EL PROBLEMA DEL MEDIO AMBIENTE Por A. Ruiz de Elvira. Universidad de Alcalá de Henares. Madrid.
El problema es la especie humana, y esto no se suele dejar muy claro. La especie humana es una más de las especies vivas que habitan el planeta, y por mucho que se quiera imaginar una vida humana aislada del resto de la vida, la realidad hace eso imposible. ¿Actuamos ya?
Hace algún tiempo surgieron los grupos ecologistas. Una serie de personas en todo el mundo decidieron expresar su procupación por la destrucción por parte de los seres humanos del ambiente en el que vivimos.
Desaparición de especies animales y vegetales, de ballenas, guepardos, del lince ibérico, de los osos, de las águilas, etc. etc. En una época la preocupación se centró, sobre todo, en ese ataque a la naturaleza que amenaza dejar el planeta como un patio de cemento en el que vivirían los seres humanos y pocas otras especies más, como no fueran ratas y cucarachas. Pero el problema de las demás especies, con ser muy grave, no es el -problema-.
Esta es una realidad, a la que damos la espalda...: El problema es la especie humana, y esto no se suele dejar muy claro. La especie humana es una más de las especies vivas que habitan el planeta, y por mucho que se quiera imaginar una vida humana aislada del resto de la vida, la realidad hace eso imposible, aparte de hacerlo inapetecible, pues vivir por vivir puede ser el objetivo de nuestros genes, pero no de la capacidad intelectual producida por esos genes: La vida vale la pena ser vivida en unas ciertas condiciones, pero no en otras.
El funcionamiento de la nubes bajas, influye sobre el clima de la Tierra.
Cuando más nubes bajas se formen en la atmósfera, más frío se vuelve el clima. Cuando más disminuyen, la temperatura del planeta se eleva.
Si contemplamos La Tierra desde el espacio, veremos que entre el 60% y 70 % de su superficie esta cubierta por nubes. Cuanto más rayos cósmicos lleguen, más nubes tendremos, y al contrario, cuando menos rayos cósmicos lleguen menos nubes tendremos. En vez de pensar en la nubes como un resultado del clima, debemos pensar que el clima, es el resultado de la acción de las nubes, porque las nubes reciben las ordenes de las estrellas.
Es muy importante estudiar este mecanismo que regula la formación de nubes, y no estar cerrados a plantear más razones del posible calentamiento o del posible enfriamiento del clima. La causa del calentamiento de la atmósfera por las emisiones de CO2 ya está seriamente en entredicho por muchas otras teorías que plantean miles de científicos escépticos, que no logran captar la atención para salir en los medios de comunicación para exponer abiertamente y sin intereses sus planteamientos e investigaciones.
No hay que olvidar que debemos seguir analizando e intercambiando conceptos y teorías para acercarnos cada vez más a la verdad de este posible cambio climático, causado totalmente por la acción del hombre o no.
Traducir esta responsabilidad del hombre sobre el clima, con más impuestos para seguir manteniendo un sistema administrativo que no actúa donde debe actuar, es seguir con el engaño, dejando que las verdaderas causas del problema que afecta al Planeta, escapen a nuestra actitud global y al compromiso total que debemos adoptar. Toda la agitación política que rodea al tema del calentamiento global, es irrelevante desde el punto de vista científico. Vivimos en una época de catástrofes naturales intensificadas (además de las guerras y epidemias contínuas). Huracanes, tsunamis, inundaciones, vientos, olas de frío y de calor, incendios forestales.
Estas "catástrofes" causan pérdidas muy cuantiosas de vidas y de propiedades.
Pero no son "catástrofes" a nivel natural. La naturaleza asume sin problemas la desaparición de playas causada por los tsunamis; los incendios forestales naturales se recuperan en ciclos espontáneos; los huracanes derriban árboles pero poco más, las olas de frío o de calor no modifican substancialmente la vida de las regiones en donde ocurren.
Pero los tsunamis causan la muerte de 200.000 personas, los huracanes, de miles de seres humanos, las inundaciones y las olas de frío y calor, las de cientos, y los daños a las propiedades humanas son tremendos.
Los problemas ambientales son problemas humanos. Si los hoteles de las playas no estuviesen a un metro sobre el nivel de la pleamar, si las urbanizaciones no se hicieran en primera línea de costa, si en los pueblos de pescadores se hicieran canales para desviar las mareas y maremotos intensos, si los humanos no encendieran fuegos en bosques jóvenes, si los humanos tuviesen un intercambio racional con lo que les rodea, los humanos serían menos vulnerables a las "catástrofes" naturales y aquellas otras que la propia acción humana produce.
El medio ambiente, la tierra, el mar, la vida, el clima, debe ser respetado por si mismo, pero sobre todo debe ser respetado por nuestro propio interés.
Cínicamente se puede decir que en el tsunami de Indonesia "solo" han muerto 200.000 personas, que la economía indonesia tendrá mejores resultados este año de 2005 debido, sin duda, a la inyección de dinero de donativos que le va a llegar desde paises más ricos.
La desaparición de las pesquerías no afectará a 200.000 personas, sino a todas las personas del mundo. Si fundimos el hielo de Groenlandia, ciudades como Cádiz y Huelva, como Londres y Nueva York y otras muchísimas más desaparecerán bajo 6 metros de agua y unas olas encrespadas. El daño que estamos haciendo al medio ambiente nos lo estamos haciendo a nosotros mismos ya, ahora.
Pero mucho más importante: si se concibe la vida individual no como un miserable intervalo de unos años entre nacimiento y muerte, sino como un episodio importante en una cadena casi eterna que va de padres a hijos, y en conexión con el resto del mundo en que en cada momento vivimos, el daño al medio ambiente es un daño real, directo, a toda nuestra vida, una destrucción de lo que hemos recibido y una destrucción de lo que pasamos a los demás y a los que vienen tras nosotros.
En vez de utilizar nuestra vida, que es una vida recibida, para crear y añadir a lo que ya tenemos, para nosotros mismos, y para aquellos a quienes nosotros damos la vida, estamos destruyendo nuestra habitación, y al destruirla, nos destruimos a nosotros mismos.
El problema del ambiente es un problema nuestro. El problema no lo es para las ballenas, los osos o los pingüinos, con serlo. El problema es para nosotros mismos. ¿Actuamos ya? * Información extraída íntegramente de...(Enlace...)
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