No, no es tan fácil tirar el Cabanyal |
(1746) |
TENEMOS LA OBLIGACIÓN DE LUCHAR CONTRA LAS MEDIDAS ILEGALES... |
El gobierno no lo puede todo, hay que repetirlo (repetírselo - repetírnoslo) hasta que ya no nos dejen, y después también. |
No lo puede ni apoyándose en mayorías absolutas, ni justificándose en vagos y sospechosos intereses generales, ni siquiera lo puede amparado en la celebración de la Copa América.
A lo largo de estos cinco siglos de tradición continuada destacan hitos de especial trascendencia en la importancia, calidad y vanguardia de los diseños cerámicos. Uno de estos hitos acontecerá entre la segunda mitad del siglo XIX, momento en el que comienza una incipiente industrialización de los Centros Cerámicos Valencianos, y la Guerra Civil de 1936. Las cerámicas embellecerán y caracterizaran la arquitectura valenciana del momento y en especial la arquitectura del modernismo popular en el Cabanyal.
Ésta es una competición deportiva que beneficia a Valencia, no un permiso para legitimar la arbitrariedad de los que gobiernan.
Todo lo que se come es objeto de poder. Por eso se dividió éste hace tiempo, para que los ciudadanos -antes súbditos- no fuéramos engullidos por bocas autoritarias.
Por eso se dio paso al sistema democrático, para que todos participáramos en el cocinado de las decisiones que nos afectan. Por eso se creó el Estado constitucional, para que la mayoría de turno no se merendara los derechos de los más débiles.
El ejecutivo autonómico se propone modificar la Ley de Patrimonio Cultural Valenciano, una Ley que él mismo elaboró hace apenas un lustro. Dice que la reforma ("actualización" para los eufemistas) obedece al objetivo de proteger mejor el patrimonio y resolver las "posibles disfunciones" que se puedan plantear con los futuros reglamentos de desarrollo.
Ya es un indicio del talante gubernamental que se modifique la norma legal (competencia de las Cortes) para adecuarla al reglamento (que elabora y aprueba el Consell), y no al revés, como su naturaleza exige. No es una anécdota, lo están haciendo con la Ley de Extranjería sin despeinarse.
Cuestiones sobre la división de poderes aparte, la sensación de muchos valencianos -sensación que ha venido a coincidir con el deseo de gobiernos municipal y autonómico-, es que con la Ley reformada podrán llevarse a cabo proyectos "retrasados" por la denuncia y judicialización a que han sido sometidos.
Es el caso de la prolongación de Blasco Ibáñez sobre el Cabanyal. Sin embargo, no, no es tan fácil que con la reforma de la Ley se pueda destruir la parte mejor conservada del Cabanyal; o al menos no lo será mientras hablemos de respeto a la Constitución y a la Ley. Veamos por qué.
En el proyecto de reforma parece allanarse el camino al gobierno municipal al concederle la posibilidad de modificar estructuras urbanas y arquitectónicas de los conjuntos históricos, siempre que hacerlo mejore la relación del conjunto con el entorno urbano, se eviten usos degradantes del mismo o se trate de "actuaciones de interés general para el municipio".
Esto puede estar muy bien (o no), y es legal; sin embargo, no puede afectar al Cabanyal. Y no puede porque el Cabanyal es Bien de Interés Cultural, es decir, dentro de los conjuntos históricos, se trata de un bien de especial relevancia, y por ello especialmente protegido por la Ley de Patrimonio Histórico Español (art.21.3) y por la jurisprudencia del Tribunal Constitucional, que prohíben la alteración, sin excepciones, de las tramas, alineaciones o estructuras urbanas de esos mismos bienes, así como su preservación en caso de duda.
Por lo tanto, la Constitución y el efecto interpretativo de su artículo 46 (obligación para los poderes públicos de conservar el patrimonio histórico), unido a la jurisprudencia constitucional, la Ley de Patrimonio Histórico Español y la propia Ley valenciana -que habla de "acrecentamiento" del patrimonio cultural (art.1.1) como su objeto prioritario- impiden que el proyecto de prolongación de Blasco Ibáñez se lleve a cabo.
Así las cosas, el gobierno municipal (y el autonómico) debería decantarse de una vez por el sentido común, convocar a los vecinos para rehabilitar un barrio con excelentes posibilidades y cerrar un episodio que ya dura mucho y que, sobre todo, perjudica gravemente a los vecinos. Debería aunque, a la vista de la secular prepotencia esgrimida, no tengo mucha esperanza de que ese sentido de lo legal y lo razonable visite las sedes gubernamentales.
De modo que nos queda la acción ciudadana y la exigencia del respeto a la Constitución y a las reglas del juego (quién lo diría, tener que pedirle patriotismo constitucional a este gobierno); nos quedan resquicios en algunos medios de comunicación (a la verdad sólo la temen quienes pretenden sojuzgar a las personas); y nos quedan los tribunales, a día de hoy los únicos que pueden garantizar que este sistema no se convierta en un régimen autoritario.
Fernando Flores es Profesor de Derecho Constitucional y miembro de la Plataforma Salvem el Cabanyal.
* Plataforma Salvem el Cabanyal. ¿Quienes Somos? El Cabanyal-Canyamelar es desde el finales del XIX un barrio de Valencia, el barrio marinero de la ciudad de Valencia (España). Guarda todavía el sistema urbano reticular derivado de las barracas, antiguas viviendas típicas de la zona valenciana.
Una vez más asistimos a la eterna confrontación: entre la conservación del patrimonio o el “desarrollo especulativo” de una ciudad. Desde el siglo pasado los habitantes del Cabañal hemos vivido con la amenaza de la prolongación de la Avenida Blasco Ibáñez, hasta que con la construcción de la estación de RENFE en la confluencia con la Avenida de Serrería, se creía que ahí se finalizaba la historia de una Avenida-Paseo, que tenía su inicio-final en los jardines de Viveros y su final-inicio en la estación de RENFE y en el barrio del Cabanyal. Era la tan deseada conexión de Valencia con los Poblados Marítimos. Imágenes del Cabañal. Valencia.
Insertado
por: CERCLEOBERT (19/09/2004) |
Fuente/Autor:
Plataforma Salvem el Cabanyal. |
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Adiós a El Cabanyal
Los vecinos del barrio marinero del Cabanyal, cuyas casas serán derribadas para prolongar la avenida de Blasco Ibáñez, anuncian que resistirán. Adiós a El Cabanyal 18 de Septiembre de 2004 EL PAÍS - Comunidad Valenciana
Los vecinos del barrio marinero del Cabanyal, cuyas casas serán derribadas para prolongar la avenida de Blasco Ibáñez, anuncian que resistirán.
LYDIA GARRIDO - Valencia EL PAÍS - C. Valenciana - 18-09-2004
Rita Barberá eludió ayer pronunciarse sobre el fallo del TSJ que ampara su plan "Concha, ja has fet la maleta? Que ve la avinguda!", le dijo ayer el huevero a Concha Inglada, de 64 años, nacida en El Cabanyal, viuda, pensionista. "Pensé que era broma, pero cuando me lo dijo la de la farmacia me dije que esta tía, la alcaldesa, ha conseguido tirarnos, dejarnos en la calle", explica. Durante cinco años tuvo colgado en su casa de la calle de La Barraca un cartel en el que se leía: "Rita, no me tires mi casita", está en la plataforma Salvem El Cabanyal, y ha participado en sentadas, caceroladas y manifestaciones contra el plan de prolongación de la avenida de Blasco Ibáñez, ahora bendecido por los tribunales. "¿Para qué? ¡Tantas pancartas en las calles! ¿Cómo puede un tribunal darles la razón? ¿Por qué nos tienen que tirar? Éste era un barrio precioso, hemos vivido durante décadas como una familia. Desde que descubrieron el mar, que ha estado aquí siempre, no nos han dejado construir nada ni mejorar nada. Han dejado que esto se caiga, que venga gente que lo destroce. Todo para sus intereses", afirma esta mujer. A Concha le sube el azúcar cuando piensa que le quedará "coger el carrito de mercadona y poner en él la tele y una manta".
A su encendida crítica se suman en un momento, en la misma acera en la que cuando cae el sol se juntan los de toda la vida para contarse sus cosas mientras hacen ganchillo o juegan la partida, Inma -su abuela ya nació en la casa en la que vive-, Vicente, José Antonio, Adela, su marido. "Fíjate quién es esta Rita, ella, que pasaba aquí la semana santa cuando era pequeña, que no ha hecho caso ni a doña Lola, la mujer de Vicente Boluda, que es propietaria de una casa que está en la esquina, ocupada, hecha un desastre y que también tirarán", cuenta Inma. Y Adela añade: "Mira, mira esa finca rosa, hoy [ayer para el lector] ha firmado los papeles de la compra un chico jovencito para él y su novia. ¡Dime tú!".
Por las cuatro manzanas más afectadas, desde la calle de La Barraca hasta el mar incluyendo la calle de La Reina, corría ayer la impotencia. "¿Será verdad eso?", preguntaba Luisa en un quiosco.
A Asunción Lliso, de 67 años, que sólo la Guerra Civil separó de El Cabanyal y nunca más se ha movido de él, se le caían las lágrimas. Ella y su marido, José Antonio Gato, de 72 años, viven de una pensión de 433 euros. "He tenido depresión desde que empezó esto, se me cayó el pelo, duermo mal. ¿A dónde vamos a ir? ¿Qué piso voy a pagar yo?". Su marido recuerda que un dicho valenciano recoge el valor de su barrio: "Cuatro cosas tiene Valencia: los jardines, el Micalet, La Lonja y El Cabanyal". E insiste en que "Rita lo ha manipulado todo, incluso ha conseguido que se ignore el valor histórico del edificio de plaza de Los hombres de la Mar, inaugurado por Alfonso XIII hace más de 100 años, y que fue incluso hospital de guerra. A nosotros nos sacará la Guardia Civil, porque aunque muera, no me voy a ir de aquí, de mi casa, no. Eso será el adiós a El Cabanyal, la muerte de un barrio".
Salvem El Cabanyal prepara su recurso ante el Tribunal Supremo, la última oportunidad de revertir la situación, que cursará en cuanto le sea comunicado el detalle del amparo legal que el Tribunal Superior de Justicia (TSJ) ha dado al plan del Ayuntamiento de Valencia. Pavimar, otra de las asociaciones, inició ayer por la tarde los encuentros entre vecinos. Joan Mansanet, secretario del Bloc, lamentó "que el TSJ respalde la voluntad de destruir El Cabanyal". Victoria González, concejala de EU, manifestó seguir "sin entender como se puede consentir que se destruya patrimonio protegido para especular". Rita Barberá, alcaldesa de Valencia, rechazó ayer pronunciarse.
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Nombre: - (20/09/2004) |
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Atentado urbanístico
Pasqual Requena - Valencia EL PAÍS - C. Valenciana - 23-09-2004
El atentado (que aún estamos a tiempo de evitar) previsto sobre El Cabanyal-Canyamelar-Cap de França no es sólo una agresión a un barrio. Por sus características (rompimiento traumático e innecesario de una zona urbana histórica para poder alcanzar antes la playa... desde el centro de la ciudad), es una agresión a toda Valencia, y es asimismo una agresión a cuantos entienden que la ciudad es tanto mejor cuando se construye desde el entendimiento, la generosidad y el respeto al patrimonio. Es la consecuencia de un urbanismo belicoso, casi militarista, que diseña y ejecuta pensando en los fines sin tener en cuenta las bajas que necesariamente se producirán. Un modo de entender la planificación urbana cuya idea base de progreso se plasma en una amalgama de nuevos edificios, anchas avenidas, confortables automóviles, modernos túneles, velocidad sin reparos, turismo inagotable...
Ahora parece que el aparato judicial se asocia a esa concepción y cierra así nuestro particular círculo de tiza valenciano, dejando muy pocas opciones a un final feliz.
El "no pasarán" madrileño, emulado de manera ejemplar por numerosos vecinos del distrito amenazado, ha sido aparentemente acallado por el "pasaremos" de una alcaldesa y su equipo municipal, incapaces de reaccionar con la sensibilidad que se le debería suponer a un gobierno respetuoso con las raíces históricas de su pueblo y, lo que es más importante, con las vidas que han arraigado allí durante tantos años que ya no podrán ser reconstruidas en ningún otro lugar. Deberíamos ahora poner todos los medios para que no se convierta en el "ya hemos pasao" con el que la Gámez se regodeó tras la derrota republicana.
En la misma línea que la destrucción de La Punta, esta actuación no deja de erizarnos los cabellos igualmente. ¿Habrá suficiente gente con coraje y sentimiento en esta ciudad adormecida como para dar la respuesta adecuada a esta incalificable agresión? |
Nombre: - (24/09/2004) |
E-mail: - |
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¿SABIAS QUE EL PODER COMPRA VOLUNTADES Y AL PARECER PAGA BIEN?
Algunos ejemplos:
CONSUELO CISCAR CASABAN, desde su puesto de Directora General de Promoción Cultural y Patrimonio Histórico de la Consellería de Cultura de la G.V., para poder emitir informe favorable al Plan del Cabanyal la Consellería de Cultura, escondió y negó la existencia del informe elaborado por la Unidad de Inspección de Patrimonio Histórico donde se expresaba y argumentaba el rechazo legal al Plan del Cabanyal presentado por el Ayuntamiento de Valencia, por estimarlo contrario a la Ley de Patrimonio Cultural y al resto del ordenamiento jurídico. Determinadas entidades cívicas presentaron una querella, por lo que saco enseguida a la luz pública el referido informe, que anteriormente había dicho no existir. Por ese motivo se le compensó, nombrándola un cargo de mayor rango y asignándole un mayor presupuesto y competencias en la misma Consellería de Cultura.
ASUNCIÓN FIGUERES GORRIZ, aceptó el puesto de Directora General de Promoción Cultural y Patrimonio Histórico cuando nadie quería el cargo, porque había que firmar la Resolución favorable al Plan del Cabanyal. En unas pocas semanas se resolvió el informe favorable que ella misma no tuvo inconveniente en firmar, cuando era competencia del Sr. Conseller hacerlo. Firmado el informe se le sustituyó y estuvo a la espera de la recompensa prometida, que se cumplió cuando le concedieron la presidencia de la Academia Valenciana de Cultura, con todas las prerrogativas, ventajas, retribucios y beneficios que ese cargo comporta.
ALVARO ALEIXANDRE ORTÍ. Abogado urbanista. Era funcionario del Ayuntamiento de Valencia y como Jefe del Servicio Jurídico del Ayuntamiento realizó informe favorable justificando la legalidad del Plan de Cabanyal el pasado 14-12-2000. Unas semanas después abandonaba el Ayuntamiento y se iba a trabajar para los beneficiarios de la prolongación de Blasco Ibáñez, los promotores urbanistas, vinculados a determinados altos cargos del PP.
MARIANO AYUSO RUIZ DE TOLEDO. Fue el Magistrado del Tribunal Superior de Justicia de la Sala de lo Contencioso que presentó el voto particular contra la suspensión cautelar del Plan del Cabanyal aprobado por la mayoría del pleno del TSJ el pasado mes de marzo de 2002. Unos meses después se fue a trabajar, abandonando el puesto de magistrado, al despacho de abogados BROSETA que trabajan bajo las ordenes directas de los grandes promotores y de la Generalitat Valenciana.
JOSÉ DIAZ DELGADO, es el magistrado Presidente del Tribunal Superior de Justicia de la Sala de lo Contencioso que resuelve el caso del Cabanyal y artífice de la sentencia favorable al Ayuntamiento. Los hechos han sido los siguientes: tras conocer el expediente y la opinión de los magistrados ponentes, informó a la Generalidad y el Ayuntamiento que el caso podía perderse. Estos iniciaron con carácter de urgencia una modificación de la Ley de Patrimonio Histórico que permitiera convalidar un proyecto que esperaban que el tribunal declarara ilegal. Dado que la Ley declara nulas las modificaciones legales que tengan por finalidad incumplir una sentencia, el Tribunal aceleró la tramitación del Recurso para que la sentencia se dictara el pasado mes de septiembre de 2003 antes de aprobarse la nueva ley.
Iniciados los tramites parlamentarios, comprobaron que el principal partido de la oposición (PSOE) estimo que la modificación sería inconstitucional y anunció la presentación de un recurso contra la anunciada reforma. El Gobierno Valenciano estimó que esa vía les fallaría y opto entonces por presionar al Tribunal para conseguir una sentencia favorable.
El cargo de Presidente del Tribunal Superior de Justicia, como cargo político que es lo designa el Gobierno Valenciano. Estaba para renovar hace 6 meses. Tras ser designado de nuevo el Sr. Díaz Delgado, se puso a trabajar para cumplir el mandato de quienes le habían designado y nombrado. Retiro los expedientes de los 9 recursos presentados a los distintos magistrados que por turno de reparto les había tocado el asunto. Tuvo el expediente en su despacho varios meses. El tiempo suficiente para redactar una sentencia favorable a la prolongación de la avenida, como alternativa a la que esperaban que presentaran los magistrados ponentes contraria a la destrucción de un conjunto declarado Bien de Interés Cultural. Necesito varios meses porque tuvo que trabajarse magistrado por magistrado hasta contar con una mayoría de apoyo a su sentencia. Cuando estimó que los votos eran suficientes convocó el pleno y el resultado ya lo sabemos todos. La designación de Presidente del TSJ por 5 años más supone un pago anticipado al Sr. Díaz Delgado.
¿Sabremos alguna vez con que pagaran al resto de Magistrados que han votado favorablemente después de resistirse por estimar el proyecto ilegal?
PERO TAMBIEN CASTIGA A LOS NO SUMISOS.
JOSE IGNACIO CASAR PINAZO. Arquitecto e Inspector Jefe de la Unidad de Inspección de la Consellería de Cultura, que por ley le corresponde evaluar los planes especiales de protección del Patrimonio Histórico y emitir informe desfavorable cuando el contenido del mismo (el Plan Especial del Cabanyal) destroza valores protegidos y favorable cuando sirve para proteger los bienes culturales. Tras estudiar el plan especial de Cabanyal, emitió informe desfavorable al Plan por estimarlo destructor de valores culturales protegidos, considerándolo ilegal e inoportuno. Al poco tiempo lo destituyeron del cargo y lo trasladaron a un rincón de la Consellería de Urbanismo.
EMILIA CABALLERO ALVAREZ. Sindica de Greuges de la Comunidad Valenciana que remitió un informe, antes de aprobarse el Plan Especial del Cabanyal, el Ayuntamiento y Consellería de Cultura, recomendando su retirada por estimarlo contrario a la legislación de Patrimonio Cultural. Fue insultada e injuriada de forma sistemática, siendo perseguida y difamada personal y profesionalmente por el Gobierno de la Generalitat Valenciana (presidido por Eduardo Zaplana, actual portavoz del Partido Popular en el Congreso de los Diputados) hasta que consiguieron destituirla. Nunca le perdonaron que actuara como órgano independiente al servicio de los ciudadanos y que se ajustara a la defensa del derecho constitucional de los ciudadanos de gozar de un patrimonio histórico conservada.
Correo recibido el día 23 de septiembre, cuyo remitente es: "alfa omega" inicuo416@hotmail.com |
Nombre: alfa omega (02/10/2004) |
E-mail: inicuo416@hotmail.com |
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EXPOLIO EN EL CABANYAL
Después de leer la filtración a Levante EMV del Auto del T.S.J.C.V., en el que, por una exigua mayoría de 10 magistrados contra 8, se decretó que el PERI del Cabanyal es ajustado a derecho, o sea que es legal, confieso que he perdido mi inocencia, puesto que, en mi opinión, cualquier neófito ha de llegar necesariamente a la conclusión contraria, es decir que no se ajusta a derecho y es ilegal, si lee con cierta dosis de atención el artículo 21.3 de la Ley de Patrimonio Histórico Nacional.
Y todavía más si repasamos la reiterada jurisprudencia del T.S. obligando a todos, incluso a los magistrados votantes (estos mayormente por el conocido principio de iuris novit curia), a que «en todo caso debe prevalecer la conservación de nuestro patrimonio histórico, sobre su destrucción», como es claro ejemplo el Cabanyal, que además de haber sido declarado Conjunto Histórico, reúne la muy especial circunstancia de haber sido declarado Bien de Interés Cultural.
Cualquier otra forma de dirimir la cuestión, tiene uno de estos dos nombres: error o expolio. Para entendernos: lo mismo que ocurre con los árbitros de fútbol cuando meten la pata, casi siempre en contra del equipo débil.
Lorenzo Crespo Andrés Valencia
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Nombre: - (10/10/2004) |
E-mail: - |
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LA COPA AMÉRICA Y LA ESPECULACIÓN - EL PP, PADRES DE TODAS LAS CORRUPCIONES Y PELOTAZOS EN LA VALENCIA CASPOSA DE LAS CIUDADES DE LA NADA Y LAS MIL DEUDAS INTERGALÁCTICAS LA COPA AMÉRICA Y LA ESPECULACIÓN. Admira y sorprende que lo primero que han dicho los vecinos del barrio del Cabañal, al conocer la decisión del alto tribunal valenciano con la que se da vía libre a la prolongación de la avenida de Blasco Ibáñez, es que siguen creyendo en esa misma Justicia que acaba de decretar la muerte de una barriada y un tipo de vida que parece ser pertenecen a otra época, a otros tiempos en que el barrio era un lugar de convivencia, de juegos infantiles, de solidaridad entre los vecinos. Parece que en este caso también han pesado más los grandes intereses políticos que las protestas del vecindario y de la sociedad valenciana, los informes de urbanistas, historiadores y universidades de medio mundo, las campañas de puertas abiertas y la solidaridad de numerosos artistas. Enfrente estaban los intereses de las inmobiliarias, de las constructoras, de los especuladores y de muchos cargos públicos que sólo ven progreso en las grandes avenidas y los rascacielos para negocios elitistas. Curioso también que sean un partido y una alcaldesa que presumen de ser los mejores defensores y protectores de la identidad valenciana, los encargados de poner en marcha la destrucción del barrio con más tradición y valor histórico de Valencia. Un entramado de calles y casas de pescadores, artesanos y obreros, donde cada fachada y cada balcón tienen un detalle de encanto y la huella de las generaciones que en El Cabañal han ido dejando su vida y sus ilusiones. Indignante, en definitiva, que se ataque así a un barrio humilde y trabajador, y que se haga bajo el pretexto de defender el interés general. ¿De quién? Será en todo caso de las empresas constructoras, porque para nada necesita la gente de Valencia más viviendas (sobre todo si son tan caras como las proyectadas) teniendo en cuenta que ya existen 35.000 casas vacías en el municipio. Tampoco el argumento de acercar la ciudad al mar es creíble: Valencia ya está junto al mar, gracias -precisamente- a sus poblados marítimos. Existen en la actualidad varias avenidas y calles (hasta cinco o más) que permiten llegar con facilidad a la playa, sin necesidad de partir El Cabañal por la mitad ni de gastar esa millonada que hace falta en otras zona (pondremos sólo Orriols y Ruzafa, por no cansar al lector) donde el abandono por parte de la administración ha degradado la vida y las relaciones en estos barrios a niveles muy preocupantes. Pero, claro, en los barrios citados y en otros muchos, parece que no hay intereses especulativos en el horizonte, por lo que invertir en infraestructuras como escuelas, parques, bibliotecas, centros juveniles y ambulatorios no entra en los cálculos de quienes rigen la política y las finanzas (cada vez más unidas) de estas castigadas tierras. Y es que parece que nuestras autoridades sienten una peligrosa adicción a los grandes eventos y obras, que les lleva a levantar costosos edificios e infraestructuras sin reparar en gastos. Pasada con más pena que gloria la Bienal, y casi sumidos en la bancarrota económica y la indiferencia social sueños como Terra Mítica o las ciudades del Cine, el Teatro, y demás ocurrencias, ahora lo que toca es otro proyecto faraónico y megalómano de nuestra alcaldesa llamado la Copa del América (de vela, añadimos, porque nadie sabe mucho sobre la elitista regata). Se prometen beneficios sin fin para la ciudad y sus afortunados habitantes: hoteles y más hoteles, modernas tiendas, visitantes adinerados, cadenas de televisión emitiendo a todo el mundo mundial la imagen de nuestra ciudad, con sus obras de Calatrava, Foster y otros "galácticos" que llegan presurosos a picotear del rico panal. ¡la pera! Y para acallar a los inconformistas de siempre se presenta un argumento de peso: se crearán 10.000 puestos de trabajo. Lo que no explican es en qué condiciones ni de qué duración serán esos contratos, ni tampoco dicen que destinando esos 1000 millones largos de euros que se manejan como presupuesto a construir institutos, hospitales, centros culturales, jardines, etc. no sólo se crearían muchos más empleos, sino que estarían mejorando la calidad de vida de los ciudadanos, de los que han pagado los impuestos que tan alegremente se malgastan en juegos y fuegos fatuos. Si nuestras primeras autoridades se dieren una vuelta por Barcelona o Sevilla verían que todo lo que se prometió para después de Olimpiadas, Expo o Fórum se ha reducido a encarecer la vida en ambas ciudades y a destruir algunos barrios obreros para levantar viviendas y oficinas de lujo. Algo parecido es lo que puede pasar en Valencia, donde se han transferido a la iniciativa privada terrenos de dominio público en el puerto y expropiado patrimonios familiares en la fértil y entrañable huerta de La Punta. Los vecinos de Nazaret ya han sufrido en sus carnes y sus calles las consecuencias de tanta obra irresponsable con motivo de las últimas lluvias; los del Cabañal los verán en cuanto aparezcan las primeras excavadoras para tirar sus casas. Ante tanta locura a uno se le ocurre preguntarse si es necesario arrasar con todo para perpetuar las obras y la especulación, si no existe otro tipo de progreso que no se base en las autovías, los aeropuertos, los trenes AVE, los grandes rascacielos, las prisas; la pobreza de la mayoría frente a la escandalosa opulencia de una ínfima minoría. Somos muchos los que no nos creemos esta nueva versión del cuento de la lechera; una lechera -doña Rita Barberá- que no piensa llenar su Copa y la de sus amigos con leche, sino con muchos billetes. |
Nombre: AMS-Benicalap (23/02/2005) |
E-mail: antoniod17@ono.com |
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