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Sin embargo, ciertos políticos y empresarios sin escrúpulos ni pudor alguno (Rita Barberá, Francisco Camps y Bautista Soler) hacen suculentos y jugosos negocios privados con nuestro dinero y nuestro patrimonio, saltándose a la torera la legalidad vigente y las legítimas peticiones ciudadanas que reclaman la creación de equipamientos y el incremento de prestaciones sociales, culturales, sanitarias, laborales, ambientales...

Ahora parece que toca apropiarse de los terrenos reservados para equipamientos sociales, culturales y deportivos que tiene Benicalap reservados en el Plan General de Ordenación Urbana vigente.

Sin consultar a los ciudadanos, la alcaldesa de Valencia ha decidido regalar al excelso magnate del ladrillo y flamante nuevo presidente de la entidad comercial, conocida como Valencia Club de Fútbol, S.A., Sr. Bautista Soler, un gran trozo de suelo de Benicalap, y que antes fue una fértil huerta...

DENUNCIA DEFINITIVA PRESENTADA A LAS AUTORIDADES CORRESPONDIENTES - ROGAMOS SU PUBLICACIÓN Y DIFUSIÓN.

La entidad cívica y cultural “Cercle Obert” de Benicalap no tiene ningún reparo en presentar diversas denuncias ante los organismos nacionales e internacionales, dado que una empresa privada, como lo es desde hace tiempo el ente conocido como Valencia Club de Fútbol, S.A., va a obtener grandes privilegios, beneficios, tratos de favor y prebendas económicas e institucionales a costa de nuestros impuestos.

La actual corporación municipal, dirigida por Rita Barberá no tiene inconveniente alguno en eludir sus compromisos legales y sus deberes públicos, procediendo a hipotecar nuestro futuro.

No es de recibo que las autoridades autonómicas y locales "regalen" unos terrenos a una empresa privada. Destacar que el actual Plan General de de Ordenación Urbana destina la zona, que anhela arrebatar al pueblo la actual alcaldesa de Valencia, a cubrir las numerosas necesidades de ocio deportivo que demanda la creciente población de Benicalap, Campanar, Beniferri...)

Los ciudadanos de Benicalap sufrimos una agresión urbanística destacada y feroz, pues todos los terrenos de huerta han sido convertidos de forma precipitada en nuevas zonas urbanas, sin dotar de escuelas, centros sociales, residencias para nuestros mayores, centros juveniles, bibliotecas, zonas deportivas... al conjunto de ciudadanos que vivimos en la periferia de Valencia.

El espacio que pretende arrebatar el Valencia Club de Fútbol, S.A. a los habitantes de Benicalap, lleva muchos años destinado por el vigente PGOU para uso y disfrute público. A nuestro juicio, la única finalidad que debe tener el citado terreno es dar total satisfacción a los ignorados habitantes del expoliado y abandonado barrio de Valencia, creándose con urgencia los equipamientos deportivos necesarios: piscina cubiertas, campos de fútbol, tenis, gimnasio, pistas de atletismo...

Nosotros, ciudadanos y personas responsables y comprometidas, queremos y exigimos que nuestros hijos puedan tener espacios públicos para realizar todo tipo de actividades deportivas, recreativas, culturales... La construcción de el estadio de fútbol en terrenos públicos, nos impide definitiva y tristemente poder disfrutar de unos espacios que llevamos muchos, muchísimos años reclamando y exigiendo a nuestros representantes locales y autonómicos.

Durante la presente semana, Cercle Obert de Benicalap, va a presentar determinadas iniciativas, propuestas y denuncias ante la Fiscalía y los organismos locales, autonómicos, centrales, europeos... con el legítimo y racional objetivo de que se incoe una rigurosa investigación al Ayuntamiento y a la Generalitat Valenciana, pues la construcción del estadio en terrenos públicos que han sido destinados por el vigente Plan General de Ordenación Urbana para crear equipamientos deportivos de uso social, constituye un grave delito y un insulto hacia todos los habitantes y ciudadanos del periférico barrio de Benicalap.

Es una necesidad que nuestros gestores y representantes, comprendan y asuman que el resto de ciudadanos anónimos tenemos nuestro legítimo derecho a desarrollarnos y a crecer como personas, practicando todo tipo de actividades deportivas y de ocio creativo, así como también tenemos la obligación de fiscalizar y controlar el comportamiento público de nuestros representantes.

Nuestros impuestos deben ser destinados única y exclusivamente para dar satisfacción al conjunto del tejido social y nunca pueden ser destinados a satisfacer las aventuras inmobiliarias o los aires de grandeza de ciertos colectivos empresariales o intereses privados. Y a fecha de hoy, el actual presidente del Valencia Club de Fútbol, es un simple empresario del sector inmobiliario.

Y que la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá se dedique a patrocinar y promover negocios y actividades económicas y deportivas ajenas a lograr el bienestar de los ciudadanos, nos parece un comportamiento que puede ser tipificado como delictivo; en consecuencia, estimamos que esas actuaciones deben ser investigadas y castigadas con severidad. No vamos a dudar en iniciar todo tipo de acciones legales contra la alcaldesa de Valencia, pues no dedica ningún esfuerzo ni presupuesto para atender y satisfacer las justas y lógicas demandas ciudadanas, ignorando, despreciando y olvidando las peticiones y sugerencias que muchas personas y entidades llevamos años presentando y ofreciendo cara a promover una convivencia pacífica, amable y respetuosa con nuestro entorno, nuestra memoria histórica-artística y ambiental, abordando serenamente los retos que día a día emergen en nuestra dinámica sociedad...

Las enormes y visibles bolsas de marginación y pobreza que hay en Valencia, la imparable problemática que supone la precariedad laboral, el incremento de la población adulta sin recursos, la ausencia de equipamientos destinados al ocio creativo y a la convivencia, la degradación intencionada de barrios enteros (Cabañal, Velluters, Carmen, Xerea...), esas son las verdaderas prioridades que debe asumir y aceptar la actual alcaldesa de Valencia, evitando jugar a la construcción de estadios de fútbol, que en nada benefician a la ciudad con más deudas de toda España y cuyos niveles de contaminación y caos administrativo son motivo de noticia internacional día sí y día también.

Benicalap – Valencia, a 26 de octubre de 2004
Cercle Obert de Benicalap.
Iniciativas Sociales y Culturales de Futuro.
Antonio Marín Segovia.
Presidente

SÍNDIC DE GREUGES DE LA COMUNITAT VALENCIANA
C/. Pasqual Blasco, 1 - 03001 ALICANTE
Teléfono 900.21.09.70 – 96.593.75.00 - Fax: 965.93.75.54
con copia a:
ILMO. SR. PRESIDENTE DE LAS CORTES VALENCIANAS.-
MINISTERIO DE CULTURA
- Gabinete de la Ministra de Cultura
Plaza del Rey, 1 - 28071 Madrid - Teléfono.: 91.701.70.00 - Fax.: 91.701.73.81

EXCMA. SRA. ALCALDESA-PRESIDENTE DEL AYUNTAMIENTO DE VALENCIA
CONSELL VALENCIA DE CULTURA DE LA GENERALITAT VALENCIANA
MOLT HONORABLE SR. PRESIDENT DE LA GENERALITAT VALENCIANA.-

Otras noticias y documentos sobre el tema:
El fútbol no es un bien social ni una necesidad básica.
REFLEXIONES... PARA TOMAR APUNTES.
http://www.iberica2000.org/Es/Articulo.asp?Id=1704
Consulta esta noticia en: http://www.levante-emv.com/secciones/noticia.jsp?pIdNoticia=58295

Una entidad vecinal llevará ante el fiscal el futuro estadio.
LEVANTE - EMV JUEVES, 28 DE OCTUBRE DE 2004
Edición digital n. 2457

La asociación recuerda que el Valencia CF es una entidad privada.

La Asociación de Vecinos y Cultural Cercle Obert, de Benicalap, ha anunciado su intención de denunciar ante la fiscalía y organismos públicos lo que considera un uso indebido de los terrenos de uso deportivo que hoy día están destinados para construir el estadio olímpico con un uso preferente para el Valencia CF, según un comunicado de la entidad.
P. Varea, Valencia.

La entidad estima la necesidad de incoar una rigurosa investigación al consistorio valenciano y a la Generalitat Valenciana, «pues la construcción del estadio en terrenos públicos que han sido destinados por el vigente PGOU para crear equipamientos deportivos de uso social constituye un grave delito y un insulto hacia los habitantes y ciudadanos del periférico barrio de Benicalap.

El Valencia CF va a obtener grandes privilegios y beneficios. No es de recibo que las autoridades regalen unos terrenos a una empresa privada. El PGOU destina la zona a cubrir las numerosas necesidades de ocio deportivo que demanda la creciente población de Beniferri, Campanar y Benicalap».

Para Cercle Obert, la única finalidad de ese espacio público es «dar total satisfacción a los ignorados habitantes del expoliado y abandonado barrio valenciano.

Es necesario crear con urgencia los equipamientos deportivos necesarios, como piscinas cubiertas, campos de fútbol, tenis, gimnasio y pistas de atletismo, entre otros. La construcción del estadio de fútbol en espacios públicos nos impide, en definitiva, poder disfrutar de unos espacios que llevamos años reclamando y exigiendo a nuestros representantes locales y autonómicos».

La falta de equipamientos deportivos y públicos en ese barrio de la ciudad, en cuyo ámbito se incluyó hace meses el espacio del estadio, es algo que la Asociación de Vecinos de Benicalap denunció en su día, pero, hasta ahora, ni desde el consistorio ni desde la Generalitat han abierto la boca para responder a problemas como la falta de aparcamiento, que se acrecentará mucho más cuando se haga el estadio; la ausencia de instalaciones deportivas y de otros equipamientos públicos. Desde Benicalap, los vecinos ya plantearon estas cuestiones al ayuntamiento, pero no obtuvieron respuesta alguna.

Cercle Obert comentó que «nuestros impuestos deben ser destinados a satisfacer el conjunto del tejido social y nunca destinarse a satisfacer las aventuras inmobiliarias o aires de grandeza de ciertos colectivos empresarios. Que la alcaldesa se dedique a patrocinar y promover negocios y actividades económicas privadas ajenas a lograr el bienestar de los ciudadanos nos parece un comportamiento que puede ser tipificado como delictivo».
Levante - EMV, 23-Octubre-2004

MESA REDONDA.
«Sin participación ciudadana no puede haber urbanismo»

La Asociación Recuperem aúna esfuerzos contra los abusos de la especulación.
María Tomás, Valencia

El urbanismo en la Comunidad Valenciana recibe a diario adjetivos como salvaje, abusivo o insostenible. Los eurodiputados que este invierno visitaron la costa regresaron a Bruselas «conmovidos» por un paisaje que sustituye el verde por un nada favorecedor gris cemento; ni huerta de donde broten los alimentos, ni azul limpio de mar con apellido Copa América, ni pedazo de playa con dunas como horizonte. Y lo que parece peor, la tendencia a la urbanización galopante, lejos de pisar el freno, sigue creciendo en progresión geométrica (léase el proyecto de Mundo Ilusión de Castellón).

Este es el panorama que dibujaron en el Club Diario Levante un grupo de expertos en urbanismo y lucha ciudadana contra los abusos de la especulación sobre el territorio, reunidos en una asociación bajo el nombre genérico de «Recuperem», por aquello de que la unión hace la fuerza. Y Recuperem a todos los niveles: Terra i mar «Nos enfrentamos al mismo tipo de legislación», señalaba el moderador del acto, Julián Marcelo, un histórico de Salvem el Botánic, asociación que cumple 22 años. «Dispersos tendremos menos influencia», decía.

Recuperem está constituida por ciudadanos afectados por los abusos urbanísticos: Salvem el Cabanyal, Salvem el Botànic o la reciente Asociación Abusos Urbanísticos No (AUN). Su objetivo es, también, recuperar a la ciudadanía en una lucha que reclama la presencia de las nuevas generaciones.

Sus portavoces: Faustino Villora, Julián Marcelo, el arquitecto Rafael Rivera o el vicepresidente de AUN Enrique Climent, hablaron en representación de unas 30.000 entidades agrupadas en asociaciones de vecinos o de afectados de la Comunidad. Un movimiento que sigue sin poder hacer efectiva la Carta de Participación Ciudadana que, a pesar de ser «antigua y desfasada, nos daríamos con un canto en los dientes si se aplicara», señalaba Villora. Su objetivo es conseguir que la toma de conciencia sobre la necesidad de proteger los bosques y el agua se generalice e incluya entre sus filas a todos: los afectados por expropiaciones y a los que no lo están por acciones concretas pero sí por un expolio generalizado del planeta que también les da cobijo.



Rubio acusa al PP de “rebuscar” en la ley para recalificar el estadio de Mestalla.


La oposición socialista critica la negociación con los técnicos del club.

Un “cambalache” para intentar “rebuscar” en la ley las mejores condiciones para el Valencia C.F. a la hora de recalificar los terrenos del estadio de Mestalla, situado en la avenida de Aragón. El grupo socialista criticó ayer duramente la negociación entre el gobierno municipal y el club, para pedir que se “aplique lo que dice la norma”.

PACO MORENO/ VALENCIA

LAS PROVINCIAS - Jueves, 4 de noviembre de 2004

La negociación entre el gobierno municipal y el Valencia C.F. para la recalificación del estadio de Mestalla y la construcción de viviendas en dicha parcela fue criticada ayer por el portavoz socialista, Rafael Rubio, quien tildó de “cambalache” la política urbanística de la alcaldesa Barberá, para añadir que “rebusca” en la negociación con el club de fútbol la manera de superar con creces la edificabilidad que permite la legislación autonómica.

Dijo que Barberá “hablaba de transparencia en una reciente entrevista y eso es lo que falta aquí. Asegura que no habrá ningún pelotazo, pero de momento no se sabe nada de esa negociación”, aludiendo así a la entrevista publicada este domingo en LAS PROVINCIAS.

Rubio explicó que el coeficiente de aprovechamiento urbanístico de esa parcela es de 1,2, según una respuesta dada por el equipo de gobierno. Esta cifra supone que cada metro cuadrado de suelo hay que multiplicarlo por esa cantidad para conocer la superficie que se puede construir en los edificios.

Reiteró que ve “más razonable tener en cuenta otros parámetros más objetivos, como la edificabilidad media del distrito de Pla del Real, estimada en 1,79 metros de techo por metro cuadrado de suelo”.

“Teniendo en cuenta esta estimación, en el solar de Mestalla se podrían edificar alrededor de 60.000 metros cuadrados pero el club reclama cerca de 100.000, una cifra que consideramos desproporcionada”, añadió el concejal.

Aseguró que lo mejor que puede hacer el Ayuntamiento “para evitar cualquier sospecha de especulación es ajustar el criterio para la recalificación a los parámetros más objetivos, como es la edificabilidad media, en lugar de interpretar la ley a su agrado”. El portavoz del equipo de gobierno, Alfonso Grau, insistió en sus últimas declaraciones que la cuestión está en manos de los técnicos, que deben decidir las posibilidades que tiene el solar de la avenida de Aragón, desde el punto de vista urbanístico.

La legislación actual, según el portavoz socialista, “dice que en recalificaciones no se puede ir más allá de 75 viviendas por hectárea y 90 en caso de interés general, pero en el distrito del Pla del Real hay ya 96 viviendas por hectárea y supera con creces esta normativa. Mi partido apoyará siempre lo que se base en la normativa vigente”.

Contra la LRAU del 94.

El objetivo inmediato es la lucha contra la nueva ley que sustituye a la Ley Valenciana Reguladora de la Actividad Urbanística (LRAU) del año 94, y sobre la que la asociación ya ha presentado «41 folios de modificación del articulado que deben aplicarse si no queremos una ley que siga propiciando este desastre», recordaba Climent.

Rafael Rivera, arquitecto y profesor de Urbanismo en la Universidad Politécnica, ponía su acento en la necesidad de cambiar la perspectiva desde la educación. «Seguimos colocando lo urbano, la ciudad y los negocios antes que el planeta. Si no le damos la vuelta, será inútil hablar de situaciones concretas». Su propuesta: «definir los límites estrictos de crecimiento y desarrollo y desvincular la idea de territorio a la necesidad de negocio».

Villora señalaba que «la ciudad crece anulando la diversidad» y que la solución pasa por la educación, «pero también por un cambio radical del modelo de ciudadanía que necesita un papel más activo; del modelo económico, con la construcción como único motor, y del poder de la Administración. Nos acostumbramos a vivir en la falsedad y no pasa nada», señalaba.

Climent criticaba que la Administración «toma decisiones sin dar opción a que los afectados den su opinión» y advertía a los ciudadanos que estén «ojo avizor» porque el DOGV «no se compra precisamente en los quioscos». El peligro, en su opinión, «es que los ciudadanos caigan en la incredulidad de que no se pueden cambiar las cosas». O sea que, primero recuperar al ciudadano y luego, cambiar el modelo.

Cercle Obert de Benicalap - Iniciativas Sociales y Culturales de Futuro.

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