Desarrollo del Informe de la situación del mundo en el 2003. |
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EDITADO EN ESPAÑOL POR LA FUNDACIÓN HOGAR DEL EMPLEADO. |
A pesar de las escasas medidas adoptadas en cuestiones cruciales para el medio ambiente en la Cumbre Mundial para el Desarrollo Sostenible, celebrada en Johannesburgo, la Humanidad ha demostrado, en el último año, su capacidad para responder con rapidez a unas amenazas ambientales y sociales sin precedentes. |
COMUNICADO DE PRENSA.
HA COMENZADO LA "IMPOSIBLE" REVOLUCION AMBIENTAL. Madrid, 3 de junio de 2003.
Así se recoge en el informe anual del Worldwatch Institute "La Situación del Mundo 2003", cuya edición en español publican la Fundación Hogar del Empleado (FUHEM) e Icaria Editorial. Según este informe, la expansión a mayor escala de logros recientes -en el control de enfermedades infecciosas, en el crecimiento del nivel de ingresos de algunos sectores de la población más pobre y en el uso de las energías renovables- reconduciría la economía mundial en poco tiempo hacia metas más sostenibles.
"La construcción de un mundo en el que todos podamos satisfacer nuestras necesidades, sin hipotecar el futuro de las generaciones venideras no es un imposible, como afirman algunos. La clave es qué objetivos decide la sociedad potenciar con su esfuerzo creativo”, según manifestó Christopher Flavin, presidente del Worldwatch Institute, en la presentación de la obra en Washington.
“Si somos capaces de construir naves espaciales que funcionan con pilas alimentadas por combustibles limpios, podemos fabricar coches con el mismo sistema. Si sabemos extraer cobre y otros metales de las profundidades de la Tierra, podemos igualmente extraerlos de los vertederos y de edificios abandonados. Si logramos proteger a los turistas contra la malaria, podemos también proteger a las personas que viven con esa amenaza todos los días de su vida"
El reto actual, según la vigésima edición de La Situación del Mundo, es implicar a los gobiernos, a las empresas y a la sociedad civil en la construcción de economías saludables para las personas y para el planeta.
El equipo de investigadores del informe documenta toda una serie impresionante de logros que prueban que la Humanidad es capaz de "reinventar" el mundo para que las necesidades de todos puedan satisfacerse con daños mínimos para la Tierra y para las generaciones futuras. Por ejemplo:
• La utilización de energía solar y eólica ha aumentado más de un 30% anual en los últimos cinco años (comparado con un crecimiento anual de sólo el 1 ó el 2% en el caso de los combustibles fósiles) en países como Alemania, Japón y España, gracias a las políticas que han incentivado su uso.
• Los esfuerzos realizados en todo el mundo para reducir la utilización de los clorofluorocarbonos (CFCs), que dañan la capa de ozono, han llevado a un descenso del 81% de su producción durante la década de 1990 y a una considerable disminución del crecimiento del agujero en la capa de ozono de la Antártida, que previsiblemente comenzará a recuperarse en breve.
• La Iniciativa Mundial para la Erradicación de la Polio de la Organización Mundial de la Salud ha conseguido reducir los casos de poliomelitis en el mundo de aproximadamente 350.000 personas en 1988 a 480 en 2001.
Estos logros tan importantes son seguidos de cerca por otras iniciativas positivas que pueden significar el comienzo de una nueva etapa de progreso económico, mucho menos dañino para los ecosistemas del mundo y para la salud humana. Holanda, por ejemplo, ha conseguido un índice de reciclado de coches del 86% y Dinamarca ha prohibido los envases de aluminio, potenciando el uso de botellas de vidrio reutilizables, haciendo realidad una nueva visión del mundo en la cual el reciclaje evite la enorme dependencia actual de materias primas.
Algunos de los cambios más espectaculares están ocurriendo en las comunidades más pobres del mundo. Mediante préstamos que no superan a menudo los 50 dólares, algunos programas de microcrédito han ayudado a comunidades muy pobres, como los traperos del vertedero de Payatas, cerca de Manila, a iniciar pequeños negocios y acceder a terrenos y a una vivienda. Y el Acta de Reinversión Comunitaria (Community Reinvestment Act) ha contribuido a que se hayan multiplicado los préstamos en los barrios pobres de EEUU, subiendo de unos 3.000 millones de dólares anuales de media en los años 80, a 43.000 millones en 1997.
Durante el año 2001, se han registrado también cambios muy rápidos de ámbito nacional y regional. Así, Brasil y Alemania anunciaron nuevos compromisos en el desarrollo de energías renovables, mientras que el Estado de California desafiaba la política del gobierno federal, anunciando el primer límite obligatorio en EEUU a las emisiones de vehículos.
Estos logros son esperanzadores para hacer frente a las graves amenazas globales que socavan el futuro de las sociedades y de los ecosistemas de todo el mundo.
En La Situación del Mundo 2003 se habla, entre otras, de:
• La malaria, que se cobra 7.000 vidas todos los días y afecta al desarrollo humano más profundamente que ninguna otra enfermedad.
• Las extinciones de aves, que se están produciendo en la actualidad a un ritmo 50 veces superior al natural, debido a la pérdida de hábitat y otras repercusiones de la actividad humana.
• La muerte de 5.500 niños diariamente, debido a enfermedades asociadas a la contaminación de los alimentos, del aire y del agua.
• La fusión de los hielos en el mundo, cuyo ritmo se ha duplicado desde 1988 y podría conducir a un aumento del nivel del mar de 27 centímetros en el año 2100.
Según La Situación del Mundo 2003, los resultados de la Cumbre Mundial sobre Desarrollo Sostenible en Johannesburgo, hacen más probable que el crecimiento económico sostenible nazca de la colaboración entre empresarios, grupos ciudadanos y gobiernos locales, y no de grandes acuerdos internacionales.
En la Cumbre Mundial se fraguaron cerca de 280 acuerdos para el desarrollo de proyectos conjuntos entre empresarios y grupos no gubernamentales.
Cabe citar un proyecto de colaboración entre las Naciones Unidas, gobiernos nacionales, ONGs y el sector privado para fabricar vehículos menos contaminantes y un proyecto denominado "Agua para la Vida" que suministrará agua limpia y servicios de higiene a los pobres en África y en Asia Central.
El informe apunta también que es posible unir a comunidades muy dispares en el empeño de encauzar el mundo hacia la sostenibilidad, con grandes resultados. Documenta cómo el ambientalismo y las religiones del mundo están haciendo frente común, en una alianza para mejorar la salud ambiental y la justicia social, citando ejemplos que van desde los esfuerzos de monjes budistas en Tailandia por combatir la deforestación, a la campaña del Consejo Mundial de las Iglesias sobre el cambio climático.
Como declaró Gary Gardner, director del proyecto La Situación del Mundo 2003, en la presentación del mismo: "sabemos que a lo largo de la historia humana las sociedades han sido capaces de aprender de su propia experiencia muy rápidamente, y de actuar en consecuencia. El creciente interés por la sostenibilidad en sectores muy diversos de la sociedad podría proporcionar la energía necesaria para que innovaciones piloto se desarrollen a escala global".
Para mayor información: Fundación Hogar del Empleado. Ana Belén Martín Vázquez, Responsable de Comunicación. Teléfonos: 91 435 00 94 / 91 577 95 50 / 677 775 270 Correo electrónico: anamartin@fuhem.es
Centro de Estudios del Medio Ambiente (CEMA-FUHEM) Ricardo Aguilar, Director del CEMA-FUHEM Teléfonos: 91 435 00 94 / 91 577 95 50 / 619 053 750 Correo electrónico: raguilar@fuhem.es
Datos comerciales del libro: La situación del Mundo 2003 Editado por Fundación Hogar del Empleado e Icaria Editorial Barcelona, 2003 415 páginas. PVP: 21 Euros. * Web de la FUHEM www.fuhem.es.
------------- LA SITUACIÓN DEL MUNDO 2003. RESÚMENES DE LOS CAPITULOS.
Capítulo 1: La Historia de Nuestro Futuro. Chris Bright.
Los desafíos ambientales y sociales a los que nos enfrentamos en la actualidad -el aumento de la población, la contaminación y el deterioro ambiental, entre otros- son enormes, pero no son insalvables. Como la historia ha demostrado, las sociedades humanas son capaces de generar cambios fundamentales a mejor.
Uno de los obstáculos que dificulta el cambio es que los daños ambientales nos resultan a menudo lejanos, irreales, algo que poco o nada tiene que ver con nuestra vida cotidiana. Gran parte de la degradación ambiental es invisible. Las grandes economías tienden a desplazar los efectos perversos de un comportamiento, distanciando causa y efecto. Rara vez nos topamos con los residuos tóxicos, la degradación de los suelos y la minería y extracción maderera insostenible que alimenta nuestras pautas de consumo colectivas.
No es difícil, sin embargo, imaginarse el tipo de reformas necesario. En el sector energético, por ejemplo, la reforma nos llevaría a reconducir la producción energética hacia fuentes renovables, renunciando al uso de los combustibles fósiles; y en la producción de materias primas tendería a una reducción de la dependencia minera, potenciando el uso de materiales reciclados.
A pesar de la evidente necesidad de cambio, y a pesar de nuestra evidente capacidad tecnológica, a veces es difícil creer en la posibilidad de un cambio fundamental y verdadero. Sin embargo, este tipo de cambios ha ocurrido a lo largo de la historia y ocurre en la actualidad, aunque a veces pase desapercibido porque tendemos a darlo por hecho. Por ejemplo, ¿quién se acuerda hoy en día de la campaña para erradicar la viruela?
Capítulo 2: Observando la Desaparición de las Aves. Howard Youth.
Destacados científicos consideran que el mundo está atravesando la mayor ola de extinciones animales desde la desaparición de los dinosaurios hace 65 millones de años. Este fenómeno es evidente en las aves, cuyo ritmo de extinción supera en la actualidad 50 veces el ritmo natural de pérdida de especies. En los últimos 500 años, han desaparecido 128 especies de aves y, desde 1800, hemos perdido otras 103 especies.
La extinción de estas aves supone no sólo la pérdida de especies únicas, sino que desencadena perturbaciones de equilibrios naturales muy delicados. Además de suministrar bienes y servicios de incalculable valor en su hábitat, las aves son valiosos indicadores de los cambios ambientales. A menudo, el declive de una población refleja la degradación de su entorno.
Toda una serie de fenómenos está aumentando las amenazas y acelerando la extinción de muchas especies de aves: la pérdida de hábitats, los desastres ocasionados por actividades humanas -como los vertidos petrolíferos-, las enfermedades, la introducción de plantas y animales exóticos, la caza, el comercio ilegal, los pesticidas, los tendidos eléctricos, los rascacielos y las alteraciones del clima.
La protección de la biodiversidad debería figurar, por lo tanto, como uno de los objetivos prioritarios para el desarrollo, junto con cuestiones como la vivienda, el suministro de agua y el alcantarillado, pasando a formar parte de las estrategias de uso sostenible del territorio. Es más, debería ser parte integral, compatible, de la planificación rural, suburbana y urbana diseñada para mejorar el futuro de la población más pobre del planeta y hacer que las ciudades y las industrias sean más seguras para todos los seres vivos. Solo así estará asegurado el futuro de las 9.800 especies de aves del planeta.
Capítulo 3: Vinculando Población. Mujeres y Biodiversidad. Mia Mcdonald & Danielle Nierenberg.
La interrelación entre aumento de población, pérdida de biodiversidad y género es muy compleja. Sin embargo, la desigualdad entre géneros tiende a exacerbar, en principio, el crecimiento de la población, y el aumento de población tiende a ejercer una mayor presión sobre el medio ambiente, incluyendo los recursos naturales.
A lo largo de los últimos diez años, varios acuerdos internacionales han reconocido la necesidad de incluir las cuestiones de población en la planificación del desarrollo. Estos acuerdos reconocen asimismo la importancia de una mejora de la posición social de la mujer para reducir la natalidad y para lograr una gestión adecuada de los recursos naturales.
Los progresos reales hacia las metas fijadas en estos foros internacionales han sido, no obstante, muy limitados, debido al incumplimiento de los compromisos financieros y a la falta de voluntad política. En los países en desarrollo, las mujeres son a menudo las primeras en sufrir los efectos de la degradación ambiental, dado que muchas de sus necesidades cotidianas dependen muy directamente de los árboles, los pastizales, los puntos de agua y una serie de plantas del entorno.
Para evitar futuros conflictos entre población, consumo y biodiversidad, es necesario que se adopten medidas urgentes y firmes en una serie de zonas, tanto a nivel de políticas como de programas. Estas medidas incluirían la mejora a mayor escala de servicios de salud reproductiva y de educación, así como el reconocimiento de los derechos de la mujer y la potenciación de su participación en la gestión de los recursos naturales, dando prioridad a las zonas con mayor biodiversidad. Es importante fomentar un enfoque multidisciplinar, procurando la participación en distintos ámbitos, como salud y medio ambiente, de los responsables de la toma de decisiones y los directores de programas. También es esencial desarrollar políticas y programas de información pública encaminados a hacer más compatibles las pautas de consumo con la conservación de la biodiversidad. Unas políticas innovadoras podrían asimismo incentivar el desarrollo a mayor escala de los actuales programas, maximizando su alcance e impacto.
Capítulo 4: Combatiendo la malaria. Anne Platt Mcginn.
La malaria, uno de los azotes más antiguos de la Humanidad, está rebrotando con fuerza, cobrándose la vida de hasta 7.000 personas todos los días (más que el SIDA), principalmente de niños en el África Subsahariana. La malaria se ha hecho resistente a casi todos los fármacos, haciendo que su tratamiento sea mucho más complejo y costoso.
La pobreza, las guerras y los conflictos civiles dificultan la aplicación de medidas preventivas y de tratamientos de la enfermedad por parte de los gobiernos. Y los métodos más seguros, eficaces y baratos para el control de los mosquitos no están siendo utilizados.
El control de la malaria requerirá estrategias creativas y muchos más recursos de los destinados en la actualidad a esta enfermedad. (La malaria es un mal de los países pobres y por ello la investigación dedicada a esta enfermedad suele ser escasa: entre 1979 y 1999, de 1.393 nuevos fármacos desarrollados en el mundo, sólo 4 eran antimaláricos).
A pesar de la progresiva retirada del DDT de los mercados, este insecticida continúa siendo una herramienta importante para el control de la malaria en brotes epidémicos en el África Subsahariana.
En las zonas más afectadas de África, algunos gobiernos están reduciendo la incidencia de la malaria facilitando a la población la adquisición de mosquiteros impregnados con insecticidas menos tóxicos que el DDT.
La utilización de mosquiteros protectores durante la noche reduce drásticamente el número de picaduras infecciosas de mosquito padecidas.
El gobierno mexicano ha puesto en marcha un programa sofisticado contra la malaria en el que se combinan una mayor participación de las comunidades, medidas muy amplias de prevención, y tratamientos diseñados para cada caso y adaptados a las circunstancias locales, dando siempre prioridad a las opciones menos tóxicas.
Los países desarrollados han empezado a aportar fondos para aumentar la tan necesaria financiación destinada a esta enfermedad, a través de programas como el Fondo Global para la Lucha contra el SIDA, la Tuberculosis y la Malaria.
Capítulo 5: Dibujando un Futuro Nuevo para la Energía. Janet Sawin.
Las energías renovables pueden satisfacer con creces la demanda energética mundial y, en la actualidad, se han puesto a punto tecnologías que permiten su aprovechamiento a gran escala.
El paso de una producción energética basada en los combustibles fósiles, centrales nucleares y enormes presas, a las renovables, supondría reducir de forma significativa la amenaza para el medio ambiente, la salud y el bienestar público y para la estabilidad política internacional, asociada a los combustibles utilizados hoy en día.
La industria de los combustibles fósiles y los gobiernos de los países productores y de los grandes países consumidores de combustibles fósiles, como Estados Unidos, han afirmado siempre que las energías renovables no eran una alternativa creíble. Pero es difícil seguir afirmando que algo es imposible cuando ya se ha convertido en realidad.
Desde Alemania hasta la China rural las energías renovables han alcanzado la mayoría de edad, especialmente la eólica y la solar (fotovoltáica).
Tras una década de lento crecimiento, la energía renovable está pasando a ser un negocio global que mueve miles de millones de dólares.
En muchos países la energía eólica va por delante, llegando a generar más del 20% del suministro eléctrico en algunas regiones y países, compitiendo en costes con muchas energías convencionales. Las placas solares han pasado a ser la opción más asequible para suministrar servicios energéticos modernos a cientos de millones de personas en los países en desarrollo.
Capítulo 6: Renunciando a la Dependencia Minera. Payal Sampat.
Si un economista sopesara los costes y beneficios de la extracción de minerales de la tierra, de su procesado y refinado, el balance final revelaría lo siguiente: una industria que consume cerca del 10% de la energía mundial, produce casi la mitad del total de las emisiones tóxicas industriales en algunos países y amenaza cerca del 40% de los terrenos forestales vírgenes.
La minería es además la actividad laboral más peligrosa del mundo: por término medio, mueren en el tajo todos los días unos 40 mineros y muchos otros sufren graves daños.
En la actualidad, se extraen y se consumen grandes cantidades de minerales: en 1999, unos 9.600 millones de toneladas de minerales comercializables fueron extraídos de las profundidades de la tierra, cerca del doble que en 1970.
La cantidad de residuos que se genera en la extracción de estos minerales es más impresionante todavía. Como media, la producción de un anillo de oro, por ejemplo, genera unas 3 toneladas de residuos en la mina.
Afortunadamente, el mundo no necesita obtener minerales con métodos que requieren tanta energía y producen tanta contaminación.
Mediante una buena planificación y un diseño adecuado de las ciudades, del transporte, las viviendas y los productos, las sociedades pueden utilizar las actuales existencias de minerales de forma mucho más eficiente, empleando cantidades infinitamente menores de materiales y reduciendo de forma espectacular la necesidad de extraer minerales del subsuelo.
Los metales, por ejemplo, son sumamente reciclables. El cobre y el aluminio utilizados pueden ser recuperados con relativa facilidad, transformándose en la misma cantidad inicial de metal con tan solo un pequeño aporte de metal nuevo.
La producción de aluminio a partir de materiales reciclados requiere un 95% menos de energía que su obtención a partir de la bauxita. El reciclaje del cobre requiere entre cinco y siete veces menos energía que su obtención a partir del mineral de cobre y el reciclaje del acero supone un gasto energético entre dos y tres veces y medio inferior a su obtención.
Muchos productos modernos, desde ordenadores a coches, pueden ser diseñados -y lo están siendo- para que puedan desmontarse, reparar sus componentes, reutilizarlos y, en última instancia, reciclarlos.
Hay muy poca conciencia, sin embargo, del potencial del reciclaje, principalmente porque las políticas de los gobiernos favorecen enormemente la minería.
Si los 7 millones de toneladas de latas que han tirado a la basura los americanos entre 1990 y 2000 se hubieran reciclado, con el aluminio obtenido se hubieran podido fabricar 316.000 aviones Boeing 737, unas 25 veces la flota aérea comercial mundial.
Otro filón metálico sin explotar son las existencias de oro acumuladas en el mundo. En la actualidad, hay más oro en las cajas fuertes de los bancos, en los estuches de joyas y en los bolsillos de inversores privados que la totalidad de reservas conocidas del subsuelo.
Capítulo 7: Reconciliando Ciudades Divididas. Molly O'Meara Sheehan.
No menos de 1.000 millones de personas en todo el mundo se refugian en asentamientos "informales", excluidas de un mercado de la vivienda "formal" completamente inasequible para ellas.
Estos asentamientos se sitúan con frecuencia en los lugares más precarios -en laderas escarpadas de montes o en las llanuras de inundación de los ríos, en vertederos de basuras o aguas abajo de las industrias más contaminantes-, donde a la amenaza constante de desalojo se suma el riesgo de desastres naturales y de enfermedades asociadas a la falta de agua y de servicios higiénicos.
Si bien en 1900 las grandes urbes de los países industrializados del Norte ocupaban los 10 primeros puestos en la lista de ciudades más grandes del mundo, a partir de 2001 sólo han quedado Tokio y Nueva York en el pelotón de cabeza, pasando a dominar este listado los núcleos urbanos de las regiones en desarrollo.
Los expertos en demografía prevén que para 2015 las ciudades de Los Ángeles y Shangai serán desplazadas de su actual posición número 10, pasando Karachi y Yakarta a ocupar ese puesto.
Los gobiernos podrían hacer mucho más para ayudar a los ciudadanos más pobres a sentirse seguros en sus propios hogares, ganarse la vida y mejorar su entorno.
Con ello, las ciudades más pobres del mundo en términos relativos podrían adelantarse a las más ricas en la creación de un modelo de desarrollo urbano que valore a las personas y a la Naturaleza.
En todo el mundo las voces de la población más pobre se están empezando a escuchar en diversos foros políticos. Desde Bombay a Buenos Aires, los vecinos de los suburbios marginales se están organizando para luchar por sus derechos y por una vida mejor.
Capítulo 8: Comprometiendo a las Religiones en la búsqueda de un Mundo Sostenible. Gary Gardner.
Las tradiciones espirituales, desde las grandes religiones del mundo hasta las autoridades espirituales de tribus locales, están empezando a preocuparse por la creación de unas sociedades justas y ambientalmente saludables.
Las principales religiones están haciendo declaraciones en todo el mundo, abogando por un cambio en las políticas nacionales, y desarrollan actividades educativas en apoyo de un mundo sostenible -en colaboración a veces con el movimiento ambientalista.
Las instituciones religiosas pueden contribuir a construir un mundo sostenible con al menos cinco aportaciones valiosas: su capacidad para moldear cosmovisiones, autoridad moral, una base social muy amplia, importantes recursos materiales y una considerable capacidad para crear lazos comunitarios.
Si bien la comunidad religiosa y la científica han seguido históricamente caminos divergentes y se han mirado con recelo, en la actualidad cuestiones como la deforestación, el cambio climático y la pobreza están llevando a un acercamiento de movimientos religiosos y ambientalistas.
Esta tendencia es esperanzadora y podría representar el comienzo de una poderosa alianza por la sostenibilidad.
A medida que muchas religiones empiezan a interesarse por la construcción de un mundo sostenible, los movimientos seglares por la sostenibilidad están haciéndose más receptivos a la espiritualidad. Esta apertura podría ayudar a recuperar la voz apasionada de los primeros tiempos del movimiento ambientalista y a establecer una relación espiritual/emocional entre las personas y el medio natural.
Apéndice. Del ‘Prestige’ a la pesca. Ricardo Aguilar.
Diariamente, más de 4 millones de toneladas de crudo y sus derivados se transportan por el mar de una punta a otra del planeta en buques que tienen una media de edad que supera los 20 años. De ellos, sólo un 36% presenta doble casco, y el 70% del tonelaje bruto se transporta bajo banderas de conveniencia.
Casi 7.000 buques viejos y peligrosos, que superan los 15 años de antigüedad y han sido despachados para el transporte de hidrocarburos y productos químicos, navegan por los océanos del mundo. Cerca de 2.000 de estos barcos navegan por aguas europeas todos los años y, en su mayoría, pasan por zonas cercanas a las costas españolas, colocando Galicia y el Estrecho de Gibraltar en dos de los puntos con mayor riesgo de vertido del mundo.
Como consecuencia de este caos marítimo, en los últimos 30 años se han producido unos 10.000 accidentes de petroleros, que han dado como resultado el vertido de distintas cantidades de hidrocarburos al mar.
El enmarañado mundo de los transportes marítimos, con numerosas empresas y países involucrados en los fletes, hace que la búsqueda de responsabilidad en accidentes como el del ‘Prestige’ sea prácticamente imposible.
Pero la gente de la mar no sólo tiene que sufrir el impacto de la contaminación, sino también el del agotamiento de los recursos pesqueros. España, con unas 18.000 embarcaciones pesqueras y casi 70.000 pescadores puede sufrir una transformación total en sus comunidades costeras con un impacto social sin precedentes, siendo nuevamente Galicia y Andalucía las dos Comunidades Autónomas más afectadas.
Las decisiones que se tomen para acabar con el deterioro marino y para buscar soluciones imaginativas con las que hacer frente a la crisis determinarán el futuro de cientos de pueblos marineros.
Insertado
por: cipi-cpn (05/06/2003) |
Fuente/Autor:
Fundación Hogar del Empleado.
anamartin@fuhem.es |
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