VOLVAMOS A PENSAR...
Nuestra democracia no nos garantiza la libertad, sino la obligación de opinar.

Pensar es un arte complicado y todavía necesario, incluso útil para poder vivir con un mínimo de dignidad, aunque actualmente la mayor parte de la "masa" precisa sentirse y creerse "borrego" para así evitar ser conscientes de su propia realidad personal...

VOLVER A PENSAR
Por Carlos F. Liria
Santiago Alba Rico
Ediciones AKAL, 1989
* Fragmentos del libro "El humanismo como utopía real", de Erich Fromm... (Enlace...)

Nuestra democracia, como aquella ateniense que condenó a Sócrates, no nos garantiza la libertad, sino la obligación de opinar. El vocerío de la opinión se instituye como una maquinaria represiva para la ley del pensamiento esforzada más allá de todo poder político en el trabajo de proporcionar a cada pregunta su respuesta.

Sócrates fue condenado por una “sociedad abierta”. Preguntó demasiado. No se conformó con la omnipotencia para creer y quiso tener la seguridad de saber. Su democracia no le soportó y si resucitará, el mundo libre le ofrecería igualmente la cicuta. “Saber que no se sabe” es todavía hoy un delito anticonstitucional, una apología del eidos terrorista allí donde la libertad de opinar encadena ciegamente nuestro pensamiento a un poder injusto.

Nuestros intelectuales nadan en un océano de respuestas sin pregunta, libres para seguir opinando, comprometidos a algo que decir y nada que razonar. Sólo una pregunta absoluta, una pregunta hasta el final, es un razonamiento. Pero nunca Sócrates ha estado más muerto. Nunca la sociedad ha vivido como hoy en ausencia de la filosofía.

Nuestra democrática criminalidad, heredada del espíritu ateniense, ha conservado sus esclavos en el Tercer Mundo y si ha sacralizado la libertad de opinión es porque está segura ya de haber masacrado la razón.

Pensar es un arte complicado y todavía necesario, incluso útil para poder vivir con un mínimo de dignidad, aunque actualmente la mayor parte de la "masa" precisa sentirse y creerse "borrego" para así evitar ser conscientes de su propia realidad personal...

Hoy en día, nuestros convecinos y conciudadanos prefieren vivir precaria, indigna y miserablemente antes que intentar recuperar las riendas de su propia vida y ser dueños de su propio cuerpo. Somos esclavos, aunque no tengamos cadenas externas, pues ahora las cadenas se camuflan con el consumo compulsivo, con la ciega indolencia y pasividad, con el conformismo y la incapacidad para expresar de forma pública nuestras dudas, quejas o iniciativas...

Vivir mata cuando no sabemos ni queremos expresar nuestros miedos interiores a los que hacen que nuestras vidas cotidianas se conviertan en infiernos insoportables...

* Enlace a algunos de los artículos que comparte Antonio Marín, en Ibérica 2000... (http://www.iberica2000.org/Es/DirectorioAut.asp?Id=495)

>> Autor: Alfonso143 (30/05/2006)
>> Fuente: Antonio Marín Segovia. Desde Valencia.

(C)2001. Centro de Investigaciones y Promoción de Iniciativas para Conocer y Proteger la Naturaleza.
Telfs. Información. 653 378 661 - 693 643 736 - correo@iberica2000.org