COLABORADORES

BUSQUEDAS

DIRECTORIO

Dejando aparte el problema de la plaga de topillos, contra la que se ha empleado veneno de forma masiva -por cierto con muy mala fortuna para otras especies, lo cual sería el tema de otro artículo-, lo cierto es que en este país todavía quedan muchas personas con tan poca sensibilidad ante los animales, que parece que sólo les atraiga satisfacer sus propios caprichos y aficiones, como en el caso de la caza. Cuando se van a dar cuenta de que la época en que los conejos abundaban ha pasado y que en la actualidad incrementar el número de individuos es primordial para salvar de la extinción algunas especies. Quizá lo saben, pero no hacen absolutamente nada para poner remedio a la situación. Siguen cazando. Pero al menos que no envenenen más nuestra fauna. Los conejos bastante desgracia han tenido ya con la mixomatosis y la emorragia vírica, que ha reducido su número a la mitad. Ambas enfermedades han sido introducidas por el hombre, y el hombre pretende ahora darles el tiro de gracia con sus artes de caza. Francamente indignante. Deberían saber que los animales sólo luchan por su existencia, mientras que el hombre los ha estado aniquilando sistematicamente desde hace mucho tiempo, en la mayoría de los casos por puro divertimento o porque les molestaban en sus malsanas anviciones. El veneno contra la fauna es una forma más de las más ruines que estamos perpetrando contra los animales, lo cual deberían saber los cazadores, entre otros, que tengan pensado emplearlo para defender sus fincas de caza contra las águilas, alimoches, etc. Además, es un hecho que está considerado como delito por la Ley. No trato de meter a todos los cazadores en el mismo saco, nada más lejos, pero a la vista de la situación actual de la fauna, harían bien en ir pensando en guardar las escopetas y no tratar de fingir más una situación a todas luces insostenible. Nuestra querida fauna ibérica se lo agradecería.

Valoración

Comentarios