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Peces en ríos revueltos

(2874)

ETERNOS OLVIDADOS DE LA FAUNA ESPAÑOLA...
“¿Qué pasaría sin en lugar de introducir gamos, muflones y perdices con fines cinegéticos se soltaran leones, tigres y jaguares? Pues eso es lo que está ocurriendo en los ríos”.






Autor: Javier Rico - Naturmediafotos
(Reproducción exclusiva para su publicación en CIMA. Científicos por el Medio Ambiente. e ???)

“¿Qué pasaría sin en lugar de introducir gamos, muflones y perdices con fines cinegéticos se soltaran leones, tigres y jaguares? Pues eso es lo que está ocurriendo en los ríos”.


Los carnívoros depredadores que han invadido las aguas interiores se llaman lucios, percas y siluros, entre otros, y las palabras de Ignacio Doadrio, investigador en Biodiversidad y Biología Evolutiva del Museo Nacional de Ciencias Naturales, suenan a hastío ante la continúa vejación que sufren los cauces fluviales y sus moradores.

No hay que esperar a mayores demostraciones cuando se observa la imponente figura con puntiagudas aletas dorsales e incisivos prominentes de la lucioperca y del pez gato punteado o las dimensiones de un siluro, que puede alcanzar los 2,5 metros de longitud.


Imagen extraída de... (Enlace...)
El Siluro desde el Embalse de Mequinenza se extiende por toda la Cuenca Hidrográfica del Ebro, y su expansión por la Península Ibérica como plaga incontrolada no es ya muy lejana.
* Los grandes Siluros de Mequinenza. ¡Descontrol en el río Ebro! (Enlace...)








Si estos tremendos ejemplares procedentes de Asia y el este de Europa han osado a veces enfrentarse a personas es fácil de imaginar lo que harán ante los ocho centímetros del samaruc, los cinco del espinoso o el fartet o el escaso centímetro del pez fraile, todos ellos catalogados en peligro de extinción y apacibles consumidores de pequeños invertebrados y de plantas sumergidas.

De las 70 especies que aparecen en la última revisión del Atlas y Libro Rojo de los Peces Continentales de España, 20 son exóticas e introducidas con fines comerciales y deportivos, y entre las 50 autóctonas 41 cuentan con algún grado de amenaza, incluidas las 18 consideradas en peligro de extinción. A ello se añade que 30 son endémicas de España o de la península Ibérica, dato que acrecienta la importancia y trascendencia de sus poblaciones pero también su extrema fragilidad y debilidad ante las foráneas.

Cuarenta especies en Norteamérica y 12 en Europa se han perdido para siempre en el último siglo debido principalmente al desplazamiento, depredación e insoportable competencia con estos intrusos. Otros pequeños
olvidados del medio acuático, los anfibios, sufren en sus carnes similares persecuciones y bajas directas de efectivos.

Las comunidades autónomas, responsables de la gestión de la pesca en los ríos, han frenado la repoblación con este tipo de ejemplares pero se siguen dando casos de pescadores que realizan sueltas ilegales que se tornan en legales cuando aparecen en el catálogo de especies objeto de pesca de cada región. Lo denuncian Ignacio Doadrio y la Asociación Española para la Mejora de los Salmónidos- Ríos con Vida, fundada hace más de un cuarto de siglo por pescadores comprometidos con la protección y conservación de los ríos y sus recursos.

“La gestión de la pesca deportiva en España es nefasta”, afirma Pedro Brufao, vicepresidente de la asociación y doctor en Derecho. “Contra lo que siempre se dice, la caña sí hace daño –prosigue-, en especial en aquellas zonas donde se unen una alta concentración de pescadores y poblaciones exiguas de especies muy sensibles”.







Según denuncian desde AEMS-Ríos con Vida, todavía hoy, en Madrid, Aragón, Asturias y Cantabria se realizan concesiones a clubes de pesca para que gestionen piscifactorías de truchas alóctonas sin ningún criterio de sostenibilidad ni de conservación de la biodiversidad y con un grave riesgo de transmisión de enfermedades y de hibridación con especies autóctonas. En el lado positivo, Pedro Brufao constata “el buen hacer, aunque tímido, de los gobiernos de Cataluña, Galicia, Andalucía y Castilla-La Mancha.

En esta última comunidad, donde se detecta la presencia de la trucha común se prohíbe repoblar con otras”
. La voz de esta asociación es la de la experiencia en conjugar pesca y conservación. En 1979 crearon el primer coto de pesca sin muerte, curiosamente en Peralejos de las Truchas, en el Alto Tajo guadalajareño, una manera de acercarse al río y los peces y de estar alerta ante los pescadores furtivos y las repoblaciones salvajes.

Para Doadrio, coordinador también del atlas mencionado, “con las carpas, que posiblemente lleven en España desde los romanos, no hay nada que hacer, pero sí es posible acabar con la lucioperca, que supone una amenaza de primera magnitud para la fauna autóctona”.

Tras insuflar esta muestra de optimismo vuelve a la realidad: “pero claro, nos olvidábamos del cangrejo de río americano, otro invasor que entorpece la conservación porque es un auténtico cortacésped de la vegetación acuática donde se refugian algunos ciprínidos. Si hasta la nutria se ha vuelto marisquera y come cangrejos”.

Resulta heroico que en un ambiente tan alterado pervivan especies endémicas que por las condiciones orográficas de la Península (rodeada de mar e hídricamente desconectada de Europa por los Pirineos) presentan un estatus y una evolución muy diferentes a las del resto del continente y que lleven entre nosotros millones de años, mucho más que las carpas de los romanos.

Los peces exóticos introducidos con fines deportivos y comerciales constituyen una de las causas de la regresión de las autóctonas, pero no es la única y desde luego no la responsable de la principal: la destrucción del hábitat.

De nuevo Doadrio pone un ejemplo con una de las 10 especies endémicas descritas por él. “Hace quince años, a un alcalde de la vertiente castellano-manchega de Sierra Morena se le ocurrió construir una piscina natural en aguas donde habita la pardilla oretana y para ello se talaron los alisos que utilizaba como refugio exclusivo; la consecuencia es que en la actualidad la piscina ha quedado inservible porque se construyó otra en el pueblo”. ¿Y de la pardilla oretana qué se sabe? “Pues que si en los muestreos que hacíamos en los años ochenta en media hora se obtenían 50 ejemplares en los últimos cinco años sólo han aparecido seis individuos”, remata Ignacio.

La destrucción del hábitat, con cauces regulados al extremo e invadidos, la sobreexplotación del recurso hídrico y la contaminación de las aguas pesan tanto o más que la proliferación de especies exóticas. Tamaña presión soportada no sólo por los ríos, sino también por lagunas, marismas, rías y charcas hace que, por encima del lince ibérico, el oso pardo o el águila imperial ibérica, los vertebrados más amenazados de España sean la pardilla oretana, la bogardilla, el samaruc, el fartet, el jarabugo y la loína. Son peces, animales que tienen la mala suerte de no dejarse ver ni tener el porte suficiente para brillar en revistas o documentales y gracias a eso saltar al
maldito estrellato de los animales en peligro de extinción. Tampoco hay que dejarse llevar por el espejismo de puestas de cientos o miles de huevos que aparentemente pueden perpetuar a las especies sin sufrir por su existencia. Ignacio Doadrio puntualiza que “es posible que haya miles de ejemplares de samaruc en cinco o seis charcas del levante, pero es que hace poco los había en más de 50”.

El desconocimiento absoluto sobre la conservación de los peces de agua dulce de nuestro país lleva a que la relación más cercana con ellos no pase de las referencias culinarias (salmón y trucha) y deportivas (lucio, carpa o siluros). De su medio natural, el agua de los ríos, interesa más que salga potable y en abundancia por los grifos que se mantenga en un excelente estado en su lugar de procedencia. Pero la gallina del agua de oro se puede acabar porque según un informe reciente de Greenpeace, sólo el 11% de las aguas superficiales y el 16% de las subterráneas presentan una calidad acorde con los objetivos establecidos por la nueva Directiva Marco del Agua de la Unión Europea. Hay cuencas hidrográficas donde la calidad se arrastra por el fango, caso de la del Tajo, con el 2,72 de sus masas de agua en condiciones de reunir las exigencias ambientales de la Directiva; la del Segura, con el 1,9% en la misma situación; y, la más desastrosa, la del Júcar, con sólo el 0,96% en buenas condiciones.

“Todos estos datos son públicos y están aportados por las propias confederaciones hidrográficas y a rasgos generales constatan que no estamos peor que la media europea a pesar del incremento de la población y de los vertidos”. Así se expresa Antonio Serrano, secretario general para el Territorio y la Biodiversidad del Ministerio de Medio Ambiente.

Sin embargo, Luís Barea, responsable de la campaña de Aguas de Greenpeace, echa mano del informe para demostrar lo que nos separa de Europa: “los cauces están regulados por el número más alto de embalses por millón de habitantes del mundo (30 por millón) y se consume la mayor cantidad de agua por habitante y día de Europa (265 litros) y encima es donde menos se paga por ella (0,60 euros por metro cúbico)”.

Antes de 2015 todo esto tiene que cambiar porque la normativa europea exige que para esa fecha el estado ecológico de los ríos del continente sea “bueno”, entre una categoría de evaluación que por debajo corre el riesgo de quedarse en “muy malo”, “malo” o “aceptable” para los que suspendan y por arriba en “muy bueno” para los que hagan mejor los deberes.

El que la propia ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, haya reconocido que en la actualidad España no está cumpliendo otra Directiva, la que obligaba a que antes del 1 de enero de 2006 todas las ciudades de más de 2.000 habitantes equivalentes tengan un sistema de tratamiento de aguas residuales, no vaticina que se apruebe con nota la nueva en 2015. En esa nota final influirá decisivamente la situación de los peces, ya que revelan uno de los indicadores biológicos básicos. Antonio Serrano asegura que “en los nuevos planes hidrológicos de cuenca, que también están inspirados por lo que marca la Directiva, se les tendrá más en cuenta al entender que los ríos son reservas naturales y no solo suministradores de un recurso esencial para las personas”.

Diversas muestras procedentes de poblaciones de anguilas del río Miño y del delta del Ebro, con análisis de la contaminación con sustancias químicas acumulativas y persistentes en el organismo, parecen indicar que de momento también aquí hay mucho trabajo por hacer. Los resultados, publicados por Greenpeace en el documento Nadando en químicos, dieron uno de los contenidos más altos de Europa en HBCD, un retardante de llama bromado utilizado en textiles, plásticos y aparatos electrónicos.

Además de la contaminación, la fauna fluvial debe sortear otras barreras. Antonio Estevan, consultor ambiental y miembro de la Fundación Nueva Cultura del Agua, en una de sus aportaciones al informe publicado por Greenpeace, señala que “la palabra infraestructuras no aparece ni una sola vez en el texto de la Directiva, ni la expresión obras hidráulicas, porque está orientada a la gestión, al cuidado de la calidad del agua, a la vigilancia ambiental y a la transparencia de costes en los usos”.

Por lo tanto, nada de nuevos embalses o trasvases. Incluso se propone recuperar para la fauna lo ya construido. Pedro Brufao, que esgrime estudios científicos para constatar que “sólo el 5% del curso de los ríos españoles está libre de algún tipo de alteración”, habla de la necesidad de derribar algunas presas que impiden la migración de especies marinas que utilizan los ríos para desovar, como el esturión, el sábalo, la saboga, la lamprea y la anguila, todas catalogadas como amenazadas.

“Hay embalses de producción eléctrica de Endesa, como los de Alcalá del Río y Cantillana en Sevilla, que una vez cumplido su período de amortización se podrían eliminar para recuperar al esturión, incluida sus pesquerías. Algo similar habría que hacer con la de Palombera, en el río Nansa de Cantabria, que puso al borde de la extinción a la población local de salmón”.

La demolición parece la medida más sensata vista la inutilidad de otras más costosas pero no del todo eficientes, como las escalas y ascensores que en ocasiones reconducen a algunos ejemplares a la turbina de la central eléctrica, o como las emprendidas en ríos salmoneros por excelencia de Estados Unidos, el Columbia y su afluente el Snake, donde tras invertir un billón de las antiguas pesetas (160.000 millones de euros) en todo tipo de modernos remontes y en repoblaciones se ha alcanzado una exigua cifra de 100 ejemplares sobre los 100.000 que originalmente remontaban los cauces.





Cuando de construir trasvases y pantanos se trata debería resonar entre los muros y canales de hormigón el nombre de la lamprea de río. Esta especie se extinguió en España tras levantarse la presa de Cedillo, en aguas portuguesas del Tajo. La obra supuso una barrera infranqueable para las poblaciones migradoras que ascendían el río para realizar la freza. Al último ejemplar citado se le observó en 1974 en el río Guadarrama, un afluente del Tajo, en la localidad toledana de Chozas de Canales, posiblemente incomunicado al ver taponada su salida natural al mar.

Hay varios ejemplos de especies que siguen amenazadas ante proyectos de obras hidráulicas pero los expertos prefieren poner el acento en la bogardilla, que aúna todos los condicionantes (endémica, reducida área de distribución y en peligro de extinción) para que cualquier regulación artificial de los ríos donde habita (Guadalquivir, Jándula, Robledo y Rumblar) acabe con ella.

Con la derogación del trasvase del Ebro la comunidad científica respiró aliviada porque muchas de las especies del litoral levantino, en situación precaria de aislamiento y especificidad, no soportarían ya el impacto de la obra y otros posibles de invasión de fauna exótica o descolocación de sus poblaciones.

El comienzo de legislatura tras el cambio de Gobierno llevó implícito la adopción de algunos postulados de la Fundación Nueva Cultura del Agua, en la que se elimina la visión exclusivamente productiva de este recurso. Más que el uso y la cantidad importa la calidad, entre otras cosas porque puede llegar el día en que, sin este parámetro, se agote. Ese espíritu fue el que paralizó también un embalse en el río Almonte que pretendía abastecer de agua a la ciudad de Cáceres pero que de paso dejaría malparadas a las poblaciones de otros cinco peces endémicos de la península Ibérica considerados como vulnerables: el barbo comizo, la pardilla, el calandino, el cacho y la colmilleja.

Estas iniciativas, unidas al Programa AGUA (Actuaciones para la Gestión y la Utilización del Agua) y a la rectificación en la toma de agua del otro trasvase contestado, el del Júcar-Vinalopó, le han valido al Ministerio de Medio Ambiente el reconocimiento momentáneo de la comunidad científica y conservacionista, aunque se sigue contestando la construcción de otros embalses como el de Castrovido en el río Arlanza o los de La Breña II y Melonares en la cuenca del Guadalquivir.

Las centrales minihidráulicas tampoco son bien vistas por estos colectivos y por los pescadores. Pedro Brufao, que comenta orgulloso la reciente paralización de 71 proyectos de presas de este tipo en Galicia, subraya que “suelen construirse en los tramos mejor conservados y por ello proponemos la alternativa de aprovechar los saltos en los canales de los ríos o en las salidas de las depuradoras”.

Con unos ríos sembrados de toda la colección expuesta de amenazas e impactos y con una regresión evidente de las poblaciones más vulnerables sorprende observar en el Atlas y Libro Rojo que la gran mayoría de las especies en peligro de extinción no cuentan con ninguna medida de conservación. No es más que otro detalle elocuente de que en esto de la
biodiversidad pesa más el kilo de pluma o de pelo que el de escama. Sólo dos especies, el samaruc y el fartet, están reconocidos oficialmente como en peligro de extinción en el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas a pesar de que el Libro Rojo, editado por el Ministerio de Medio Ambiente, otorga esta categoría a 18 especies.

De esta manera, las dos citadas son las únicas que cuentan con planes de recuperación y programas de cría en cautividad. Ignacio Doadrio apostilla que “con la loína se podrían llevar a cabo medidas similares reutilizando piscifactorías en desuso y conseguir su reproducción sin mucha dificultad”. En general, los peces son muy agradecidos ante las posibles medidas reparadoras del hábitat (delimitar el dominio público, reparar y prohibir vertidos, anular canalizaciones) y sus poblaciones pueden restablecerse con rapidez, mucho más que en un ecosistema terrestre.

Sólo falta que se fijen más en ellos y se saque del anonimato a las 30 especies únicas en el mundo que recorren los ríos de España.

* Comparte esta información con todos nosotros, D. Manuel Montijano Egea.
* Información extraída íntegramente de... (Enlace...)







Peligrosos tóxicos y altos contaminantes, ya están en nuestra sangre
en un cocktail, de consecuencias incalculables e impredecibles. (I Parte)


Una conferencia recopilada en diversos vídeos que no puedes dejar de conocer.
¿Quién esta a cargo en nuestro país, de este esencial-control de salud?
¿Nadie es transparente con estos datos tan graves?




* Enlace a la II Parte del vídeo... (Pinchar aquí...)
* Enlace a la III Parte del vídeo...
* Enlace a la IV Parte del vídeo...
* Enlace a la V Parte del vídeo...
* Enlace a la VI Parte del vídeo...

El Dr. Nicolas Olea: Es Médico, Catedrático en Radiología y Medicina. Facultativo Especialista de área, licenciado en medicina y cirugía. Actualmente es Coordinador en el Hospital Clínico de Granada, Investigador en este mismo hospital, vocal del Patronato de la Fundación Científica, y es la máxima autoridad en España del Estudio de las Afecciones sobre la Salud Provocadas por los Productos Químicos, Hormonas en condiciones de trabajo intensivo en invernadero.


* Los OKUPAS de la Peninsula Ibérica (Enlace...)
* A toda la información alojada en Ibérica 2000, sobre la invasión de las especies exóticas de otros países, en la Península Ibérica... (A numerosos enlaces...)

* A toda la información sobre los ríos y los graves impactos ambientales... (A numerosos enlaces...)

* Invasores con escamas... (Aems-Ríos con Vida...)

Insertado por: Redac.Ibérica2000 (13/03/2006)
Fuente/Autor: Javier Rico - Naturmediafotos.
 

          


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La contaminación de los ríos multiplica el cambio de sexo en los peces
Los científicos hallan casos en carpas en el Ebro, caracolas en Galicia y salmonete
La Nucella lapillus es una caracola muy abundante en las rías gallegas. La concha mide unos dos centímetros y a simple vista parece normal. Y, sin embargo, en más de 50 puntos estudiados de Galicia, los científicos han hallado ejemplares hembra con un pene milimétrico. Se trata del fenómeno llamado sexo impuesto o imposex, un efecto de la contaminación química en los ríos. También han aparecido carpas macho en el Ebro con ovarios y salmonetes afectados en zonas contaminadas de la costa mediterránea. Conocer el impacto de la contaminación química sobre la salud humana es muy complicado, pero estos casos de animales transexuales sirven como indicador de estos efectos.

* "Decenas de distintos compuestos en la sangre"

El tributilo de estaño es perfecto para los barcos. Al barnizar el casco con este compuesto químico se evita que se adhieran algas y crustáceos al barco. Descubierto en los años cincuenta del siglo pasado se usó hasta 2003 de forma masiva en los barcos. Más del 70% de la flota mundial estaba barnizada con el tributilo de estaño.

Sin embargo, en los años noventa los científicos descubrieron que el tributilo, aun a concentraciones mínimas, puede producir cambios en el sexo de algunas especies. El catedrático de Ecología de la Universidad de A Coruña Rodolfo Barreiro explica que su equipo ha rastreado más de 50 puntos de la costa gallega en busca de efectos: "Hemos encontrado grandes poblaciones afectadas. A las hembras les aparece un pene microscópico y a veces hasta un rudimento de próstata que llega a taponar la vagina y las puede llagar a hacer estériles, aunque no se sabe muy bien por qué ocurre". El tributilo fue prohibido en 2003, pero sus efectos durarán décadas.
Extraído de :El País

Barreiro explica que la Nucella no es comestible y que se ha elegido para el estudio porque es muy visible. Los científicos no saben muy bien qué ocurre en otros organismos, pero lo lógico es que también tenga efectos. En ostras se han observado efectos, aunque el contaminante esté diluido hasta un trillón de veces.

En otros lugares el efecto es el contrario. Como explica Cinta Porte, del Instituto de Investigaciones Químicas y Ambientales del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, "en el Ebro hemos detectado carpas macho con células femeninas". A las carpas les ha aparecido una especie de ovarios por los compuestos estrogénicos -con efecto similar a las hormonas femeninas- presentes en el cauce por los vertidos como el estradiol o el etinilestradiol ( compuesto de la píldora anticonceptiva).

Los casos han aparecido desde Zaragoza al delta del Ebro y en las zonas más contaminadas "hay casos con una gónada masculina y otra femenina". Porte explica que "también hay estudios en truchas" y que se sorprendieron cuando hallaron casos similares en salmonetes en el Mediterráneo. "Pensamos que en el mar se diluiría y no se vería el efecto, pero aún así aparece en zonas contaminadas", explica.

El fenómeno no es nuevo, pero cada vez más frecuente. La primera vez que se describió en España fue en 1999 y desde entonces han proliferado los estudios publicados en revistas científicas sobre especies con alteraciones sexuales. "Si no aparece más es porque no se busca demasiado ya que en España no hay demasiados grupos", señala el catedrático de la Universidad de Granada y uno de los mayores expertos en contaminación química Nicolás Olea.

Desde entonces hay indicios de alteraciones hormonales en carpas en la sierra de Madrid (aunque no han aparecido cambio de sexo), estudios en la ría de Huelva y una caracola llamada Bolinus brandaris, una especie muy frecuente, con un pene que llega a taponar la vagina.

Carpas, truchas, caracolas, salmonetes... son un indicador de los efectos de la contaminación química, pero no se pueden relacionar directamente con incidencia sobre la salud humana: "Hay una cierta asociación, pero no una relación causa-efecto clara", explica Porte.
Nombre: Stella  (07/12/2006) E-mail: stellagyurkovits@latinmail.com
 
Estimados Sres/as:
Me pongo en contacto con ustedes por el siguiente motivo. Soy pescador, voy asíduamente al rio tajo, en la caida de la presa de Almaraz. Desde hace unos meses hasta ahora se están produciendo numerosas capturas de Siluros, con un peso medio de 6 kg. Teniendo en cuenta que este pez jamás ha poblado dichas aguas, es notable que se ha realizado una introducción ilegal de dicha especie. Estamos hablando de un pez que debora cualquier especie sin excepciones, incluido aves. Teniendo en cuenta la cercanía del embalse de almaraz, con su consiguiente area de protección de aves (Campo Arañuelo), como también la proximidad del Parque Nacional de Monfragüe, les informo que por experiencias vividas en otras comunidades el futuro de las especies piscícolas es muy negativo, así como la peligrosidad de las aves acuáticas. La preocupación por parte de los pescadores es muy alta, ya que conocemos los estragos que produce el siluro allí donde vive. Al igual que su expansión es muy numerosa. Espero su contestación y les agradezco de antemano su atención. Un saludo.
Nombre: Jaime Collado  (03/04/2008) E-mail: jaimecollado77@yahoo.es
 

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