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Los pescadores alertan de que el gasoducto que unirá Dénia e Ibiza arrasará una zona de moluscos.
Los armadores de la Safor solicitarán compensaciones económicas.

El gasoducto que conectará Dénia con las Baleares será traumático para los pescadores de la Safor y de la Marina. Representantes de la Federación Provincial de Pesca mantuvieron una reunión con los profesionales y les alertaron de que el conducto arrasará una zona de moluscos. Los armadores pedirán compensaciones económicas.
ZOA SANZ/ GANDIA

El gasoducto que enlazará la península con Baleares va a ser traumático para el sector pesquero de la Safor y de la Marina. La macrotubería partirá desde Dénia, en cuyas aguas trabajan a diario los profesionales de este arte. Ellos no quieren que sus capturas se vean afectadas por este macroproyecto de 250 millones de euros que transportará gas hasta Ibiza.

Esta es la principal conclusión de la reunión que representantes de la Federación Provincial de Pesca mantuvieron con profesionales de la Cofradía de Gandia. En ella se les informó de las repercusiones negativas que este nuevo trazado subterráneo tendrá para los trabajadores del mar.

En primer lugar, el gasoducto va a ser dañino porque en la zona de aterraje de Dénia (la salida o entrada al mar) está proyectada una zanja profunda en la tierra para enterrar la tubería. “Esta iniciativa es fatal para los moluscos y los mariscos”, según expresó ayer el abogado de la Federación Provincial de Pesca, José Ortega, quien agregó que buena parte de estos animales, como los mejillones o las tellinas, desaparecerán en una extensión amplia en todo el perímetro de la obra.

Otro de los inconvenientes es que el proyecto prevé una zona de prohibición para la pesca de arrastre de 15 metros. Esta circunstancia obliga a cambiar la forma de trabajar de toda la vida de los pescadores. “Ahora tendrán que arrastrar, elevar la red y volver a soltarla. Esto es poco práctico, ya que los profesionales no podrán pescar en cualquier parte”. A juicio del letrado, cuando se ha establecido la prohibición de 15 metros es “porque se cree que la pesca de arrastre que se practica aquí es de tipo pelágico (entre dos aguas), sin embargo, el que se realiza en esta zona es de fondo y sí que se toca la arena”.

Una tubería cubierta de piedra
Desde la Federación también se apuntó que otro aspecto incorrecto del entramado del gas es que se destacó que toda la tubería iría por dentro del mar y estaría recubierta por una capa de piedra protectora. “Ahora bien, para llevar a cabo todo ello las piedras se tienen que tirar desde el barco y, por supuesto, pedir una autorización que no tienen”.

La Federación Provincial ya presentó alegaciones cuando el gasoducto era sólo un anteproyecto. “Enagás nos contestaba que nosotros no éramos los dueños del mar, pero ahora que ya es proyecto los pescadores no se van a quedar con los brazos cruzados”. Y es que, durante la reunión los armadores se plantearon reclamar compensaciones económicas por los daños que ocasionará el canal subterráneo.

* Publicado en el periódico Las Provincias en... (Enlace...)

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