MODERNIZAR Y DEMOCRATIZAR AL MUNDO ÁRABE
Porque este es el plan de EE UU en el que, según El País, colaborará España.

Si llego a saber que todo nos conduciría hasta aquí, no contribuyo al canje del dogma católico (que a fin de cuentas había dejado de causar estragos y devastación a escala continental hace cuatro siglos en el Nuevo Mundo), por este nuevo dogma civil de la diosa “Democracia” a cañonazos...

- Más claro, agua (ver el editorial de El País de hoy). La "relación de trabajo" consecuencia de la entrevista de 20 minutos de la Condoleezza Rice con Moratinos ha dado lugar a una contundente clarificación: resulta que, después de traerse Zapatero las tropas de Irak, España, como resultado de esas conversaciones entre la siniestra mestiza yanqui y el sonriente ministro español, colaborará con Estados Unidos en otro terrible y sangriento afán como tantos otros de la Historia: luchar contra el terrorismo, pero sobre todo, colaborar a "la modernización y democratización del mundo árabe".

Es decir, que visto lo visto; visto cómo se las gastan los Estados Unidos para “modernizar” y "democratizar" a un país de cultura y religión ajenas a las suyas, este gobierno, después de clamar contra una guerra-ocupación que no se cansó de calificar de injusta e inmoral y traerse rápidamente a 1.500 hombres de Irak, se apresta a convertirse en otro de los cómplices oficiales para la democratización y modernización nada menos que de todo un mundo: del "mundo árabe" que ocupa medio continente asiático. Luego, una vez conseguido el genocidio, de acuerdo con tales premisas, deberá continuar la “modernización y democratización” de lo que queda del continente asiático: el subcontinente chino que, el pobre, tampoco está democratizado ni modernizado...

Y ¿sabe este gobierno que el imperio se proponga una “modernización” y "democratización" de otro modo que no sea causando centenares de miles de víctimas que, a este paso y en poco tiempo, serán millones o decenas de millones? ¿Acaso la democracia —que ahora se está revelando tan corrompida además— no es otra manera más de interpretar y de hacer política de la convivencia o de la coexistencia humana en el planeta? ¿O es que, después de haber venido luchando secularmente contra el dogma religioso católico y calvinista, ahora resulta que lo único que ha hecho esta putrefacta sociedad occidental —al menos la española— es reemplazarlo por el dogma civil de esa otra diosa: la diosa “democracia”, tan falsa como todos los dioses de todos los tiempos?

Yo desde luego, si lo llego a saber, no hubiera movido un dedo para ayudar a semejante enjuague. Lo mismo me daba el otro que éste que se ha apoderado ahora de cerebros tan enfermos de soberbia y sedientos de sangre y de riqueza como los que fueron a evangelizar el Nuevo Mundo...

Porque ahora resulta que, de momento, lo que a estos gobernantes más les preocupa es saber cuándo se le abrirán las puertas de la Casa Blanca a Zapatero. Está ya siendo una obsesión de su agenda, como la famosa Hoja de Ruta.

"Modernizar, "democratizar" al mundo árabe supone gasearlo y destruirlo. Aniquilar a todo cuanto se oponga al plan dejando en sus tierras al final sólo a los sumisos, a los débiles, a los resignados, a los adictos y a los colaboracionistas que regresan de Boston y de Manhattan a donde fueron un día sus padres o abuelos, para dominar a las poblaciones autóctonas. Otra monstruosidad. Esto no es muy diferente de lo que hizo el antecesor de Zapatero. No sé si peor. Esto sigue siendo colaborar con el crimen de lesa humanidad, con el genocidio en ciernes planeado por un Estado que en estos momentos es ladrón y criminal.

Cuando a través de la UE, a cuya construcción política intenta contribuir este gobierno, le sería más fácil esperar a acuerdos conjuntos, ahora descubrimos que la diplomacia española se pasa el día mirando el calendario para saber cuándo se le abrirán las puertas de la Casa Blanca a Zapatero.

¡Puerca política! ¡Puercos gobiernos! ¡Puercos genocidas embozados, todos, en solemnidades, en sonrisas y en delicadas maneras!

Aunque estos acuerdos fueran simplemente charlas de café o chismes de comadre que no van a ir a ninguna parte en el terreno práctico, tal como fija la cuestión el editorial de El País de hoy los términos de formulación de esos acuerdos no dejan de ser, por parte española, indignos, y rastrera esa ansiosa atención a que se le abran las puertas de la Casa Blanca a Zapatero. En cualquier caso, todo va contra el común sentido que ha de tener de todo esto la inmensa mayoría de sus votantes. Seguro estoy.

>> Autor: Jaime Richart (16/04/2005)
>> Fuente: -Jaime Richart

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