ENERGÍA EÓLICA, PLAN EÓLICO VALENCIANO Y PAISAJE
Comunidad Valenciana. España.
Con la aparición del actual nuevo paradigma ambientalista, el paisaje ha pasado a ser elemento fundamental en la valorización del territorio y obra natural y humana de extrema delicadeza y fragilidad.
El paisaje es creación humana.
Sólo existe en la mente de las personas. Forma parte de nuestro imaginario colectivo y en este sentido resulta único y no tiene precio en el mercado.
Para el resto de seres vivos el concepto de paisaje no existe, es recreación del intelecto humano. Partiendo de esta premisa, los seres humanos nos hemos habituado a vivir rodeados de paisajes, que son tan diversos como miradas puedan intervenir.
(imagen omitida)
Stella Gyurkovits, nos muestra el panorama paisajístico, en la central eólica en el término municipal de Buñol. Comunidad Valenciana. Imágenes de Ibérica 2000.
Pero hay varios tipos de paisajes básicos que es necesario enunciar:
El paisaje natural primigenio seria aquel no alterado por el hombre (con tantas subdivisiones como ecosistemas hemos estudiado los humanos: paisaje amazónico, paisaje marino forestal, paisaje de ribera de río, paisajes glaciares...); el paisaje cultural (o humanizado) nos lleva a la obra visual de la naturaleza alterada por los humanos.
Este segundo tipo de paisaje permite tantas subdivisiones o tipologías como formas permiten las actividades humanas y sus infraestructuras (paisaje urbano, paisaje rural, paisaje agrícola, paisaje industrial...).
(imagen omitida)
* Parque Eólico de Buñol. (Enlace...)
Con la aparición del actual nuevo paradigma ambientalista, el paisaje ha pasado a ser elemento fundamental en la valorización del territorio y obra natural y humana de extrema delicadeza y fragilidad.
La Revolución Industrial y la tecnología que posteriormente se derivo de ella, nos ha llevado a momentos de inflexión en el paisaje desconocidos en tiempos históricos anteriores.
En la Comunidad Valenciana nuestro paisaje natural, fuertemente intervenido a través de los siglos por la agricultura, la ganadería y las explotaciones forestales, se convirtió en un paisaje cultural mediterráneo que, des de un punto de vista ambientalista, podríamos llamar y valorar como equilibrado y armonioso, pero de extrema fragilidad.
El punto de inflexión en la degradación de nuestros paisajes culturales y naturales se da con la aparición de las tecnologías que permiten introducir en la naturaleza y en nuestros paisajes, formas, materiales, colores y volúmenes absolutamente desvinculados de los materiales cercanos y los recursos con los que a lo largo de siglos se habían construido nuestros más íntimos paisajes.
Las nuevas autopistas, polígonos industriales, o el nuevo urbanismo industrializado ha llevado a la aparición de nuevos paisajes humanizados que han creado rechazos por sus impactos sobre los paisajes naturales y culturales tradicionales heredados a lo largo de siglos.
Percibido el paisaje como un bien a proteger, nuestra sociedad decidió incluirlo en las leyes de evaluación de impacto ambiental, junto a la fauna, la flora, las formaciones geológicas... Todos ellos elementos que, además de soporte natural son, no lo olvidemos, también parte conformadora del paisajes al ser visualizados por las personas.
Des de la década de los años 60 y 70, la Comunidad Valenciana ha sufrido un deterioro de sus paisajes naturales y culturales sin parangón en toda su historia.
Sobre todo si pensamos que con anterioridad a nuestra particular revolución industria, y según los parámetros actuales de lo que significa paisaje cultural, podemos afirmar que llevábamos millones de años construyendo paisajes culturales armoniosos y agradables para la psiquis humana.
Pero en tan solo 40 años hemos dinamitado gran parte de ese impagable patrimonio y hemos construido un sinfín de paisajes desprovistos de armonía, magia y generadores de salud psicológica (entornos de polígonos industriales, centrales nucleares, edificios urbanos, entornos de infraestructuras como líneas aéreas de alta tensión, carreteras, autopistas...).
I con esta pesada carga degradativa de nuestros paisajes culturales más íntimos y armoniosos hemos alcanzado el siglo XXI. I el nuevo siglo anuncia a las energías renovables como salvadoras de las crisis energéticas. I sin contaminación ni residuos.
En este contexto, tenemos ahora en exposición pública el Plan Eólico Valenciano. Como energía renovable que es, ha estado aceptada por todos como punto de partida, incluidos los movimientos sociales ecologistas. Pero de pronto, cuando entramos en el detalle de que tipo de instalaciones propone nuestro gobierno autónomo, suena la voz de alarma entre ciertos sectores sociales por el impacto ambiental y paisajístico que estas centrales eólicas van a provocar.
Tal como esta planteado el Plan Eólico Valenciano los parques se extienden sobre todo el conjunto del territorio, de tal manera que ya no tendremos la opción de contar con paisajes valencianos sin el decorado de los aerogeneradores.
Es decir que aparece un nuevo tipo de paisaje que podríamos llamar “paisaje de generación de energía eólica o paisaje eólico”.
Si el perfil y las cimas de nuestras montañas, hasta ahora libre de infraestructuras (excepción hecha de las antenas de telecomunicaciones), se van a convertir en receptoras masivas de los parque eólicos y vamos a convertir nuestros paisajes en una especie de monocultivo de paisaje eólico, si esto es así, el cambio en la percepción del paisaje va a resultar tan brutal y radical que pienso que los valencianos y valencianas nos merecemos un debate en profundidad mas allá de unas exposiciones públicas de los proyectos de parques eólicos que pasan desapercibidas para la mayor parte de la población.
El tema es tan grave y de tal calado que habría que preguntar a la sociedad valenciana si está dispuesta a sacrificar sus paisajes naturales y culturales más inalterados (el de las montañas) por la generación de energía eléctrica que no va a significar ni tan sólo el 5 % de la consumida y que no va a llevar al cierre de la central nuclear de Cofrentes, de la central térmica de Castelló, y ni tan sólo a paralizar el proyecto de la central térmica de Catadau a la Ribera Alta.
La cuestión merecería un referéndum autonómico!
Porque estamos hablando no sólo de que los parques cubren todo el conjunto del territorio valenciano, sino que además, muchos de los aerogeneradores tienen torres de más de 60 metros de altura y palas de 70 metros de diámetro que llevaran a un impacto paisajístico de dimensiones desconocidas en el territorio valenciano.
Pero no sólo se va a ver afectado el paisaje. Con estas dimensiones de torres eólicas, ¿puede el ciudadano imaginar la contaminación acústica que se genera en el entorno rural más próximo a los parques eólicos?
El mismo Plan Eólico reconoce que se producirán impactos negativos sobre el paisaje y los ecosistemas derivados de: la intrusión visual ejercida por los aerogeneradores que integran en gran cantidad cada parque eólico; por las líneas de evacuación y transporte de la energía producida hasta la red eléctrica; por la construcción de subestaciones, centros de transformación y edificios de control; por la construcción de los caminos de acceso a los parques eólicos y edificios de servicio.
También reconoce el plan que se producirán impactos sobre la avifauna, derivados de la posibilidad de colisiones contra los aerogeneradores y las líneas de evacuación y transporte de energía producida; impactos sobre la vegetación derivados de la propia implantación de los aerogeneradores y de los caminos de acceso a los parques eólicos. I también se reconocen impactos sobre el patrimonio cultural y arqueológico derivados de la construcción de los parques y los caminos de acceso.
¿Como no van a producir impactos obras de acceso que tienen que permitir alcanzar las cimas de las montañas camiones cargados con piezas metálicas prefabricadas de más de 30 metros de longitud?
Cuando digo que el impacto paisajístico se extenderá por todo el territorio valenciano, causa dolor, tristeza y rabia, listar los pueblos afectados.
Allá va el listado de norte a sur de la comunidad, puede ser pesada su lectura pero da muchas pistas para reflexiones varias: Albocàsser, Alcalà de Xivert, Ares, Benasal, Canet lo Roig, Castellfort, Catí, Cervera del Maestre, Cinctorres, Culla, Forcall, Herbes, La Mata, la Salzedella, Morella, Olocau del Rey, Palanques, Portell de Morella, Rossell, Sant Mateu, Santa Magdalena de Pulpis, Zorita del Maestrat del Maestrat, Tírig, Todolella, la Torre d’en Besora, Vallibona, Vilafranca, Villar de Canes, Villores, Xert, Borriol, la Pobla Tornesa, la Serra d’en Galceran, les Coves de Vinromà, San Juan de Moró, Serratella, Vilafamés, Atzeneta del Maestrat, Benafigos, les Useres, Vistabella del Maestrat, Alpuente, Andilla, Aras de los Olmos, Barracas, Bejis, Benafer, Benageber, Calles, Caudiel, Chelva, Domeño, El Toro, Gestalgar, Higueras, Higueruelas, La Yesa Montán, Pina de Montalgrao, Sacañete, Titaguas, Torás, Tuejar, Viver, Casas Altas, Casas Bajas y Vallanca, Ayora, Bicorp, Buñol, Camporrobles, Caudete de las Fuentes, Enguera, Chera, Chiva, Cortes de Pallás, Fuenterrobles, Loriguilla, Quesa, Requena, Siete Aguas, Sinarcas, Bache de Chera, Teresa de Cofrentes, Utiel, Yátova, Ayelo de Malferit, Albaida, Bocairent, la Font de la Figuera, Fontanars dels Alforins, Moixent, Ontinyent y Vallada, Almudaina, Agost, , Balones, Bañeras, Benassau, Beniardá, Benifallim, Benillup, Benimassot, Castalla, Castell de Castells, Confrides, Facheca, Famorca, Gorga, Ibi, Millena, Onil, Planes, Penàguila, Quatretondeta, Relleu, Tibi, Tollos, La Torre de les Maçanes, Vall d’Alcalà, Valle de Laguar, Vall d’Ebo, Xixona, Albatera, Algueña, Biar, Crevillente, Elda, Hondón de las Nieves, Hondón de los Frailes, Monóvar, Monforte del Cid, Novelda, Onil, Orihuela, Pinoso, Petrer, La Romana, Salinas, Sax, Villena.
En estos ciento cuarenta y seis pueblos y en sus términos municipales se localizan más del 90 % del total de casas rurales ofertades al País Valenciano.
Un esfuerzo inversor público y privado, que echarán a perder en gran parte las aspas de los aereogeneradors. Porque, a quién le puede gustar ir a pasar unos días de vacaciones y de relax, como el que preferentemente se supone que buscan este tipo de personas, cerca de un parque eólico?
Lo que deberían saber los ciudadanos de este país e ignoran profundamente, es el hecho de que en estos municipios de la fatídica lista, restan (incluso en mejor estado que en muchos de los Parques Naturales “oficiales”), los más maravillosos paisajes de esta comunidad autónoma nuestra, las más singulares villas medievales, los yacimientos arqueológicos más emblemáticos, algunas de las mejores muestras de vegetación autóctona, madrigueras y nidos de zorros, jabalíes, cabras salvajes, serpientes, búhos, rapaces, paredes de piedra seca, cultivos milenarios, ermitas, barrancos imposibles, cuevas, árboles monumentales, corrales, masías, aldeas...
Todo resta ahora en estas comarcas en silencio, todo resulta todavía armonioso, todo el conjunto de elementos mencionados conforma nuestro mejor patrimonio cultural y natural. Son comarcas y pueblos demasiado sensibles como por albergar ni parques eólicos ni nada parecido. Pero mucho menos las gigantescas torres de los aereogeneradors.
Y por si algo faltaba, también tenemos en marcha el Plan de Minas que afecta básicamente a los mismos municipios. El trato a nuestros paisajes naturales y culturales merece algo más que desinformación. Queremos un referéndum autonómico por mucho que suene a utopía. Esta en juego algo más que el silencio de una puesta de sol detrás del perfil de nuestras montañas.
Paco@paletaocres.com
Este artículo fue publicado en las páginas de la Comunidad
Valenciana de EL PAIS el dia 22 de marzo de 2004 en su página 6.
* Enlace a la Web de la Plataforma organizada en la Zona 15 del Plán eólico Valenciano.
* ¿Quién controla la Energía en España?
¿Quién suministra la electricidad en Europa?
En la actualidad el sector eléctrico en España está controlado por 6 grandes compañías: Iberdrola, Endesa, Gas Natural, Unión Fenosa, EnelViesgo e Hidrocantábrico, por ello este informe pretende desvelar quiénes son sus accionistas relevantés, cuál es la composición de sus consejos de administración y cómo son sus relaciones laborales, qué empresas están participadas por estas compañías eléctricas, cuáles son sus activos y proyectos en España y en el extranjero, sus planes estratégicos, el I+D, y la evolución del parque de generación desde el año de aprobación del Protocolo de Kioto hasta 2004. El Informe trata de desvelar si estas compañías piensan actuar a favor de sus accionistas “a largo plazo”: la próxima generación.
Enlace a un estudio de los flujos financieros de las compañías eléctricas españolas en activos eléctricos durante el periodo 1998-2005... (Greenpeace España - 08 sept. 2006)
Nota de interés, en este Informe anterior:
(Ver en la Pág. 94 los nombres y apellidos de estas empresas, los currículums empresariales de cada una de ellas, las que más generan resíduos nucleares, y las que están expoliando América Latina con lo que abusan en Europa como en otros países industrializados...)
>> Autor: pamelaamaya (07/04/2004)
>> Fuente: Paco Tortosa.
(C)2001. Centro de Investigaciones y Promoción de Iniciativas para Conocer y Proteger la Naturaleza.
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