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Sol naciente de nuestras vidas

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CAJA DE SORPRESAS
-Mariano Cabrero :"La tele se nutre de modas. De la fiebre por los culebrones y concursos se pasa a la pasión por las telecomedias de producción nacional y el fútbol".

-Vivimos en un mundo de ficciones, vamos, al principio así lo creemos, pero es triste realidad que, ciertos acontecimientos de la vida diaria, se transforman-- ipso facto–en realidades autenticas que nos producen ¡terror! Y es que nos estamos acostumbrados ya a convivir con él. Lo que hoy es un hecho real lo solemos identificar con vidas ya vividas–acontecimientos del pasado–,...en TV (series televisivas), o historias narradas en novelas famosas que fueron de nuestro agrado, o sueños–de otra manera, ensueños–, que nuestro cerebro nos lo recuerda en las interminables “cintas magnetofónicas” que se reproducen automáticamente, y sin interrupción alguna, a los largo de las 24 horas que completan un día de nuestra existencia.


En el reciente accidente aéreo de Barajas (Madrid), uno de los menores supervivientes preguntaba con insistencia:” ¿Pero cuándo se va a acabar la película?”. En un futuro, la película–recuerdo que alberga–en la mente del pequeño–se convertirá en una pesadilla que llevará en su interior el resto de sus mortales días: la muerte de muchos seres humanos. Ese pobre crío tenía muy poca edad para sufrir tanto y en tan poco tiempo, y en sus propias carnes, el dolor y amargura en el interior de su corazón–sol naciente de nuestras vidas.


“Nuestra caja tonta”: Este simpático aparato nos aprisiona. Es el medio de comunicación que llega a alcanzar mayor difusión, y lo ve casi todo el mundo. Ver y oír: he aquí el milagro. Os confieso, y con sinceridad, que muchos de los programas emitidos hoy por hoy llegan a dormirme. La “tele” acarrea ventajas y desventajas, pero nosotros debemos controlar este aparato maravilloso.


Y, sin embargo, la televisión ejerce sobre nosotros un poder colosal, quizá como dice Karl_Popper (filósofo): “el más importante”. Un piensa que ella haya sustituido a la voz de Dios–el Dios de todas las religiones–, y que tres plagas se ciernen sobre la “caja de las sorpresas”: violencia, sexo y sensacionalismo. Y por este orden, ocurriendo a cualquier hora del día o de la noche, pues no podemos negar que nuestros menores se han convertido en protagonistas de acciones violentas, visionando películas –con escenas–atisbadas de sexo y violencia. Violencia engendra violencia. La polémica mundial hacia la pornografía–que no hacia el erotismo–, ha girado siempre en torno a todo aquello que induce al crimen, al delito sexual, a la conducta antisocial de la persona...


Y dado que la violencia engendra violencia, y es el plato de cada día en televisión, hemos de desterrarla –en la medida de lo posible–dentro de nuestra “pequeña pantalla”, dentro de los campos de fútbol, dentro de nuestro trabajo... dentro de nuestra cotidiana vida. Porque /Ashley_Montagu –antropólogo--, señaló: “Aprender a hablar cuesta muchos meses. Aprender a amar puede costar años. Ningún ser humano nace con impulsos hostiles o violentos, y nadie se vuelve hostil o violento sin tomarse el tiempo necesario para aprenderlo”. Nuestra cotidiana vida, hoy en día, es una amplia escuela de violencia, que hemos de digerir para no sembrar semillas de violencia.


Debe haber permisividad hacia la conducta humana, hacia el cine, televisión, pero hasta esa frontera que separa el bien del mal. Vaclav Havel (político y dramaturgo) dejó escrito: “La tolerancia empieza a ser una debilidad cuando el hombre comienza a tolerar cosas intolerables, cuando empieza a tolerar el mal”. “Desgraciadamente no hay computador ni matemático que pueda fijar la frontera (...)”.


La televisión es un medio de comunicación de masas en el ámbito mundial, y en prácticamente en todos los hogares existen, hoy por hoy, dos o tres aparatos. Se comenta, se habla, se discute de... todo lo visto en diferentes programas, sean éstos de más o menos trascendencia. (Dentro del mundo televisivo crecen día a día los culebrones, telecomedias, informaciones del corazón–prensa rosa–, habiéndose sustituido el género rosa por el negro. Y así, sin duda, se llevan los temas relacionados con la vida privada de las personas al terreno público. Todo esto acompañado y gratificado con miles de euros, tras relatar mentiras sobre mentiras que hacen que los protagonistas terminen sus cuitas y enfrentamientos ante los tribunales de justicia: injurias, calumnias, agresiones personales, etcétera.)


La tele se nutre de modas. De la fiebre por los culebrones y concursos se pasa a la pasión por la tele comedias de producción nacional y el fútbol. Así, el auge que está tomando la información del corazón, que puede enmarcarse en un cambio en las tendencias, en la programación, en estrategias de imitación y competencia, teniendo en cuenta la fragmentación de audiencias. En este sentido, a primera vista, el género rosa sustituyó al negro. Los programas de sucesos fueron cediendo protagonismo–en las rejillas de programación–, a estos otros más alegres y con mejor prensa–programas de “prensa rosa”–llenos de matices y palabras denostadas (por injuriosas).


La Historia es una asignatura que siempre está latente, viva y llena de acontecimientos destacados: peligrosos, malos y buenos, espeluznantes, escandalosos, etcétera. Uno no puede olvidar nunca..., pues me enseñaron a recordar el día 1 de septiembre de 1939; la hora 2.50 de la madrugada. Empezaron a oírse los primeros disparos de una guerra que duró casi cinco años; la más grande de las guerras que haya visto ojo humano había comenzado–fue la más feroz, la más costosa, la más sangrienta, etcétera. Después se le vino en llamar la II Guerra Mundial. Las causas de esta conflagración mundial fueron diversas y de distinta índole. Un avión americano, el B–29(de sobre nombre "Enola Gay"), a los 8.15 de la mañana del 6 de agosto de 1945, volando a una altura de 10.000 metros lanzó sobre Hiroshima–la población civil–, la primera bomba atómica. Después, el 8 de agoto de 1945 caía la segunda bomba atómica sobre Nagasaki. Otro hombre, el señor Harry_S._Truman–a la sazón presidente de los EE.UU. –autorizó el bombardeo atómico.Yo no soy quien para juzgarle: ¡Que le juzgue la Historia Universal!


La Coruña, 1 de octubre de 2008
©Mariano Cabrero Bárcena es escritor


Titulares:
-En el reciente accidente aéreo de Barajas uno de los menores supervivientes preguntaba con insistencia: "¿Pero cuándo se va a acabar la película?"

-Nuestra cotidiana vida, hoy en día, es una amplia escuela de violencia, que hemos de digerir para no sembrar semillas de violencia


Insertado por: Mariano (01/10/2008)
Fuente/Autor: -Autoría propia/ Mariano Cabrero Bárcena
 

          


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