| Puesta en libertad de un erizo que hemos cuidado. |
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| ERIZOS TERRESTRES. |
| Manuela Soto nos comenta detalles sobre los sueños invernales y las sueltas de los erizos que hemos cuidado. Texto extraido de un folleto en alemán, recientemente editado en castellano. |
En los lugares donde hace mucho frío en invierno y la oferta de alimento natural escasea, los erizos entran en sueño de hibernación, para sobrevivir durante ese tiempo.
Cuando un erizo joven alcanza un peso suficiente (erizo de pecho marrón: 650 hasta 700 gramos) para la hibernación una vez comenzado el invierno o incluso después del mismo, no se le puede dejar en libertad.
Su recinto a prueba de escapadas junto con su caseta bien aislada contra el frío, se colocan en el balcón, la terraza, en una choza, o en algo parecido, y se sigue alimentando al erizo hasta que el mismo se haya retirado para dormir. Entonces se pega un trozo de papel higiénico en la entrada de la caseta para controlar diariamente si el animal ha salido de ella o no.
Después de despertar se le sigue dando de comer hasta que el erizo alcanza un peso de unos 700 gramos, antes de poder soltarlo, a ser posible donde se le encontró.
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Autor: Monika Neumeier.
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| Fuente/Autor:
Manuela Soto. (traducción del alemán)
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