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YA SABÍAMOS EN LOS 80, QUE LAS HORMONAS EN LA MENOPAUSIA SON PELIGROSAS.
los sofocos reaparecen y estos fenómenos de vasodilatación nos añadirn otros problemas de piel.

Esto se escribía en 1987 (España), a pesar de ello, de alguna manera las multinacionales de la farmacia consiguieron convencer a no se sabe quien, ni de que maneras, para que este tipo de sustancias fuera administrada casi de una manera genérica a toda la población femenina menopaúsica, generando los efectos no deseados esperados.

En 1987 el Ministerio de Sanidad y Consumo editó una guía farmacológica para la asistencia primaria, realizada por “Academia de Ciencias Médicas de Cataluña y Baleares y el Instituto Catalán de Farmacología.

En esta guía de 400 páginas se hace un recorrido por la gran mayoría de los fármacos utilizados dando consejos tanto sobre sus utilidades, efectos secundarios y otros datos de interés.

Así cuando habla de la administración de estrógenos en el climaterio (hormonas femeninas en la menopausia) literalmente dice: ”En comparación con el placebo sólo mejoran los sofocos y los síntomas de atrofia urogenital, pero no tienen efecto alguno sobre la irritabilidad, el insomnio, la fatiga y la depresión... El tratamiento con estrógenos favorecería un “rebote” de las crisis de vasodilatación cutánea al dejar el tratamiento” pag 200.

Esto es, en el momento que dejas el tratamiento los sofocos reaparecen y estos fenómenos de vasodilatación nos darán otros problemas de piel. Por lo tanto el tratamiento ha de continuarse a más o menos largo plazo. Más abajo advierte sobre el uso de estos fármacos:

“Se recuerda que el empleo de estrógenos a medio y a largo plazo da lugar a un aumento de la incidencia y de la gravedad de alteraciones del metabolismo glucídico (metabolismo del azúcar tendencia a la diabetes 2) trombosis venosas, hipertensión y neoplasias hormonodependientes (sobre todo cáncer de endometrio).”

Esto se escribía en 1987, a pesar de ello, de alguna manera las multinacionales de la farmacia consiguieron convencer a no se sabe quien, ni de que maneras, para que este tipo de sustancias fuera administrada casi de una manera genérica a toda la población femenina menopaúsica, generando los efectos no deseados esperados.

Aún es más en 1997 se inició un estudio sobre la administración de preparados estrogénicos en 40.000 mujeres, estaba previsto acabar el estudio en 2005 pero se tuvo que concluir 3 años antes dados los problemas secundarios creados, algunos de la gravedad de cánceres hormonodependientes. Estos resultados no fueron diferentes a los que ya se tenían 20 años antes. A pesar de esto durante estos 20 años se recetaron, y aún ahora, estrógenos durante la menopausia a millones de mujeres. No hay ningún estudio sobre esta administración incontrolada de hormonas, ni sabemos de que manera ni a cuantas mujeres se vieron afectadas de forma definitiva o temporal por esta forma de terapia.

Parece que el último capítulo, por el momento de esta actitud desgraciada para nuestros pacientes ha concluido con la retirada del mercado del AGREAL, producto considerado no hormonal, con las mismas indicaciones que las hormonas en menopausia, pero que ha superado en efectos secundarios a las hormonas.

Estos mismos responsables políticos y sanitarios que han autorizado la administración de hormonas para estos casos, se están empeñando en restringir hasta el máximo los productos biológicos, hay un nuevo proyecto de ley sobre el medicamento, pero permitiendo los grandes desmanes que la industria farmacéutica está creando.
Zaragoza, 16 de abril de 2007

Más información alojada y relacionada, desde Ibérica 2000:
* Traficantes de SALUD (Enlace...)

>> Autor: Antonio Catalán Claver (17/04/2007)
>> Fuente: Recopilaciones para Ibérica 2000.

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