REFLEXIONES SOBRE EL PAISAJE
El hombre transforma la naturaleza en paisaje por su acción o incluso por su mirada
Transitar a través de nuestra geografía, por nuestras comarcas costeras, por los intersticios rurales de las grandes áreas metropolitanas, nos induce a reflexionar sobre ese sentimiento de amor y odio hacia la cultura. Por qué esa ignorancia y abandono de nuestros mejores edificios rurales, arruinados la mayoría o destrozados por intervenciones aculturales, siendo pocos los restaurados y puestos en valor.
De la misma manera que el paisaje, malherido y en un proceso de transformación acelerado que le ha hecho perder la escala e incluso el sentido de ser el escenario de lo rural.
Nuestra sociedad es propensa a un tipo de esquizofrenia que la hace identificarse con lo atávico, con lo "nuestro", como mucha gente afirma, y a la vez destruirlo sistemáticamente.
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Imagen de Luis Sebastián, para Ibérica 2000...(Enlace...)
Aún es práctica generalizada, en la mayor parte de los municipios valencianos, de realizar proyectos urbanizadores en los que la tabla rasa es una condición previa para empezar a pensar; cuando si en algo se distingue nuestra geografía es que se trata de un territorio construido a lo largo del tiempo, tanto el urbano como el rural, y en el que cualquier planteamiento debiera ser el de "construir sobre lo construido".
Aún existe la posibilidad de preservar determinados paisajes, generalmente en el interior, y proteger aquellos otros, como el de l´Horta, de gran valor y en un proceso alarmante de ruina, de desaparición incluso, si no se da un cambio radical tanto en nuestros políticos, como en la sociedad y por supuesto en la cultura y en la mente de los técnicos en general.
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La propuesta de una Ley Reguladora para l´Horta y su declaración como Espacio Protegido, su apoyo social y se espera que institucional, tiene todo el interés de esos procesos de reculturación social necesarios para comenzar una nueva etapa. Representa el clamor de una pueblo, o de buena parte de él, que no quiere perder su identidad.
Una parte del pueblo que pide parar en un proceso acelerado de transformación y dar la posibilidad de pensar que es lo que queremos, para que caminamos y hacia donde. Hay que encontrar un futuro digno para una huerta con un pasado espléndido, una huerta que quizás deba integrase de alguna manera en la metrópoli comarcal en la que ya vivimos, pero que por supuesto, merece más que transformarse en periferia indiferenciada de cualquier ciudad, para beneficio de una civilización que opera en bolsa y que no valora lo que tiene en las manos.
Estas reflexiones tienen su sentido cuando los fragmentos de paisaje dejan de tener coherencia, en unos casos por sus dimensiones escasas y su consiguiente falta de profundidad, o en otros casos por la rareza de encontrar espacios abiertos sin elementos que distorsionen o rompan la escala, el ritmo, por no hablar de las texturas, de los colores y de las formas; cuando empieza a ser escaso es cuando se aprecia el valor del paisaje agrario.
No pretendo exponer ninguna fórmula para su puesta en valor, para su conservación, pues no la tengo y no creo que exista sólo una solución, creo que deben ser un conjunto de ellas, pero todas ellas apoyadas por un esfuerzo imaginativo que esté a la altura de las circunstancias. Sólo quiero exponer el por qué del interés por el paisaje, en particular del paisaje rural, y diría mas, de su protagonismo en el panorama cultural contemporáneo.
La primera de las reflexiones sería sobre la importancia de lo rural en el propio concepto de cultura. En este sentido deberíamos hacer una diferenciación entre CULTURA Y CIVILIZACIÓN.
La civilización la entiendo vinculada al pensamiento de los pueblos y las relaciones entre sociedades, siendo su escenario la ciudad y su escala las naciones, los grandes territorios, incluso la aldea global.
La cultura, en cambio, nos habla de los individuos, de los hombres y mujeres que forman una comunidad, de su manera de vivir, de comer, de trabajar, de sus ilusiones y de sus creencias. La cultura está directamente vinculada a la tierra donde nace. Lo rural en este caso es paradigma de la cultura, pues nos acerca a los orígenes, a los ancestros.
La casa rural: Masía, Alquería, como se quiera llamar en los distintos lugares, ofrece la imagen de una cultura, se identifica con ella, de ahí su poder evocador, la importancia de su iconografía en el propio imaginario colectivo de los pueblos. El paisaje rural ofrece en cambio la escala y el ritmo en el que se da la cultura, es el resultado de su compromiso con la naturaleza.
La segunda consideración proviene de entender al paisaje como el resultado del compromiso entre cultura y naturaleza. El hombre transforma la naturaleza en paisaje por su acción o incluso por su mirada. Es necesario el hombre para que exista el paisaje y es por lo tanto una creación suya, es artificial y subjetivo.
El paisaje es una naturaleza antropizada; formada, como en el caso rural por un equilibrio tranquilo en el tiempo, donde coexisten maneras de explotar la tierra, regímenes de propiedad, estructuras de caminos y veredas, edificaciones dispersas y agrupadas, ríos, barrancos, montañas, bosques, etc. Cualquier manipulación de alguno de estos elementos transforma el paisaje.
Esta condición hace que si cambian las premisas culturales, cambia el paisaje, y cuando el cambio no está sólo afectado por una cultura rural, sino que incide sobre el territorio una potente civilización como la nuestra; una civilización que ata ciudades entre sí, desvía ríos, corona cordilleras con molinos de viento, construye potentes líneas eléctricas que no se entienden desde la lógica de la propia tierra, sino de las ciudades lejanas a las que hay que transportar energía; nos damos cuenta de lo frágil que resulta el paisaje rural frente a transformaciones de la civilización contemporánea.
Este tema del paisaje es un tema de rabiosa actualidad, recientemente el profesor Luis Fernández Galiano se cuestionaba que el paisaje pueda estar protegido por cualquier ley del suelo genérica. Introducía un juego de palabras brillante, como son generalmente sus intervenciones, y entiendo con una particular fecundidad cuando frente a la ley del Suelo propone la ley de la Tierra, de la que dice que "es una ley del lugar que extrae su sentido de la huella"; de ahí en interés en conocer y valorar aquello que queremos proteger, saber leer, conocer sus posibilidades formales, estructurales, incluso plásticas.
El equilibrio en nuestros paisajes es difícil y complejo, ya que es un equilibrio a tres bandas, pues en él inciden: una lógica de la tierra creada por los hombres, una naturaleza preexistente, y una civilización con otra lógica, en este caso distante y ajena al territorio, pero a la cual se quiere estar conectado.
Juan Miguel del Rey Aynat. (Universidad Politécnica de Valencia)
Gentileza de Cercle Obert de Benicalap.
Iniciativas Sociales y Culturales de Futuro
LA HUERTA: UN PAISAJE EN PELIGRO GRACIAS A LA VORACIDAD URBANÍSTICA Y LA INDOLENCIA DE NUESTRAS INSTITUCIONES.
EL PSPV DENUNCIA EL NINGUNEO DEL CONSELL A BARBERÁ EN LA DECLARACIÓN DE L’HORTA COMO PATRIMONIO DE LA HUMANIDAD
Del Río: “El PP no puede justificar sus agresiones a l’Horta y distrae a los valencianos con anuncios que no piensa cumplir”
El PSPV ha sabido que la Generalitat no ha pedido documento ni informe alguno a la alcaldesa Rita Barberá para reforzar el proceso que ha promovido a fin de que la UNESCO declare a l’Horta Patrimonio de la Humanidad. Según la edil socialista Carmina del Río la Generalitat ningunea al Ayuntamiento aunque se trata de un ninguneo “consentido” por la alcaldesa.
Del Río denuncia esta situación tras conocer las respuestas de la alcaldesa a las preguntas que el PSPV hizo en relación a la conservación de l’Horta. “La Generalitat no ha solicitado ni un sólo documento o informe al Ayuntamiento para reforzar la petición de declaración de l’Horta como Patrimonio de la Humanidad y el hecho, absolutamente inaudito, deja indiferente a la alcaldesa y a su equipo de gobierno” asegura Del Río. “Da la impresión “, añade, “de que para Barberá, l’Horta se encuentra en otro término municipal a pesar de que si la considera a la hora de especular urbanísticamente”. Barberá, a la que al parecer no le preocupa que las recalificaciones anunciadas perjudiquen la candidatura de l’Horta, ha contestado que éstas sólo son “injustificadas” para los socialistas.
Por otra parte, de las respuestas se deduce que la alcaldesa piensa que las recalificaciones de l’Horta no afectarán a la pervivencia de la milenaria institución del Tribunal de las Aguas, incluso acusa a los socialistas de haber desprotegido l’Horta en el Plan General de Ordenación Urbana de 1.988.
“Con esta acusación”, explica Del Río, “el PP trata una vez más de engañar a los ciudadanos puesto que, justamente, lo que ocurrió fue todo lo contrario”. De hecho apenas hace unos días los socialistas hacían públicos los datos del PGOU de 1.988 referidos a l’Horta y en los que se ponía de relieve que aquel año se pasó de las 7.417 hectáreas protegidas del plan de 1.966 a las 9.084, siendo 1.631 hectáreas más las que se salvaron de la especulación.
La intención de aquel plan no era tan sólo la de salvar l’Horta sino también la de establecer un sistema racional con las rondas de cierre de la ciudad. Los socialistas consideran que las recalificaciones actuales amenazan l’Horta y retornan a la ciudad al desarrollismo franquista del año 66 que supondrán la desaparición del patrimonio medioambiental y etnográfico de Campanar y del entorno del Oceanográfico entre otras zonas.
“Mientras se da esta realidad”, asegura la edil socialista, “el PP intenta distraer a la opinión pública con anuncios y promesas conservacionistas que no tienen ninguna intención de cumplir”. En este sentido Del Río ha recordado que la alcaldesa prometió hace años la creación de la marca de denominación de origen para los productos hortofrutícolas de l’Horta, actuación que la misma Barberá reconoce que todavía no se ha concretado y que continúa pendiente de determinarse con la Consellería de Agricultura.
En cuanto a la promesa de Barberá de elaborar un Plan Especial de Protección de la Huerta, Del Río considera que ésta practica el “escapismo político” al contestar escuetamente que la Ley de Ordenación del Territorio y Protección del Paisaje ya prevé un Plan de Acción Territorial de la Huerta. “Dicho Plan debe referirse”, asegura, “a las recalificaciones que estamos denunciando y que acabarán sin duda alguna con l’Horta”.
La concejala socialista considera que el PP ha abocado a l’Horta a un callejón sin salida y ha insistido en que las iniciativas del Consell para su preservación son “pura propaganda” para ocultar sus intenciones reales en el sentido de favorecer los intereses de los especuladores urbanísticos. “Consell y Ayuntamiento”, afirma, “aparentemente se contradicen cuando unos recalifican en l’Horta y otros proponen su protección, pero en realidad todo forma parte de la misma estrategia y de momento lo que consiguen es crear la confusión entre los ciudadanos”.
Del Río ha exigido a Barberá ha que deje de fomentar la confusión, retire sus planes de recalificación y cumpla con sus promesas proteccionistas.
Es un comunicado de Prensa del PSPV- PSOE
2 de noviembre de 2004.
>> Autor: CERCLEOBERT (30/10/2004)
>> Fuente: Juan Miguel del Rey Aynat - Universidad Politécnica de Valencia.
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