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Es que no son políticos...

(4810)

SON POLITICASTROS.
En el lenguaje coloquial empleamos términos despectivos, como picapleitos, matasanos o chapucero, para distinguir a quienes ejercen de mala manera la actividad propia del abogado, del médico o de otro oficio cualquiera, de los que la ejercen concienzudamente.

, del médico o de otro oficio cualquiera, de los que la ejercen concienzudamente.

Pues bien, en España, desde que se inauguró esta farsa democrática, en los gobiernos sucesivos de los dos partidos principales no ha habido otra cosa que politicastros. (Politicastro: "político inhábil, que actúa con fines y medios turbios"). Politicastros, unos porque actúan con fines y medios turbios, e inhábiles los otros porque, además de otras muestras de impericia, lo consienten...

En cuanto a los primeros, es decir, los miembros del partido del gobierno que viene rigiendo por lo menos la mitad de las legislaturas desde la transición, son politicastros en general ricos o bien situados y están ahí para enriquecerse más. Y aunque la justicia no logre probar dichos "fines y medios turbios" (como tampoco consiguió la estadounidense probar los crímenes del gángster Al Capone), los indicios y pruebas son abrumadores. (El único político honesto que denunció el arranque de lo que luego fue "la G?rtel", es seguro que pasa su existencia temiendo por su vida).

Y respecto a los otros, los inhábiles, con casos asimismo turbios, han sido y son conniventes de los otros en la negativa a reformar la ley electoral y la ley hipotecaria, en proponer el referéndum monarquía-república, en abstenerse de anular el Concordato y en otras graves omisiones de un partido que, si un día tuvo algo de socialista luego ha ido poco a poco confundiéndose con el otro y con la causa neoliberal, aunque para ello haya tenido que aplicar retoques irrelevantes de socialización. Y como en ambas facciones sus miembros a la hora de votar se deben a la disciplina del partido, ¿qué clase de político es quien carece de libertad y no puede pensar ni actuar por su cuenta?

Por lo tanto, esos que pasan por políticos en los dos partidos únicos no son más que transmisores y ejecutores de ideas dirigidas a todo menos al bien común y a la protección de minorías significadas con escasos o nulos recursos, que sobreviven por la filantropía o la caridad y sin esperanza de futuro. Y la ideología predominante que toca ahora, es la urdida por el think tank de la "faes", cuyo objetivo es suprimir cualquier conato de colectivización y privatizar todo cuanto resulta rentable para unas cuantas familias, para que responda a su principio de que el individuo prima sobre la sociedad y no al revés, Idea perversa ésta que acuñó la Thatcher recientemente fallecida, luego propagada por los hermanos Kaplan y otros ensayistas mediáticos norteamericanos hasta penetrar en Europa y desde luego en España. A su tenor, todos los politicastros son vectores de esa idea y están al servicio de sí mismos, de su camarilla y de los sectores sociales más robustos que la apoyan.

El principio es claro: el individuo por encima de la colectividad. Pero llevado a la práctica, ese ''individuo" no es el innominado emprendedor honesto, laborioso y creativo de riqueza por méritos propios, no es una abeja cualquiera de la colmena. Sobre todo en este país, ese individuo son las reinas y los zánganos de la colmena nacional: hijos de los hijos de los hijos del franquismo y privilegiados por la historia del poder político, del poder armado, del poder bancario, del poder industrial, del poder religioso; ya suficientemente adinerados que medran no por ser más inteligentes, más audaces o más emprendedores sino porque carecen de escrúpulos, incumplen las leyes administrativas y fiscales y cuentan con el apoyo de sus conmilitones allá donde forman gobierno.

Los casos de personas honestas en la Política que si de ellas dependiera cambiaría radicalmente el panorama de la justicia distributiva de este país, son excepciones encuadradas en partidos políticos en la práctica irrelevantes por culpa de una ley electoral minuciosamente elegida para repartirse el poder entre los politicastros; excepciones que, aun sin proponérselo, lamentablemente contribuyen a fabricar la idea de que "esto" es una democracia y que aquí gobierna la voluntad general. Y por mucho empeño que ponen esos esforzados por contribuir al fin trascendente de armonizar el interés de todos los ciudadanos, ellos no cuentan prácticamente para nada. La prueba es que nada de importancia cambia.

Un millón y medio de ciudadanos y ciudadanas llevan cuatro años reclamando medidas para detener los desahucios salvajes de acuerdo con la directiva europea, y los politicastros no sólo no les hacen caso sino que se quejan de que sus hijos son molestados por las movilizaciones sociales pero siguen impávidos ante el sufrimiento de los hijos de los desahuciados.

En España no hay más que secuaces de un pensamiento entre perverso y pusilánime confinado en listas cerradas gracias a una ley electoral que comprime las opciones ideológicas, filosóficas y sociales, y propicia el ejercicio desmedido de la coerción y el predominio de los medios ultraliberales.

Todos ellos exigen respeto y orden en la calle y en la vida pública, y la mayoría de los medios les apoyan... Pero ¿acaso creen los muy necios que tenemos el deber de respetarles cuando sdemás de ser inhábiles, actúan con medios y fines turbios, sólo atienden a su interés y se dedican exclusivamente a favorecerse a sí mismos y a determinados sectores sociales?

Pues sepan, que lo que sucede -y lo que habrá de suceder- es porque cada día que pasa más les despreciamos, como despreciamos al estafador, al ladrón de lo público o al pusilánime que calla debiendo decir ¡basta!. En suma son politicastros...

Jaime Richart
16 Abril 2013












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Insertado por: Jaime Richart (16/04/2013)
Fuente/Autor: -Jaime Richart
 

          


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