Reflexiones en torno al movimiento OKUPA |
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LA ESPECULACIÓN URBANÍSTICA... Y LA DEMANDA SOCIAL. |
Vivimos tiempos extraños, pues resulta incomprensible e inquietante que se tolere y se aplauda todo tipo de agresiones contra nuestro entorno, contra nuestro patrimonio natural, siendo muy pocos los que eleven su voz y denuncien con rotundidad, el sistemático y calculado expolio y saqueo que padecemos en muchas áreas vitales. |
La falta de viviendas sociales, la precariedad laboral, la privatización de elementos y bienes públicos esenciales... parecen no molestar ni preocupar a la mayor parte de nuestra sociedad...
Imagen de DESALOJO OKUPA, extraída de... La Policía Nacional ha desalojado el Ateneu de Korneyà, el espacio okupado más antiguo de Cataluña, una antigua fábrica situada en el número 23 de la calle Barcelona de Cornellà. (RUDY)
El movimiento okupa ha logrado poner de actualidad un tema realmente grave: la falta de viviendas a precios asequibles son la constatación de la profunda amoralidad que impregna y rodea a un sistema económico basado en la explotación, en la degradación, en la destrucción...
Agradecemos el valor del movimiento okupa para rescatar y poner en la mesa un tema que es preciso conocer y analizar en profundidad. ¿Qué tipo de viviendas necesitamos y qué hacemos para lograr vivir de forma equilibrada en los núcleos urbanos?
La okupación es un recurso legítimo en una sociedad que permite todo tipo de atropellos urbanísticos, ambientales, artísticos, laborales...
Pienso realmente que es mucho peor no mostrar alarma e indignación ante las acciones expoliadoras y los saqueos que comete la administración pública al degradar nuestro patrimonio histórico-artístico, saqueando las arcas públicas para la realización y respaldo de iniciativas privadas que laceran el litoral y permiten la destrucción de nuestros bosques.
El cinismo de algunos medios de comunicación en torno a un problema como la especulación urbanística es algo que no me resulta extraño, dado que los periodistas de ahora son simples chicos de los recados del Poder y del empresariado, careciendo de valores éticos y de independencia para saber y querer decir la verdad. No entiendo el malestar que manifiestan ciertos periodistas ante las protestas de los okupas...
El acceso a la vivienda constituye uno de los problemas evidentes y básicos que cualquier ciudadano debemos afrontar a lo largo de nuestra vida.
El aumento disparatado e incesante de los precios en todos los bienes (vivienda, alimentación, transporte...), las políticas de especulación, la implantación de la precariedad en todos los ámbitos de nuestra existencia (laboral, asistencial, sanitario...), la falta real de apoyo institucional para promover viviendas sociales y de protección oficial, la ausencia de propuestas alternativas por parte de la izquierda tradicional... todo ello ha servido para generar y alimentar numerosas innovadoras protestas sociales.
Es evidente que el movimiento okupa es el que ha sabido (con indudables aciertos y algunas sombras) llamar la atención sobre las graves situaciones que padecemos la mayor parte de los ciudadanos y habitantes de España, pues la situación de especulación urbanística es motivo para la constante alarma social, dado que nos afecta a todos, incluso aquellos que permanecemos al margen del compromiso okupa.
Independientemente del tratamiento manipulador y de los "olvidos" intencionados de ciertos medios de comunicación, es preciso destacar que el emergente y activo movimiento okupa, ha posibilitado que todos, absolutamente todos, volvamos a ver un problema grave, gravísimo, que estaba siendo silenciado y ocultado por políticos, empresarios, medios de comunicación...
El elevado precio de las viviendas, la falta de estructuras sociales y asistenciales que permitan y ayude al acceso a viviendas dignas para los colectivos en situación de emergencia, la disparatada y alucinada especulación urbanística y ambiental deben ser motivos para que, independientemente de ciertas carencias, tengamos a bien respaldar las iniciativas y propuestas del movimiento okupa.
La falta de transparencia del empresariado, la ausencia de interés de los partidos políticos y sindicatos... son los principales responsables de que algunos ciudadanos tengamos el deber moral de respaldar las acciones que emprenden los okupas, pues nos parece realmente obsceno que nuestros representantes olviden sus compromisos por lograr el bienestar general y posibilitar la existencia de cauces participativos plurales, dinámicos y horizontales.
Eso sí, conviene que el emergente movimiento okupa procure mantener un diálogo directo, abierto y sereno con el resto de colectivos y ciudadanos, pues todos tenemos problemas y queremos vivir con unos mínimos de dignidad. Realmente hace falta potenciar el diálogo y la unidad de acción ante problemas comunes que nos afectan a todos, incluso a los que pensamos que vivemos "seguros".
* Antonio Marín Segovia. Cercle Obert de Benicalap - Iniciativas Sociales y Culturales de Futuro. antoniod17@ono.com
Más información alojada por esta Entidad, en Ibérica 2000: * CERCLE OBERT DE BENICALAP (Enlace...)
* Entrevistas al movimiento OKUPA. Historia y objetivos... (Enlace...) * Algunos detalles del movimiento Okupa en Europa... (Enlace...)
Últimas noticias: Todos los españoles tienen derecho a disfrutar de una vivenda digna y adecuada. (Constitución Española, art 47) Las viviendas pertenecen a quienes las habitan, pero sus fachadas son de todos. Víctor Hugo, poeta y novelista francés, (1802-1885) Este movimiento, está lejos de ser una moda pasajera, es una demanda a sociedad para organizarse justa y dignamente... (Enlace...)
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por: CERCLEOBERT (03/09/2004) |
Fuente/Autor:
Antonio Marín Segovia - Cercle Obert de Benicalap. |
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Comentarios
Con vuestro permiso me ha llegado al correo este "manifiesto" de una asociación y deseo compartirlo con todos vosotros: (Cada uno, que saque sus propias conclusiones, y actúe en consecuencia) MANIFIESTO EN DEFENSA DE LA OKUPAZIÓN Y DE LOS ESPACIOS AUTOGESTIONADOS: Mientras el precio de las viviendas las hace inalcanzables para gran parte de la población, en Madrid y en muchos otros lugares, jóvenes y no tan jóvenes no se resignan y llevan años okupando edificios abandonados. De este modo, las okupaciones expresan el radical antagonismo entre el valor social de las viviendas y su uso como medio de enriquecimiento privado, denuncian que mientras la ciudad crece desmesuradamente con criterios energívoros y mercantiles, los centros históricos se despueblan y decenas de miles de viviendas quedan cerradas, abandonadas o inutilizadas por sus propietarios. Y cuando por fin se elaboran planes de rehabilitación, se hacen de acuerdo a intereses especulativos, y no al bienestar o la mejora de la calidad de vida de quienes allí viven, de tal forma que se construyen nuevas viviendas que a veces nunca llegan a habitarse, mientras ya hay miles de ellas construidas pero vacías. Es el caso del edificio recientemente okupado en la plaza de Cabestreros, en Lavapiés, que llevaba más de veinte años construido sin que nadie llegara a habitarlo nunca. Ahora ha encontrado su valor de uso al realojar a quienes se quedaron en la calle tras el desalojo del centro social okupado El Laboratorio y también alberga buena parte de los proyectos interrumpidos por ese desalojo. Porque las personas que okupan inmuebles abandonados también lo hacen para constituir espacios públicos no institucionales, autónomos y autogestionados -los llamados centros sociales okupados-, desafiando las leyes que consideran injustas e iniciando, con muy pocos medios pero con la energía que da la cooperación social, la construcción de nuevas propuestas de vida y de cultura radicalmente separadas de las normas del consumo y del mercado. En contraste con los centros culturales municipales que casi nadie usa, los centros sociales okupados se han mostrado a menudo como una riqueza para el territorio y para el tejido social. Ofrecen posibilidades de creatividad y socialidad más amplias que las que proceden de los mecanismos institucionales o de mercado, y desde su precariedad y escasos medios han presentado -cuando se les ha dejado tiempo- una resistencia desde abajo a los procesos de descomposición y abandono que padecen muchos barrios. La okupación en este contexto no sólo es un gesto necesario de denuncia y rebeldía, sino también una propuesta social que no puede tratarse con el despotismo con que lo hacen las instituciones políticas, judiciales o policiales, a las que sólo parece importar la restitución de la propiedad a los dueños legales incluso por medios violentos y brutales, sin considerar que es precisamente el abuso de bienes de interés social y su uso especulativo y egoísta lo que debería ser social y legalmente rechazado. Mientras se siga ignorando todo esto y se continúe la tendencia de hacer inhabitables las ciudades, privilegiando el uso del automóvil y construyendo nuevas periferias, mientras se siga con el despoblamiento y la rehabilitación pija y museística de los centros históricos y con el mantenimiento de miles de viviendas abandonadas o vacías, okupar será un acto legítimo de desobediencia civil que las y los abajo firmantes apoyaremos y defenderemos frente a las leyes que por un lado castigan a l@s okupantes por recuperar el valor social de las casas y por otro protegen a los propietarios que ilegítimamente se lucran con la especulación. Lavapiés, febrero de 1999.
* Información que al parecer ha sido extraída de aquí: http://k2k.galeon.com/okupa.html |
Nombre: Alfonso Barreiro. Ontinyent (29/12/2004) |
E-mail: alfonso143@hotmail.com |
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Copa América en Valencia: a toda vela contra vecinos y trabajadores
La Copa América es una convención de ricachones amantes de la costa que, con sus pabellones de patrocinadores, sus comercios y sus zonas de ocio nos anuncian cual es el modelo de ciudad que tienen previsto para sus zonas de actuación (entre las cuales han elegido los barrios del marítimo)
La Copa América es una convención de ricachones amantes de la costa que, con sus pabellones de patrocinadores, sus comercios y sus zonas de ocio nos anuncian cual es el modelo de ciudad que tienen previsto para sus zonas de actuación (entre las cuales han elegido los barrios del marítimo)
El 3 de abril empezó oficialmente la Copa América. Por mucho que se han empeñado desde las instituciones en promocionarla no parece que a la gente le apasione mucho ver la carrera de barquitos. Tampoco es extraño, esta competición nunca ha sido un deporte popular. La Copa América ha sido siempre una competición exclusiva de aristócratas y empresarios forrados. Una demostración pública en la que, ricachones acostumbrados a vivir a costa de la explotación y la dominación de muchas personas, se empeñan en exhibir como tratan de dominar también las “fuerzas de la naturaleza”, en este caso el mar. En otras épocas la moda eran las expediciones montañeras, los safaris o las jornadas de “caza mayor”.
Con la excusa de la Copa América los políticos y empresarios valencianos han invitado a sus amiguetes de otros sitios a darse un paseo por el puerto de Valencia y sus alrededores. Una invitación a tomarse un martini como aperitivo para lo que será la próxima transformación de la zona y la sustitución de su población. Una plácida visita a alguna terraza selecta desde la que se pueda ver como la maquinaria urbanizadora expulsa fuera de la zona costera a unos vecinos que no hacen juego con el “glamour” del Hotel de lujo de Las Arenas ni con el “pantalán de los megayates”. A los ricos no les gusta que a través del fondo de su copa se vea la precariedad y las condiciones de vida que ellos mismos generan.
A pesar de tener mucho dinero y querer pasear sin miedo sus abultadas carteras por los barrios marítimos, los empresarios no son tontos. Los gastos de la competición, en gran parte, los pagarán las instituciones. El Consorcio Valencia 2007 formado por los patrocinadores, el Ayuntamiento, la Generalitat y las instituciones estatales, es el encargado de hacer de asistente para el acontecimiento aportando infraestructuras, promoción, seguridad, etc. La colaboración institucional con el verdadero ciudadano, el empresario, se muestra aquí con toda claridad. Estamos en época de elecciones y un evento espectacular como este a veces sirve para hacer olvidar las malas experiencias acumuladas. El espectáculo conviene a todos los políticos con opción de pillar cacho y por eso lo apoyan.
En el folleto promocional del Consorcio Valencia 2007, además de asegurar la promoción de los deportes náuticos entre la población…¿? Se anuncian otros compromisos más sinceros. Dicen, por ejemplo, que con la Copa se generará una nueva centralidad para los barrios marítimos en torno al puerto. Paralelamente, las instituciones valencianas unidas al sector de la construcción, llevan tiempo impulsando una transformación de la zona que tendrá como resultado la deportación del actual vecindario (en su mayoría trabajadores y ancianos) y su sustitución por una población mas adinerada (profesionales liberales, jóvenes empresarios, etc.). Para ello no han dudado en sitiar aquellas zonas que se oponían a sus proyectos, como el Cabanyal (hay mucho dinero en juego). El asedio ha durado ya años y ha incluido la degradación intensiva de la zona, mentiras, acoso, chantajes y presión legal y mafiosa hacia los vecinos. Todo con el objetivo de quebrar la oposición a un plan de “reforma integral” que incluye la expulsión de l vecindario actual.
Junto con la sustitución de población prevista, los planes urbanísticos para los barrios marítimos (Nazaret, El Grau, Cabanyal-Canyamelar y la Malvarrosa) incluyen su transformación en una zona de comercios de diseño, restaurantes de lujo y cafeterías pijas. El Hotel Las Arenas es una avanzadilla y, desde la “nueva centralidad” portuaria, se nos muestra cual es la idea que quieren exportar los urbanistas: de compras por la boutique Louis Vuitton, tomarse un lujoso café en el Nespresso Bar, remojarse la cara en una fuente Aquabona después de flipar con el precio de una caña en la terraza Bianco. Si los nenes han venido los mandaremos a la zona de juego “Adecco (ett): acepta el desafío” para que vayan practicando para el futuro.
Convertir la zona costera en un área comercial y de ocio implica que los empleos que se generarán en el futuro estarán marcados por la explotación y la temporalidad. Una precariedad laboral que se ha mostrado, con toda su crudeza, también durante la preparación de la Copa América. Las habituales presiones y chantajes de las contratas hacia sus trabajadores (por la prisas y los plazos de entrega) han desembocado en jornadas de 10 y 12 horas al día y 7 días a la semana, sueldos de chiste, accidentes laborales (con explosiones y lesiones de por vida incluidas), etc. y es que el sector de la construcción tiene también un papel importante en este tipo de eventos. Todo esto también lo prometían en el folleto del Consorcio Valencia 2007 en el apartado de impulsar el comercio, el ocio y el negocio.
Según este mismo folleto la Copa impulsará también la cultura. La cultura-espectáculo dirigida de arriba a abajo que sirve para maquillar los negocios hechos a costa de la población. Una promoción cultural que, en un primer momento, sirve para promocionar el “patriotismo de ciudad” que acalle de alguna manera los conflictos generados por la imposición de sus planes. Tratan de despistar con fuegos artificiales a al menos una parte de la población. Intentan embarcarnos en una especie de entusiasmo colectivo con lemas como “Valencia, la ciudad de moda (…) tu momento ha llegado (…) vive valencia…” que nos hagan sentirnos cómplices de sus proyectos y sirvan para que olvidemos las consecuencias dramáticas de sus tejemanejes. A más largo plazo, lo que se pretende, es promocionar la ciudad en determinados círculos económicos para atraer negocios e inversiones (turismo de negocios o de golf, negocios urbanísticos, etc.)en los que las instituciones intervendrán como un actor mas.
La Copa América es una convención de ricachones amantes de la costa que, con sus pabellones de patrocinadores, sus comercios y sus zonas de ocio nos anuncian cual es el modelo de ciudad que tienen previsto para sus zonas de actuación (entre las cuales han elegido los barrios del marítimo). Al resto nos han asignado el papel de espectadores alucinados y bien vigilados por sus sofisticados medios de control social dirigidos a aplicar disciplina allá donde sea necesario para que todo se desarrolle tranquilamente.
La Copa América supone un nuevo impulso a la destrucción del Cabanyal, a la especulación urbanística y hotelera, a la destrucción de la costa, al aumento del control social y al silenciamiento de toda oposición a sus planes y negocios. Con su desembarco en los barrios costeros de Valencia los adinerados impulsores de la Copa pretender dar un paso adelante en la toma de la zona y su transformación a la medida de sus intereses. Pero no siempre las expediciones salen como se planifican y en ocasiones estas aventuras se topan con la cruda realidad de quien no quiere que le pasen por encima. Hagámoslo.
RESPONSABLES: Ayuntamiento de Valencia, Generalitat Valenciana y las instituciones estatales.
PATROCINADORES PRINCIPALES: Louis Vuitton, Endesa, Santander, Alcatel-Lucent
PATROCINADORES: Nespresso, Adecco, Ford, El Corte Inglés, Estrella-Damm, G. Leche Pascual, Coca Cola y Vodafone
Contra la Copa América y contra los planes de deportación integral del Cabanyal, boicoteemos a los responsables y sus cómplices. |
Nombre: - (06/04/2007) |
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