| Sin derecho a lo humano. |
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| ARGENTINA. |
El capítulo que a continuación podemos leer, nos aproxima a la cruda y terrible realidad de un país que vive secuestrado desde 1976.
Los desempleados han tenido que organizarse para poder sobrevivir ante el total desmantelamiento de las estructuras estatales que las privatizaciones han producido.
Hoy, sin lugar a dudas, podemos afirmar, que el movimiento de trabajadores desempleados: los conocidos popularmente como piqueteros, son un referente ético en un país que no existe y que es constante y despiadadamente expoliado por empresas multinacionales... |
Sin derecho a lo humano.
(extracto de un libro de inminente aparición)
Capítulo III.
¡Piquetero carajo!
Conocerlos es negarlos. Sí, es negarlos en su condición de marginados, de "elementos desestabilizantes", es negarlos en su descripción de violentos. Son personas comunes, que ansían, que aman, que odian, "que sienten". Somos iguales en principio, pero el concepto de igualdad crea todos los conflictos.
El pueblo, es el que ha soportado siempre todas las fatigas, ha sido víctima siempre de todas las guerras, ha recibido a cambio del reclamo de sus derechos; represiones violentas desde el poder político de turno.
También es el que ha querido creer, en un carismático de sonrisa amplia o en un grupo de "disidentes", en alianzas, en partidos políticos tradicionales, en partidos políticos opositores que luego llevan a sus filas a quienes fueron "el enemigo" del pueblo, oscuros personajes de la economía, seguidores de dictadores y a las órdenes del FMI.
Dice Aristóteles: "La causa primera de las revoluciones consiste en que todos los sistemas políticos reconocen a los ciudadanos una igualdad proporcional de derechos; pero ya hemos dicho que todos se engañan en la aplicación de este principio. Los hombres, iguales bajo cierto aspecto, han querido serlo bajo todos. Iguales en la libertad, han querido la igualdad absoluta, y han dado vida a la demagogia.
Otras veces ciertos hombres que gozaban de algunas prerrogativas, desiguales a los demás por las riquezas, han querido la desigualdad sin límites y han dado vida a la oligarquía. Los primeros han querido que el poder político se repartiese igualmente con todas sus atribuciones; los segundos han pensado únicamente en atesorar privilegios y en aumentar la desigualdad. Así, estos sistemas, justos en el fondo, son falsos en la práctica.“ (La Política. Libro octavo. página 219)
En Argentina y en el mundo existe una realidad imposible de no interpretar como la consecuencia de la aplicación de los sistemas políticos económicos vigentes...
No necesitamos un "Rambo" que nos defienda del terrorismo, ni "Hombres de Negro" que peleen contra extraterrestres, ni un presidente que en el "Dia de la Independencia", se convierta en un héroe mundial.
No hay cortina de hierro, el muro ha sido derribado, en Japón también viven seres humanos...
El terrorismo es combatido por EEUU, de la forma más pueril e ilógica. Masacrando inocentes, hombres mujeres y niños, invadiendo países, por "su salvación".
Con bombas o culturalmente, se intenta imponer ese pensamiento único, ese nuevo "orden social" que somete.
El movimiento por lo general representa un cambio, lo que se encuentra estancado adquiere dinámica, lo restringido se libera.
Un célebre historiador Suizo describe al renacimiento como un redescubrimiento de lo humano con el mundo...
Esa palabra; Renacimiento, fascina, nos lleva a evocar el florecimiento espiritual que combina elementos humanísticos como el arte y la filosofía.
La Edad Media, conocida como "La Era Sombría", fue un período donde el autoritarismo sometía y explotaba a las personas que eran rotuladas como miembros de ciertos grupos, antes que como seres independientes.
El movimiento se activa, la libertad se consigue a través del pensamiento elevado... cuando nse comienza a accionar sin el miedo que paraliza.
La Argentina tuvo su era sombría, sus rótulos, sus etiquetas, hoy abocada en la tarea de reconstruir los lazos sociales, Argentina se convirtió en eco del mundo, repitiendo sus errores, despreciando su cultura, vendiendo su dignidad, eso es solo en la superficie, donde podemos observar los indeseables de siempre, los corruptos, los grotescos y falaces "aristócratas", los "desgraciados accidentes" de la fatalidad histórica de todos los pueblos de Latinoamérica.
Luis Buñuel, cineasta español, el de las "Campanas de Calanda", el prohibido y censurado, el que sacude, estremece y despierta a otros mundos posibles, en donde se quiebra el surrealismo, buscando siempre lo abstracto de lo cotidiano, el arte del absurdo en la conducta humana.
En la película "Nazarín" (1959) se refleja la vida del cura desplazado, ignorado, criticado por la propia Iglesia, por sus vecinos, que no comprenden su entrega, su renunciamiento, su lógica de interpretar la enseñanza de Cristo convertido en mártir crucificado, despojado de su Fe revolucionaria.
Buscó tal vez Buñuel, personajes intangibles como el pensamiento.
Cuando conocí al "cura piquetero", recordé a Nazarín.
En muchos aspectos, el sentido religioso a veces, nos lleva a la imposibilidad de explicar el por qué de las normas. Si las normas están o no por sobre los derechos elementales. Si los sentimientos valen tanto como las palabras.
Cuando el discurso es de resignación y extravíos, ¿realmente se condice con la palabra de Cristo? Cuando el hambre mata. Cuando reclamar por los derechos y el cumplimiento de las normas, cuando se grita los artículos de la Constitución, cuando se pide que se cumpla la ley y no los "pactos", se mata...
Asesinan la esperanza, violan lo derechos humanos, mienten desde la desigualdad creada, inducida promocionada y "patrocinada" por los sectores de poder.
Si se corta una ruta, es delito. Si se firman convenios y negocios, que significan el cierre de fuentes laborables bajo quiebra que son una estafa, un estado de sitio para que maten sin pausas, el recorte de presupuestos que derivan en la desidia, en la ignominiosa manera de imponer más muerte, menos educación, menos salud... menos.
Y el manejo de los grandes medios de comunicación, donde un reality show idiotiza, distrae, confunde, mientras se margina, al que sufre, al que no tiene hogar ni dignidad que perder ya.
Alberto Spagnuolo, 38 años de edad, fue párroco de San Francisco Solano, provincia de Buenos Aires, hoy pertenece al Movimiento de Trabajadores Desocupados (mtd) de Solano (Quilmes)
A minutos de la capital argentina, donde las calles son de tierra, "el cura piquetero" hoy es un compañero más, entre los que están sin trabajo y se reúnen para discutir y proyectar una sociedad mejor.
Luego de estudiar la historia argentina en un intento de recuperar lo que la dictadura había borrado. "Nosotros teníamos la educación que nos había dado la dictadura. La escuela, la secundaria habían sido las de la dictadura."
En los últimos años, el desempleo se combate con 150 pesos a cambio barrer calles y plazas. El gobierno utiliza esto también como una extorsión, cuando hay actos políticos, cargan a esta gente en colectivos para ir a aplaudir y gritar. Al que no va le retiran el subsidio. Otra cosa que hacían y hacen los beneficiarios de estos planes, es servir en las casas de los punteros.
(los que representan al duhaldismo en los barrios)
Dice Spagnuollo:
"pensamos que el capitalismo tiene un aparato montado y siempre ganan. En este momento histórico creemos que no es el camino, porque tenemos ahí al imperialismo estadounidense que no lo permite. Acusan a pueblos, bombardean y matan con total impunidad. Y ésa va a ser la regla de juego durante muchos años. Nosotros vamos despacito, no nos ilusionamos ni nos aceleramos. Cuando hay que matar gente se mata, se encarcela. Basta conocer la historia para saber que no se quedan con las manos cruzadas."
FRAGMENTO DEL LIBRO: "SIN DERECHO A LO HUMANO"
AUTORA: CLARA BRITOS
LA TAPA - PERIODISMO ALTERNATIVO - ARGENTINA
A la atención del Presidente de la NACIÓN ARGENTINA:
DR. DUHALDE.
COPIA A EMBAJADA DE LA NACIÓN ARGENTINA EN EL REINO DE ESPAÑA.
En nombre de nuestra asociación cívica y cultural deseamos manifestar uestro apoyo incondicional a las legítimas, justas y necesarias peticiones propuestas formuladas por todos y cada uno de los Movimientos de rabajadores Desocupados de Argentina.
Es necesario que el gobierno de Duhalde aprenda a escuchar y canalizar las muy interesantes y urgentes peticiones que formulan los movimientos piqueteros.
Igualmente estimamos imprescindible iniciar una total depuración de elementos indeseables y corruptos que pervierten y degradan las instituciones de la policía, el estado, el ejército, los órganos judiciales.
La actual situación de impunidad, el lacerante gatillo fácil y la vergonzosa criminalidad dentro del seno de la policía, la carencia e inexplicable ausencia de medidas efectivas para erradicar la pobreza alarmante (pobreza que afecta a más de la mitad de la castigada población argentina...) nos
lleva a exigir al gobierno del Dr. Duhalde para que escuche seria y rigurosamente las muy interesantes propuestas y peticiones que formulan los únicos movimientos y entidades que tienen dignidad y credibilidad internacional: los piqueteros, los movimientos de trabajadores desocupados...
Es hora ya de acabar con las políticas que persiguen criminalizar e institucionalizar la violencia para intentar ocultar unos problemas graves, gravísimos que afectan a casi toda la población de la Nación Argentina.
Asesinando, encarcelando, torturando a las legiones de pobres e indigentes no se va a terminar con el grave problema de corrupción institucional y degradación moral que afecta a las estructuras administrativas, policiales, militares, políticas y judiciales de una Nación que dejo de ser soberana a
raíz del golpe militar de 1976 y todavía no ha recuperado el timón...
Espero y deseo fervientemente que el gobierno de la Nación Argentina deje de emplear el TERRORISMO DE ESTADO, la manipulación informativa, la violencia económica, el clientelismo... para intentar ocultar algo que es
internacionalmente muy conocido por todos los ciudadanos.
Dr. Duhalde: la pobreza no se puede esconder ni solucionar a tiros, matando a niños huérfanos, indigentes, desempleados. Debe usted demostrar un mayor nivel de inteligencia y respeto por la vida, por su propia Constitución.
Por ello, y dado que consideramos sumamente graves sus declaraciones y las que distintos dirigentes de su partido realizan constantemente, invocando y exigiendo violencia policial para acabar con las muy legítimas protestas ciudadanas, le solicitamos formal y oficialmente celebrar con usted y con su gobierno una entrevista urgente.
Valencia, a 6 de febrero de 2003
CERCLE OBERT DE BENICALAP
INICIATIVAS SOCIALES Y CULTURALES DE FUTURO
Antonio Marín Segovia
President
COMUNICADO DE PRENSA
COORDINADORA DE TRABAJADORES DESOCUPADOS
"ANÍBAL VERÓN" - ARGENTINA
ARGENTINA - Buenos Aires, 2 de febrero de 2003
Hace unos años, cuando seguramente Duhalde era su vicepresidente, Menem amenazó con que si seguían las luchas contra su política de destrucción nacional y genocidio económico, "iba a terminar habiendo muchas más Madres de Plaza de Mayo".
Coherente con su ex-jefe y socio (¿ex?) en su uso del terrorismo como herramienta política, el ahora ocupante exclusivo de la Casa Rosada viene amenazando en la última semana, ante el Plan de Lucha de las organizaciones piqueteras, no con ir personalmente a sacarnos de los cortes, por supuesto, sino con mandarnos la "mejor policía del mundo", la Guardia de Infantería de la Federal, la Prefectura, la Gendarmería, y, en cuanto sus cómplices en la asociación ilícita para saquear el Estado (formalmente senadores y diputados) le voten la ley, hasta el mismísimo Ejercito (tal vez regresando "glorioso" de Irak).
Ya hemos dicho repetidamente que no tenemos alternativa, somos millones de argentinos en la indigencia, nuestros hijos entran desnutridos a los hospitales; pero también somos miles y miles que tenemos la dignidad que estos gobiernos, duros con nosotros pero mansitos con los poderosos, ni siquiera por asomo pueden tener. Y peleamos por mucho más que por miserables 150 pesos, peleamos por nuestra dignidad como Pueblo y como personas; y peleamos por todos los humildes de la Argentina, cosa que esta casta de politiqueros que vende la patria por una "cometa", jamás van a poder entender.
Quieren juzgarnos por sus inmorales y corruptos patrones de conducta, pero somos otro tipo de gente, aprendemos también del asco que nos provocan.
La Organizaciones de Desocupados, los piqueteros, reafirmamos, entonces, nuestro Plan de Lucha. Este lunes, en reclamo de, entre otros puntos, que se pague a todos los compañeros sus planes caídos, del aumento inmediato a
$300, el cese de las persecuciones y la represión y la reactivación económica que genere puestos genuinos de trabajo, nos movilizaremos ante distintos parques industriales de todo el país. Nosotros no tenemos alternativa, pero el gobierno sí. Si elige, entre otros más sensatos y más dignos, el camino de la represión, no hará en todo caso, más que seguir el del asesino De la Rúa.
Que reflexione, y que también reflexione el Pueblo argentino a donde nos están llevando estas políticas de sumisión a los dictados de los poderes internacionales y de unos pocos argentinos mal nacidos. Nuestro aporte a esa reflexión, producto de nuestra experiencia, es simplemente que sólo la lucha nos hará libres.
COORDINADORA DE TRABAJADORES DESOCUPADOS
"ANÍBAL VERÓN"
POR TRABAJO, DIGNIDAD Y CAMBIO SOCIAL
ctd_anibal_veron@argentina.com
| Insertado
por: BENICALAP (22/02/2003) |
| Fuente/Autor:
Clara Britos - LA TAPA. |
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Comentarios
Ni derechos, ni humanos.
Si la maquinaria militar no mata, se oxida. El presidente del planeta anda paseando el dedo por los mapas, a ver sobre qué país caerán las próximas bombas.
Ha sido un éxito la guerra de Afganistán, que castigó a los castigados y mató a los muertos; y ya se necesitan enemigos nuevos.
Pero nada tienen de nuevo las banderas: la voluntad de Dios, la amenaza terrorista y los derechos humanos. Tengo la impresión de que George W Bush no es exactamente el tipo de traductor que Dios elegiría, si tuviera algo que
decirnos; y el peligro terrorista resulta cada vez menos convincente como coartada del terrorismo militar. ¿Y los derechos humanos? ¿Seguirán siendo pretextos útiles para quienes los hacen puré?
Hace más de medio siglo que las Naciones Unidas aprobaron la Declaración Universal de los Derechos Humanos, y no hay documento internacional más citado y elogiado.
No es por criticar, pero a esta altura me parece evidente que a la declaración le falta mucho más que lo que tiene. Por ejemplo, allí no figura el más elemental de los derechos, el derecho a respirar, que se ha hecho impracticable en este mundo donde los pájaros tosen. Ni figura el derecho a caminar, que ya ha pasado a la categoría de hazaña ahora que sólo quedan dos clases de peatones, los rápidos y los muertos. Y tampoco figura el derecho a la indignación, que es lo menos que la dignidad humana puede exigir cuando se la condena a ser indigna,
ni el derecho a luchar por otro mundo posible cuando se ha hecho imposible el mundo tal cual es.
En los 30 artículos de la declaración, la palabra libertad es la que más se repite. La libertad de trabajar, ganar un salario justo y fundar sindicatos, pongamos por caso, está garantizada en el artículo 23. Pero son cada vez más los
trabajadores que no tienen, hoy por hoy, ni siquiera la libertad de elegir la salsa con la que serán comidos. Los empleos duran menos que un suspiro, y el miedo obliga a callar y obedecer: salarios más bajos, horarios más largos, y a olvidarse de las vacaciones pagas, la jubilación y la asistencia social y demás derechos que todos tenemos, según aseguran los artículos 22, 24 y 25. Las instituciones financieras internacionales, las Chicas Superpoderosas del mundo contemporáneo, imponen la "flexibilidad laboral", eufemismo que designa el entierro de dos siglos de conquistas obreras. Y las grandes empresas multinacionales exigen acuerdos "union free", libres de sindicatos, en los países que entre sí compiten ofreciendo mano de obra más sumisa y barata.
"Nadie será sometido a esclavitud ni a servidumbre en cualquier forma", advierte el artículo 4. Menos mal.
No figura en la lista el derecho humano a disfrutar de los bienes naturales, tierra, agua, aire, y a defenderlos ante cualquier amenaza. Tampoco figura el suicida derecho al exterminio de la naturaleza, que por cierto ejercitan, y con entusiasmo, los países que se han comprado el planeta y lo están devorando. Los demás países pagan la cuenta. Los años noventa fueron bautizados por las Naciones Unidas con un nombre dictado por el humor negro: Década Internacional para la Reducción de los Desastres Naturales.
Nunca el mundo ha sufrido tantas calamidades, inundaciones, sequías, huracanes, clima enloquecido, en tan poco tiempo.
¿Desastres "naturales"? En un mundo que tiene la costumbre de condenar a las víctimas, la naturaleza tiene la culpa de los crímenes que contra ella se cometen.
"Todos tenemos derecho a transitar libremente", afirma el artículo 13.
Entrar, es otra cosa. Las puertas de los países ricos se cierran en las narices de los millones de fugitivos que peregrinan del sur al norte, y del este al oeste, huyendo de los cultivos aniquilados, los ríos envenenados, los bosques arrasados, los precios arruinados, los salarios enanizados. Unos cuantos mueren en el intento, pero otros consiguen colarse por debajo de la puerta. Una vez adentro, en el paraíso prometido, ellos son los menos libres y los menos iguales.
"Todos los hombres nacen libres e iguales en dignidad y derechos", dice el artículo 1.
Que nacen, puede ser; pero a los pocos minutos se hace el
aparte. El artículo 28 establece que "todos tenemos derecho a un justo orden social e internacional".
Las mismas Naciones Unidas nos informan, en sus estadísticas, que cuanto más progresa el progreso, menos justo resulta. El reparto de los panes y los peces es mucho más injusto en Estados Unidos o en Gran Bretaña que en Bangladesh o Rwanda. Y en el orden internacional, también los numeritos de las Naciones Unidas revelan que diez personas poseen más riqueza que toda la riqueza que producen 54 países sumados. Las dos terceras partes de la humanidad sobreviven con menos de dos dólares diarios, y la brecha entre los que tienen y los que necesitan se ha triplicado desde que se firmó la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
Crece la desigualdad, y para salvaguardarla crecen los gastos militares.
Obscenas fortunas alimentan la fiebre guerrera y promueven la invención de demonios destinados a justificarla. El artículo 11 nos cuenta que "toda persona es inocente mientras no se pruebe lo contrario". Tal como marchan
las cosas, de aquí a poco será culpable de terrorismo toda persona que no camine de rodillas, aunque se pruebe lo contrario.
La economía de guerra multiplica la prosperidad de los prósperos y cumple funciones de intimidación y castigo. Y a la vez irradia sobre el mundo una cultura militar que sacraliza la violencia ejercida contra la gente "diferente", que el racismo reduce a la categoría de subgente.
"Nadie podrá ser discriminado por su sexo, raza, religión o cualquier otra condición", advierte el artículo 2, pero las nuevas superproducciones de Hollywood, dictadas por el Pentágono para glorificar las aventuras imperiales, predican un racismo clamoroso que hereda las peores tradiciones del cine. Y no sólo del cine. En estos días, por pura casualidad, cayó en mis manos una revista
de las Naciones Unidas de noviembre del 86, edición en inglés del Correo de la Unesco. Allí me enteré de que un antiguo cosmógrafo había escrito que los indígenas de las Américas tenían la piel azul y la cabeza cuadrada. Se llamaba, créase o no, John of Hollywood.
La declaración proclama, la realidad traiciona. "Nadie podrá suprimir ninguno de estos derechos", asegura el artículo 30, pero hay alguien que bien podría comentar: "¿No ve que puedo?". Alguien, o sea: el sistema
universal de poder, siempre acompañado por el miedo que difunde y la resignación que impone.
Según el presidente Bush, los enemigos de la humanidad son Irak, Irán y Corea del Norte, principales candidatos para sus próximos ejercicios de tiro al blanco. Supongo que él ha llegado a esa conclusión al cabo de profundas meditaciones, pero su certeza absoluta me parece, por lo menos, digna de duda. Y el derecho a la duda es también un derecho humano, al fin y al cabo, aunque no lo mencione la declaración de las Naciones Unidas. |
| Nombre: Por Eduardo Galeano (22/02/2003) |
E-mail: lamgen-patagonia@arnet.com.ar |
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