UNA PALABRA QUE HA SIDO BASTANTE OLVIDADA, RESPETO. Un atropello, a uno de nuestros valores fundamentales de libertad...
Si bien es muy corriente hablar de libertad, reclamar libertad y hasta exigirla para nuestros actos, lo cual está muy bien, no siempre esas exigencias de nuestra parte van de la mano de una conducta propia, de respeto por la libertad de los demás.
Con todo respeto.
Estimad@s Amig@s: Una palabra que ha sido bastante olvidada en estos últimos tiempos y nos gustaría hacer un pequeño aporte para intentar recuperarla, es “Respeto”.
Fácilmente, ante alguien que no piensa, no actúa, no vive o no cree como nosotros, podemos adoptar una actitud incomprensiva, intolerante o hasta agresiva.
NUESTRO mensaje al mundo, de la mano de unos niños canadienses... Una petición expuesta ante los representantes reunidos de la ONU... donde sobran más comentarios.
Esta actitud, cuando es tomada en contra de nuestras ideas se percibe como un atropello a uno de nuestros valores fundamentales: la libertad.
Si analizamos solo un poco la historia de nuestro continente, nos daremos cuenta de que en los momentos y lugares en los que hemos convivido gentes de distintas culturas, tradiciones y religiones en un marco de respeto mutuo, el resultado ha sido una ganancia para todos y cuando no lo hemos hecho de esa forma, cuando no hemos respetado a quienes no piensan o no actúan como nosotros, los resultados han sido nefastos.
El respeto hacia quienes nos rodean debe incluir no solo a toda la humanidad, sino también al resto de las especies que habitan el planeta y a la naturaleza. Por falta de respeto al otro, es decir a la diversidad, milenarias culturas se han perdido para siempre y otras se están perdiendo.
Y nosotros hemos perdido la posibilidad de enriquecernos con sus aportes.
En los tiempos en los que convivimos respetando la naturaleza, ella nos lo retribuyó de la mejor forma, nunca nos faltó alimento, agua potable, ni calor en nuestras casas.
Ahora hemos perdido ese respeto, creemos ser sus dueños y poder manejarla a nuestro antojo, creemos poder esclavizarla y obligarla a que trabaje para nosotros, forzándola a producir mas de lo que puede, desgastándola hasta volverla totalmente improductiva.
Tierras a las que que nuestros campesinos, con la sabiduría de la tradición, han hecho producir nuestros alimentos durante cientos de años, ahora son víctimas de la sobreexplotación que sólo alimenta a los mercados, pero que además desnutre al pueblo y en pocos años se van convirtiendo en desiertos improductivos que no podremos recuperar.
No es respeto agachar la cabeza ante los poderosos, eso es cobardía. Respeto es el respeto por nuestros ideales, el respeto por nuestros pueblos, nuestra cultura, nuestras tradiciones, por la naturaleza que nos abriga y alimenta y por nosotros mismos.
Ese respeto hará del mundo, un lugar mejor para todos. Muchas gracias.
(C)2001. Centro de Investigaciones y Promoción de Iniciativas para Conocer y Proteger la Naturaleza. Telfs. Información. 653 378 661 - 693 643 736 - correo@iberica2000.org