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Mientras 90 millones de norteamericanos escandalizados veían por televisión un pezón de Michel Jackson, un general de las Fuerzas Armadas del imperio daba una conferencia sobre Irak. Mientras unos severos censores de moralidad toman cartas en el asunto tan delicado del pezón, el general, ante un público multitudinario dice la siguiente frase sublime: "Era divertido disparar contra hombres que obligaban a llevar pañuelo a las mujeres".

Que un extraviado, un depravado o un loco desbarre como poseído por el demonio, no tiene mucho de particular. Son incontables. Lo que es institucionalmente aberrante es que a ese loco se le hayan dado galones y mando. Lo que es aún más aberrante es que se le habilite una conferencia para expresar ante un nutrido auditorio semejante monstruosidad. Y aún mayor monstruosidad, que el auditorio prorrumpa en aplausos graneados...

Y luego dirán algunos moderados que una cosa es el gobierno yanqui y otra el pueblo.

Naturalmente que hay muchos millones de norteamericanos que no están con ese gobierno del infierno. Pero no cuentan para nada...

Son esos 54,8 millones con carnet que volvieron a votar a Bush los que aplauden las abyecciones, las bromas, los sarcasmos, como lo dicho urbi et orbi por ese infame general, lo que nos lleva a pensar que, como la Alemania de Hitler lo estaba entonces, media Norteamérica está irremisiblemente podrida. También entre nosotros, los españoles, hay muchos que al tiempo que aplauden desde aquí a ese general monstruoso, se rasgan las vestiduras y serían capaces de cometer cualquier cosa si los tuvieran delante contra miembros de un partido político vasco sólo porque no ven necesario condenar formulariamente la violencia.

Cuando un pueblo como el norteamericano ve en el matar lo que ve ese general y el público divertido que le escucha, es un pueblo en pleno proceso de gangrena social que se merece todo cuanto de malo le sobrevenga.

Que no se me tilde de radical. Pues ¿puede haber algo más radical que guerras tan desiguales y sin justificación en Afganistán e Irak? ¿puede haber algo más ominoso que chancearse después de las muertes humanas causadas, y de todo lo demás que ha hecho ya y sigue perpetrando la camarilla norteamericana en el gobierno contra otros países de la zona?

"America" está especializada en matar a los que quieren vivir y en no dejar morir a los que quieren. Esto y su cine durante 60 años con la muerte del ser humano a mansalva como centro de gravedad del entretenimiento, ha preparado el cerebro de su sociedad para escuchar a este general infame semejante barbaridad como lo más natural del mundo. Los aplausos lo prueban. Cuando invadían Afganistán, otro general abyecto decía con insolente cinismo en una entrevista: "Claro que vamos a matar talibanes". Para ellos, todo aquel que no es wasp (blanco, anglosajón y protestante) es un conejo...

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