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Cobró catorce pesetas por tres semanas de trabajo a principio de los años 50 y, a pesar de ello, se fue a casa “más contento que unas pascuas”.

José Escrivá lleva más de cuatro décadas dedicado a la talla en madera. Sus comienzos fueron en una fábrica de Bellreguart, ya desaparecida, en la que contó con la ayuda de un maestro.

“Al principio realizaba flores o caracolitos, objetos redondos sin mayores complicaciones”.

Su hijo Francisco ha aprendido el mismo oficio y trabaja con él desde que cumplió los dieciocho, de forma continuada, aunque ha estado oliendo a madera desde bien pequeño, “venia aquí en vacaciones, los fines de semana, cuando podía”, afirma.

Tienen un negocio en l’Alqueria de la Comtessa, es muy familiar, muy artesanal”. Por este motivo únicamente trabajan el padre y el hijo.

“Ha sido un alumno aplicado”, comenta orgulloso José Escrivá.

Para completar el circulo, Maruja Olivares, la madre, es la que pinta, sobre todo al óleo. La casa está abarrotada de cuadros suyos. La madera, para los hombres, la pintura para la mujer. Mayor compenetración es difícil de encontrar.

Dedicación exclusiva parece ser la premisa sobre la que se basa su labor. Este trabajo no se aprende en veinticuatro horas, necesita una experiencia, un rodaje para conseguir un arte, según comentaban, al unisono.

“Tallamos el mueble por encargo, pero el diseño es nuestro, aunque el cliente expone la idea”, explica Francisco Escrivá. Los diseños, en los que se utiliza únicamente madera noble y maciza, siguen una línea clásica, una ornamentación exclusiva. Para ellos, son muebles que superan la media normal, dentro de un estilo intemporal que nunca queda denostado. “Incluso hay modelos de hace veinte años que se siguen vendiendo. Por este motivo, el producto se revaloriza”, matiza Francisco Escrivá. Tanta importancia tiene la madera, por ejemplo el nogal, que tiene que ser cortada en el mes de enero, y no por cualquier luna, “sino por luna vieja, de lo contrario se llenan de carcoma y es inservible”, explican.

Sin embargo también hay cabida para la innovación, “intentamos que la talla adopte, en ocasiones, un estilo más sencillo, menos recargado, para la gente joven”

La impronta italiana se deja entrever. La tendencia procedente de este país, por el que Maruja Olivares y su marido sienten verdadera admiración” es mucha la grandeza que allí se concentra”, consiste en el decapé, es decir, añadir color a la talla, además de unos lacados especiales. Así no nos limitamos al color nogal.
"Dejamos paso a la fantasía pero sin matar el encanto de la madera en sí”.

Según sus palabras, en esta zona son los únicos que se dedican a este tipo de trabajo. Su clientela no se ciñe a la Safor, sino que han llegado pedidos de Francia, Barcelona y Madrid, “incluso de América”, añaden.

En cuanto a la contratación de aprendices, la familia Escrivá lo tiene muy claro, “es imposible por que no se les puede pagar una miseria y se necesitan al menos cinco años para que aprendan el oficio”. Y, de otro lado, es muy posible, en opinión de Francisco Escrivá, que en la carrera de Bellas Artes no se adquiera la misma experiencia que se adquiere en el día a día en el trabajo. “Por supuesto, nos encantaría que este oficio pasara de generación en generación siempre con un maestro a su lado, por que nunca se llega a aprender lo suficiente”.

Una obra para la Iglesia de l'Alquería.

Por otra parte la Iglesia de l’Alqueria de la Comtessa también alberga, desde la Semana Santa, una obra realizada por estos artesanos de la madera. Se trata de un velón de más de un metro sesenta de altura, en cuya base están representados los escudos de la localidad, el de San Pedro y el de San Pablo.

Es el Cirio de San Pascual en el que va pintado el óleo, de la mano de Maruja Olivares, por supuesto, la Ascensión del Señor. Esta obra entrará a formar parte del museo que tiene previsto abrir en un futuro el párroco de la localidad, Priscilo Ruiz.
“No se trata de ninguna copia, la pieza está realizada ex profeso para la iglesia”, especifica Olivares.


Más información en Ibérica 2000:
* Ajuntament de l´Alqueria de la Comtessa. Comarca de La Safor.

* Las fotografias de estas labores, están pendientes de ser introducidas.

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