A fecha 10 de marzo eran 9 los quebrantahuesos hallados muertos, hoy son 11 . Una hembra adulta en la vertiente francesa y un pollito en su nido se han sumado a la ya larga lista. A este pollito sin nombre dedicamos esta carta.
En la página Web de la Fundación para la Conservación para el Quebrantahuesos (FCQ) se describe la operación de recuperación de este pollito. Se nos dice que esta pareja fue intervenida el año pasado, textualmente: “se consiguió rescatar un huevo de esta UR…” (UR significa unidad reproductora, nosotros hablaremos de pareja y “rescatar” significa que, legalmente, le quitan el huevo). El párrafo acaba diciendo:
“el huevo fue incubado artificialmente, pero finalmente no eclosionó.” (Esto quiere decir que murió).
En la misma noticia, sin embargo, se omite que este año se ha vuelto a intentar “rescatar” el huevo de esta pareja y que se fracasó en el empeño. Pese al “rescate frustrado”, la pareja ha logrado incubar y ha visto nacer su pollito. Por lo tanto, la pareja es capaz de incubar, sus huevos son fértiles y puede sacar adelante al pollo (un pollo de este tamaño sólo puede morir por intoxicación, enfermedad, abandono o predación) por lo que no se trata de un problema de tranquilidad durante la incubación, ni de fertilidad como ha aducido la FCQ para proceder a los rescates, al menos en estos dos últimos años, sino que el problema puede tener otras causas, como la calidad de la alimentación o una intoxicación, que, debidamente investigadas (tras un análisis del cadáver) podrían corregirse para evitar su repetición.
El pollito ha muerto con más de quince días de vida, aún no se conocen las causas y éstas deben ser dadas a conocer igual que lo ha sido su muerte. Sabiéndolas, tal vez podamos evitar un nuevo “rescate” que a esta triste pareja de quebrantas no le sientan nada bien.