Rompiendo los moldes del sufrimiento |
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MUERTE EN GAZA... |
Mariano Cabrero: "Y existen miles de puertas en Europa que están mal abiertas y mal cerradas. Con esta manera de obrar, sin duda, estamos rompiendo los moldes del sufrimiento de muchos seres del mundo–una vez más. Y es que este canto-lamento se está convirtiendo en un sufrimiento constante y duro, se está convirtiendo en un canto-lamento de un hecho histórico. Se impone la negociación…". |
El sufrimiento en Gaza, que se puede parar mediante la negociación
“El gobierno es bueno cuando hace felices a los que gobiernan y atrae a los que viven lejos.” CONFUCIO, Diálogos.
Recorría las calles de mi ciudad, a la que adoro, como le pasa a cualquiera de vosotros: me agrada encontrar viejos pero buenos amigos con quien conversar. “Tengo uno hijo doctor en Físicas que no encuentra trabajo ni a la de tres..., y que ocupa sus horas–para poder alimentar a su familia: ella y un niño de dos años, criaturas preciosas y buenas donde las hubiere–, en vender electrodomésticos a domicilio. Tienen que comer todos los días”, me comentaba mi contertulio Julio. “Feliz año”, le dije. Ten paciencia, ya vendrán tiempos mejores. “¿Pero...cuándo?”, me contestó. A lo que le respondí: “Cuando rompiendo los moldes del sufrimiento actual–moral y físico por el que están atravesando las gentes(por personas)del mundo entero–, los líderes políticos mundiales pongan punto final al mismo”, le dije. Todo en la vida comienza por un principio y termina en un fin. Es ley de vida.
Comenzamos 2009, y lo que vendrá, sabiendo que millones de personas han perdido su “modus vivendi”.En una crisis económica mundial que conocemos cuando empezó, pero que desconocemos el tiempo y alcance de la misma. Así hay que reconocerlo, y no sembrar falsas esperanzas ni mentir a las gentes, que arrastran sus cuerpos y almas llenas de dolor, cuando cada día todos nos sentimos más pobres e inseguros en una “guerra económica”, que ninguno de nosotros hemos buscado.
Hay que tomar decisiones, y muy firmes, para que el futuro de nuestro capitalismo–que creíamos indestructible y seguro–, eche raíces profundas en tierras adecuadas –regadas por el agua de la vida: la comprensión y el entendimiento entre los líderes políticos a escala mundial (hemos de reconocer que estamos faltos de estos últimos), que quieran y sepan pilotar el “barco de la abundancia”. De esta forma llegará el pan nuestro–que ya no es nuestro–, de todos los días a nuestros hogares.
En épocas pasadas hubo una lucha a capa y espada entre el capitalismo democrático occidental y el comunismo que llevaba el sello soviético. Pero a raíz del desmembramiento del imperio soviético (1989-1991), vinimos en conocimiento de que la ideología comunista había “roto aguas” por los cuatro costados. Y claro está, y sin lugar a dudas, tuvimos que poner en marcha un economía de mercado marcada por el sistema capitalista, con mercados libres y descentralizada, pero–que hoy por hoy–, ha fallado estrepitosamente en la creación de aquel “Estado de bienestar” prometido, y que hoy por desgracia ha dejado de existir en el Globo Terráqueo.
Globos, globos de ilusión, muchos globos de ilusión–llenos de sentimientos e ideas de paz–, harían falta para que, mediante un suave aterrizaje, se depositasen sobre los cerebros de nosotros–los humanos–tan llenos de odio y venganza, y que desterrase para siempre esa “bestia negra” que todos llevamos dentro: el placer de matar por matar. El hombre es el único animal racional sobre la tierra, que experimenta y pone en práctica este último.
Vivimos en un mundo de ficciones, vamos, al principio así lo creemos, pero es triste realidad que, ciertos acontecimientos de la vida diaria, se transforman-ipso facto–en realidades autenticas que nos producen ¡terror!
Sin lugar a dudas, es triste reconocer que EE.UU. ha contribuido a la campaña belicista comenzada por Israel: mantienen una alianza perfecta hace ya muchos años. Y es que algunos políticos europeos secundaron todo lo llevado a cabo por el ex presidente señor Bush–ya afortunamente en su domicilio–, y, como corderitos–con sus silencios, con el silencio de los corderos–hacen sentirse a los israelitas más fuertes y seguros. Israel está rompiendo los moldes del sufrimiento en Gaza. El sufrimiento en Gaza se puede arreglar mediante la negociación diplomática pertinente. La UE (Unión Europea) ha de comportarse ahora, y visto lo visto, como un juez-árbitro equilibrado. Ser neutral y hacer que se cumplan las resoluciones de la ONU y/o las normas que han sido aceptadas internacionalmente, dentro de los estados democráticos. Ni más ni menos, ni menos ni más.
Aquella Europa de las libertades, aquella Europa de la hospitalidad... con la que todos soñábamos, tiende, inequívocamente, a convertirse en una Europa de los nacionalismos intransigentes: expulsamos de nuestros países respectivos a número determinado de “desheredados de la fortuna”, para así complacer a los nativos de estos últimos. Éstos sienten satisfacción, siente, orgullo de raza, sienten que no sienten miedo. Y es que estos miedos les han sido alimentados por los Ejecutivos de turno: mala política humana, mal arte de gobernar... al sembrar xenofobia, racismo, expulsión entre personas que vienen a trabajar: me pregunto si es ésta la Europa de la generosidad. ¡Seamos generosos!, aunque la riqueza huya de nuestras manos. El pueblo español se conforma con poco: Un amor, un amigo/a, un libro...Bueno, ¡qué no nos quiten el fútbol! Es el pan nuestro de cada día. Pienso y reflexiono, ¿qué seré yo?: ¿Hombre rico, hombre pobre? ¿No será que soy un pobre hombre?
Y es que la Unión Europea debe canalizar la cultura democrática de todos los que formamos parte de ella, y conseguir respeto y comprensión para aquellos que, contra su voluntad, necesitan abandonar sus naciones de origen en busca de un nivel de vida mejor, en busca de un trabajo. León Tolstòi (1828-1910) novelista, manifestó que «la condición esencial para la felicidad del ser humano es el trabajo». Debemos comprender que los emigrantes son seres necesitados y que, una vez conseguidos los dineros necesarios, regresarán a sus países de origen, pues aman la tierra donde han nacido.
Ciertamente se suceden manifestaciones–en principio verdaderas alteraciones del orden público–, de protesta por las presuntas vulneraciones de los derechos humanos.
Vemos con mucha frecuencia, por más que ambicionemos el evitarlo, que estamos tratando a los emigrantes con cierta desidia, arrogancia y, en cierto modo, mala educación: les abrimos unas puertas y les cerramos otras. [Me viene a la memoria el insigne escritor y sacerdote Pedro Calderón de la Barca (1600-1681), quien dejó escritas -entre muchas obras–una que se conoce por el titulo de “Casa con dos puertas, mala es de guardar”.]Y existen miles de puertas en Europa que están mal abiertas y mal cerradas. Con esta manera de obrar, sin duda, estamos rompiendo los moldes del sufrimiento de muchos seres del mundo–una vez más. Y es que este canto-lamento se está convirtiendo en un sufrimiento constante y duro, se está convirtiendo en un canto-lamento de un hecho histórico.
Y no sabe que para avanzar en esta vida, en este mundo, no debemos añorar una “Edad_de_oro” pasada, pero sí tratar de crear un mundo vitalista, moral y ético (religioso, para aquellos que profesen alguna religión) que, en definitiva, nos enseñe a respetarnos, comprendernos y desearnos la paz los unos a los otros. Nunca debemos apoyar el derecho al exterminio. Dar la mano, extenderla, es construir un puente irrompible para toda la vida: la paz.
La Coruña,20 de enero de 2009 Mariano Cabrero es escritor Copyright
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por: Mariano (20/01/2009) |
Fuente/Autor:
Autoría propia/ Mariano Cabrero Bárcena |
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