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Lagunas de Cantalejo

(2705)

HUMEDALES Y DUNAS EN TIERRA DE PINARES
Los humedales y sistemas lagunares, tales como las Lagunas de Cantalejo, tienen una gran importancia, tanto en cuanto a la regulación y recarga de los acuíferos como en el mantenimiento de una variada comunidad de plantas y animales, íntimamente ligados al agua, que les confiere una gran riqueza y diversidad biológica.En cuanto al paisaje, las distintas láminas de agua que constituyen el sistema lagunar de Cantalejo, se distribuyen como un rosario de lagunas armoniosamente integradas entre los pinares de pino resinero que las circundan, contribuyendo decididamente a variar su monotonía y a enriquecerlo cualitativa y cuantitativamente.

LAGUNAS DE CANTALEJO

Humedales y Dunas en Tierra de Pinares

Por Paulino Zamarro Sanz

La mejor forma de conservar algo es amándolo, perosólo se puede amar lo que se conoce y se siente como propio; por este motivo quiero dedicar este trabajo a todos los briqueros, en el entendimiento de que, conociendo mejor su entorno, serán ellos los primeros interesados en conservarlo.



PRESENTACIÓN

Los humedales y sistemas lagunares, tales como las Lagunas de Cantalejo, tienen una gran importancia, tanto en cuanto a la regulación y recarga de los acuíferos como en el mantenimiento de una variada comunidad de plantas y animales, íntimamente ligados al agua, que les confiere una gran riqueza y diversidad biológica.

Las aguas caídas durante los grandes aguaceros son retenidas en las lagunas y en las cubetas que las circundan, empapando la tierra y soltándolas después, poco a poco, contribuyendo con ello a laminar las avenidas y a minimizar la erosión.

Durante el tiempo que permanece el agua en las lagunas (ya que durante los años secos muchas de ellas son temporales), las aves silvestres se ven altamente beneficiadas, sirviendo como lugares de cría para ciertas especies y como cobijo y descanso para muchas otras que las utilizan en sus viajes migratorios.

En cuanto al paisaje, las distintas láminas de agua que constituyen el sistema lagunar de Cantalejo, se distribuyen como un rosario de lagunas armoniosamente integradas entre los pinares de pino resinero que las circundan, contribuyendo decididamente a variar su monotonía y a enriquecerlo cualitativa y cuantitativamente.


SINGULARIDADES DEL SISTEMA LAGUNAR

Una característica importante de las Lagunas de Cantalejo (junto con las cercanas (Lagunas de Lastras de Cuéllar) es su singularidad, ya que constituyen los únicos humedales enclavados en sistemas dunares que existen en España, a excepción de los de Doñana, distinguiéndose de ellos en que las Lagunas de Cantalejo están enclavadas en un arenal de tipo continental y las arenas de Doñana son de origen litoral.

Otra singularidad es su localización, situada en una zona entre llana y muy llana, en la divisoria de las cuencas de los ríos Cega y Duratón, que hace difícil a simple vista, determinar, en algunos casos, a que cuenca pertenece cada laguna.

Existen en total veintidós lagunas, más algunas otras ya desaparecidas, trece en la cuenca del río Cega, que tienen como emisario el arroyo de la Nava del Pobo y nueve en la cuenca del río Duratón, cuyo emisario es el arroyo de las Rivillas. Además de otras pequeñas lagunas fuera de este grupo principal, entre las que cabe destacar los Abarcales, las lagunillas de Vegamarta (situadas cerca de la estación depuradora de aguas residuales, La Balsa de la Nava (desaparecida en los años 60), que estaba situada a la derecha del camino que conduce al cementerio nuevo, junto al lugar antiguamente habitado que se llamó “Godinos”, de claras reminiscencias góticas, así como la también desaparecida laguna del Hoyal (que ocupaba los terrenos del actual campo de fútbol), etc.

Otra singularidad de las lagunas de Cantalejo es la temporalidad de muchas de ellas, manteniendo agua en años secos, de una forma permanente, tan sólo las lagunas de Navalsoto, La Cerrada, El Sotillo Bajero, Los Sotillos Encimeros y la de los Pollos. Un exponente de esta temporalidad es el hecho de que la única laguna que mantiene vida piscícola es la de Navalsoto.

A partir del verano de 1966, gracias a la puesta en marcha de la depuradora y el desvío de sus aguas, una vez depuradas, hacia las lagunas, se pueden considerar permanentes y con buen nivel de aguas las lagunas del Sotillo Bajero, aparte de las ya mencionadas de Navalsoto y con un nivel de agua aceptable las de Navalayegua y La Cerrada.

También pueden llegar a ser permanentes, gracias a las actuaciones realizadas por el Ayuntamiento en la primavera de 1977, las lagunas de Navahornos y la laguna Muña, aunque estas últimas dependen más de la estacionalidad y de un adecuado manejo del agua.


LA LAGUNA CHINA

La laguna China, o laguna de Diana (como más adelante veremos), está actualmente desecada como consecuencia de la excavación de un canal que desvía las aguas del arroyo de Carralaguna, existiendo en su lugar una pradera que se encharca a pesar de todo cuando las lluvias son abundantes, como reclamando su derecho a la existencia.

La laguna China era, y en cierto modo aún lo sigue siendo, la laguna más emblemática de todo el sistema lagunar de Cantalejo. Dicha laguna dio origen, casi con toda seguridad, a la aparición de un lugar de culto, anterior a la romanización, dedicado a la veneración de las aguas y de los árboles, propia de las tribus celtas que se asentaron en el término municipal de Cantalejo. En efecto, el culto a Diana sigue estando presente en la letra de muchos paloteos, danzas de origen celta, en las que todo gira en torno al culto a la fertilidad de la tierra y el agua como fuente de vida.

Con posterioridad, los romanos dedicaron dicho templo a la diosa Diana (Diosa de las aguas, de los bosques y de la caza), de cuyo nombre deriva el topónimo China. La evolución más probable de dicho topónimo es:

Diana > Xana > Chana > China (1)

El emplazamiento de la actual ermita del Pinar, corresponde al citado lugar de culto, en el que más tarde se instaló una necrópolis visigoda y probablemente un eremitorio hacia finales del siglo VII o principios del VIII, que finalmente dio lugar a la actual ermita, situada junto a un balcón natural desde donde se domina la Sierra de Guadarrama, la campiña y sobre todo el emplazamiento de la desaparecida laguna China.

(1). Los nombres conocidos de la ermita, dedicada inicialmente a Santa Tebala, fueron sucesivamente los siguientes:

·Santa María de Laguna China, desde la época medieval hasta por lo menos 1452
·Santa María del Pinarejo. Dicho nombre está documentado en 1485
·Santa María del Pinar, desde 1520 hasta la fecha

En cuanto a la desecación de la laguna, no se tiene constancia exacta de cuando tuvo lugar, aunque presumiblemente debió ocurrir en tiempos relativamente recientes, tal vez a finales del siglo XIX o principios del XX, con el fin de aprovechar para pastos la pradera que generó la laguna tras su desecación.

Actualmente el lugar en el que estuvo situada la laguna China está rodeado por una cerca de alambre en cuyo interior pasta el ganado bovino. Dentro de dicha cerca se encuentra también una de las lagunillas de los Sotillos Encimeros (la situada más al norte), la cual es utilizada como abrevadero por el ganado, siendo este el origen de que dicha laguna sea denominada frecuentemente como laguna China, cuando, como se ha dicho anteriormente, la laguna China hace mucho tiempo que no existe como tal.


ORIGEN DE LOS TOPÓNIMOS

Obviamente, la denominación “Lagunas de Cantalejo” hace referencia al término municipal en el que se ubican las lagunas.

El origen del topónimo Cantalejo, aunque algún autor supone que deriva de Campo de Alejo, se considera mucho más probable el origen que le atribuye Francisco Fuentenebro (historiador de Cantalejo), el cual supone que deriva de Canto Alesio, Aleio o Alejo.

Canto es una palabra céltica que significa límite, mojón, hito o frontera y efectivamente, los límites entre los pueblos prerromanos Vácceos y Arévacos, dentro de la actual provincia de Segovia, aunque imprecisos, bien hubieran podido ser los siguientes: Desde Laguna de Contreras, remontando el curso del río Duratón, hasta Molinilla, o incluso hasta su confluencia con el río San Juan (muy cerca del lugar conocido como Canto del Hornillo) y desde aquí, pasando por el Canto de Alesio (Cantalejo), hasta Coca. Ambas localidades, Cantalejo y Coca, denominada antiguamente Cauca vaccea, fueron inequívocamente vácceas.

Alesio es un nombre de origen griego, latinizado como Aleio (Alejo durante el medievo), cuyo significado es defensor, por tanto, según esto, Cantalejo significa límite de Alesio o límite de Alejo, siendo su posible evolución la siguiente:

Cantoalesio > Cantoaleio > Cantaleio > Cantalejo

No es nada probable que signifique defensor del límite, ya que al no ser el nombre de origen latino, los romanos seguramente lo utilizaban sólo como nombre de persona, sin hacer referencia a su significado original en griego y por tanto, sólo tenga relación con el personaje que ocupó estos parajes al inicio de la dominación romana.

El origen de los nombres de las lagunas, hace normalmente referencia a los usos a los que tradicionalmente han sido destinadas, a sus ancestrales dueños, a la vegetación predominante en sus riberas, a su configuración, etc.

Entre dichos nombres, destaca como denominador común a muchas de ellas el vocablo “nava”. Dicho vocablo, de origen precéltico, viene a significar depresión relativamente llana, cubierta de hierba, en cuyo fondo puede existir una laguna.

Comenzando por nava existen ocho lagunas:

Navacornales, Navalayegua, Navalagrulla, Navalucia, Navazuela del Bermejal, Navalsoto, Navacentella y Navahornos, además de la desaparecida Balsa de la Nava y la laguna temporal de Navalpobo, esta última ya en el Término Municipal de Lastras de Cuéllar.

Siete hacen referencia a sus antiguos dueños:

Navalucia, Navacentella, Juan, Matisalvador, Los Abarcales y La Muña, además del bodón de Juana (situado entre las lagunas de Navacornales y de Navalayegua), los bodones de Agudiez y de Asenjo y la desaparecida laguna de Mingorrubio (Domingo Rubio), que estaba situada bajo el vertedero de residuos sólidos urbanos (hoy estación de transferencia).

La laguna de Matisalvador debe su nombre a Mate, Mateo, o Martín Salvador la laguna de los Abarcales y los bodones de Agudiez y de Asenjo, a las familias de los Abarcales, Agudiez y Asenjo respectivamente. En cuanto a las lagunas Muña y de Navacentella: Muño y Tello eran nombres comunes en la Edad Media, siendo conveniente hacer constar al respecto, que los nombres originales de los antiguos dueños de las lagunas Navacentella, Muña y Navalucia eran Serracín Tello, Muño y Lucio respectivamente, derivando los nombres de las lagunas de la costumbre de nombrar las tierras de un determinado propietario por su nombre, pero con género femenino, ya que a la tierra se le atribuye dicho género; extremo que se aprecia claramente en el caso de Navalucia, escrito sin acento, cuando, si procediera de Lucía, debería llevarlo.

La laguna de Navacentella, se nombra muchas veces incorrectamente como Navacentello, cuando su nombre debe ser Navacentella, derivado del repoblador medieval, Serracín Tello, que en 1210 se apropió de la nava que circunda la laguna y le dio su nombre. La evolución más probable de dicho nombre debió ser:

Navaserracintella > Navacintella > Navacentella

Tres con respecto a los usos de la laguna o de la nava circundante:

Navalayegua (nava dedicada a pastos para las yeguas), Yegüeriza (lugar destinado a guardar o proteger las yeguas) y Navahornos:

Los “Fornos de Bragados”, “Hornos de Bragados”, de donde deriva la actual denominación de Navahornos están referenciados el 21 de julio de 1381como lugar de reunión de los representantes de las Comunidades de Villa y Tierra de Sepúlveda y de Cuéllar. Dicha denominación tiene su origen en la existencia de hornos para hacer carbón vegetal en sus proximidades.

Otras cuatro lagunas hacen referencia al tipo de fauna que las frecuenta o frecuentaba:

La laguna de los Pollos, El Sapo, Navalagrulla y Navazuela del Bermejal.

La laguna de los Pollos debe su nombre al hecho de que en dicha laguna abundaban las crías o pollos de determinadas aves acuáticas.

La laguna de Navazuela del Bermejal consta de dos áreas bien diferenciadas; la primera denominada Navazuela o Navazuela del Bermejal que forma una laguna temporal en tiempo de grandes lluvias, y la segunda denominada simplemente El Bermejal, configurada por una zona encharcada aguas abajo de la primera.

En cuanto al origen del nombre, es posible que derive de la existencia en la misma de un pececillo de unos 15 cm de longitud, con la base de las aletas pares roja, la bermeja o bermejuela europea (Rutilus arcasii) que, remontando el arroyo de la Nava del Pobo desde el cercano río Cega, puede quedar atrapado en este área cuando se retiran las aguas.

Otras ocho lagunas hacen referencia a la vegetación circundante:

Los Sotillos Encimeros (dos pequeñas lagunas situadas junto a la laguna China), El Sotillo Bajero, Los Algarrobales, La Cespedosa, Navalsoto, Navacornales y La Temblosa.

La laguna de Navacornales, aunque aparentemente pueda parecer que deriva del ganado vacuno que normalmente pasta en sus proximidades, deriva realmente de un arbusto, el corno o cornejo sanguino (Cornus sanguinea), también denominado cornal, que abundaba en la nava que circunda la laguna, el cual debe su nombre a la dureza de su madera. Aún quedan algunos cornales en la ribera del Caslilla, en las proximidades de Sepúlveda.

En cuanto a la laguna de La Temblosa, deriva del tiemblo o álamo temblón (Populus tremula) que se desarrollaba antiguamente en la laguna y que ha sido sustituido actualmente por el chopo negro (Populus nigra).

Y finalmente una que hace referencia a su configuración:

La laguna de La Cerrada está efectivamente cerrada, recibiendo sus aguas del aporte subterráneo exclusivamente, aunque actualmente el emisario de Navalagrulla comunica, mediante un somero canal con La Cerrada, antes de llegar a la laguna de El Sapo. De todas formas, parece mucho más probable que el nombre derive de “cerrado”, que en la edad media significaba y aún significa “cercado para el ganado”.

Con respecto a las lagunillas de Los regajales, su nombre deriva de los “regajos” o arroyos que se forman en la zona cuando las lluvias son abundantes, las cuales dejan tras de sí encharcamientos temporales de cierta importancia.

En cuanto a los nombres de los arroyos, el origen de los topónimos es el siguiente:

·Arroyo de Las Rivillas, diminutivo de riba o ribera (margen de un río o arroyo), deriva de la “Ribiella Consegera”, citada en el Fuero de Sepúlveda, de donde deriva la actual denominación de arroyo de las Rivillas. En dicho lugar se reunieron durante siglos los representantes de las Comunidades de Villa y Tierra de Sepúlveda y Cuéllar (probablemente también los de Fuentidueña), para dilucidar cuestiones de límites y aprovechamientos relativos a estas comunidades.

El emplazamiento de la Rivilla Consejera corresponde, casi con toda seguridad, al entorno de la laguna de Navahornos, como lo prueba el hecho de que, el 22 de septiembre de 1501(1), se reunieran en dichos pagos los representantes de las Comunidades de Villa y Tierra de Sepúlveda y Cuéllar, para efectos similares a los anteriormente referenciados en 1381 en los “Fornos de Bragados”

·Arroyo de Los Pozuelos, por la existencia de pozos en sus alrededores.
·Arroyo de Carralaguna, deriva de carral, carrar o carrera (camino carretero) y laguna. Significa por tanto, arroyo del camino de las lagunas.
·Arroyo de la Nava del Pobo, por la existencia de pobos (álamos blancos) en su entorno.
·Arroyo de Bragadas, de Bragados o de las Jalbegueras. Lo más probable es que en tiempos medievales, tanto la laguna de Navahornos, junto a la que se encontraban los hornos de Bragados, como el entorno de una parte del arroyo de Bragadas, pertenecieran a un mismo dueño que se debió llamar Bragados, derivado del nombre visigótico Bragatus. Si esto fue así y los indicios son muy grandes, las tierras circundantes se debieron conocer como “Las Bragadas, denominándose también arroyo Bragadas o de Bragadas, al cauce que discurría por ellas, el cual aún conserva dicho nombre, derivado de la costumbre de nombrar las tierras por el nombre en femenino de su dueño, denominación que cambia al masculino para el caso de los hornos y que vacila entre femenino y masculino para el caso del arroyo, ya que se puede denominar en femenino aludiendo a la tierra por la que discurre o en masculino, al atribuírsele dicho género al arroyo.
Otro posible origen, considerado mucho menos probable, alude al hecho de que la parte del arroyo más cercana a la laguna de Navahornos, paraje antiguamente llamado “Fornos de Bragados”, fuera elegido en tiempos visigóticos como lugar de reunión (tradición que continuaría más tarde en la contigua “Ribiella Consegera”), ya que la palabra “Braga” se aplicaba en aquel tiempo a las bragas o calzones que llevaban los godos (cuanto más grandes eran las bragas, más importante era el godo) y allí, los godos más relevantes de la comarca, se debían reunir para dilucidar cuestiones importantes.
También se puede pensar que el término bragadas pueda referirse a las mulas falsas (denominadas bragadas) que darían su peor rendimiento al atascarse los carros en los arenales por los que discurre el arroyo, aunque esta posibilidad es aún bastante más remota que las anteriores y en cualquier caso tardía.
En cuanto a lo de Jalbegueras, jalbegue significa afeite o blanqueo, siendo posible que se refiera a las arenas blancas que abundan en su entorno, por su semejanza en cuanto a color, con la cal empleada para blanquear o jalbegar las paredes.
·Con respecto al arroyo de las Encerradillas, lo más probable es que se refiera a la existencia de áreas cercadas (encerradillas) dedicadas al aprovechamiento de pastos para el ganado, pudiendo referirse a un tipo concreto de cercado ligero para el ganado, como el que hoy día está constituido por telas o redes móviles para encerrar a las ovejas. Reafirmando dicha suposición el hecho de que el paraje por el que discurre el arroyo se denomina Encerradillosas (lugar en el que existen o abundan las encerradillas). De todas formas, existe una aparente contradicción, aunque se considera muy poco probable y es que, la terminación “osa” normalmente se refiere a plantas, en cuyo caso podría derivar de “enterradillosas” que serían las “turmas” (Calvatia expecipuliformis) que normalmente aparecen en otoño semienterradas en la arena.
La extensión de las mencionadas encerradillas (según la primera acepción), de las que existen abundantes muestras en áreas colindantes, debió ser aún mayor en el pasado y abarcar la mayor parte del entorno del arroyo, el cual se dedica en la actualidad fundamentalmente a cultivos herbáceos.


MARCO GEOGRÁFICO DE LAS LAGUNAS

Las lagunas de Cantalejo se encuentran situadas en la zona centro-norte de la provincia de Segovia, en el extremo oriental de Tierra de Pinares, en un área situada al oeste de la población y a una distancia comprendida entre 4 y 5 km de ella.

El núcleo principal de las lagunas está situado a caballo entre la divisoria de las cuencas de los ríos Cega y Duratón, no existiendo a veces una clara diferenciación entre dichas cuencas, dada la escasa pendiente del terreno.

Las lagunas correspondientes a la cuenca del río Cega tienen como tributario principal el arroyo de Carralaguna, que recibe las aguas del arroyo de los Pozuelos y del arroyo de las Encerradillas, atravesando sucesivamente las lagunas del Sotillo Bajero, Navacornales, el bodón de Juana y Navalayegua. A partir de este punto pasa a llamarse arroyo de la Nava del Pobo y sigue atravesando y recibiendo los desagües de las lagunas de Navalagrulla, La Cerrada, El Sapo, Yegüeriza, La Cespedosa, Navalucia y Navazuela del Bermejal; existiendo más allá incluso otra laguna, la laguna de Navalpobo, ya en el término municipal de Lastras de Cuéllar.

En el entorno de las lagunas de La Cespedosa y de La Yegüeriza, una excavación artificial facilita el tránsito del arroyo hacia la laguna de Navalucia, con el consiguiente detrimento de los niveles de agua en las dos primeras.

Pasado el cordón de dunas que separa las lagunas de La Cespedosa y La Yegüeriza de la de Navalucia, el arroyo transita por una ligera excavación que trata de impedir, sin conseguirlo, el encharcamiento de la zona próxima a la laguna de Navalucia, aunque si impide que dicha laguna tenga una extensión mayor.

A continuación, el arroyo de la Nava del Pobo, transitando por zonas de muy baja pendiente, llega a la laguna de Navazuela del Bermejal y desde ella, a la laguna de Navalpobo y al río Cega, al cual accede mediante una tubería enterrada de un metro de diámetro y 50 m de longitud, que atraviesa el camino forestal.

Las lagunas correspondientes a la cuenca del río Duratón tienen como tributario y emisario principal al arroyo de las Rivillas, el cual atraviesa la laguna de Navalsoto, recibiendo los desagües de la laguna de Matisalvador y prosigue su camino a través de las lagunas de Navacentella, Navahornos y Muña.

Además de las mencionadas lagunas, existen o existían otras muchas pequeñas lagunas y bodones, que son testimonio de un endorreismo lagunar más generalizado en otro tiempo, entre las que cabe citar. La Balsa de la Nava, la laguna del Hoyal, laguna del Prabollo, laguna de Los Trapos, laguna de Los Abarcales, lagunillas de Vegamarta y la laguna de Mingorrubio y entre los bodones: El bodón Luengo, bodón de Asenjo, bodón de los Bolos, bodón de Que, bodón de Carasa, bodón de La Faltriquera, bodón de La Pajarita, bodón de Agudiez, bodones de Porquerizas, bodón de Navalcubillo, bodones de Navalmazo, bodones de la nava del Pobo, bodones de Navalucia, etc.

El funcionamiento hidráulico del sistema tributario del río Duratón es algo más complicado que el correspondiente al río Cega, ya que los cauces están menos definidos y han sufrido más alteraciones por parte del hombre, Así por ejemplo, la zona correspondiente a la laguna de Juan, Los Regajales y la desaparecida laguna de Mingorrubio, Matisalvador, etc., al ser prácticamente llana y no existir ningún arroyo que la atraviese, desagua de forma lenta y subterránea hacia la laguna de Navalsoto, contribuyendo de esta forma a que dicha laguna sea permanente.

Por otra parte, el arroyo de las Rivillas ha visto modificado su cauce varias veces a lo largo de la historia, unas por la mano del hombre, eliminando su conexión (hoy de nuevo restituida) con la laguna de Navacentella, otras por colmatación natural, como es el caso de su conexión con la laguna Muña (hoy también restituida mediante la excavación de un canal artificial). La mencionada laguna Muña no tiene un emisario natural bien definido, pudiendo desaguar de forma subterránea tanto al arroyo de las Bragadas, como al de las Rivillas.

Actualmente el arroyo de las Rivillas prácticamente no alcanza la laguna de Navalsoto, habiéndose desviado desde hace tiempo su caudal hacia la laguna de Matisalvador, con el fin de que esta última laguna alcance mayor nivel de agua y pueda albergar tencas. Desde la laguna de Matisalvador parte un emisario hacia la laguna de Navacentella que roza prácticamente la laguna de La Cerrada.

La laguna de La Cerrada, si bien pertenece a la cuenca del río Cega, puede servir, si así se desea, como intercambiador de caudales intercuencas, ya que la diferencia de cotas en este punto, entre las cuencas de los ríos Cega y Duratón, es prácticamente imperceptible.

En lo que respecta al arroyo de las Bragadas o de las Jalbegueras, está actualmente desviado hacia la laguna de Navahornos.


MEDIO FÍSICO

Las lagunas de Cantalejo son de carácter tectónico, ubicadas en someras depresiones del terreno en las que aflora el acuífero subyacente. Los flujos de agua que las alimentan, una vez pasadas las épocas de lluvia son fundamentalmente subterráneos, ya que por una parte las precipitaciones se infiltran rápidamente en el terreno arenoso, debido a su alta permeabilidad y por otro a que la cuenca de recepción es relativamente pequeña y no origina cauces de agua permanentes.

Normalmente las lagunas se encuentran ubicadas en el fondo de unas cubetas, en las que el tiempo de permanencia del agua depende fundamentalmente de los siguientes factores:

·Profundidad de las cubetas con respecto al nivel freático
·Naturaleza y configuración del terreno que constituye el vaso, drenajes, etc.
·Velocidad de circulación de las aguas subterráneas (íntimamente ligada a la permeabilidad del terreno).
·Evaporación de la lámina de agua.
·Extracción de agua en sus inmediaciones.

Dependiendo de estos factores, la altura de la lámina de agua sufre variaciones a lo largo del año, pudiendo en algunos casos constituir lagunas permanentes y en otros ser estacionales.

La orografía de la zona que circunda las lagunas de Cantalejo es básicamente llana con ligeras pendientes hacia el oeste y algunos cordones dunares normalmente al oeste de las lagunas, entre los que cabe destacar la duna situada al oeste de Navalayegua, el cordón de dunas ubicado al suroeste de Navacornales y del Sotillo Bajero, las dunas existentes entre la laguna de Navacentella y el arroyo de la Nava del Pobo, las dunas situadas al oeste de La Cespedosa y las dunas existentes entre Navalagrulla y Matisalvador.

La hidrogeología de la zona viene determinada por una capa superior de arenas eólicas, procedentes de la cercana sierra de Guadarrama, de granulometría muy fina y cronología no precisa, con una potencia que oscila entre 1 y 20 m(1). En ellas se asienta un acuífero libre (el cual forma parte del acuífero nº 8 ó de los arenales), heterogéneo y de reducido espesor, conectado hidráulicamente a los ríos Cega y Duratón, así como al acuífero Terciario Detrítico subyacente, que se recarga a partir de él.

El acuífero se explota por pozos de escasa profundidad, los cuales dan caudales fluctuantes del orden de 5 l/s.

El Terciario Detrítico existente bajo las lagunas está formado por niveles poco potentes de margas y calizas margosas (tobas de génesis lagunar), que le confiere un carácter relativamente impermeable y hace posible la existencia de las lagunas.

El área se encuentra en una zona caracterizada por un clima fresco, con inviernos fríos y veranos relativamente cortos y calurosos en las horas centrales del día, aunque suaves por la noche.

La temperatura media anual oscila entre 11 y 12º C; la del mes más frío entre 2 y 3º C y la del mes más cálido entre 21 y 22º C, si bien las temperaturas extremas rebasan ampliamente estos límites, existiendo riesgo de heladas durante 6-8 meses al año. El déficit hídrico medio anual, considerando una reserva de saturación de 100 mm, es de 200 mm.

Dada la importancia de las precipitaciones en el régimen hidrológico, se han estudiado los datos correspondientes a la estación pluviométrica de Cantalejo, obtenidos del Instituto Nacional de meteorología, de los cuales se pueden sacar las siguientes conclusiones:

La precipitación máxima registrada se produjo en 1955 con 728 mm y la mínima en 1970 con 341. La precipitación media es de 509 mm anuales. Dichas precipitaciones se producen de manera casi uniforme a lo largo de todo el año, a excepción de los meses de julio, agosto y primera quincena de septiembre que descienden a la mitad de la media mensual, siendo en años secos prácticamente inexistentes.


MEDIO BIOLÓGICO

Constituye la zona un ejemplo de sistema lagunar sobre arenas con un paisaje definido por el pino rodero (Pinus pinaster), que en Cantalejo se suele denominar pino resinero o negral, el cual cubre una amplia superficie del área, presentando grandes zonas descubiertas que son las navas donde afloran las lagunas, todo ello incluido en una topografía suave donde son visibles las formaciones dunares antiguas fijadas por el pinar asentado sobre ellas.

Las cubetas que llenan las lagunas están constituidas por una base arcillosa sobre las que se han depositado los materiales arenosos de naturaleza silícea procedentes de las formaciones graníticas de la sierra de Guadarrama.

Debido a su origen, en parte subterráneo, las características de las aguas de las lagunas son algo básicas, con escasos nutrientes, salvo los aportados por el ganado que pasta en sus proximidades, constituyendo un aspecto muy importante la formación de turba en sus fondos, producto de la acumulación de restos orgánicos que no acaban de descomponerse y que forman un substrato oscuro y ácido.

En la zona se han realizado estudios botánicos escasos pero que arrojan un elevado número de especies vegetales, 277 en las lagunas de Cantalejo (BLASCO AYALA, 1985).

La zona lagunar está dominada fundamentalmente por el marjal de juncos de laguna (Scirpus lacustris), acompañado en menor número por el carrizo (Phragmites communis) en las partes más externas de las lagunas y por enea o espadaña (Typha latifolia) que en general se encuentra en la zona de transición entre los juncos y el carrizo. Dicha cobertura proporciona un biotopo indispensable para la cría de gran cantidad de aves acuáticas, pudiendo en ocasiones llegar a cubrir toda la lámina de agua.

En la superficie del agua se observan también algunas plantas acuáticas, tales como la espiga de agua (Potamogeton natans) en la laguna de Navalsoto y la lenteja de agua (Lemna minor) en la laguna de El Sotillo Bajero y en otras lagunas que presentan cierto grado de eutrofización. En el arroyo de Las Rivillas se ha observado también la presencia de berros, entre otras plantas acuáticas.

Actualmente, en algunas lagunas la cubierta vegetal es relativamente escasa, estando en periodo de recolonización vegetal, después de un largo periodo de sequía.

La franja de juncos y carrizos lleva hacia fuera (tierra adentro) asociación escasa de otras plantas menores que dan paso a pastizales de grama y diversas plantas herbáceas de carácter arvense o ruderal, así como helechos (Pteridium aquilina) en zonas no muy alejadas del agua.

En las proximidades de las lagunas y junto a los arroyos y zanjas de drenaje abundan las sargas o vergueras (Salix triandra), el arbolito o arbusto más característico del entorno próximo a las lagunas, así como el chopo negro (Populus nigra). El álamo blanco (Populus alba) a pesar de que uno de los arroyos se llama de la Nava del Pobo (Álamo blanco) apenas se ha observado en el área. En algunas zonas cercanas a las lagunas también existen rosales silvestres, zarzas y majuelos (Espino albar). Más alejados de las lagunas y mezclados con los pinos resineros aparecen también algunos rebollos y encinas relictas, así como un sotobosque claro formado fundamentalmente por tomillo (Thymus mastichina), cantueso (Lavandula pedunculata), algunas retamas (Retama sphaerocarpa), así como una abundante flora micológica característica del substrato pinariego, entre cuyas especies merece especial mención el apreciado y abundante níscalo (Lactarius deliciosus), sin olvidar las “turmas” o bejín en forma de bolsa (Calvatia expecipuliformis) muy apreciado en Cantalejo, que aparece en los claros del pinar y bordes de los caminos.

Desde el punto de vista faunístico el sistema lagunar presenta un elevado interés, asentándose en el área una fauna de gran calidad, formada en su mayoría por especies cuya presencia está condicionada a la propia zona húmeda, entre las que destacan diversas especies de patos de superficie y buceadores comunes en nuestras latitudes, así como otras aves acuáticas y ribereñas poco comunes, tales como la cigüeña negra (Ciconia nigra), la cual ha sido observada en algunas ocasiones en las lagunas, procedente del área de Los Porretales, donde existen tres nidos censados.

Así, durante la preparación del presente trabajo, han sido vistas, entre otras, las siguientes especies: Gallineta (Gallinula Chloropus), focha común (Fulica atra), zampullín chico (Tachybaptus ruficollis), garza real (Ardea cinerea), garceta común (Egretta garcetta), grulla común (Grus grus), ánade real (Anas platyrhynchos), cigüeña común (Ciconia ciconia), diversos tipos de correlimos, avoceta (Recurcirostra avosetta), avefría (Vanellus vanellus), etc. En cuanto al avetorillo (Ixobrychus minutus) que criaba en la laguna Muña y otras aledañas, cuya especie fue anillada y censada en los años 60 por el profesor Francisco Bernis, no se ha observado últimamente.

Las lagunas presentan para la avifauna un gran interés por:
- Constituir un lugar de descanso y alimentación de numerosas especies en sus viajes migratorios.
- Servir como criaderos para algunas especies.
- Servir de zona de invernada.
- No existir otras zonas húmedas de importancia en áreas próximas, a excepción de las lagunas de Lastras de Cuéllar y el área de los Porretales en el cercano río Cega.

Así en el artículo “El último oasis en Tierra de Pinares: Las lagunas de Lastras de Cuéllar”, publicado por El Adelantado de Segovia, con fecha 26 de septiembre de 1991, perfectamente aplicable a las lagunas de Cantalejo dada su proximidad, se indica lo siguiente:

Entre las especies que se ven beneficiadas por estas zonas para su descanso y alimentación se encuentra la paloma torcaz, (Columba palumbus), ganso común (Anser anser), diversas anátidas, limícolas y numerosas especies de aves insectívoras vinculadas al pinar y al carrizal. Mención aparte merece la grulla común (Grus grus) que hace escasamente 10 años era frecuente su paso por la zona (dicha especie sigue aún observándose aunque con menos frecuencia).

En lo referente a especies nidificantes, tiene gran importancia la existencia de nutridas poblaciones de rapaces diurnas como el águila calzada (Hieratus pennatus), águila culebrera (Circaetus gallicus), aguilucho lagunero (Circus aeruginosus), milano real (Milvus milvus), milano negro (Milvus migrans), azor (Accipiter gentilis), ratonero (Buteo buteo) y alcotán (Falco subbuteo) entre otras, y rapaces nocturnas entre las que destacan la lechuza común (Tyto alba), autillo (Otus scops) y buho chico (Asio oyus) que colonizan los pinares, utilizando las lagunas como territorio de caza. Además es una de las pocas zonas donde existen datos de cría en España de avefría (Vanellus vanellus). Paralelamente a esto, nidifican especies tales como el alcaudón común (Lanuis senator), abejaruco (Merops apiaster), escribano montesino (Emberiza cia), carricero tordal (Acrocephalus scirpaceus), martín pescador (Alcedo athis), zampullín chico (Tachybaptus ruticollis), focha común (Fulica atra), cuco (Cuculus canorus) y una estimable población de lavandera boyera (Motacilla cyana). Asimismo existe un importante enclave de cía de cigüeña común (Ciconia ciconia) cuyos nidos (más de 50) son fácilmente observables en las copas de los pinos y una posible cría de garza real (Ardea cinerea) que, de confirmarse, sería la segunda de la provincia de Segovia. El total en la zona, tanto de aves invernantes como nidificantes contabilizadas, llega a superar las 130 especies.

Además de las aves, estas lagunas y sus zonas aledañas dan cobijo a diversas especies de anfibios y reptiles como la ranita de San Antonio (Hyla arborea). Sapo común (Bufo bufo), rana común (Ridibunda pereci), lagarto ocelado (Lacerta lepida), culebra de escalera (Elaphe scalaris) y culebra de agua (Natrix mautra), entre otros. De entre los mamíferos cabe citar el zorro (Vulpes vulpes), gineta ( Genetta genetta), erizo (Erinaceus europaeus), liebre (Lepus capensis), ardilla roja (Sciurus vulgaris) y la probada presencia del corzo (Capreolus capreolus), diversas especies de murciélagos y la reproducción probada de la nutria en el cercano río Cega.

Los lobos del pinar, que fueron un peligro constante para la ganadería hasta bien entrado el siglo XIX, desaparecieron por completo en el siglo XX. El último lobo cazado en el entorno, del que se tiene noticia, murió en el año 1953, si bien actualmente han vuelto a aparecer en la zona procedentes del otro lado del Duero, estimándose que hay unas 6 u 8 parejas en la provincia de Segovia.

Respecto a los peces, destacaba la tenca (Tinca tinca), hoy desaparecida, pero que hasta hace pocos años se explotaba comercialmente en diversas lagunas y la gambusia (Gambusia affinis), muy abundante en la laguna de Navalsoto, que constituye una parte muy importante de la alimentación de las aves acuáticas, así como de otros animales de la zona, contribuyendo al mismo tiempo al control de los mosquitos.

Asimismo, las lagunas son ricas en multitud de especies de invertebrados, como ciertas especies de Efemerópteros, Odonatos (géneros Calopterys, Sympecma, Libélula, etc.), Plecópteros y Tricópteros, así como Hemípteros pertenecientes a las familias de los Népidos (Nepa cinerea, escorpión de agua), de los Notonéctidos (Notonecta glauca, avispa de agua), Coríxidos, etc. Los dípteros merecen especial mención porque es muy grande el número de especies y de individuos que viven en estas aguas: Los Tipúlidos, los Quironómidos, los Ceratopogómidos, etc.

Entre los moluscos merece especial mención un caracolillo (Bithynia tentaculata) muy apreciado como alimento por las tencas.

Para concluir, el contraste entre los arenales, pinares y zonas palustres supone un amplio espectro de hábitats entre los cuales proliferan numerosas especies de insectos.


USOS TRADICIONALES DEL MEDIO

Tradicionalmente las lagunas han sido utilizadas como abrevaderos para el ganado, para la cría de tencas, riego, caza de anátidas y en algunos casos para la extracción de turba(1). A continuación se indican los usos a los que ha sido dedicada cada una de las lagunas.

RIEGOS

a) Laguna de Navahornos
No se extrae agua directamente de la laguna, pero si de una zona muy próxima situada entre la laguna de Navahornos y la laguna Muña y otra situada entre la laguna de Navahornos y el arroyo de las Bragadas.
En esta zona se riegan actualmente un mínimo de 5 ha y un máximo de 10 ha desde hace aproximadamente 30 años.

b) Laguna de Navacentella
En las proximidades de esta laguna se realizan riegos esporádicos, extrayendo el agua directamente de una excavación hecha en la propia laguna. En total se riega aproximadamente 1 ha.

c) Laguna de La Cespedosa
En sus proximidades se riegan aproximadamente 0,2 ha.

Aparte de estos riegos más o menos directos, se riegan aproximadamente otras 100 ha, que aprovechan, aguas arriba, las aguas subterráneas en torno a los arroyos de los Pozuelos y de Carralaguna. En Cantalejo se dedican a los cultivos herbáceos de regadío 377 ha, de acuerdo con la hoja 430-18-17 del Mapa de Cultivos y Aprovechamientos del Ministerio de Agricultura.

ABREVADEROS DE GANADO

Como abrevaderos de ganado se utilizan normalmente casi todas las lagunas cuando tienen agua, si bien en algunas de ellas se han hecho pequeñas excavaciones para poder utilizarlas en cualquier época del año.

CRÍA DE TENCAS

En las lagunas de Cantalejo se han criado tencas para explotarlas comercialmente en las lagunas del Sotillo Bajero, Navalayegua, Navalagrulla, La Cerrada, Navacornales, Navahornos y Navalsoto, si bien últimamente han desaparecido en todas ellas debido a la sequía que persistió hasta noviembre de 1.995.

CAZA DE ANÁTIDAS

La caza de anátidas se ha llevado a cabo en todas las lagunas, siempre y cuando la lámina de agua fuera suficiente como para que dichas aves pudieran anidar o utilizarlas como descansaderos.

EXTRACCIÓN DE TURBA

Esta actividad se ha llevado a cabo en la laguna de Navalayegua durante un periodo relativamente corto, ya que sólo se extrajo turba durante un año, que debió ser 1.985 ó 1.986.

En cuanto a la zona circundante más próxima a las lagunas, en muchos casos rodeadas por cercas de alambre, se ha utilizado tradicionalmente para pastos para ganado equino y bovino, si bien en épocas de sequía se precisa una alimentación suplementaria o trasladar el ganado a otros pastos. A este uso se han dedicado fundamentalmente las lagunas de El Sotillo Bajero, Navacornales, Navalayegua y la Cerrada.

En las navas próximas a las lagunas no cercadas pastorea habitualmente el ganado ovino.

El resto de los terrenos próximos a las lagunas se han dedicado fundamentalmente a uso forestal, chopos (Populus nigra) en las proximidades de las lagunas, algunas veces incluso sobre ellas (íntegramente sobre la laguna de La Temblosa y en parte sobre las lagunas de La Cespedosa y Navacentella) y pino resinero (Pinus pinaster) en las zonas más alejadas, aunque en muchos casos también en sus proximidades. Se puede decir que el árbol típico de la zona circundante a las lagunas es el pino resinero, que se adapta muy bien a este tipo de terreno y contribuye eficazmente a fijar las dunas.


FUNCIONAMIENTO HIDRÁULICO

En el acuífero nº 8 en el que se encuadra la zona de estudio, el agua infiltrada en el terreno es retenida por el acuífero superficial libre, que la cede lentamente por goteo al acuífero Terciario Subyacente, así como a los ríos Cega y Duratón.

En la zona de estudio el funcionamiento es similar al que se acaba de referir, aunque los flujos de agua son algo más lentos y contribuyen a la formación de las lagunas debido a que las cubetas en las que se encuentran ubicadas están formadas por calizas margosas (tobas) relativamente impermeables que hacen que el goteo hacia el acuífero terciario sea más lento que en otras zonas y por tanto que la permanencia del agua en las lagunas sea mayor. A ello contribuye también la formación de turba en el fondo de las lagunas.

Balance hídrico

Es muy difícil establecer, en un sistema abierto como es el acuífero superficial sobre el que se asientan las lagunas, el balance entre las entradas y salidas de caudales de agua. No obstante y aún a riesgo de que los resultados tengan una desviación apreciable ya que se desconocen muchos datos, se hace a continuación una estimación de lo que en principio se puede considerar un equilibrio dinámico entre las entradas y salidas de agua, manteniendo un nivel óptimo de agua en las lagunas. Para ello se establecen las siguientes suposiciones:

- Las lagunas alcanzan su nivel óptimo en Cantalejo con una precipitación media de 625-650 mm/año. (Este valor está basado en las series históricas de precipitaciones, en observaciones propias y en la información proporcionada por gentes conocedoras del entorno).
Una vez alcanzado el nivel óptimo, para mantenerlo, se precisa una precipitación media, que como mínimo debe rondar los 500 mm/año.

- Las lagunas se encuentran en el fondo de unas someras depresiones cuyo fondo de toba está cubierto de arenas eólicas. A dichas cubetas se les supone unas dimensiones equivalentes a la zona propiamente inundable, más un mínimo de 200 m alrededor de las lagunas y de los cauces que las unen.

La superficie de estas cubetas, suponiendo la existencia de 22 lagunas con una superficie media de 2,5 ha/laguna, sería:

22 lagunas x 30 ha/laguna = 660 ha

Como la precipitación media se estima en 509 mm/año, sería necesario realizar, para mantener una altura óptima de la lámina de agua, un aporte suplementario equivalente a 129 mm/año, lo cual supone:

660 ha x1.290 m3/ha = 851.400 m3/año

Con estos aporte, los cuales se alcanzan de una forma natural los años lluviosos, se alcanzan niveles óptimos de agua en primavera, quedando pasado el verano una lámina de agua apreciable en las principales lagunas (Navahornos, Matisalvador, Navalsoto, Sotillo Bajero, Navacornales, Muña, La Cerrada, Navalagrulla y Navalayegua. En el resto de las lagunas quedarían pequeños charcos, zonas concierto grado de humedad e incluso algunas completamente secas.

En los años secos, se quedarían sin agua casi todas las lagunas, salvo Navalsoto y algunas pequeñas charcas en el Sotillo Bajero, Navalagrulla y la Cerrada. En los años de precipitación media tendrían agua todo el año algunas más, dependiendo q de cómo haya sido, pluviométricamente hablando, el año anterior y sobre todo del manejo del agua.

Aparte de las causas naturales. Otros posibles consumos de caudales son los originados por el riego que, suponiendo un gasto de 6.500 m3/ha y año, originan un consumo de:

11 ha x 6.500 m3/ha = 71.500 m3/año(1)
Los cuales contribuyen a bajar el nivel freático en los años secos y no permiten que se recuperen totalmente en los años de lluvias intermedias.

En cuanto a aportes suplementarios de caudales, se está recibiendo ya un aporte importante constituido por las aguas residuales urbanas de Cantalejo, las cuales suponen, una vez depuradas, un aporte aproximado de:

1.000 m3/día x 365 días/año x 1.2 = 438.000 m3/año

El balance hídrico realizado para un año de precipitaciones medias, quedaría de la siguiente forma:

m3/año
- Necesidad de aportes suplementarios 922.900
(para mantener un nivel óptimo del agua,
incluidos consumos por riegos)
- Aporte de aguas residuales depuradas 434.900
-----------
Déficit hídrico 484.900

CALIDAD NATURAL DE LAS AGUAS

La calidad natural de las aguas que afloran en las lagunas corresponde a un tipo de aguas bicarbonatadas cálcicas, pH en torno a 8, con un contenido salino moderado del orden de 700 – 800 mS/cm y concentraciones iónicas reducidas.

En general las aguas subterráneas son tolerables para el consumo humano, si bien el agua que aflora en las lagunas puede en ciertos casos estar un tanto eutrofizada debido a la presencia de ganado en sus proximidades.

El agua de las lagunas es apta para el riego y para la vida piscícola.


ESTATUTO LEGAL

Legalmente las lagunas de Cantalejo están afectadas por los siguientes condicionantes:

- La propiedad de las lagunas y su zona circundante, la cual es municipal aproximadamente en un 70 % de los casos y el resto corresponde a particulares.
- Ley del Suelo, ya que están situadas en una zona de Especial Protección y no se puede construir en su entorno, (ver plano adjunto).
- Ley 8/91 de 10 de mayo, de la Junta de Castilla y León, relativa a los Espacios Naturales de la Comunidad de Castilla y León.
- Decreto 194/1994 de 25 de agosto de la Junta de Castilla y León, por el que se aprueba el Catálogo de Zonas Húmedas y se establece su régimen de protección.

En dicho catálogo están incluidas las lagunas Muña, Navahornos, La Cespedosa, La Temblosa, El Sapo, La Cerrada, Navalagrulla, Navalsoto, Matisalvador, Navacornales y Sotillo Bajero. Debería al menos estar incluida también la laguna de Navacentella, la cual presenta unas características excelentes, como se ha demostrado desde la primavera de 1.977, a raíz de ser restituido por el Ayuntamiento el canal que permite su llenado.

El mencionado decreto en su artículo 3 dice textualmente:

“Queda prohibido en las zonas húmedas catalogadas y en sus zonas periféricas de protección:

(a) La desecación de la zona húmeda.
(b) Efectuar vertidos directos o indirectos que contaminen las aguas.
(c) Acumular residuos sólidos, escombros y substancias cualquiera que sea su naturaleza y lugar en el que se depositan, que constituyan o puedan constituir un peligro de contaminación de sus aguas o a la degradación de su entorno”.

- Decreto 83/1995 de 11 de mayo de la Junta de Castilla y León, por el que se aprueba el Plan de Recuperación de la Cigüeña Negra y se dictan medidas complementarias para su protección (ver plano adjunto en el que se delimita la Zona de Importancia del Río Cega).
- Decreto de Declaración de ZEPA, de 2000 (20, agosto de 2000)

Dentro del ámbito de la Zona de Importancia, es necesario distinguir y proteger de manera especial las Áreas Críticas que son aquellas (entre las que se encuentran las lagunas de Cantalejo) que contienen hábitats vitales (zonas de nidificación y alimentación) y zonas de concentración de invernada. Las especies a proteger especialmente dentro de la ZEPA son la cigüeña negra, el milano real y el milano negro.


PROBLEMÁTICA ACTUAL

Actualmente las lagunas de Cantalejo están pasando por una fase de acciones naturales y actuaciones humanas contradictorias, encaminadas unas a su regeneración, tales como su inclusión en el Catálogo de Zonas Húmedas de Castilla y León, su declaración de ZEPA (Zona de Especial Protección para las Aves), el aporte a las Lagunas Altas de las aguas residuales de Cantalejo después de haber sufrido un proceso de depuración, así como ciertas acciones acertadas del Ayuntamiento que se relacionarán más adelante. Otras, por el contrario, son claras agresiones al medio y pueden poner en peligro, si no se corrigen a tiempo, la propia existencia de las lagunas.

Entre las amenazas más claras para el mantenimiento de las lagunas, cabe citar las siguientes:

- Proximidad de carreteras que impiden la nidificación (Navahornos, Muña y Navalayegua).
- Utilización como vertederos de residuos urbanos (Laguna de Mingorrubio), o de escombros (proximidades de la Temblosa).
- Pastoreo, eutrofización por acumulación de deyecciones y disminución de su alveo para incrementar la superficie de pastos.
- Purines procedentes de granjas de cerdos.
- Desecación para cultivos o para pastos, mediante drenajes, canalizaciones o encauzamientos (laguna China o de Diana).
- Procesos de colmatación, bien naturales por acumulación de turba o arena, u originados por el hombre para utilizarlas como tierras de cultivo (La Temblosa, La Yegüeriza, Navacentella).
- Extracción de agua para riegos, lo cual dificulta la recuperación de las lagunas.
- Extracción incontrolada de turba del fondo de las lagunas o de áridos en sus proximidades.


ACTUACIONES LLEVADAS A CABO POR EL AYUNTAMIENTO

Es evidente la existencia de una concienciación popular y del propio Ayuntamiento para conservar las lagunas de Cantalejo. En este sentido se han llevado a cabo en los últimos años diversas actuaciones tendentes a conservar las lagunas, entre las que cabe destacar la reciente puesta en marcha de la depuradora de aguas residuales urbanas y el desvío del caudal depurado hacia las lagunas altas a través del arroyo de Carralaguna. La puesta en marcha de la depuradora tuvo lugar en Julio- Agosto de 1996.

Otro proyecto realizado hace pocos años en Cantalejo, que también favorece la recuperación de las lagunas, es la canalización al arroyo de Carralaguna de las aguas pluviales de la parte del pueblo que vierte a la cuenca del río Cega (las cuales se captaban antes, por la red de alcantarillado, a la cuenca del río Duratón). Esto devuelve un caudal adicional a las lagunas que se había detraído hace unos 25 años.

También cabe destacar otras tres actuaciones realizadas por el Ayuntamiento que afectan directamente a la mejora de las lagunas de Navacentella, Navahornos y Muña:

- Restitución del canal, que estaba cerrado desde hace mucho tiempo, entre el arroyo de las Rivillas y la laguna de Navacentella.
- Excavación de un canal entre el arroyo de las Rivillas y la laguna Muña, que hace posible que se pueda alcanzar un nivel óptimo en dicha laguna en época de lluvias.
- Excavación de un canal entre el arroyo de Bragadas y la laguna de Navahornos, facilitando el desvío de las aguas de dicho arroyo a la laguna, e incrementando de esta forma su cuenca de recepción.


RECOMENDACIONES Y MEDIDAS CORRECTORAS

Antes de proceder a detallar las recomendaciones y medidas correctoras propuestas, se hacen las siguientes observaciones:

Es evidente que, si existe voluntad de conservar este tipo de humedales, dicha voluntad ha de verse refrendada por actuaciones concretas que tiendan a conservarlos. No se puede decir que se quiere conservar un humedal y al mismo tiempo romper el equilibrio hidráulico con exceso de riegos, zanjas de drenaje, excavaciones incontroladas de turba, aterramiento de lagunas, etc.

Tampoco es bueno, aunque no afecte directamente al equilibrio hidráulico, convertir las zonas próximas en vertederos (controlados o incontrolados), ya que si se procede de esta forma, puede llegar a degradarse tanto el área, que se pierda toda posibilidad de utilización y disfrute como recurso estético, cultural, recreativo, etc.

El objetivo fundamental debe estar orientado a la búsqueda de soluciones a la problemática planteada, con el fin de mejorar su situación actual, procurando al mismo tiempo que dichas soluciones sean lo más naturales posibles, se integren en la socioeconomía de la zona y sean técnica y económicamente viables.

Hechas estas salvedades, a continuación se citan las principales medidas correctoras, que se considera conveniente llevar a cabo, para conservar este tipo de humedales. Dichas medidas son las siguientes:

- Disminución de la velocidad de circulación de las aguas.
- Aporte de caudales suplementarios.
- Limpieza de fondos en algunas lagunas aterradadas de forma natural o artificial.
- Adecuación de ciertas lagunas estacionarias para lograr que sean permanentes.
- Balsas de maduración y recarga de acuíferos.
- Regulación y control del aporte natural de pluviales.

Disminución de la velocidad de circulación de las aguas.

Para ello lo ideal sería lograr que el flujo de las aguas fuera íntegramente subterráneo y disminuir la conductividad hidráulica dentro de lo posible, pudiéndose actuar de dos formas posibles:

- Eliminando todas las zanjas de drenaje, canalizaciones y encauzamientos realizados en otro tiempo con el fin de desecarlas, con lo cual se conseguiría disminuir e incluso eliminar la descarga superficial del acuífero una vez finalizadas las lluvias, ya que el drenaje superficial no sólo elimina las aguas de la cubeta, si no que provoca además el descenso del nivel del agua subterránea que la sustenta, debido a la tendencia natural del acuífero a descargarse por el punto más bajo del terreno.
- Construcción de pequeños diques de arcilla u otros materiales de baja conductividad hidráulica, en aquellos lugares que su configuración lo permita, aprovechando el carácter tectónico de las lagunas. Que limite dentro de lo posible el flujo de agua a través de las capas arenosas, con alta conductividad hidráulica y favoreciendo el desagüe a través de la turba y de las margas arcillosas (toba), que tienen una conductividad hidráulica mucho menor.

Este tipo de actuaciones, aunque pendiente de la realización de estudios más profundos, podría tal vez realizarse en los siguientes puntos:

- Oeste de la laguna de El Sapo
- Oeste de las lagunas de la Cespedosa y La Yegüeriza
- Este de la laguna Muña
- Norte de la laguna de Navalayegua
- Oeste de la laguna de Navahornos

Aporte de caudales suplementarios

El aporte de caudales suplementarios se justifica suficientemente por el hecho de que, si se están detrayendo caudales importantes para riegos de una forma artificial, no debe resultar extraño que dichos caudales puedan ser restituidos también artificialmente.

El nivel freático descendió en los últimos años entre 1 y 2 m (su momento de aguas más bajas puede situarse en noviembre de 1995) debido a una sequía que con altibajos duró diez años. Durante estos años las precipitaciones fueron casi siempre inferiores a la media, aunque algún año llovió algo más, pero no fue suficiente como para lograr su recuperación.

Afortunadamente durante los dos años siguientes llovió abundantemente y los niveles freáticos se recuperaron satisfactoriamente.

Es obvio que las lagunas no pueden existir sin un a porta de agua suficiente, que garantice un nivel freático aceptable en el área de las lagunas, ya que su alimentación fundamental es a partir de las aguas subterráneas.

El aporte de caudales suplementarios se considera conveniente por dos razones:

- Conseguir un estado óptimo de las lagunas durante el máximo de tiempo posible.
- Hacerlas compatibles con los usos actuales.

Los caudales aportados deberán ser los estrictamente necesarios para alcanzar los fines propuestos, es decir, alcanzar niveles óptimos en las lagunas y hacerlas compatibles con los usos actuales, pero no tan grandes como para que los cauces se conviertan en arroyos permanentes. La circulación de las aguas ha de seguir siendo fundamentalmente subterránea e incluso permitir ciertas fluctuaciones en el nivel de las aguas, para no desnaturalizar el sistema.

Los caudales aportados, de acuerdo con la estimación realizada anteriormente, se estima que deberían ser del orden de 922.900 m3/año.

El problema sería ahora la forma de aportarlos:

EN Cantalejo se aporta desde 1996 el caudal procedente de las aguas residuales urbanas una vez depuradas (unos 438.000 m3/año), los cuales, si se toman las debidas precauciones en cuanto a garantía de calidad, pueden paliar en parte el problema, si bien se estima que con este aporte los niveles óptimos no se alcanzarían todos los años en todas las lagunas, pero si al menos en el Sotillo Bajero y en Navacornales.

En Navalayegua se podrían también conseguir niveles al menos aceptables durante todo el año.

El resto hasta los 922.900 m3/año, se podrían alcanzar suministrándolo directamente a las lagunas, procedente del abastecimiento municipal de Cantalejo, para lo cual existe suficiente capacidad, aunque dado el alto coste que supone habría que utilizarlo con mesura. Una alternativa a este suministro adicional sería regar las praderas circundantes a las lagunas con aguas procedentes del suministro municipal, contribuyendo con ello a mantener el ganado en los prados todo el año, aunque esta medida no aportaría a las lagunas más allá del 20% del agua utilizada, lo cual sería un caudal relativamente pequeño, o mejor aún convertir en zona de regadío con aguas externas, el área comprendida entre la ermita del Pinar y Cantalejo, para lo cual sería necesario construir un canal desde el proyectado embalse del Cega hasta dicha zona, garantizando en este caso, los retornos de riego y la disminución de la explotación del acuífero, el estado óptimo de las lagunas.

Limpieza de fondos en lagunas aterradas de forma natural o artificial

Sería conveniente limpiar los fondos de prácticamente todas las lagunas con los siguientes fines:

- Eliminar la suciedad acumulada a lo largo del tiempo (ramas, botes, neumáticos y otros desechos).
- Corregir el aterramiento natural o artificial de determinadas lagunas y recuperar su equilibrio.
- Eliminar el exceso de turba acumulado por descomposición de las plantas acuáticas, así como por las deyecciones de los animales que pastan en su entorno. Dicho exceso debería depositarse más tarde en aquellas lagunas que son deficitarias.
- Adecuación de ciertas lagunas para el descanso y cría de aves acuáticas.

Adecuación de ciertas lagunas estacionarias para lograr que sean permanentes

Este tipo de actuación se podría aplicar en ciertos casos en los que, bien por aterramiento natural o artificial, o por tratarse de lagunas estacionarias que raramente tienen agua, podrían perderse como tales, teniendo sin embargo grandes posibilidades.

El caso más claro es el de la laguna de Matisalvador, en la que, con una inversión relativamente pequeña, se podría disponer de una laguna que tuviera agua todo el año y fuera al mismo tiempo refugio y criadero de aves acuáticas, aún en el caso de que se secaran todas las demás.
También se podría realizar una actuación de este tipo en la laguna de Navalsoto que, aún siendo permanente, hay años en los que se queda casi seca, lo cual contribuiría a convertirla en una laguna excelente.

Balsas de maduración y recarga de acuíferos

Las aguas residuales de Cantalejo, una vez depuradas, se envían como ya se ha dicho anteriormente a la laguna del Sotillo Bajero.

Antes de llegar a dicha laguna, se deberían remansar las aguas en unas balsas de maduración, para lo cual se podrían tapar los drenajes existentes en la laguna China (Laguna de Diana), recuperando de esta forma la laguna. Se conseguiría así una balsa de maduración de unas 6-8 ha, la cual se podrías completar con 2 ó 3 caballones de tierra sobre el arroyo de Carralaguna, entre la laguna China y la laguna del Sotillo Bajero, que crearían otras tantas pequeñas lagunas y facilitarían al mismo tiempo la recarga del acuífero.

Con esta actuación se podría garantizar una calidad excelente de las aguas en la laguna del Sotillo Bajero. En la laguna China habría que limpiar los fondos periódicamente y extraer el exceso de vegetación acumulada.

Regulación y control del aporte natural

Es obvio que no se puede incrementar el aporte natural de aguas de lluvia, las cuales por otra parte son imprescindibles para el mantenimiento del nivel de las aguas subterráneas que sustentan las lagunas, pero si se puede regular y controlar dicho aporte, de tal forma que el nivel freático alcance un nivel aceptable.

Para lograrlo, se deberían aprovechar y distribuir óptimamente los caudales disponibles cuando se produzcan lluvias moderadas, pero controlando al mismo tiempo que dichos caudales no sean excesivos cuando tengan lugar los grandes aguaceros. Para ello se considera necesario disponer de al menos tres aliviaderos en el arroyo de las Rivillas y otro en el arroyo de las Bragadas, así como la posibilidad de intercambiar caudales de la cuenca del arroyo de la Nava del Pobo al arroyo de las Rivillas, o viceversa, en la laguna de la Cerrada.

Con este tipo de actuaciones se puede, entre otras cosas, aprovechar al máximo el aporte de pluviales a la laguna de Navahornos, pero evitando al mismo tiempo su desbordamiento, así como la inundación de la carretera de Cantalejo a Cuéllar a la altura del bodón de Que.

Usos recomendados

Se recomienda continuar con los usos tradicionales, pero con las siguientes limitaciones:

-Riegos: No permitir la extensión de los riegos si no se aportan caudales adicionales.
-Pastoreo ovino: Se debe seguir permitiendo, aunque las lagunas consideradas como balsas de maduración, deben estar cercadas, para evitar que el ganado pueda beber un agua que aún tiene un cierto grado de contaminación.
-Aprovechamiento de pastos en los cercados: Si bien no existe ningún inconveniente en su continuación, debería limitarse el número de cabezas que pastan en los cercados para evitar problemas de eutrofización en las lagunas, debería asimismo controlarse el vertido de purines en las proximidades de las lagunas.
-Cría de tencas: En cuanto a la cría de tencas, sería un uso perfectamente compatible, una vez recuperadas las lagunas y garantizada una calidad adecuada de sus aguas. Lo que habría que variar es el tipo de aprovechamiento, pasando de una concesión a particulares, a permisos y cupos de pesca individual.

También se podría introducir otro pez (la bermeja), que de forma natural llega a veces a las lagunas, al cual se le podría aplicar el mismo tratamiento.

-Extracción de turba: No se podría hacer, salvo en el caso que hubiera que retirarla por colmatación de alguna laguna, la cual podría utilizarse en otras en las que fuera deficitaria.
-Caza de anátidas: Se podría realizar esporádicamente en alguna de las lagunas, si bien la mayor parte de ellas debería reservarse y estar totalmente prohibido. Los permisos para realizar esta actividad deberían ser personales, limitados tanto en tiempo como en el número de capturas y otorgados por el gestor de las lagunas.
-Acondicionamiento como observatorio de aves: En algunas de las lagunas se podrían construir observatorios de aves, integrados lo más posible en el paisaje, lo cual contribuiría a un incremento de visitantes en la zona y a su desarrollo turístico. Para este fin podrían servir las lagunas de Navahornos, Navalayegua, Matisalvador, etc., e incluso la de Juan, una vez clausurado y sellado el vertedero de residuos Sólidos Urbanos de Cantalejo, aunque la extrema cercanía de la Unidad de Transferencia de Residuos sólidos Urbanos, ubicada en sus proximidades, desvirtúa mucho el entorno desde el punto de vista paisajístico.
-Forestal: El uso forestal debería seguir como está, aunque sería conveniente repoblar con pino resinero, así como con algunos rebollos y encinas, ciertas zonas que actualmente tienen poca densidad y de caducifolios, rosáceas, vergueras, etc., las márgenes de algunas lagunas y arroyos, con el fin de proporcionar mayor diversidad al paisaje y cobijo tanto a la fauna existente como a la potencial.
-Senda ciclista: Sería también interesante acondicionar una senda ciclista, no utilizable por automóviles, cuyo trazado podría partir de la carretera de la ermita bordeando por el oeste las lagunas de Navalayegua, Navalagrulla y La Cerrada, cruzando a continuación el arroyo de las Rivillas, cuyo curso se seguiría hasta la laguna de Navahornos bordeándola por el oeste, hasta alcanzar la carretera de Cantalejo a Cuéllar en el km 50.

La senda debería ser de tierra, aprovechando al máximo los caminos existentes, sin más que reparar algunos baches y acondicionar las zonas excesivamente arenosas y el paso de los arroyos.

Otras recomendaciones

Para lograr estos objetivos, aparte de las medidas correctoras y de las recomendaciones hechas anteriormente, sería necesario establecer las adecuadas medidas de protección, entre las cuales merecen especial mención las siguientes:

-Continuar con los usos tradicionales, integrándolos en la gestión de las lagunas, pero controlando aquellos aspectos que puedan afectarla negativamente. Se debe controlar por ejemplo el número de cabezas de ganado que pasta en sus proximidades para evitar la eutrofización de las aguas.
-Establecer un organismo gestor de zona lacustre, que se ocupe de su conservación y mejora, estableciendo un sistema de gestión y guardería que lo preserve de posibles agresiones y tome las medidas necesarias para mejorarlo.
-Establecer restricciones de paso, sobre todo a vehículos a motor, con el fin de evitar vertidos incontrolados de escombros y deterioro del entorno.
-Establecer un área de protección en torno a las lagunas de al menos 200 m, en la que no se pueda realizar ninguna acción sin la aprobación expresa del organismo gestor de las lagunas.
-Declarar Parque Natural, u otra figura semejante, al menos un área de 200 m alrededor de las lagunas, que englobe sin solución de continuidad todas las áreas inundables. Se estima que dicho parque debería tener una extensión mínima comprendida entre 700 y 1.000 hectáreas.
-Eliminación de todos los vertederos, tanto los legales de residuos sólidos urbanos y escombros, como los incontrolados.
-Eliminación de algunas granjas e instalaciones abandonadas que lo único que hacen es afear el entorno.
-Disminuir los riegos, allí donde esta actividad contribuya a disminuir el nivel freático, o realizarlos con a porte exterior de aguas.
-Control del pastoreo y sobre todo del aprovechamiento de pastos en los cercados, con el fin de evitar la eutrofización de las aguas.
-Repoblar con castañuela o juncia marina (Scirpus maritimus) el fondo de las lagunas, ya que sus tubérculos son de gran importancia en la alimentación de ciertas especies de aves, como el ánsar común (Anser anser) ente otras.
-Comprar a los propietarios particulares las zonas antes descritas y ponerlas, junto con las que actualmente son de propiedad municipal, bajo la tutela del organismo gestor del parque.

Medidas de seguimiento y vigilancia

Debería establecerse un servicio de guardería para el control y vigilancia del parque, que cuidara del buen uso del mismo y de que no se desarrollaran en él actividades que pudieran afectarle negativamente.

Se considera necesario controlar la calidad de las aguas aportadas procedentes de la depuradora, así como las de las lagunas de Navahornos y el Sotillo Bajero.

AGRADECIMIENTOS

Para la redacción de este trabajo se ha procurado alcanzar un conocimiento lo más detallado posible tanto de la zona de estudio en sí, como de su historia, problemática actual y expectativas de futuro.

Para lograr dicho objetivo, parte de la bibliografía consultada, se ha hecho un amplio estudio de campo, extensible a las diferentes estaciones climatológicas, tanto a lo largo de los años secos, como durante los húmedos, recorriendo y observando prácticamente la totalidad de las lagunas y arroyos referenciados, así como su entorno circundante.

Se ha contactado también con numerosas personas relacionadas más o menos directamente con el entorno del sistema lagunar, las cuales han aportado una valiosa información para el conocimiento de la zona. Entre dichas personas, aparte de los agricultores y pastores contactados sobre el terreno, cabe destacar las siguientes:
-Julián y Tomás sortija, que aportaron datos sobre la ubicación y características de ciertas lagunas.
-Paulino Levantapiedras, que hace algunos años se dedicaba a la explotación comercial de tencas en las lagunas.
-Juan Candiliche, por sus conocimientos del entorno
-Francisco Rojas Cueto, que facilitó las fotos aéreas de la zona.
-Eduardo Zamarro Flores y Amalia Cayetano Rodríguez, que realizaron las ilustraciones.

Sin olvidar por supuesto las informaciones y facilidades obtenidas del propio Ayuntamiento de Cantalejo, el cual impulsó desde el primer momento la preparación y edición de este trabajo.


CONCLUSIONES

De lo expuesto anteriormente se deduce que, a pesar de haberse perdido ciertas áreas inundables, las lagunas de Cantalejo conservan un potencial importante en cuanto a su viabilidad como zona húmeda.

Los riegos en el entorno inmediato de las lagunas no son de una gran envergadura, aunque obviamente no debería aumentarse su extensión e incluso si fuera posible sería bueno reducirlos. En cuanto a los riegos en el entorno más alejado (arroyo de Carralaguna, arroyo de los Pozuelos y cabecera del arroyo de las Rivillas), son de mayor entidad y, aunque más alejados, detraen indudablemente caudales subterráneos importantes, que hacen que las sequías, cuando se producen, sean más acusadas.

El adecuado manejo del efluente de la depuradora y de las aguas pluviales, se considera de vital importancia. En aras de alcanzar un nivel aceptable de la cota de las aguas subterráneas que sustentan las lagunas, todo ello sin desnaturalizar el sistema lagunar, ya que ambas actuaciones se puede considerar que sólo contribuyen a sustituir una parte de los caudales detraídos por los riegos.

Otra actuación que mejoraría decididamente las lagunas de Cantalejo, sería su declaración como Parque Natural u otra figura semejante y la creación de un organismo gestor que velara por la mejora e integridad del área, así como la compra de todos los terrenos de propiedad particular, sobre los que se asientan las lagunas, los cuales se pondrían, junto con los de propiedad municipal, bajo la tutela del organismo gestor.


Para más información, consultar el apartado lagunas en:
* www.cantalejo.com... (Enlace...)

Insertado por: Paulino Zamarro (23/11/2005)
Fuente/Autor: Paulino Zamarro Sanz.
 

          


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Comentarios

interesantisimo,documentado,ameno,ilustrador y con capacidad de enseñar al que lo lea.Gracias por tu trabajo ;me gustaria contactar contigo pues visito el entorno con fracuencia,ya que mi mujer es de la tierray soy tambien partidario de que sew cuiden los medios naturales.Añado además que mi pueblo se llama Cespedosa de Tormes como el nombre de una de esas lagunas y es una coincidencia que me gustraria comentar contigo.Saludos
Nombre: feliciano castro  (11/08/2012) E-mail: feliciano.pineas@hotmail.com
 
Cantalejo, parece que desaparece. Su nucleo central vacio. Y en sus lagunas faltan las tencas.¿Donde está su gente emprendedora?
Nombre: El man del vilorio  (04/11/2014) E-mail: -
 

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