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Imaginen tres niños que están aprendiendo a ir en bicicleta. Carlos, Marcos y Pedro tienen seis años, cada día cogen sus “bicis” y sufren caídas.

Aunque ninguno de los tres tiene la apariencia de estar seriamente herido, en cada caso CADA CAÍDA PROVOCARÁ UN DESPLAZAMIENTO DE VÉRTEBRA que dará origen a una “subluxación” o lo que es lo mismo un “pinzamiento”.

Se trata de una condición en la cual la vértebra desplazada causará una interferencia con la transmisión normal del sistema nervioso. Eso es lo que sucede hoy, lo que sucede luego podría afectar a los tres niños para el resto de sus vidas.

CARLOS, nunca ha oído la palabra subluxación y tampoco su madre. Nunca ha ido a un Quiropráctico y probablemente nunca lo hará.

Unos días después de su caída, cuando Carlos se queje de dolor de estómago, su madre lo atribuirá a algo que comió y le sentó mal.

Los dolores de estómago se atribuirán a dolores normales del crecimiento. Pero lo que su madre no sabe es que está vértebra subluxada está presionando los nervios que envían los mensajes al estómago del niño.

EL PROBLEMA NO DESAPARECERÁ HASTA QUE NO SE CORRIJA LA SUBLUXACIÓN.
Mientras Carlos crece continua teniendo problemas con el sistema gastrointestinal.

Aprende a averiguar las comidas que más le molestan a su estómago y las evita porque cree que son la causa de su problema.

Haciendo esto se pierde muchas de sus comidas favoritas y sacrifica una dieta equilibrada. Padece de obesidad y siempre se nota débil y cansado. Tomará medicación sin receta, buscando un poco de alivio.

EL PROBLEMA SEGUIRÁ AUMENTANDO A MEDIDA QUE CRECE.
Los medicamentos sin receta ya no le hacen nada, así que, tomará medicamentos más fuertes que le receten.

No le importan los efectos secundarios, sólo busca alivio sea como sea.

SUS PROBLEMAS GÁSTRICOS YA ESTÁN AL LÍMITE.
UN DÍA LE DIAGNOSTICAN UNA ÚLCERA.

Necesitará una operación y su dieta se restringirá aún más, probablemente para el resto de su vida.

MARCOS: Tampoco ha oído la palabra subluxación. Su madre ha estado en el Quiropráctico un par de veces porque le dolía el hombro. Pero Marcos nunca ha estado.

Unos días después de su caída de “bici” empieza a tener problemas de estómago como Carlos. Los dos niños (Carlos y Marcos) tienen los mismos problemas 15 días después.

Marcos va creciendo y unos años más tarde su novia le sugiere que asista a un Quiropráctico para solucionar sus problemas crónicos de estómago.

EL QUIROPRÁCTICO CORREGIRÁ LA SUBLUXACIÓN QUE ESTÁ PRESENTE DESDE LOS SEIS AÑOS.

DESPUÉS DE UNA SERIE DE AJUSTES QUIROPRÁCTICOS, SUS PROBLEMAS DE ESTÓMAGO DEJAN DE MOLESTARLE PORQUE SU ESPALDA ESTÁ BIEN ALINEADA.

PEDRO: Sí que conoce la palabra subluxación, aunque no está totalmente seguro de su significado. Pedro ha estado en el Quiropráctico muchas veces.

Toda su familia va al Quiropráctico para revisarse la columna regularmente. Justo después de su caída le toca una visita al Quiropráctico. EL

QUIROPRÁCTICO DETECTA EL PROBLEMA Y LO CORRIGE. PEDRO NUNCA TENDRÁ PROBLEMAS DE ESTÓMAGO.

Estas tres historias son muy simples pero tienen un significado muy importante.

LOS NIÑOS NECESITAN LA QUIROPRÁCTICA.
LOS PRIMEROS AÑOS FORMATIVOS del niño están llenos de accidentes, son los años más importantes de nuestras vidas.
Cualquiera que haya sido testigo de una buena caída de “bici” o un resbalón de patines, etc. puede entender la importancia que tiene la Quiropráctica en corregir estos desalineamientos vertebrales.

Los cortes, chichones y moraduras son los que suelen recibir atención inmediata.

PUEDEN OCURRIR OTRO TIPO DE LESIONES FÍSICAS, SIN EMBARGO, MUCHAS VECES SE IGNORAN. Los niños no siempre saben manifestar las molestias que tienen.

PROBLEMAS COMO NERVIOSISMO, FALTA DE ATENCIÓN, HIPERACTIVIDAD, MOJAR LA CAMA, ETC.

DEMASIADAS VECES SE PASAN POR PROBLEMAS DE CRECIMIENTO. EN LA MAYORÍA DE LOS CASOS SON EL RESULTADO DE DESALINEAMIENTOS ESPINALES.

EL “SIMPLEMENTE CRECER” NO CAUSA DOLOR NI MOLESTIAS.

Los niños son flexibles y se adaptan fácilmente a los cambios.

El dolor que sientan, después de todo sólo será temporal, PERO CUALQUIER GOLPE A LA COLUMNA PUEDE RESULTAR EN SUBLUXACIONES Y COMO RESULTADO SE ORIGINARÁN VARIOS PROBLEMAS DE SALUD. Hay evidencia clínica muy clara que apoya el alivio de problemas de infancia como cólicos, resfriados, estreñimiento, mojar la cama, otitis y mal humor en general son muchas veces resultados de irritaciones al sistema nervioso.

Estas condiciones se alivian fácilmente mediante ajustes quiroprácticos.

No os sorprendáis si los cuidados quiroprácticos se están haciendo cada vez más comunes en niños de edades variadas. La QUIROPRÁCTICA ENSEÑA A LOS NIÑOS LOS PRINCIPIOS DE LA BUENA SALUD, como el ejercicio, cómo cuidar de la postura y cómo comer sano, combinado con una espalda bien cuidada, el cuerpo se mantiene más sano y equilibrado y es más resistente a las enfermedades y lesiones.

IGUAL QUE MUCHOS PADRES LLEVAN A SUS HIJOS A CHEQUEOS REGULARES AL DENTISTA, TAMBIÉN MUCHOS LOS LLEVAN AL QUIROPRÁCTICO A REVISAR SU COLUMNA Y A CORREGIR SUS SUBLUXACIONES.

Pronto no será ninguna sorpresa oír:
“Mami, creo que tengo una subluxación, vamos a que me mire el Quiropráctico”.

Más información en Ibérica 2000:
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