LOS PROBLEMAS DE LA ENERGÍA EÓLICA
Aún persiste la falta de información sobre las implicaciones de su uso en México
El uso de tecnologías en energía eólica a gran escala en México está generando afectaciones sociales y ambientales que ponen en duda los beneficios de la energía eólica. Además, no existe suficiente información que permita valorar integralmente las afectaciones de la energía En este panorama, se necesita un debate profundo acerca de los impactos de la generación de energía eólica con el objetivo de analizar qué tan benéfica o perjudicial puede resultar.
La instalación de centrales eoloeléctricas en el Istmo de Tehuantepec, en el estado de Oaxaca en México, es un proyecto desarrollado por compañías privadas como Iberdrola, Acciona, Eolia, Preneal, Renovalia Energy, Unión Fenosa, Electricidad de Francia, entre otras más, por el Banco Mundial y el gobierno mexicano.
(imagen omitida)
A nivel discursivo, el objetivo del proyecto es reducir emisiones de gases de efecto invernadero y generar energía eléctrica menos contaminante; aunque en la práctica, promueve la interconexión eléctrica en la región de Centroamérica mediante el incremento de la participación del capital privado en la generación de electricidad.
El problema central es que el emplazamiento de centrales de energía eólica ha generado la oposición de algunas comunidades campesinas debido a que su construcción provoca el despojo de tierras a las comunidades a través de contratos de arrendamiento amañados; e impactos ambientales como: la fragmentación de hábitats; el desplazamiento de especies; el ruido de los aerogeneradores; la degradación de la calidad visual del paisaje; la muerte de aves por colisión con aerogeneradores ubicados en una de las rutas migratorias más importantes en el mundo; entre otros más.
El meollo del asunto es que si bien los impactos de la energía eólica pueden llegar ser menores en comparación con otras fuentes de energía, como los combustibles fósiles, no por eso deben ignorarse o subestimarse.
Este es el caso de los impactos visuales donde no se trata de determinar si las centrales eólicas tienen un diseño atractivo o no, sino de cómo afectan el paisaje. Asimismo, si bien la muerte de aves puede resultar pequeña en comparación con otras actividades económicas, esto no significa que no se deba poner atención a este problema. En especial, porque no se ha proporcionado información transparente sobre cómo la construcción de parques eólicos ha afectado los patrones de migración o la variación estacional.
Considerando lo arriba señalado, el debate sobre la generación de energía eólica debe centrarse en que la información y el conocimiento sobre sus implicaciones, al menos para el caso del Istmo de Tehuantepec, aún es insuficiente para determinar con claridad sus beneficios y riesgos. En este sentido, el gobierno mexicano y las empresas trasnacionales actúan de manera irresponsable porque afirman que la energía eólica contribuirá al “desarrollo sustentable” sin tener los suficientes argumentos que respalden esta aseveración.
Por lo anterior, a pesar de que existen estudios de impacto ambiental, éstos suelen ignoran o subestimar la magnitud de los diferentes impactos. Por lo tanto, se desconoce si algún impacto puede poner en riesgo la salud del ecosistema o pueda afectar significativamente los derechos agrarios, culturales, económicos y ambientales de las comunidades campesinas.
Considerando lo arriba indicado, no se trata de oponerse a todos los proyectos de energía eólica, porque puede haber casos alrededor del mundo donde la población local participe activamente; existe una distribución equitativa de las ganancias; no se dañe severamente al medio ambiente; o se suministre electricidad para la gente que realmente lo necesita. De cualquier forma, esto implica un análisis detallado de cada caso particular.
Así, la crítica va dirigida a los proyectos que se desarrollan con el propósito de beneficiar los intereses económicos de las empresas trasnacionales en deterimento de las necesidades del país, y que no contemplan medidas de precaución para garantizar realmente la protección de derechos humanos y del medio ambiente.
En términos generales, es necesario una discusión abierta y plural entre quiénes se oponen a la energía eólica y aquellos que la promueven. Si bien esta idea puede parecer poco viable al menos en el corto plazo, dado los intereses y visiones del mundo totalmente opuestas de estas posturas; va a ser fundamental llegar a acuerdos que permitan tomar decisiones responsables con el medio ambiente. Y es que el megaproyecto eólico no ofrece por el momento respuestas claras sobre cómo hacer frente a los desafíos que impone el cambio climático.
* A toda la información alojada y relacionada desde Ibérica 2000, con el tema eólico mundial que nos preocupa... (http://www.iberica2000.org/es/Directorio.asp?Id=18) (A numerosos artículos y enlaces...)
* A toda la información alojada y relacionada desde Ibérica 2000, con la SALUD AMBIENTAL de México... (http://www.iberica2000.org/es/Busquedas.asp?Palabra=mexico) (A numerosos artículos y enlaces...)
>> Autor: Emiliano Castillo (07/07/2011)
>> Fuente: Emiliano Castillo
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