En las carreteras de nuestras comarcas, mueren cientos de animales silvestres. Un estudio de recopilación de notas durante varios años nos desvela algunos resultados.
Con el aumento cada año del tráfico rodado, en nuestras carreteras se eleva el número de víctimas que mueren atropelladas cada año. La cantidad es significativa cuando se trata de muchos cientos de ejemplares.
Ejemplar de Abubilla (Puput), atropellada. 1996.
La especie que encabeza las listas es el gato doméstico seguido de los erizos y las aves. Aunque del perro, aparecen también serias estadísticas en zonas urbanas procedentes de abandonos junto con el gato. (Pero del perro son menos los casos) Pero siempre depende de la zona más localizada en que nos encontremos.
Algunos de los carnívoros silvestres también quedan reflejados en las listas de atropellos destacando entre todos ellos, el zorro hacia finales de agosto y septiembre en que se independizan de las zorreras los más jóvenes.
De las aves, las más importantes podríamos destacar a las rapaces nocturnas, sobre todo ejemplares de Lechuza común y Mochuelos, que son los que más aprovechan las carreteras durante la noche para cazar a sus anchas roedores e insectos.
Y a finales de agosto, los jóvenes Chotacabras pardos recién salidos del nido e inexpertos, que suelen permanecer de noche posados en el asfalto, también son sorprendidos, especialmente en carreteras de interior y solo en determinadas comarcas. (Menos son los casos en las carreteras de las costa)
De las aves en general, los atropellos son más frecuentes durante las épocas de marzo a julio, en que se incrementa la actividad por estar en épocas de cría, sobre todo con los pollos en el nido en su incansable búsqueda de alimentos por parte de los padres.
EL PARANY LA CRUEL REALIDAD
(Video sobre la campaña de la cruel realidad de la caza con Parany en la Comunidad Valenciana)
En las autopistas, en este caso la de Valencia-Alicante, los casos más abundantes son las rapaces nocturnas que hemos nombrado arriba. Y es por las altas velocidades, que sorprenden más fácilmente con las luces de los faros a los ejemplares, que campan a sus anchas entre este extenso espacio asfaltado y entre horas nocturnas.
El conejo es uno de los ejemplares más atropellado en estas vías ya que hemos experimentado que en estas zonas, al encontrarse vallado su entorno, estos ejemplares encuentran en estas áreas aunque rugidas por la velocidad de los vehículos, un espacio tranquilo y "más seguro" para criar y pastar sin la presión insistente que ejercen algunas sociedades de caza. ¡Y los ejemplares terminan adaptándose a cualquier ambiente! ¡Que remedio les queda!
Y los carnívoros silvestres también se han acomodado a este escenario de hormigón y basuras, encontrando un suculento festín entre tanto campo de conejos.
Pero sorprendentemente, hemos encontrado pasos que cruzan las carreteras y diversos complejos de scalextric entre calzadas, que estos ejemplares ya emplean como rutas alternativas habituales, para evitar el peligro de morir atropellados.
Aunque siempre alguna gineta o garduña terminan siendo víctimas de tanta presión latente.
Los anfíbios como los sapos, son también víctimas frecuentes. Y los erizos. Lamentablemente sufren gran cantidad de bajas.
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