuerza moral que es lo que al final acaba clamando por los cambios radicales. Pero como no es así, cualquier ciudadano que no viva ajeno al vencimiento de plazos que no se cumplen, aunque sólo sea por una mínima dignidad da un puñetazo en la mesa.

Me sospecho que más que la reforma del Estatuto de Guernica o la plena independencia, lo que la sociedad vasca e Ibarretxe quieren es simplemente que se cumplan, en todos sus términos y plazos, los acuerdos estatutarios. Estoy convencido de que de eso se está hablando y que, por el momento, al pueblo vasco eso le bastaría...

Insertado por: Jaime Richart (19/04/2005)
Fuente/Autor: -Jaime Richart
 

          


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