POR LAS LADERAS DEL TXAMANTXOIA Y LA SELVA DE OTSOBIETA. A caballo entre Navarra y Aragón. Desde Isaba a Ansó.
A este paraje que pasa desapercibido para el visitante del Pirineo, podemos acceder desde el Refugio de Linza o desde el Camping Asolaze. Un estrecho entre ambas provincias donde la vegetación se pelea buscando los claros, y donde la fauna aún no sabe de fronteras. Cada paso merece un respiro, cada mirada lleva tras de sí, una admiración.
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(Imágenes de Ibérica 2000) Los hongos aterciopelados y de llamativos colores llaman a la atención; crean notas sueltas de música entre una vegetación donde los verdes emborrachan los sentidos.
Un vuelo majestuoso por el Pirineo más salvaje, más indómito, para bajar hasta este embalse de Yesa, en el curso del río Aragón. Un recorrido por las altas crestas del Anie, por los Tres Reyes, por Belagua, Isaba, Burgui hasta el Monasterio de Leire y Castillo de Javier...
Podríamos decir que esta zona es la continuación del Bosque de Gamueta que asciende hacia el Chinebral de 2312 m. de altitud. Merece ser visitado, en auténtico sigilo, para poder ver más allá de lo que la vista puede descifrar. Dejar brotar la fuerza de los sentidos entre magníficas vistas del Valle de Gamueta y de Linza presidiendo el pico de l´Acherito. A la izquierda el Petrechema y solemne, la Mesa de los Tres Reyes.
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Los cristales cuelgan entre puntitas de vida, regando los brotes más tiernos de una selva que despierta bien adelantada la primavera y que entra en reposo antes de llegar al invierno.
Un paseo de escasa dificultad, de unas 4 horas de máxima duración entre ambos refugios para pernoctar.
Desde el Camping Asolaze, en Isaba. Nos internamos por el Barranco de Mazé, por una pista sin asfaltar. No debemos entrar con coche, ya que rompe el silencio y no nos permitirá detectar a los pajarillos, ni a los mamíferos rebuscando insectos y semillas entre la hojarasca. Una señal nos indica a la entrada, abstenerse "vehículos no autorizados".
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Merche nos muestra algunos de los árboles Guía de estos parajes secretos; seres testigos del tiempo, supervivientes de la dura montaña, que nos hablan, que saben también escuchar cobijando un mundo diminuto de vida. Duendes mágicos que saben ser pacientes esperando un saludo, un abrazo y un hasta luego.
Un paso estrecho de frondosa vegetación con amplitud de coníferas y que sorprende de repente al encontrar ejemplares como este, centenarios, aislados, erguidos hacia el cielo, náufragos de numerosas tempestades, que merecen ser venerados con todo respeto.
En las primeras horas del clarear del día, será lo ideal para ver la efusiva actividad de la fauna más silvestre, y en las últimas horas de la tarde, aún podremos escuchar el despertar de alguna rapaz nocturna. Los prismáticos, herramienta esencial para mover la curiosidad entre el verde follaje y entre la maraña de rameríos.
En el barrizal de alguna torrentera, deberemos hacer especial atención para detectar las huellas de los mamíferos invisibles que viven y corretean durante las horas oscuras. Son pequeños detalles que nos hablan de las fiestas nocturnas, de las salvajes orgías que mantienen en latido constante la vida en el bosque, la continuidad de las especies en la naturaleza está presente en cada rincón donde sepamos prestar atención..
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Frutos que el vientre del Pirineo sabe parir, nutriendo de armonía los senderos; los adorna con trinos naranjas, gorgojeos rojizos, silbidos amarillentos que siembran todo un concierto plasmado al óleo.
El torrente es territorio del Mirlo acuático, bioindicador especial de aguas puras y cristalinas. Si queremos disfrutar de sus zambullidas, deberemos permanecer inmóviles en algún tramo de rápidos especialmente, con ropa mimética hasta la cabeza y exenta de colores vistosos que terminarían avisando a todos los habitantes del sotobosque de que estamos allí...
Laderas que parten desde el valle de Belagua (carretera del Roncal), y que se internan por las faldas del Igardakua para atravesar por el Cuello de Mazé entre el pico Txamantxoia de 1941 m. y el Iturruburua de 1592 m. Para dar paso al Valle de Gamueta y al Refugio de Linza.
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Pasillos alfombrados de las más delicadas lanas; telas y sedas que cuelgan y acolchan cada mirada, cada esquina de troncos está adornada de pasión de vida, de júbilos y de fiestas nacientes que no paran ni de día ni de noche.
Si seguimos la pedregosa pista que va ascendiendo, hasta el final, encontraremos magníficas imágenes hacia el sur, sobre el Collado Garbisa, el mastodóntico macizo rocoso de Peña Ezkaurre de 2047 m. Más allá del Valle de Belabarce por donde sí transcurre una carretera asfaltada que une Isaba con el Valle de Zuriza. Camping Zuriza...(Enlace...)
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Collados donde se han sembrado helechos, que acarician y que se apartan al paso, que son acompañantes silenciosos en los mejores caminos, que no dicen nada pero que saben mantener el frescor alegre en cada mañana.
Desde el Valle de Linza y Gamueta. Desde el refugio de Linza nos internamos en la pista forestal que asciende hacia el "Rincón de Maz". Buen acceso que dura unos kilómetros mientras vamos tomando altura arropados por el Txamantxoia. Las hayas y las extensas panorámicas serán los compañeros inseparables desde la salida, pero encontraremos frondosa vegetación al llegar al Cuello de Mazé para visionar entre la espesura, la Selva de Otsobieta.
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Árboles caídos, nutrientes indispensables para la continuidad y el sostén de otros vegetales, de hongos, de setas, de líquenes, de helechos que en pleno verano juguetean, se polinizan, sobreviven en esa dura carrera de comer para aprovechar los manjares y no ser comidos.
La ganadería vacuna está presente algunas temporadas, encontrándonos pasos de vallado que deberemos cerrar al paso, para no molestar la labor de los ganaderos en estas tierras.
A hora y media en el cuello de Mazé a 1500 metros de altitud, desde el Refugio de Linza. Descenderemos entre el joven hayedo buscando la pista forestal sin asfaltar que nos unirá 2 horas más tarde con la carretera del Roncal. Allí tenéis para pernoctar el Camping Asolaze...(Telf. 948 89 30 34...)
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Piel de bosque, irritada, herida, curtida, acune de seres vivos diminutos, de aves que picotean buscando, de plantas que se cuelgan, que se pegan, que quieren seguir viviendo a toda costa como sea, danzando en un baile de azafranes silvestres y campanillas alucinógenas.
Podemos continuar la travesía por el Camino Real (Errege Bidea) que asciende junto a la Carretera del Roncal desde tierras aragonesas del Valle de Aragón, internándose por la Foz de Burgui y circulando paralelo al margen izquierdo del río Eska, hacia el Roncal, Isaba y Valle de Belagua. Un mundo de senderos desde aquí, dan paso a rutas por esta parte del Pirineo navarro. * Por el Prepirineo del Valle Aragón...(Enlace...)
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Desde las laderas del Txamantxoia, preside el macizo rocoso de Peña Ezkaurre de 2047 m. Y en primer término, la Selva de Otsobieta.
Artículos relacionados de la zona, que puedes encontrar en Internet:
] Señales del Picapinos y del Pito negro que habitan en estas tierras, que se oyen pero que no se ven. Indicios de aves que viven de la madera, a los que hay que saber escuchar para descubrir.
Por el Valle del Roncal...
Un itinerario documental, remontando el curso del río Eska... entre historias de historia. Detalles del paisaje privilegiado de la Navarra pirenaica.
Información relacionada desde Ibérica 2000, para que escojas el sendero más apropiado:
] El zorro deja su rastro en cada camino. Es el campeón de casi todos los ecosistemas, el que todo lo aprovecha para alimentarse, el que esta preparado para las sequías y para las hambrunas. Marca sus cotos de caza, para que otros no invadan sus propiedades.
] Emergentes y de pliegues retorcidos que terminan elevándose en vertical, es la espectacular Sierra d´Alano. En una de las tardes en Zuriza, saboreando una cervecita y una magnífica puesta de Sol.
* Ruta a Larrondoa (1.703 m), desde Ikalterrea. Partiendo desde el Camping Asolaze en Isaba. Revista del Mundo de los Pirineos. Nº 65 Pág. 84. Sept-Octubre 2008. Texto de Gorka López y fotografías de Iñaki Relanzón. Todo un despliegue de belleza.
* Rutas por el rincón de Belagua. Revista del Mundo de los Pirineos. Nº 65 Pág. 76. Sept-Octubre 2008. Texto de Gorka López y fotografías de Iñaki Relanzón. Uno de los principales baluartes de la extrema hermosura del Pirineo occidental.
>> Autor: Redac.Ibérica2000 (24/09/2008)
>> Fuente: Recopilaciones para Ibérica 2000.
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