EL DÍA MUNDIAL DEL AGUA 2004.
Asamblea General de las Naciones Unidas.
"El Agua y los Desastres".
A pesar de las serias preocupaciones actuales relativas a la escasez y degradación de la calidad de los recursos de agua dulce en extensas áreas del mundo, el agua no debe convertirse en un factor restrictivo para el desarrollo sostenible y el bienestar de la humanidad, particularmente si ahora se toman medidas vigorosas hacia un enfoque integrado.
Domingo 21/03/2004 22:22 h.
La Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó el 22 de diciembre de 1993 la resolución A/RES/47/193 por la que el 22 de marzo de cada año fue declarado Día Mundial del Agua, a celebrarse a partir de 1993, en conformidad con las recomendaciones de la Conferencia de la Naciones Unidas sobre Medio Ambiente y Desarrollo contenidas en el Capítulo 18 (Recursos de Agua Dulce) de la Agenda 21.
(imagen omitida)
* Imágenes de Luis Sebastián para Ibérica 2000
Se invitó entonces a los diferentes Estados a consagrar este día, en el marco del contexto nacional, a la celebración de actividades concretas como el fomento de la conciencia publica a través de la producción y difusión de documentales y la organización de conferencias, mesas redondas, seminarios y exposiciones relacionadas con la conservación y desarrollo de los recursos hídricos así como con la puesta en práctica de las recomendaciones de la Agenda 21.
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Este día es una ocasión única para recordar a todos que mediante esfuerzos concretos para proveer agua potable y concienciando más al mundo sobre los problemas y las soluciones en este campo, se puede ayudar para que las cosas sean distintas.
El 22 de marzo del 2004, el Día Mundial del Agua en las Naciones Unidas se observará bajo el tema "El Agua y los Desastres". En esta ocasión, los organismos líderes para promover el Día son la Organización Meteorológica Mundial (OMM) y la Estrategia Internacional para la Reducción de Desastres (Naciones Unidas - EIRD).
(imagen omitida)
La Comisión de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo Sostenible. A pesar de las serias preocupaciones actuales relativas a la escasez y degradación de la calidad de los recursos de agua dulce en extensas áreas del mundo, el agua no debe convertirse en un factor restrictivo para el desarrollo sostenible y el bienestar de la humanidad, particularmente si ahora se toman medidas vigorosas hacia un enfoque integrado.
En el informe de la Reunión del Grupo de Expertos sobre Criterios Estratégicos para la Ordenación del Agua Dulce se expusieron recomendaciones claves al respecto y fueron ampliamente acogidas por la Comisión sobre el Desarrollo Sostenible.
En cualquier lugar del mundo pueden ocurrir emergencias y desastres que afecten la salud humana, las vidas de las personas y la infraestructura.
Las emergencias o desastres causan efectos en el ambiente físico, biológico y social que dan lugar a problemas de salud ambiental que amenazan la salud humana, el bienestar y la supervivencia.
Estos efectos incluyen la destrucción de casas, albergues e instalaciones de suministro de agua y de saneamiento; contaminación de fuentes de agua, y proliferación de vectores.
El agua es un requerimiento básico para la vida y la salud; y el agua y la salud están relacionados estrechamente.
Por consiguiente, la Organización Mundial de la Salud (OMS) no solo busca responder eficazmente a las emergencias que se derivan de los desastres, sino que también busca reducir la vulnerabilidad de las comunidades a los riesgos mediante el fortalecimiento de la capacidad de resistir los desastres y la asistencia a los países para que se recuperen rápidamente.
El Día Mundial del Agua 2004 es una oportunidad única para llamar la atención sobre la importancia del agua y del saneamiento durante las emergencias y desastres. Asimismo, es una instancia para:
* Asegurar que la asistencia humanitaria de salud cumpla las normas internacionales y prioridades locales y que no se comprometa el desarrollo sanitario futuro.
* Asegurar la concienciación sobre los riesgos relacionados con el manejo inadecuado de los recursos hídricos y con la falta de acceso al agua segura, saneamiento e higiene; así como el tratamiento adecuado de tales riesgos.
* Abogar y negociar el acceso humanitario seguro y la neutralidad y protección de los trabajadores de la salud.
* Promover la integración de los servicios y estructuras en los programas de salud pública.
* Asegurar que las lecciones aprendidas en una crisis se apliquen para reducir la vulnerabilidad relacionada con el agua y el saneamiento deficientes.
Las acciones del Día Mundial del Agua 2004 estarán orientadas hacia la concienciación del público a fin de lograr un cambio positivo en la opinión pública, que a su vez, influirá en los encargados de formular las políticas.
La amplitud de las actividades en cada país permitirá lograr un cambio.
Recuerde que el Día Mundial del Agua, a celebrarse el 22 de marzo de 2004, es principalmente un evento periodístico. Es una gran oportunidad para llamar la atención del público y generar conciencia sobre:
* La importancia del Día Mundial del Agua y los riesgos de salud generados por los daños que causan los desastres en la infraestructura de agua;
* El buen trabajo realizado individualmente o de su organización para mejorar la situación;
* Las brechas de información y actividades adicionales que puede implementar para concienciar, y
* Los logros ejemplares.
Observaciones resaltantes:
* Aproximadamente 1,7 millones de personas mueren cada año debido al agua insalubre y al saneamiento e higiene deficientes, principalmente por diarrea infecciosa.
* La mayoría de muertes (90%) ocurre en niños, principalmente en los países en desarrollo.
* Más de un millón de personas mueren cada año debido a la malaria, una enfermedad estrechamente relacionada con la gestión deficiente de los recursos hídricos y 6% de la carga mundial de morbilidad está relacionada con el agua.
* La evidencia indica que el suministro de servicios adecuados de saneamiento, el agua segura y la educación sobre higiene son intervenciones eficaces que pueden reducir la mortalidad por enfermedades diarreicas en 65% y la morbilidad relacionada en 26%.
* Aproximadamente dos mil millones de personas (un tercio de la humanidad) han sido afectadas por desastres naturales en la última década del siglo XX. Las inundaciones y las sequías representaron 86% de estos.
* Las inundaciones son la segunda causa más frecuente de desastres naturales, después de las tormentas de viento y afectan a más regiones y personas que cualquier otro fenómeno.
* Las inundaciones aumentan la constante amenaza a la salud proveniente de los sistemas inadecuados de agua potable y saneamiento. Los residuos industriales y vertederos de basura pueden contaminar los suministros de agua.
* El ahogamiento, que está estrechamente vinculado con las inundaciones, aumenta significativamente la carga de morbilidad atribuible a los desastres por inundación. Además, las personas que pierden todo en una inundación (sus hogares, sus alimentos, su vecindario) son los más vulnerables a la enfermedad.
* Las sequías causan la mayoría de las enfermedades y muertes, ya que generan y empeoran la malnutrición y la hambruna e impiden el acceso al abastecimiento adecuado de agua.
DÍA MUNDIAL DEL AGUA 2004 EL AGUA Y LOS DESASTRES.
Mensaje del Secretario General de la Organización Meteorológica Mundial.
En los últimos decenios, los desastres causados por fenómenos naturales han cobrado gran número de víctimas y causado considerables pérdidas materiales, cada día más elevadas, afectando las vidas de centenares de millones de personas en todo el mundo.
Esos desastres quebrantan las economías nacionales, agudizan la pobreza de los estratos más vulnerables y representan grandes obstáculos para el desarrollo sostenible y la reducción de la pobreza.
Para hacer frente a esos trances es necesario que la gestión de los desastres y los riesgos formen parte de un sistema integral de planificación del desarrollo, fundamentado en una base de conocimientos más sólida, en el compromiso de las autoridades responsables y en la participación, concienciación y educación del público.
Desde tiempos inmemoriales, los asentamientos humanos y las actividades económicas conexas se han desarrollado en torno a las masas de agua.
La presión del crecimiento demográfico y la concentración de la población en los centros urbanos ha llevado a la aceleración del proceso en los últimos decenios, razón por la cual la población está cada día más expuesta a los peligros relacionados con las aguas.
El costo humano, económico y ambiental de esos desastres ha aumentado considerablemente en los últimos cuarenta años.
En la actualidad, las tres cuartas partes de todos los desastres naturales tienen que ver con las condiciones extremas del tiempo, el agua y el clima. El exceso o la escasez de agua, o la calidad deficiente de la misma, incide negativamente en las economías nacionales y en la salud de las personas, lo que va aparejado de nefastas consecuencias a largo plazo para el bienestar de la población.
El progreso de las ciencias meteorológicas e hidrológicas demuestra que las medidas de preparación y mitigación permiten reducir los efectos de los peligros naturales.
Aunque no es posible evitarlos, la sociedad puede reducir su vulnerabilidad y, por consiguiente, disminuir los riesgos conexos evitando que se conviertan en desastres.
Una reorientación del método de gestión de desastres que suponga la adopción de estrategias dinámicas de prevención representará una gran contribución para reducir la vulnerabilidad de las comunidades a ciclones, inundaciones, sequías y otros peligros similares.
La planificación con suficiente antelación con vistas a mitigar los efectos desastrosos de los peligros permite a las autoridades responsables reducir los efectos negativos a un menor costo.
Las medidas de preparación y mitigación desempeñan un papel decisivo para reducir los efectos de los desastres.
Con todo, las medidas, de preparación y de mitigación deben estar basadas en información sólida. Ello requiere aumentar la precisión de los servicios de predicción y alerta temprana y contar con mayor tiempo de previsión, así como disponer de información a largo plazo que resulte útil para la evaluación de riesgos y para el diseño y aplicación de medidas de mitigación, tanto estructurales como de otro tipo.
Debemos sacar el máximo partido del extenso y singular sistema de observaciones in situ y satelitales de la OMM, de la red de centros de predicción y alerta de la Organización, que dispone de algunas de las más poderosas supercomputadoras, y del extenso sistema de telecomunicaciones de la OMM que permite a todos los Servicios Meteorológicos Nacionales intercambiar datos y productos y garantizar la oportuna preparación y difusión de predicciones y alertas a corto, mediano y largo plazo.
Por otra parte, los estudios sistemáticos de los fenómenos meteorológicos e hidrológicos y las observaciones relacionadas con ciclones, tormentas de gran intensidad, inundaciones, desprendimientos de tierras y flujos de lodo son elementos esenciales para poder tener una clara comprensión de los mecanismos y las causas de los peligros naturales, que permita reducir las posibilidades de que se conviertan en desastres.
Para poder estar preparados y tomar medidas destinadas a hacer frente al riesgo planteado por los desastres es necesario conocer los riesgos que entrañan, las opciones que permitan mitigar los riesgos y los métodos para poner en práctica esas opciones.
La alerta temprana de los desastres desempeña un papel de vital importancia en todas las actividades humanas, por lo que debe combinarse con una estrategia que permita reaccionar ante sus efectos adversos con el fin de mitigarlos.
La gestión de los desastres es una cuestión técnica multidisciplinaria con dimensiones sociales, culturales y ambientales.
Por consiguiente, la elaboración de estrategias de gestión de desastres no puede basarse solamente en datos técnicos y requiere contar también con una sólida base de conocimientos sociales y culturales.
El Día Mundial del Agua 2004, cuyo lema es "El agua y los desastres" supone tanto un desafío como una oportunidad para todos los que tenemos que ver con la gestión de desastres y en particular para los expertos dedicados a la predicción de desastres naturales y la preparación de alertas tempranas en los Servicios Meteorológicos Nacionales y los Servicios Hidrológicos Nacionales.
Aprovechemos esta oportunidad para entrar en contacto con los diversos participantes a través de los medios de difusión, las campañas de concienciación pública y la interacción comunitaria.
Saquemos partido de esta oportunidad para desarrollar las estrategias de preparación y respuesta, aumentar la comprensión de la predicción meteorológica e hidrológica por parte de la población, y potenciar la capacidad de las comunidades con el fin de que aprecien y comprendan de manera sencilla las diversas facetas de la gestión de desastres.
Aprovechando esta oportunidad, quisiera instar a gobiernos, organizaciones internacionales, organizaciones no gubernamentales, universidades, medios de difusión y SMHN a que aúnen conocimientos y esfuerzos y a que estén "informados y preparados" con el fin de mitigar los efectos adversos de los peligros naturales y, en particular, los relacionados con el agua, en pro del desarrollo sostenible de todas las naciones.
** He recibido este notificado de la mano de Miguel López Bueno (LOPEZ.BUENO@telefonica.net) y lo he compartido con vosotros en Ibérica 2000.
Un saludo.
Más información relacionada en:
* El 2003, fué el Año Internacional del Agua Dulce.
* UN.org
* Web oficial sobre el Año Internacional del Agua Dulce.
* Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente. Oficina Regional para América Latina y Caribe.
>> Autor: albertoflores (22/03/2004)
>> Fuente: Miguel López Bueno.
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