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La privilegiada Naturaleza de La Sagra, en grave riesgo:

(3976)

LA CONSERVACIÓN DE LA IBA N/02 EN PELIGRO...
La conservación a largo plazo del Área Importante para las Aves (IBA N/02)de Torrejón de Velasco-secanos de Valdemoro, -único espacio natural cuyo valor ecológico es reconocido legalmente-, esta amenazada por múltitud de proyectos desarrollistas, que en las últimas décadas se han propuesto la destrucción de esta área vital para conservar la naturaleza del sur de Madrid.

En el año 2001 SEO/BirdLife catalogó una nueva Área Importante para las Aves (IBA) en el sur de la Comunidad de Madrid que denominó IBA N/02 o de “Torrejón de Velasco-secanos de Valdemoro”, la cual abarca también una pequeña parte de los términos municipales de Torrejón de la Calzada, Cubas de la Sagra y Casarrubuelos, así como el norte de los términos municipales de Illescas, Yeles, Esquivias y Seseña, en la provincia de Toledo, en total 11.000 ha.


La razón principal para dicha catalogación, fue la presencia en la zona de núcleos reproductores importantes y viables de avutarda común (Otis tarda), cernícalo primilla (Falco naumanni) y aguilucho cenizo (Circus pygargus).

Además de estas valiosas especies, habitan en esta IBA más de 50 especies de aves esteparias, entre las que destacan el sisón (Tetrax tetrax), el alcaraván (Burhinus oedicnemus), la ganga común (Pterocles alchata), la perdiz roja (Alectoris rufa), el aguilucho pálido (Circus cyaneus), el halcón peregrino (Falco peregrinus), el esmerejón (Falco columbarius), la lechuza común (Tyto alba), el búho campestre (Asio flammeus), el abejaruco común (Merops apiaster), la calandria común (Melanocorypha calandra) o la collalba rubia (Oenanthe hispanica). La grulla común (Grus grus) utiliza este espacio natural como pasillo en sus vuelos migratorios, recalando en ocasiones algunos ejemplares.

La riqueza ornitológica de esta IBA no se limita a las aves esteparias, en ella desarrollan su ciclo biológico otras muchas aves, vinculadas por ejemplo a medios palustres, las cuales se concentran en los carrizales del arroyo Guatén- el cual discurre por los términos de Torrejón de Velasco y Yeles- y en algunos humedales endorreicos glicófilos o incluso halófilos.

Destaca en estos ambientes, la presencia del aguilucho lagunero occidental (Circus aeruginosus), así como de la cigüeña blanca (Ciconia ciconia), la cigüeñuela común (Himantopus himantopus), la avefría común (Vanellus vanellus), el andarríos chico (Actitis hypoleucos), la agachadiza chica (Lymnocryptes minimus), el chorlitejo chico (Charadrius dubius), el zampullín chico (Tachybaptus ruficollis), la focha común (Fulica atra), la gallineta común (Gallinula chloropus), el ánade azulón (Anas platyrhynchos) o el carricero tordal (Acrocephalus arundinaceus), entre otras.

Los montes de utilidad pública de “Bomberos de Castilla” y “Cerro de La Mira”, poblados por cultivos de pino carrasco (Pinus halepensis) y restos de la vegetación mediterránea original, así como los más abiertos y extensos olivares y dehesas de encina de esta IBA, acogen a numerosas especies de aves forestales, aves como la paloma torcaz (Columba palumbus), la tórtola común (Streptopelia turtur), el críalo (Clamator glandarius), la oropéndola (Oriolus oriolus), el chotacabras pardo (Caprimulgus ruficollis), las currucas rabilarga (Sylvia undata), cabecinegra (Sylvia melanocephala) y carrasqueña (Sylvia cantillans), el agateador común (Certhia brachydactyla), el carbonero común (Parus major), el herrerillo común (Cyanistes caeruleus), la totovía (Lullula arborea) o el pinzón común (Fringilla coelebs), pero es la diversificada población de aves rapaces, la que otorga un valor especial a esta IBA.

En ella, podemos encontrar un total de 23 especies de aves de presa diurnas, como pueden ser el milano negro (Milvus migrans), el milano real (Milvus milvus), el azor (Accipiter gentilis), el gavilán (Accipiter nisus), el ratonero común (Buteo buteo), la culebrera europea (Circaetus gallicus), el águila calzada (Hieraaetus pennatus), el alcotán (Falco subbuteo), el cernícalo común (Falco tinnunculus), o incluso algunas de presencia esporádica como el alimoche (Neophron percnopterus) o el sorprendente ratonero moro (Buteo rufinus), (ver revista Quercus 205, pág. 43). En paso migratorio, es posible observar al abejero europeo (Pernis apivorus).

Las rapaces nocturnas cuentan en esta IBA con casi todas las especies ibéricas, a excepción de mochuelo boreal (Aegolius funereus).
Este espacio natural, es especialmente valioso para la conservación de las grandes aves de presa ibéricas, las cuales acuden a él en busca de presas, desde grandes distancias.

Así, podemos encontrar en esta IBA, rapaces como el búho real (Bubo bubo), el buitre leonado (Gyps fulvus), el buitre negro (Aegypius monachus), el águila azor-perdicera (Aquila fasciatus), el águila real (Aquila chrysaetos) o incluso el águila imperial ibérica (Aquila adalberti).

De esta manera, podemos hallar hasta 167 especies de aves entre reproductoras, invernantes, en paso migratorio o que utilizan la zona como área de alimentación.

El número de mamíferos presente en este territorio es también significativo, pudiéndose hallar hasta 24 especies, así cabe citar las 9 especies de murciélagos, como por ejemplo el murciélago grande de herradura (Rinolophus ferrumequinum), el murciélago ratonero grande (Myotis myotis), el murciélago enano (Pipistrellus pipistrellus) o el murciélago de cueva (Miniopterus schreibersi), las 5 especies de carnívoros, como pueden ser el zorro rojo (Vulpes vulpes), la comadreja (Mustela nivalis vulgaris), el turón (Mustela putorius) o la gineta (Genetta genetta), entre los roedores destaca la presencia del lirón careto (Elyomis quercinus quercinus) y el ratón moruno (Mus spretus), siendo el conejo (Oryctolagus cuniculus) y la liebre ibérica (Lepus granatensis) lagomorfos fundamentales para la conservación de las aves rapaces y mamíferos carnívoros.

Este espacio natural goza de una gran diversidad de herpetofauna, hallándose hasta 11 especies de reptiles y 7 especies de anfibios, que ocupan los diferentes hábitats de esta IBA, así se pueden citar especies como el galápago leproso (Mauremys leprosa), el eslizón tridáctilo ibérico (Chalcides striatus), la salamanquesa común (Tarentola mauritanica), la lagartija cenicienta (Psammodromus hispanicus), el lagarto ocelado (Lacerta lepida), la culebra de escalera (Rhinechis scalaris), la culebra bastarda (Malpolon monspessulanus), la culebra lisa meridional (Coronella girondica), el sapo común (Bufo bufo), el sapo de espuelas (Pelobates cultripes), el sapillo pintojo meridional (Discoglossus jeanneae) o la rana común ibérica (Rana perezi).

Yesos, calizas y margas, forman los suelos del área oriental y meridional de esta IBA. En ellos, sobreviven como reliquias de los antiguos encinares manchegos que prosperaron en la zona, diversos taxones botánicos tales como la encina (Quercus ilex ballota), la coscoja (Quercus coccifera), el espino negro (Rhamnus lycioides lycioides), el jazmín silvestre (Jasminum fruticans), la retama loca (Osyris alba), la retama común (Retama sphaerocarpa), la boja (Dorycnium pentaphyllum) y el lino blanco (Linum suffruticosum differens).

La paulatina sobreexplotación que padeció el encinar manchego durante siglos, casi lo lleva a su completa desaparición de la comarca, no estando en la actualidad a salvo del todo.

Estos taxones pueblan de forma muy dispersa la meseta oriental de esta IBA, concentrándose más en su borde occidental, es decir en las laderas del antedicho monte “Bomberos de Castilla”, donde la abrupta orografía facilitó el refugio de estas plantas leñosas.

Aun así, el primitivo paisaje forestal de la actual IBA, no estaría formado por espesuras forestales, sino por un paisaje sabanoide donde las encinas y el resto de la vegetación acompañante- más abundantes que en la actualidad- crecían diseminadas permitiendo que los rayos del sol llegasen al suelo, existiendo posiblemente áreas deforestadas donde prevalecían las estepas yesíferas.

Así lo indican los hábitos heliófilos de la mayoría de los taxones botánicos presentes en la IBA y la presencia de numerosas especies zoológicas esteparias, lo que no impediría la existencia de reductos forestales más tupidos en ciertas laderas orientadas al norte y al oeste, más húmedas.

Son pues, los espacios más o menos abiertos el hábitat que ha prevalecido durante millones años en esta zona, al menos desde el Mioceno, es decir desde el periodo terciario, hasta la actualidad.

Los diversos hábitats esteparios presentes en este espacio natural son:
La estepa cerealista es el principal ecosistema de esta IBA, al ser el de mayor extensión y en cual podemos encontrar integrados o asociados los siguientes hábitats, además de ya mencionado encinar manchego:

Las estepas yesíferas o gipsófilas acogen una de las comunidades botánicas más importantes de esta IBA, debido al elevado número de endemismos ibéricos e ibero-magrebíes presentes.

Esta comunidad botánica esta compuesta por pequeños arbustos, gramíneas (caméfitos y hemicriptófitos), y numerosas especies de líquenes terrícolas y saxícolas, que cubren los suelos y rocas, otorgando al paisaje de esta IBA de un aspecto inconfundible. Algunas plantas vasculares que caracterizan este ecosistema son, Ephedra nebrodensis, Gypsophila struthium, Centaurea hyssopifolia, Lithodora fruticosa, Thymus lacaitae, Thymus zygis, Helianthemum squamatum, Helianthemum asperum, Lepidium subulatum, Teucrium gnaphalodes, Hippocrepis commutata, Paronychia capitata, Launaea resedifolia, Chaenorhinum reyesii, Matthiola fruticulosa, Phlomis lychnitis, Arrhenatherum album, Stipa barbata, Stipa iberica, Stipa tenacissima, etc. Así mismo, forman parte de esta comunidad plantas endémicas de la península Ibérica amenazadas de extinción como Lepidium cardamines, Sisymbrium cavanillesianum y Vella pseudocytisus pseudocytisus.

Las estepas calcícolas cubren también gran parte de las altas mesetas y cerros de diversa altitud y extensión de esta IBA, compartiendo muchos taxones con las estepas gipsófilas. Pueden mencionarse algunas características como: Helichrysum stoechas, Coronilla minima lotoides, Fumana thymifolia, Thymus vulgaris, Lithodora fruticosa, Teucrium gnaphalodes, Mercurialis tomentosa, Aristolochia pistolochia, Alyssum serpyllifolium, Ecballium elaterium dioicum, Melica ciliata magnolii, Wangenheimia lima, Koeleria vallesiana castellana, la estepicursora Phlomis herba-venti , etc.

Otro de los hábitats esteparios de esta IBA, son las estepas de gramíneas y herbáceas anuales que ocupan suelos secos poco desarrollados. Aparecen en claros de matorrales y en áreas libres de pastizales permanentes, así como formando el sustrato herbáceo de los restos de encinar manchego y de majadales.

Esta comunidad botánica presenta una cobertura variable, estando compuesta por pequeñas plantas vivaces (gramíneas) y por otras de desarrollo primaveral efímero (terófitos).

Aunque a simple vista presenta un aspecto homogéneo, la riqueza florística de este tipo de formaciones es sorprendente, destacando por la abundancia de endemismos.

Podemos encontrar en estas estepas taxones como: Asterolinon linum-stellatum, Linaria glauca, Linaria spartea, Silene colorata, Silene vulgaris, Euphorbia exigua, Euphorbia serrata, Macrosyringion longiflorum, Rumex pulcher woodsii, Plantago albicans, Plantago afra, Plantago arenaria, Brachypodium distachyon, Brachypodium retusum, Bromus hordeaceus, Bromus matritensis, Bromus squarrosus, Stipa clausa, Stipa lagascae, Stipa offneri, Stipa parviflora, etc. Son de mencionar algunas especies de hábitos gipsícolas como Campanula fastigiata, Ctenopsis gypsophila, etc.

Otro de los hábitats esteparios presentes en la zona, lo constituyen las estepas halonitrófilas, compuestas por matorrales que se desarrollan en suelos básicos y/o salinos (halófilos) como margas yesíferas y en los que además los niveles de nitrógeno son elevados, a causa de alteraciones provocadas por el hombre o los animales. Ocupan áreas donde la xericidad y la continentalidad del clima favorecen su presencia, estando caracterizadas por la presencia de diversas quenopodiáceas arbustivas, destacando por la existencia de taxones de gran interés biogeográfico.

En estos secos suelos margosos, yesíferos o salinos se desarrollan matorrales nitrófilos como Salsola vermiculata y Artemisia herba-alba a las que acompañan Peganum harmala, Frankenia thymifolia, Bassia prostrata, Bassia scoparia, Atriplex patula, Atriplex prostrata, Atriplex rosea, Salsola kali, etc. y Atriplex halimus en suelos algo más húmedos.
Un hábitat estepario de especial significación son las estepas halófilas o saladares continentales, formados por comunidades botánicas precursoras, adaptadas a vivir en suelos salobres temporalmente inundados.

Las especies que pueblan estos ambientes, son por un lado, pequeñas quenopodiáceas anuales de aspecto suculento que habitan en los suelos limosos de las orillas o áreas poco profundas tras la retirada estacional de las aguas salinas de lagunas y charcas, así como por pequeñas gramíneas y otros terófitos. Son de mencionar entre los taxones presentes en este tipo de hábitat: Suaeda splendens, Salsola soda, Atriplex prostrata, Atriplex rosea, Beta maritima, Centaurium spicatum, Centaurium pulchellum, Spergularia marina, Hordeum marinum, Elymus curvifolius, Cynodon dactilon, etc.

Este hábitat esta localizado en esta IBA, en las lagunas salobres que se forman en la confluencia del arroyo del camino de Madrid con el arroyo Guatén y en sus proximidades, en el término municipal de Torrejón de Velasco, presentando esta IBA el salicornial (Salsola soda) es más extenso de la Comunidad de Madrid.

En estas lagunas salobres aparece también otro hábitat de gran valor ambiental asociado a las estepas halófilas, son los pastizales y junqueras halófilas que se desarrollan en suelos húmedos. Estas junqueras son formaciones densas que ocupan las zonas más húmedas, encharcadas gran parte del año, estando compuestas por taxones como Bolboschoenus maritimus y Juncus maritimus, mientras que en los suelos más secos predominan Juncus gerardii y Juncus acutus. Acompaña a estas junqueras Aeluropus littoralis, gramínea halófila y la alóctona Pennisetum setaceum.

Estas lagunas endorreicas presentan bellas eflorescencias salinas al desecarse en verano, en sus orillas y zonas menos profundas crece Puccinellia fasciculata otra gramínea de hábitos salobres.

Otros taxones presentes en estas lagunas salobres estacionales, son Dittrichia viscosa, Althaea officinalis e Iris spuria maritima bioindicadores de los antiguos tarayales de Tamarix canariensis que se extendían por estas lagunas. En la actualidad estos tarayales se desarrollan únicamente en el curso bajo del arroyo Guatén, así como algunos ejemplares dispersos en su curso alto, no muy alejados de estas lagunas. Su recuperación sería una tarea valiosa y sencilla.

Otro tipo de junqueras son las glicófilas o de aguas dulces. Estas junqueras aparecen en terrenos ricos en nutrientes y en los que el acuífero subterráneo no están muy lejos de la superficie, incluso aunque en el verano descienda algo la capa freática. Ocupan las riberas de arroyos, lagunas, charcas y hondonadas húmedas siendo en ocasiones muy tupidas y extensas. Entran en ocasiones en contacto con tarayales, siendo más escasa su presencia asociadas a otros árboles de ribera como álamos blancos (Populus alba), sauces (Salix sp.), etc., al ser muy escasas estas formaciones arbóreas en esta IBA.

A primera vista su aspecto puede indicarnos una aparente homogeneidad, al parecer una simple pradera siempre verde en la que los juncos crecen más o menos diseminados, pero su riqueza florística es importante. Así, estas junqueras tienen un estrato herbáceo poblado de gramíneas y otras herbáceas como Cynodon dactilon, Poa annua, Agrostis stolonifera, Mentha suaveolens, Mentha aquatica, Hypericum perforatum, Pulicaria paludosa, Picris echioides, Tetragonolobus maritimus, Galium aparine, Euphorbia peplus, Euphorbia helioscopia, etc. y un estrato de juncos compuesto fundamentalmente por Scirpoides holoschoenus al que acompaña en ocasiones Juncus inflexus, Juncus acutus, Cyperus longus y/o Carex divisa.

En las áreas pedregosas de esta IBA, con suelos incipientes donde los árboles y matorrales no tienen posibilidad prosperar, se instala un tipo de hábitat especializado, los prados basófilos de Alysso-Sedion albi. Este tipo de hábitat, se distribuye por el territorio formando mosaicos al ocupar únicamente los afloramientos rocosos puntuales. Esta compuesto por plantas precursoras, que se estructuran en un estrato de plantas crasas vivaces y un estrato inferior compuesto por pequeñas plantas anuales (terófitos) bastante diversificado. Estas anuales desarrollan su ciclo biológico completo rápidamente en primavera, aprovechando las lluvias de esta estación.

Formando parte de esta comunidad, podemos encontrar taxones como: Sedum album, Sedum gypsicola, Sedum sediforme, entre las plantas crasas y Saxifraga tridactylites, Hornungia petraea, Campanula erinus, Arenaria serpyllifolia, Linaria amethystea, Chaenorhinum rubrifolium, Alyssum simplex, Alyssum alyssoides, Alyssum granatense, Erophila verna, Cerastium pumilum, Bupleurum semicompositum, Helianthemum angustatum, Helianthemum salicifolium, Minuartia hybrida, Minuartia mediterranea, Macrosyringion longiflorum, Trisetum ovatum, etc. entre las hierbas anuales. Como en otros medios abiertos, también están presentes los taxones endémicos, así, Sedum gypsicola, Linaria amethystea, Helianthemum angustatum, Macrosyringion longiflorum, Alyssum granatense son endemismos ibero-magrebíes y Trisetum ovatum es un endemismo ibérico.

Un hábitat de gran relevancia ecológica son los cauces fluviales intermitentes. Se trata de arroyos que se desecan en verano totalmente, en ocasiones dejando pequeñas zonas encharcadas en pozas del cauce. La vegetación riparia que habita en este tipo de cauces es diversa, estando formada por un lado por prados anfibios nitrófilos sobre limos compactos. En el verano permanecen húmedos, inundándose con las crecidas.

Estos lodos no son renovados anualmente, por lo que las comunidades vegetales que en ellos se instalan son perennes. La comunidad botánica que en ellos se instala se compone de herbazales monoespecíficos de gramíneas como Paspalum dilatatum, Cynodon dactilon, así como de otras herbáceas como Echinochloa crus-galli, Cyperus fuscus, Cyperus rotundus, Cyperus longus, Ranunculus sceleratus, Polypogon viridis, Polygonum persicaria, Xanthium spinosum, Xanthium strumarium, Helianthus tuberosus, etc.

Por otro lado esta formada por fenadales de Brachypodium phoenicoides, que forman espesos herbazales en las orillas, generalmente inclinadas, además en las orillas aparecen restos de los antiguos bosques riparios de extensión variable, pudiendo encontrarse desde olmedas-alamedas de Ulmetum minoris-Populetalia albae y tarayales Tamaricetea hasta sauces (Salix atrocinerea, S. salviifolia, Salix x rubens) dispersos.

Los cauces fluviales intermitentes que encontramos en este especio natural son: El arroyo Guatén (Torrejón de Velasco y Yeles) al que vierten sus aguas los arroyos de la Peñuela y el barranco de la Fuente (Torrejón de Velasco), el arroyo de las Cárcavas, el arroyo de Bobadilla, el arroyo del Prado (Illescas y Yeles) y el arroyo de la Casa de Moratalaz Viejo, (Illescas); el arroyo de la Fuente (Seseña), vierte directamente al río Tajo.

En la actualidad, algunos de estos cauces (arroyo Guatén, arroyo de las Cárcavas o arroyo de la Fuente), han perdido esta dinámica hídrica, permaneciendo inundados todo el año, a causa de haberse transformado en cloaca de varios municipios como Parla, Torrejón de Velasco, Illescas o Seseña por los que discurren.

Quizá a consecuencia de esta transformación en cloacas, en ciertos cauces como el arroyo Guatén crecen carrizales de Phragmites australis australis que forman rodales o alineaciones más o menos extensas.

Para terminar, hay que mencionar los humedales endorreicos estacionales y los lagos eutróficos.

Los primeros son de pequeña extensión, de aguas oligótrofas o mesótrofas que se desecan al evaporarse totalmente durante el verano. Se encuentran situados en las proximidades los cauces fluviales que nacen o cruzan esta IBA, al estar vinculados a sus acuíferos. Así, encontramos la laguna del Guatén sur, la laguna del Guatén norte (casi sepultada por las obras del AVE Madrid-Levante), la laguna del Raso de la Pozuela estas dos últimas a escasos metros de esta IBA, ambas al norte de esta.

La laguna de los Moros, se encuentra situada sobre un cerro aledaño al arroyo Guatén, por lo que, desconectada del acuífero de este arroyo, se surte del agua almacenada en su acuífero colgado; quizá por esto, esta laguna es muy estacional al depender completamente de las precipitaciones.

Un humedal desaparecido es la Laguna del Canto, cuyas aguas eran vertidas a través de un regato al arroyo del Prado.

La comunidad vegetal que habita en estos humedales dependen tanto del sustrato donde se desarrolla, -siendo en este espacio natural margoso y calizo- como de la estacionalidad de cada laguna o charca.

Inundados durante la primavera, sus orillas libres de la inundación albergan una comunidad de plantas precursoras como gramíneas, Rumex crispus, Lythrum hyssopifolia, Centaurium pulchellum, Mentha suaveolens, Pulicaria paludosa, etc., así como, junqueras de Scirpoides holoschoenus, y Juncus inflexus.

Los segundos -de origen artificial en esta IBA-, conservan sus aguas eutróficas todo el año o buena parte de él. Estos humedales dependen por entero del acuífero subterráneo de los arroyos colindantes, siendo concretamente las lagunas del arenero de La Lámpara y la laguna de Casa Barrera.

La comunidad botánica de este tipo de humedales presenta una estructura muy diversa, estando condicionado el aspecto general de cada laguna por unas pocas especies de morfología determinada y característica (biotipos).

De esta forma por ejemplo, en las lagunas del arenero de La Lámpara se desarrollan bandas de vegetación en las que aparecen praderas de gramíneas en zonas secas anexas a las orillas inundadas, en las cuales crecen plantas palustres como Scirpoides holoschoenus, Phragmites australis australis, Typha latifolia o Typha dominguensis. En la lámina de agua aparece flotando el hidrófito radicante Potamogeton pectinatus, pudiendo aparecer también el hidrófito natante Lemna gibba.
Asociado a las junqueras encontramos Picris echioides, hemicriptófito bienal que busca zonas con humedad según el clima se hace más seco. En las orillas inundadas o húmedas encontramos las saucedas de Salix atrocinerea con Populus alba, que hasta hace no muchos años contaban con plántulas de Tamarix sp.

En cambio en la laguna de Casa Barrera, la lámina de agua se presenta libre de vegetación flotante, estando bordeada por un espeso carrizal con Tamarix canariensis en sus orillas este y oeste.

Por último, hay que mencionar los matorrales pre-estépicos de retamas (asociación Retamion sphaerocarpae). Propio de climas cálidos y secos, este hábitat corresponde a etapas de sustitución del encinar manchego (y a la vez de recuperación del mismo si las condiciones ecológicas son favorables), y como vegetación potencial en climas semiáridos y suelos hostiles para el encinar.

Los retamares bien conservados, pese a lo que aparentemente puede observarse a simple vista, albergan diversas especies xerófilas como Genista scorpius, Thymus zygis, Thymus vulgaris, Teucrium capitatum, Phlomis lychnitis, Phlomis herba-venti, Marrubium vulgare, Sideritis hirsuta, Allium ampeloprassum, Asparagus acutifolius y diversas gramíneas como Bromus matritensis, Bromus rubens, Bromus tectorum, Dactylis smithii hylodes, Echinaria capitata, Hordeum murinum, Aegilops geniculata, Aegilops triuncialis, Rostraria cristata, Taeniatherum caput-medusae etc.

Todos los hábitats descritos de este espacio natural, declarado Área Importante para las Aves, están catalogados como de interés comunitario por la Directiva 92/43/CEE, de 21 de mayo de 1992 relativa a la conservación de los hábitats naturales y de la fauna y flora silvestres, -más conocida como Directiva de Hábitats- , estando considerados como de interés prioritario en su conservación las estepas gipsófilas ibéricas, las zonas subestépicas de gramíneas y anuales de Thero-Brachypodietea, los prados calcáreos o basófilos de Alysso-Sedion albi y los estanques temporales mediterráneos (humedales endorreicos estacionales).

Además de estos hábitats, hay que considerar la extraordinaria variedad y riqueza botánica presente en esta IBA, con 495 taxones de los que hay que destacar los endemismos, así se han contabilizado 44 endemismos ibéricos y 22 endemismos ibero-magrebíes, así como varios con menor numero de taxones endémicos como por ejemplo los endemismos ibero-galos, con 2.

Además de los taxones presentes en la IBA, hay otros cuya presencia aunque no comprobada es probable su existencia, al existir en áreas colindantes basófilas. Estos taxones alcanzan la cifra de 199, de los que 21 son endemismos ibéricos, 8 son endemismos ibero-magrebíes y 2 son endemismos ibero-galos.

De existir todos estos taxones de probable existencia, la cifra de taxones presentes en esta IBA, alcanzaría de sorprendente cifra de 690, siendo 64 los endemismos ibéricos, 30 los endemismos ibero-magrebíes y 4 los endemismos ibero-galos.

VALORES NATURALES EN GRAVE RIESGO.
Aun así, la conservación de este espacio natural se ha visto comprometida gradualmente en las últimas décadas por prácticas productivitas y proyectos desarrollistas, que en la actualidad ponen en serio riesgo la continuidad de sus valores ecológicos.

La degradación paulatina del encinar manchego, ha motivado que en las últimas décadas se hayan promovido plantaciones de pinos con la teórica misión de corregir la erosión y mejorar el paisaje, basándose en la doctrina de que los pinos mejoran las condiciones ecológicas de los ecosistemas degradados, facilitando una posterior regeneración del bosque autóctono.
Así, las mayores elevaciones como el cerro de la Mira, en Valdemoro, el cerro de Santa Bárbara, en Esquivias o las laderas del susodicho monte de “Bomberos de Castilla”, en Torrejón de Velasco, fueron plantadas con cultivos de pinos, generalmente pino carrasco (Pinus halepensis), desnaturalizando así el paisaje, al no corresponder los pinos con la vegetación potencial de este espacio natural.

La erosión que se pretendía corregir, se agravó durante la fase de plantación, al realizarse esta mediante la apertura de terrazas en las frágiles laderas calizas.

El impacto ecológico que causó esta técnica de cultivo persiste en la actualidad, a pesar de las décadas transcurridas desde la implantación de los pinos, pudiéndose ver los suelos descarnados de las laderas sin vegetación natural que los sujete y una interminable y apretada alineación de coníferas que restan calidad al hábitat natural de numerosos taxones botánicos, la inmensa mayoría de hábitos heliófilos, que desaparecen bajo la sombra de los pinos. Además, el ph de estos suelos calizos se va acidificando por la continua caída de pinocha, lo que impide el crecimiento de estos taxones, también basófilos. El riesgo de incendio forestal de estos cultivos forestales es evidente, así como el enorme daño ecológico y social que causaría.

La supuesta regeneración natural del encinar manchego que favorecería la presencia de los pinos, es en realidad escasa o nula, teniéndose que recurrir a la plantación de estas especies para devolver el antiguo paisaje forestal de quercíneas y arbustos mediterráneos asociados que caracterizaban los montes de esta IBA.

Quizá, el único aspecto interesante de estas plantaciones de pinos, radica en constituir un refugio para ciertas aves forestales, especialmente rapaces.

En realidad, estos cultivos forestales de pinos son para ellas únicamente un socorrido sustituto de los árboles del encinar manchego bien conservado, que de estar presente en toda su pujanza serían más aptos para estas aves, al constituir este tipo de bosque el hábitat originario de estas especies.
“Corregir la erosión y mejorar el paisaje” no ha sido el único pretexto utilizado para plantar estos cultivos de pinos, crear refugios para fauna con fines cinegéticos (Seseña) y para ”regenerar” canteras abandonadas (Esquivias), han sido otros argumentos que han favorecido su presencia; aunque resulta obvio que la fauna cinegética no es propensa a usarlos habitualmente como refugio, ante la falta de sustrato arbustivo donde refugiarse.

Otra actividad productivista presente en este espacio natural es la extractiva, en concreto la realizada por las empresas TOLSA y BENTONITAS ESPECIALES S.A. en las numerosas canteras de caliza y yeso, que desde hace décadas se encuentran concentradas en la alta meseta oriental de la IBA.

Aunque presentes en los municipios de Valdemoro, Torrejón de Velasco, Seseña y Esquivias, es en este último municipio donde se concentran el grueso de las explotaciones, presentando el paisaje un aspecto lamentable, más parecido a un paisaje lunar que aun ecosistema terrestre de alto valor natural. Ello es debido a la continua explotación de las canteras y a la generalmente nula restauración paisajística que estas empresas realizan, o cuando la llevan a cabo es a base de plantar pinos alineados, lo que impide una verdadera restauración del paisaje original. ¿No sería más lógico plantar matorrales y árboles autóctonos de esta zona, en vez de pinos que nunca han existido aquí?.

Estas empresas, una vez terminado el permiso de explotación que tenían concedido, solicitan su renovación por otros 30 años más con el propósito de abrir una nueva cantera, no satisfechas del lucro conseguido sobreexplotando la naturaleza de esta privilegiada zona. De seguir indefinidamente esta dinámica, toda la zona se transformará en un paisaje lunar o en un macro-cultivo de pinos sin valor ecológico.
Es por ello, el momento de que estas empresas tan dañinas para la conservación de los suelos, la flora, la fauna y el paisaje dejen de una vez por todas de explotar este singular espacio natural, lo restauraren adecuadamente y permitan vivir en paz a la flora, a la fauna y a las gentes de estos municipios.

En cuanto a los proyectos desarrollistas, el primer intento se efectuó en el año 2000, cuando la empresa CARTAMB, S.L., proyectó la instalación de una planta de tratamiento de residuos tóxicos y peligrosos en el municipio de Torrejón de Velasco, concretamente en la falda este del cerro de los Batallones. Dichos residuos se pensaban tratar por medios químicos y otros materiales tóxicos, por lo que se temía que se produciesen emisiones contaminantes y de gases al entorno, afectando gravemente al desarrollo local, económico y urbanístico de los municipios colindantes, y en segundo lugar a la pureza de las aguas, el aire y el suelo, así como supondrían la destrucción del hábitat de aves esteparias protegidas y de importantes yacimientos paleontológicos.

Precisamente con el fin de que esta empresa no impidiese con su actividad el desarrollo de los municipios afectados, los municipios del entorno se opusieron vehementemente contra dicha planta, por lo que el proyecto fue descartado.

También en el año 2000, fue instalado de forma clandestina un vertedero de neumáticos de unas 3 ha., en el borde sureste de la IBA, ocupando las laderas más meridionales de los Cerros de Espartinas o de La Mira, pertenecientes al término municipal de Valdemoro, aunque gradualmente se extiende ladera abajo, hasta alcanzar las 9’9 ha. ocupando terrenos del municipio toledano de Seseña.

El 21 enero de 2002 la empresa DISFILT, S. A., de Seseña solicita autorización para realizar actividades de gestión de residuos no peligrosos.
Poco después, El 11 de febrero de 2002, de iniciarse el procedimiento de evaluación de impacto ambiental, la Consejería de Medio Ambiente y Desarrollo Rural de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, y el SEPRONA comprueban que esta empresa estaba ejerciendo la actividad de almacenamiento de neumáticos sin la autorización ambiental correspondiente por lo que la Delegación Provincial de Agricultura y Medio Ambiente inicia el expediente sancionador, suspendiendo la actividad como medida complementaria.

El 19 abril de 2002, el Ayuntamiento de Seseña otorga a DISFILT, S. A., licencia municipal para vallar las parcelas 44 y 45 del polígono 3 del municipio.

El 14 de mayo de 2002 la empresa es denunciada por infringir la Ley 5/1999 de Evaluación de Impacto Ambiental de Castilla La Mancha, por efectuar actividad sin Declaración Ambiental.

El 12 julio de 2002, se inicia el procedimiento sancionador por incumplimiento muy grave de la Ley 5/1999, de Evaluación de Impacto Ambiental. El 23 septiembre de 2002, se publica en el Diario Oficial de Castilla La Mancha la Declaración de Impacto Ambiental de la planta de recuperación de neumáticos.

El 28 de abril de 2003 el Ayuntamiento de Seseña otorga licencia municipal de la actividad para el reciclado de neumáticos.

A partir de esta fecha, la empresa es de nuevo sancionada a consecuencia de aumentar ilegalmente el acumulo de neumáticos y por no cumplir las medidas establecidas en la Declaración de Impacto Ambiental.

El acumulo continuado de neumáticos, a pesar de las sanciones, provoca que DISFILT, S. A., se denunciada en el Juzgado de Instrucción nº 1 de Illescas, por un delito contra el Medio Ambiente y de desobediencia, solicitándose además la suspensión de la actividad y la retirada de los neumáticos depositados a plantas autorizadas para su eliminación y tratamiento.

El BOE del 3 de Enero de 2006, se publica el Real Decreto 1619/2005, de 30 de Diciembre, sobre la gestión de neumáticos fuera de uso. La disposición transitoria única del Real Decreto, establece que los poseedores de neumáticos fuera de uso generados con anterioridad a la fecha de entrada en vigor de la normativa deberán adoptar por sí mismas, las medidas necesarias para garantizar su correcta gestión ambiental, así mismo el articulo 43, estipula que los productores de neumáticos deberán cumplir las obligaciones establecidas en este articulo, bien realizando directamente la gestión de los neumáticos fuera de uso derivados de los neumáticos que haya puesto en el mercado nacional de reposición, o entregándolos a gestores autorizados, bien participando en un sistema integrado de gestión, bien contribuyendo económicamente a los sistemas públicos de gestión, en medida tal que cubran los costes atribuibles de los mismos.

El 4 de abril de 2006, la Dirección General de Planificación y Gestión Ambiental se dirige a la empresa para que proceda a dar cuenta a esta Administración de las actuaciones de retirada de neumáticos desde el Auto del Juzgado de Illescas por el cual se suspende la actividad y se exige la retirada de los neumáticos acumulados.

El 4 de mayo de 2006 el juez instructor del Juzgado nº 1 de Illescas emite nuevo Auto por el cual notifica a la empresa que “a la vista de las alegaciones efectuadas por las partes se considera necesario que aunque se mantiene la suspensión de la actividad de la empresa, la misma pueda realizar los actos indispensables para disminuir el riesgo creado con su actividad y adaptarse a la normativa medioambiental. Por ello, la parte imputada únicamente podrá realizar actos tendentes a la eliminación de las ruedas acumuladas para evitar el riesgo contra la salud y el medio ambiente que las mismas están causando, notificando a este Juzgado de manera continua e inmediata de todas las actuaciones de la empresa con este fin.”

En la actualidad la actividad de esta empresa sigue suspendida, habiéndose retirado durante los meses Marzo, Abril y Mayo de 2006, 225.000 Kg. de neumáticos según información documental disponible en la Consejería de Medio Ambiente y Desarrollo Rural, aunque las 9,9 hectáreas de superficie que ocupa este vertedero de neumáticos no ha variado, algo que no es de extrañar, pues a lo largo de la última década hasta 12.000 kilos de ruedas se han vertido a diario procedentes de los talleres de coches, acumulando así la increíble cifra de 30 millones de kilos de neumáticos.

El impacto de ambiental que esta actividad privada ha causado o podría haber causado en esta IBA, es muy difícil de valorar.

Hay que tener en cuenta, por ejemplo, la ocupación de casi 10 ha. de terreno sustraído a la fauna y a la flora silvestres, el insoportable olor a caucho que se respira a varios cientos de metros del vertedero, la contaminación ambiental provocada por el triturado de los neumáticos, hasta transformarlos en un polvo tóxico muy fino, que el viento disemina a largas distancias y el riesgo innegable de incendio, que causaría un grave daño ecológico al destruir numerosas hectáreas de valiosos hábitats protegidos en esta IBA, así como una importante contaminación atmosférica.
Junto a este vertedero de neumáticos, se encuentra la Radial 4, autopista de peaje que parte de la M-50 y llega hasta el municipio toledano de Ocaña, donde enlaza con la A-4, con un recorrido total de 97,2 Km.
Inaugurada el 7 de abril de 2004 , atraviesa la IBA por su extremo este durante 9’40 Km.

Dicha Radial se proyectó con el propósito de disminuir la saturación de las autovías que parten de Madrid, sin tener suficientemente en cuenta el daño ecológico que causaría este trazado en dicha IBA, especialmente en las poblaciones de aves esteparias, como la avutarda o el sisón.
Paradójicamente, en el V Congreso Nacional de la Ingeniería Civil, la organización premia esta obra por ser “el contrato de obra civil más importante adjudicado en España a un único contratista", destaca la prioridad concedida a los aspectos de seguridad y protección al medio ambiente, pues en la realización del trazado de la autopista se ha puesto especial cuidado en no dañar el Parque Regional del Sureste, pero lo que no dicen es que la pretendida “protección al medio ambiente” que se perseguía con este trazado no es tan real como aseguran, al haber afectado gravemente a la conservación de las aves de esta IBA, ya existente cuando se proyectó la autopista.

En la actualidad, después de 5 años de funcionamiento, no alcanza la frecuencia de tráfico esperada, por lo que la radial no es rentable para la empresa Cintra, concesionaria de la autopista.

Para aumentar el impacto ambiental del vertedero de neumáticos y de la Radial 4, desde 2006 y anexa a esta se levanta en el término de Seseña la macro-urbanización, “Residencial Francisco Hernando”, conocida popularmente por “El Quiñón” o la urbanización del “Pocero”, de la constructora ONDE 2000 S.L.

Esta urbanización es una de las mayores urbanizaciones de España con 13.508 viviendas en 280 bloques de 10 plantas, contempla un estadio, campos de fútbol, fuentes, piscinas, un parque bautizado con el nombre de la mujer de promotor, Francisco Hernando, “El Pocero” y un lago artificial con embarcadero. Para ello, fue necesaria la recalificación de 1.833.147 metros² de suelo rústico en urbanizable.

Así, el 19 de noviembre de 2002 se presentó el PAU de “El Quiñón” en el Ayuntamiento de Seseña, que fue aprobado en el último pleno del mandato el 25 de mayo de 2003, por la corporación socialista presidida por el alcalde José Luís Martín y anteriormente por la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, el 8 de mayo de 2003.

La Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, presidida por entonces por José Bono, facilitó a Francisco Hernando, los trámites del PAU de El Quiñón según consta en la denuncia presentada ante la Fiscalía Anticorrupción. Todo ello, en una zona carente de recursos hídricos que deben ser traídos del exterior de la comarca, lo que ha sido denunciado en numerosas ocasiones. Por esto, “el Pocero”, ha sido denunciado por el Canal de Isabel II por robo de agua en Aranjuez.

El recién nombrado alcalde de Seseña, Manuel Fuentes, se opuso férreamente a su construcción, debido a que esta descomunal urbanización no tenía aprobada suministro de agua y electricidad, y denunció una red de corrupción urbanística con un "pelotazo" de 800 millones: “Paco, el Pocero” está logrando un negocio sin precedentes en España con presiones a políticos y funcionarios a sueldo”.

Además de duplicar la población de Seseña, del gasto innecesario de agua, los daños ecológicos causados a esta IBA, han sido importantes como cabía esperar, ya que por ejemplo, se tendrá que instalar un nuevo tendido eléctrico para abastecer de electricidad a esta innecesaria urbanización, que pondrá en riesgo a las aves de la zona, el cual afectará además a la calidad estética de la zona.

De hecho esta urbanización, ha ocupado el territorio de aves esteparias tan amenazadas como la avutarda o el sisón, causando la extinción de un lek reproductor de avutardas y de diversas parejas de sisones. Por no hablar de otras muchas especies de fauna y flora silvestres.

Pero el Quiñón no es la única urbanización que se ha construido en la IBA en los últimos años, también en el municipio de Seseña se encuentra la urbanización Ciudad Torrecastillo, con un total 342 chalets y 24’34 ha. de extensión, a las que hay que sumar las 41 ha. del crecimiento del casco urbano de Seseña hacia el noreste, así como el nuevo polígono industrial de San Isidro de 29’25 ha., en total 94,59 ha. de extensión que se han restado a la IBA.

Otra localidad que desea aumentar su superficie urbana es el municipio de Torrejón de Velasco. Así, el planteamiento urbano actual cataloga como suelo urbano todos los terrenos rústicos colindantes con el casco urbano actual, catalogando como urbanizable dos enormes áreas esteparias, una al sur y otra mayor al norte de dicha ampliación del suelo urbano. Estos crecimientos urbanos desproporcionados, se realizarían sacrificando un hábitat estepario de enorme valor ecológico, no limitándose al área catalogada como IBA, sino también ocupando terrenos situados al norte del casco urbano de reconocido valor para las aves esteparias.

En 2006, la Consejería de Medio Ambiente y Desarrollo Rural, otorgó Autorización Ambiental Integrada (AAI) y la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) positiva a la cementera de la multinacional Holcim, ubicada en la vecina localidad de Yeles, con el fin de que la misma incinere 35.000 toneladas al año de residuos industriales (neumáticos, plásticos, lodos, harinas, disolventes, pinturas, aceites).

La Plataforma Ciudadana Toledo Aire Limpio recurrió esta autorización de la Consejería de Medio Ambiente y Desarrollo Rural, ya que esta autorización supone un “aumento de riesgos para la salud de la población y el medio natural de la comarca de La Sagra”;

Según esta Plataforma refiriéndose a la mencionada Consejería: “ni siquiera se detienen a analizar las razones que se explicitan en las alegaciones que hasta diecinueve organizaciones han presentado, además de las mociones aprobadas por muchos ayuntamientos de Madrid y Toledo y el rechazo del Pleno de la Mancomunidad de la Sagra Alta”, añadiendo que la Consejería de Medio Ambiente y Desarrollo Rural “desprecia estas razones y se alinea claramente con los intereses de las grandes empresas, aquellas que precisamente están demostrando que son las que más contaminan y perjudican la salud de los ciudadanos”, algo que ocurre también con demasiada frecuencia en la Comunidad de Madrid, siendo el mejor ejemplo la concentración de proyectos que se da en esta IBA, a pesar de las numerosas alegaciones y actos celebrados con el fin de conservar sus valores naturales y la salud de los ciudadanos que viven en su interior o en poblaciones colindantes.

Otro proyecto desarrollista que ha causado un grave impacto ambiental es el paso del AVE Madrid-Levante a través de esta IBA.

El 20 de abril de 2007, el Consejo de Ministros autorizó al Ministerio de Fomento la licitación de las obras de construcción del tramo entre Torrejón de Velasco y Seseña, perteneciente al subtramo Madrid-Cuenca, de la línea del tren alta velocidad Madrid-Castilla–La Mancha-Comunidad Valenciana-Región de Murcia.

A los pocos días el Consejo de Administración de Adif (Administrador de Infraestructuras Ferroviarias) aprobó la licitación de las obra con un presupuesto de 110.337.880 euros, desarrollándose durante 24 meses. Este tramo incluye un paso de adelantamiento y estacionamiento de trenes (PAET) en Valdemoro, de 2.240 metros, el cual tendrá una gran repercusión en la naturaleza esteparia de la zona.

El estudio de impacto ambiental consideraba seis posibles trazados, de los que fue elegida “solución A por el sur de Aranjuez”, precisamente el mayor impacto ambiental.

Este trazado que parte de Torrejón de Velasco dirigiéndose a Seseña, se separa del trazado de AVE Madrid-Sevilla al alcanzar las riberas del arroyo Guatén a la altura de la actual M-404, para posteriormente atravesar un valioso valle cerealista y olivarero perforando a continuación las laderas del monte de uso público “Bomberos de Castilla” cruzando la alta meseta oriental de la IBA.

Los daños ecológicos que este proyecto elitista ha causado han sido enormes. Nada más separarse del trazado del AVE Madrid-Sevilla tanto un valioso humedal como carrizales del arroyo Guatén has sido sepultados, la ladera afectada por el trazado, ha visto desaparecer su singular flora calcícola, incluidas encinas y coscojas así como los pinos carrascos plantados; la vegetación presente en las inmediaciones de la trinchera ha sido sepultada por los escombros sobrantes de esta descomunal obra. El perfil de estos cerros ha sido desdibujado, lo que ha afectado a su calidad estética.

Para facilitar el paso de la maquinaria pesada, no se dudó en abrir nuevos caminos de gran anchura, que degradaron de forma evidente el entorno, siendo incluso utilizada una significativa vía pecuaria como la Cañada Real Galiana, sin ningún tipo de reparo.

El efecto barrera que causará este trazado del AVE, aislará poblaciones enteras de numerosas especies de mamíferos y reptiles a pesar de haber sido instalados “pasos de fauna”. Estos, estrechos, largos y oscuros desconciertan a la fauna que prescinde de ellos, máxime con el paso súbito y vertiginoso del AVE, los animales entonces los rehuirán aterrados.

Las aves tampoco podrán transitar libremente por esta zona, como antes lo hacían, estando en permanente riesgo de ser atropelladas por el AVE o de colisionar con los numerosos cables eléctricos del AVE o asociados a él.

A pesar de que el estudio de impacto ambiental dice “no se realizarán despejes, desbroces, voladuras, movimientos de tierra ni otras actividades generadoras de ruido durante el período comprendido entre marzo y mediados de junio…”, las actividades continuaron durante todo este periodo, causando la extinción local de uno de los núcleos de avutardas de la IBA, el más numeroso.

La Unión Europea responsable de la conservación de esta IBA, otorgó financiación a este proyecto elitista, con cargo al Fondo de Cohesión, Fondo Europeo de Desarrollo Regional y Red Transeuropea de Transporte, durante el periodo 2000-2006, volviendo a subvencionar durante el periodo 2007-2013, con cargo al Fondo de Cohesión y Fondo Europeo de Desarrollo Regional, con el propósito de “favorecer el desarrollo y la vertebración territorial a través del ferrocarril, y contribuir a reducir las disparidades sociales y económicas entre los ciudadanos de la Unión”. ¿Con un tren para privilegiados?.
De haber seguido paralelo el AVE Madrid-Levante al actual trazado del AVE Madrid-Sevilla, hasta la localidad toledana de Villaseca de la Sagra se hubiesen evitado todos los atentados ecológicos cometidos en este espacio natural, todos ellos causados por el bienestar de cuatro privilegiados que no pueden llegar con un retraso de 5 minutos a Murcia.

Pero las obras del AVE Madrid-Levante no terminan con este trazado, por un lado ADIF tiene proyectado la unión del trazado comentado del AVE Madrid-Levante con el actual trazadoAVE Madrid-Sevilla, para lo cual pretende construir un by pass que arrasará numerosos olivares centenarios y su flora y fauna asociadas, fomentando aun más el aislamiento de numerosas especies de vertebrados.

Este by pass discurrirá a ambos lados del arroyo Guatén, en las cercanías del límite provincial entre Torrejón de Velasco y Yeles. Con ello, se destruirá no solo el paisaje de esta zona, sino sobre todo la ecología del arroyo Guatén que quedará encajonado entre el by pass y el AVE Madrid-Sevilla, viéndose también afectado el tramo de la Cañada Real Galiana que por aquí discurre.

Para terminar con el AVE Madrid-Levante, hay que señalar el proyecto de doble vía entre las estaciones de Madrid Puerta de Atocha y Torrejón de Velasco, para lo cual entre otros impactos ecológicos, se prevé el desvió permanente del arroyo Guatén en el kilómetro 4’200. ¡Todo por el AVE!.
Asociada a este último proyecto, se han iniciado las obras de una subcentral eléctrica sin el necesario estudio de impacto ambiental, de promotor anónimo (Adif o R.E.E.), en la inmediaciones del arroyo Guatén, colindante con el inicio del trazado del AVE Madrid-Levante.

Esta subcentral eléctrica suministrará energía al referido AVE Madrid-Levante, así como a diversas y distantes localidades y a imposibles desarrollos urbanísticos futuros, contempla la instalación de cinco líneas de alta tensión de una longitud total de entre 15 y 25 km.

Estas líneas de alta tensión que parten en dirección noreste y suroeste, constituyen una verdadera amenaza para las aves de esta IBA, así como para otras poblaciones colindantes, como la existente en los Estrágales de Pinto, como reconoce en el estudio comprensivo del proyecto de subestación ecléctica y líneas de E/S de Torrejón de Velasco (Madrid), de R.E.E.

De esta forma, grandes y medianas aves de presa -como águila imperial ibérica (Aquila adalberti), el águila real (Aquila chrysaetos), el águila-azor perdicera (Aquila fasciatus), la culebrera europea (Circaetus gallicus), el águila calzada (Hieraaetus pennatus), el buitre leonado (Gyps fulvus), el buitre negro (Aegypius monachus), el ratonero común (Buteo buteo) los milanos negro y real (Milvus migrans y M. milvus), los aguiluchos cenizo, pálido y lagunero occidental (Circus pygargus, C. cyaneus y C. aeruginosus), el búho real (Bubo bubo), y otras aves de gran tamaño como la cigüeña blanca (Ciconia ciconia), la garza real (Ardea cinerea), las grullas (Grus grus) en migración, el alcaraván (Burhinus oedicnemus), el sisón (Tetrax tetrax), pero especialmente la avutarda común (Otis tarda), se verían muy afectados por estos tendidos eléctricos de alta tensión.

Es por ello, de enorme importancia la supresión de estos tendidos, al menos de los más conflictivos como los que discurrirían en orientación suroeste y los que por el noreste se dirigen a Los Estrágales de Pinto. Así, tras varias reuniones entre dirigentes ecologistas y Red Eléctrica de España (REE), todo parece indicar que al menos los tendidos eléctricos que se pretendían instalar con orientación suroeste, no se construirán.

La importancia de que estos tendidos eléctricos de orientación suroeste no se sitúen aquí, radica en que estarían emplazados en plena área avutardera, con lo que la última población de avutardas viable del sur madrileño –extintas la población oriental de la IBA, por las obras del AVE- correría serio peligro de extinción, al colisionar la aves con los tendidos.

La proliferación de tendidos eléctricos es una amenaza real, y con ellos el riesgo de colisión para las aves de la IBA, especialmente para las avutardas, que se hace cada día más factible debido a la proliferación de proyectos que padece este espacio natural.

La amenaza de colisión para las avutardas es tan real, que ya en el 12 de mayo de 1.999 se localizó un macho de avutarda muerto al colisionar con el tendido de alta tensión paralelo al camino Esquivias-Seseña, habiéndose registrado por esas fechas otra avutarda muerta colisionada en un paraje de Seseña conocido como “El Plantío”.

Pero, no solo la proliferación de tendidos eléctricos amenaza a esta población de avutardas, en los últimos años se ha detectado la caza furtiva de avutardas, al haberse localizado cuatro ejemplares decapitados. Es muy posible que estos actos de furtivismos no sean hechos puntuales, sino actos previamente planeados por faunicidas adinerados, que desean conseguir trofeos ilegales de avutarda, algo relativamente fácil dada la falta de protección real de esta IBA.

Otras especies, como el sisón, el cernícalo común, etc. también son victimas en ocasiones de matarifes sin escrúpulos, aunque estos no persiguen un propósito puramente coleccionista, sino disparar a todo lo que se mueva.

Dentro del Plan de Carreteras de la Comunidad de Madrid 2007-2011 y concretamente en el proyecto denominado Red Sur, la Comunidad de Madrid promovió el proyecto de duplicación de las carreteras M-600 y M-404 transformándolas en autorías, con el fin último de transformarlas en un nuevo anillo de comunicación que conecte el sur y oeste de la región, creando así la futura M-55 o quizá la M-60. La duplicación M-404 entre Serranillos del Valle y Ciempozuelos, enlazaría además con la A-4 y la A-42.
Mediante la Resolución de 12 de septiembre de 2005 se presentó a información pública el Estudio de Viabilidad de la “Duplicación de calzada de la carretera M-404 entre la M-407 y la M-307”, con posterioridad a esta Resolución, se presentó a información pública el anteproyecto de construcción y explotación de la “Duplicación de calzada de la M-404 entre la M-407 y la M-307”, mediante la Resolución de 14 de julio de 2006, afectando a los términos municipales de Serranillos del Valle, Griñón, Cubas de la Sagra, Torrejón de la Calzada, Torrejón de Velasco, Valdemoro y Ciempozuelos.

A raíz del E.I.A. que se inicia posteriormente, se proponen tres trazados alternativos, decantándose la Dirección General de Medio Natural de la Consejería de Medio Ambiente de la Comunidad de Madrid, por el trazado que se aproxima a la actual M-404 por el norte del término de Torrejón de Velasco, para posteriormente duplicar la anchura del actual trazado en gran parte de su recorrido, para al llegar al término de Ciempozuelos rodear este por el sur, con el propósito de no dañar la IBA ni al Valle del Arroyo de la Cañada, al formar este parte del Parque Regional del Sureste.

El 7 de junio de 2006, se promulga la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) con la Resolución 1299/2006, (expediente 88/04).
Posteriormente de haber aprobado la DIA y de redactar el Anteproyecto de duplicación de calzada de la M-404 entre la M-407 y la M-307, la Consejería de Transportes realiza pequeñas modificaciones del trazado con el propósito de no afectar a distintos yacimientos arqueológicos y paleontológicos.

Incomprensiblemente y sin justificación alguna, pocos meses después de haber elegido este trazado, la Dirección General de Medio Natural cambia de opinión eligiendo un nuevo trazado por el sur de Torrejón de Velasco y por el Valle del Arroyo de la Cañada, a pesar de ser consciente del alto valor ecológico de ambos espacios naturales y de la grave afección que causa a numerosas especies amenazadas de fauna y flora silvestres, sin dar una explicación razonable.

En septiembre de 2008, la presidenta de la Comunidad de Madrid coloca la primera piedra de la futura autovía M-404. Pocos meses después se inician las expropiaciones forzosas, y el marcaje del trazado de la autovía.

Las asociaciones ecologistas de la Sagra madrileña, inician una contundente campaña para rectificar el dañino trazado. Así, se publican notas de prensa informando a la población, se recogen firmas pidiendo la rectificación del trazado, se presentan sugerencias y alegaciones al proyecto, se solicita y se realiza una reunión con responsables de la Dirección General de Evaluación de Impacto Ambiental de la Consejería de Medio Ambiente de la Comunidad de Madrid, Ecologistas en Acción de Madrid interpone un Recurso Administrativo contra el trazado.

A petición del Colectivo Espartal-Ecologistas en Acción de Valdemoro, se presenta una pregunta al Parlamento Europeo, por parte del grupo Los Verdes-Alianza Libre Europea, sobre el proyecto de nueva autovía M-404 aprobada por la Consejería de Transportes e Infraestructuras de la Comunidad de Madrid, al afectar tanto al Parque Regional del Sureste (Valle de Arroyo de la Cañada) como a la IBA N/02, que vulnera la Directivas Aves y de Hábitats, vulnerando posiblemente asimismo, la Directiva 2001/42/CE sobre evaluación de determinados planes y programas, ya que dicha carretera no figura en el plan de carreteras vigente hasta ahora, además de que el plan 2007-2011 de la Comunidad de Madrid no ha sido sometido a evaluación ambiental.

Paralelamente y a instancias también del Colectivo El Espartal-Ecologistas en Acción de Valdemoro, Izquierda Unida de Valdemoro presenta una moción en el pleno municipal solicitando a la Comunidad de Madrid la paralización del proyecto de duplicación de la M-404, en el tramo Valdemoro-Ciempozuelos por dañar gravemente el Valle del Arroyo de la Cañada, aprobándose la misma.

A raíz de la pregunta formulada a la Comisión Europea, esta solicita información del proyecto a la Comunidad de Madrid.

Toda esta actividad ecologista en contra del dicho trazado, ha obligado a la Comunidad de Madrid a realizar un nuevo Estudio de Impacto Ambiental (E.I.A.), sin el cual no es posible la ejecución de la autovía, ya que las conclusiones y recomendaciones del anterior E.I.A. realizado en 2006, han prescrito al tener una validez legal de dos años, aunque la Comunidad de Madrid pretendiera pasarlo por alto. Así, se ha iniciado el plazo de presentación de alegaciones al nuevo E.I.A., no contemplándose por el momento la modificación de este perjudicial trazado.

Otra amenaza que se cierne sobre esta IBA, es paradójicamente el cierre del coto de caza del municipio de Torrejón de Velasco, ya que los agricultores de este municipio consideran como un grave problema para la agricultura la “excesiva” población de conejos, a la que acusan de arrasar sus cultivos.

Consideran que si esta población no es eliminada por los “cazadores”, se producirá una catástrofe agrícola sin precedentes en el termino municipal, no comprendiendo que sería más grave la catástrofe ecológica que causarían, ya que esta población de lagomorfos sustenta a numerosas especies de depredadores, como el águila imperial ibérica, el buitre negro, el búho real, el zorro, el turón, etc., que desaparecerían con los conejos, siendo ellos los verdaderos controladores de la pretendida plaga de conejos y no los “cazadores”.

Otro problema que en los últimos años esta padeciendo esta IBA, es el vertido en los campos de cultivo de lodos de depuradora con el pretendido propósito de fertilizarlos, cuando estos lodos están cargados de metales pesados y otros contaminantes que se incorporan a la cadena trófica, envenenando los cereales cultivados y con ellos gradualmente a la fauna de la zona y al hombre.

La inexorable exigencia productivista de la civilización consumista, no duda en fertilizar la tierra con sus residuos contaminantes, aunque esto envenene a toda la cadena trófica, incluido el propio hombre, creyendo que así se deshace de sus desechos; pura apariencia.

No menos preocupante, es la proliferación de quads y motos de cross en la IBA, ya que estos producen serías molestias a la fauna silvestre, causando molestias inaceptables a especies muy sensibles al tráfico rodado y al estruendo que estos vehículos producen. Especies como la avutarda, el sisón u otras aves esteparias se ven muy afectadas por esta actividad, afectándoles gravemente en su ciclo reproductivo.

Aunque no ubicados en el interior de la IBA, otros proyectos amenazan a la naturaleza de La Sagra, proyectos como el Espacio del Motor, con el que se pretende construir un circuito de alta velocidad para la celebración de carreras de formula 1, al que acompañaría toda una industria dedicada al mundo del motor.

Este proyecto, se desarrollaría en el vecino municipio de Pinto, concretamente en el valioso paraje de Los Estrágales, espacio natural que alberga numerosas especies de aves acuáticas y esteparias, entre las que destaca la población más densa y productiva de aguilucho cenizo de la Comunidad de Madrid y numerosos endemismos vegetales.

Colindante con este proyecto y asociado a él, se pretende construir un descomunal parque tecnológico de 800 ha. al noreste del término municipal de Torrejón de Velasco, para la fabricación de piezas y otros objetos relacionado con el mundo del motor que el antedicho proyecto necesite.

Para ultimar la destrucción del paraje de Los Estrágales, entre estos dos proyectos desarrollistas, se prevé la construcción de la prolongación de la autovía autonómica M-410, hasta Valdemoro en su enlace con la A-4. Esta autovía conecta en la actualidad las localidades de Arroyomolinos en su enlace con la R-5 en el punto kilométrico 19 y Parla en su enlace con la A-42.

No muy lejos del valioso paraje de Los Estrágales, se encuentran dos espacios naturales de indudable valor ecológico que se pretenden transformar en parques urbanos, con la excusa de la conservación de la naturaleza, aunque ello conlleve la desaparición de toda la fauna y la flora autóctona que sustentan.

Estos parajes ubicados en el término municipal de Parla, son el cerro de La Cantueña al norte del municipio y el arroyo Humanejos y sus afluentes al sur del mismo. Para la transformación en parque urbano del arroyo Humanejos y sus afluentes, se esta realizando los trabajos de encauzamiento del cauce que lo harán desaparecer sin el estudio de impacto ambiental correspondiente.

La conservación de esta IBA, es un ejemplo evidente del "aprecio" e "identificación" que la clase política y los grandes empresarios sienten por la naturaleza ibérica y en concreto con los paisajes esteparios.

En vez de interesarse decididamente por su adecuada conservación, centran todos sus proyectos desarrollistas en los cada vez más escasos espacios naturales del sur de Madrid, aunque sus valores naturales estén plenamente reconocidos, incluso a nivel europeo.

Declarar espacios protegidos, empezando por esta IBA N/02, sería un paso muy necesario e imprescindible para garantizar la continuidad de las últimas avutardas del sur madrileño, y del resto de la fauna y flora de la comarca de La Sagra. Todos saldríamos beneficiados, porque solo la conservación de la naturaleza será garantía de continuidad, algo que todos los proyectos desarrollistas juntos no pueden garantizar.

“Para él una parte de la Tierra es igual a otra, pues él es un extraño que llega de noche y se apodera en la Tierra de lo que necesita”;…“Lo que les suceda a los animales, luego, también les sucede a los hombres. Todas las cosas están estrechamente unidas”;…“Lo que le acarece a la Tierra, les acarece también a los hijos de la Tierra".

Cuando los hombres escupen a la Tierra, se están escupiendo a sí mismos. Pues nosotros sabemos que la Tierra no pertenece a los hombres, que el hombre pertenece a la Tierra”;…El hombre no creó el tejido de la vida, sólo es una hilacha. Lo que hagáis a este tejido, os lo hacéis a vosotros mismos”.

(Párrafos del Mensaje del Gran Jefe Seattle al Presidente de los Estados Unidos de América en el año 1855). Este mensaje aun esta vigente.


* Si deseas conocer esta IBA del sur de la Comunidad de Madrid puedes contractar con ARBA-Madrid Sur, los miércoles de 20 a 21 horas en el teléfono 91.479.65.93.
* Asóciate a ARBA-Madrid Sur (Enlace...)
arbamadridsur@hotmail.com

* A toda la información alojada por Arba, en Ibérica 2000... (A numerosos enlaces...)

Insertado por: Manuel Gómez Gajete (07/04/2009)
Fuente/Autor: ARBA - Madrid Sur.
 

          


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