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-Se llamaba Hugo Chávez, y en el momento de escribir este artículo, están preparando su capilla ardiente. También le están llorando millones de personas. Y otras tantas le han odiado siempre. Quizá ocurrió lo mismo con el “padrecito” Stalin en Rusia.
Sin tratar de hacer comparaciones, lo cierto es que ambos quedan en la historia de la Humanidad por haber hecho algo grande por y para el pueblo. Y hay que admitir que en ciertas ocasiones han podido hacer algo terrible... Todas las revoluciones producen un gran número de víctimas –inocentes o no- y la Revolución Bolivariana de Chávez no se habrá quedado atrás.

En la interminable guerra entre izquierdas y derechas aún está por ver quién ganará. Chávez ha tenido la osadía de enfrentarse a Estados Unidos calificándolo como el imperio del mal, y si tenemos en cuenta que fueron ellos los que lanzaron las primeras bombas atómicas, matando a millares de personas inocentes, creemos que el calificativo no puede ser más acertado. Sin embargo, el pueblo estadounidense no es culpable de los delirios de sus dirigentes. Al pueblo se le suele manipular para hacerle creer las mentiras como verdades. Un sencillo ejemplo: ¿con qué autoridad moral prohíben Estados Unidos y sus aliados a Irán y a otros países el uso de la energía nuclear? Sin embargo, mucha gente aplaude las medidas.

Volviendo al tema de la revolución, ha quedado claro muchas veces que quienes son tildados de dictadores han hecho más por la regeneración de la sociedad, por la emancipación de los trabajadores, por la supresión del capitalismo salvaje y sanguinario, por el reparto de la riqueza, que muchas mal llamadas democracias. En América Latina está ocurriendo una auténtica revolución, que significará la guerra contra el capitalismo y su pretendida hegemonía universal. La Revolución Bolivariana de Chávez puede que haya cometido errores, pero ha sacado ya de la miseria a millones de personas, además de alfabetizarlas. Unos avances económicos en los últimos años que han sido reconocidos incluso por la todopoderosa UE. Además existe una alianza de varios países de la zona que prometen seguir el mismo camino de Venezuela.

Entonces, ¿dónde está el cáncer de Venezuela? Pues bien, en nuestra opinión, éste reside en la propia ingratitud de muchas personas ricas y también de aquellas que aspiran a serlo, aunque para ello tengan que pisotear los derechos de igualdad de las demás. El cáncer de Venezuela está muy extendido por todo el mundo. Tiene ramificaciones en la “rica” Europa. Este tipo de cáncer sólo se cura desde dentro de nosotros mismos. Pero para ello es necesaria una revolución permanente.

Puede que Chávez haya sido un soñador. El tiempo lo dirá. Con su voz tosca y poco agradable, incurriendo en frases sarcásticas, a diferencia de los dirigentes “bien educados” de las “democracias”, ha sabido decir unas cuantas verdades que han marcado el camino de sus seguidores. E incluso aquellos que siempre le han odiado habrán de reconocer su verdadero talante y significado en todo el mundo.

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