Campaña: "Adopta un árbol" |
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ELLOS TAMBIÉN FORMAN PARTE DE TU VIDA... |
El ciudadano debe asumir un mayor protagonismo a la hora de mantener vivas y sanas las zonas verdes y los espacios ajardinados que existen en nuestras ciudades. |
Valencia, a 14 de octubre de 2005 Por Antonio Marín Segovia.
OBJETIVO: FAVORECER Y AYUDAR A VIVIR DIGNAMENTE A TODOS LOS ÁRBOLES, ARBUSTOS Y PLANTAS QUE CONVIVEN CON NOSOTROS EN LAS CIUDADES, IMPLICANDO A LOS CIUDADANOS EN SU CUIDADO Y MANTENIMIENTO A TRAVÉS DE UN PROGRAMA FORMATIVO DURANTE UN AÑO.
PRESENTACIÓN: El ciudadano debe asumir un mayor protagonismo a la hora de mantener vivas y sanas las zonas verdes y los espacios ajardinados que existen en nuestras ciudades.
Imagen cedida por Juan Luis Reguilón... Zarzalejo. Madrid. Su grandeza nos acoge, su historia nos transmite... de padres a hijos.
Para lograr una relación directa y un conocimiento activo y vivo de esos otros ciudadanos inmóviles (los árboles, arbustos…) que nos acompañan en nuestros paseos y deambulaciones, urge que todos (instituciones públicas, empresarios, sindicatos, mundo educativo, asociaciones vecinales, medios de comunicación…), asumamos con alegría y entusiasmo el protagonismo de cuidar con esmero y constancia algún árbol o elemento vegetal durante un año, siendo formados y asesorados previamente por técnicos y expertos en la materia.
Con este tipo de novedosas y nada costosas iniciativas, seguro que todos podremos valorar mejor la importancia y el valor que tienen los árboles y las zonas verdes dentro del paisaje urbano, logrando que respetemos, conservemos y nos integremos equilibrada y plenamente en nuestros entornos.
ADOPTA UN ÁRBOL, PUES ELLOS TAMBIÉN FORMAN PARTE DE TU VIDA
Los árboles adornan, dan sombra y purifican el aire, pero también hacen mucho mas que eso: dan una de las pocas oportunidades de tener experiencias directas con la naturaleza en la ciudad.
Aunque en las ciudades es fácil olvidarlo, el ser humano se originó en la naturaleza (no entre cemento y máquinas) y por eso el ambiente más apropiado para las personas es el ambiente natural. No solamente en cuanto a la composición del aire, sino que también en lo que se ve y oye. Oír el ruido del tránsito no es lo mismo que oír el ruido del viento entre las ramas y el canto de pájaros en libertad y grillos. Ver únicamente paredes y automóviles no es como ver árboles majestuosos, pájaros movedizos y los colores de mariposas y flores.
Favorecer la existencia y extensión de nuevas islas verdes, de mejores zonas ajardinadas públicas, cuidadas conjuntamente por profesionales y voluntarios, es una loable propuesta que debemos activar y desarrollar, invitando a los centros escolares, medios de comunicación, escuelas de jardinería, asociaciones vecinales… para que la iniciativa prospere con éxito.
El cuidado, mantenimiento y consolidación de todos los espacios verdes (incluida la huerta) en los núcleos urbanos, debe constituir una prioridad esencial de las autoridades locales y de cualquier ciudadano sensible, pues la naturaleza ayuda a mantener sanos, liberándonos de las tensiones que nuestro trepidante ritmo de vida nos provoca diariamente.
En consecuencia, procede que todos (ciudadanos de a pie, medios de comunicación, empresarios, sindicatos, centros educativos, universidades y representantes públicos) nos impliquemos, de una manera más directa y cercana, para mantener en buen estado de salud y conservación a todos los árboles "callejeros" que viven en las vías urbanas, parques y jardines de Valencia ciudad...
Para lograr el bienestar de nuestros árboles, el Ayuntamiento de Valencia debe impulsar, desarrollar y aplicar (en colaboración estrecha con el mundo universitario, el Jardín Botánico, las entidades dedicadas al cuidado y protección de las plantas y animales, el pequeño, mediano y gran comercio, ONGs...) un programa destinado a que los ciudadanos podamos participar en el conocimiento y cuidado intenso y directo de nuestros árboles y variedades vegetales que nos acompañan en el deambular diario por nuestras calles, plazas, avenidas...
La corporación local valenciana debe asumir lo beneficioso y esencial que es para la convivencia y el desarrollo integral de las personas que habitan en las ciudades actuales, el hecho de favorecer y canalizar la participación a través de la realización y organización de sistemáticas y coordinadas campañas de conocimiento y difusión de nuestra realidad ambiental. Estas iniciativas permiten que el ciudadano se sienta protagonista y responsable directo del cuidado y mantenimiento de los espacios verdes, posibilitando que todos lleguemos a convivir equilibradamente con nuestro abundante y variado patrimonio vegetal, apreciando y respetando así la existencia de esos “habitantes” verdes que tantos beneficios aportan a nuestra existencia.
Aprender a cuidar y mantener nuestros entornos vegetales es el primer paso para educarnos en valores de responsabilidad y respeto, dado que el papel de ciudadano hay que desarrollarlo y realizarlo diariamente, de una forma horizontal e interactiva con todas las personas que conforman la administración y gobierno de nuestras complejas y dinámicas ciudades.
Conocer, apreciar, cuidar y mantener el legado natural que vive dentro del núcleo urbano de Valencia ciudad, área metropolitana claramente imbuida del espíritu Mediterráneo, es una labor prioritaria que todos debemos respaldar, pues nuestro entorno, nuestro singular y destacado paisaje natural, forma parte inseparable de nuestra memoria histórica, de nuestras raíces, de nuestra identidad personal y colectiva...
Realmente todos nosotros somos el paisaje que nos ve. Somos parte inseparable e indisoluble de nuestra ciudad, de todos esos árboles que nos cobijan, del puente que cruzamos…
Es evidente que para obtener eficaces resultados, conviene que los técnicos municipales y expertos competentes, procedan a inventariar y etiquetar todas los elementos vegetales existentes en Valencia, con el objetivo de que los ciudadanos podamos adoptar a uno de los árboles "callejeros" con la misión de poder cuidarlo, según unas normas y consejos que los expertos locales y los científicos del Jardín Botánico – Universidad de Valencia, impartan en cursillos a todos los voluntarios que tengan a bien acogerse al programa de Adopción.
Las autoridades locales deben consensuar y elaborar un plan de acción anual (renovable y ampliable) para hacer factible y real la Campaña: “Adopta un árbol”, creando equipos multidisciplinares en cada barrio, en cada distrito, con el objetivo de asesorar, formar y facilitar el material y los recursos necesarios (tierra, abonos, herramientas, folletos...) a todos aquellos ciudadanos voluntarios, escuelas y entidades que se comprometan a participar.
Los colegios y los pequeños y medianos comercios, deben jugar un papel relevante en la campaña, dado que son los niños y los jóvenes los que tienen una mayor sensibilidad y saben comprometerse con alegre y sana pasión en este tipo de labores.
Igualmente es preciso indicar que tienen un papel relevante las tiendas y comercios tradicionales, pues mantienen una mayor proximidad y contacto con los vecinos, permitiendo una comunicación directa y constante...
A cada árbol, arbusto… se le debe poner una placa identificativa en el suelo (a prueba de vandalismos y deterioros atmosféricos), haciendo constar en ella suficiente información, como puede ser nombre científico, nombre común, usos del árbol, etc., para que tenga beneficios educativos, tanto para quien lo plantó como para quien lo observa.
Es conveniente y positivo aprovechar la necesidad que tienen los barrios periféricos (antiguos poblados agrícolas) para conservar sus tradicionales y singulares plazas y "centros históricos", estimulando y desarrollando la reincorporación de tradicionales elementos vegetales. También se debe proceder a la instalación y/o renovación de bancos que permitan la recuperación de esos entornos como puntos de encuentro, descanso y contacto cívico.
Para lograr que la ciudad no sea un espacio tan brutalmente agresivo, anónimo y degradado, conviene extender y consolidar los espacios verdes ya existentes, procurando emprender campañas sistemáticas que permitan el uso del transporte alternativo, así como se construyen nuevos tramos de carril bici, protegidos con barreras vegetales adecuadas.
La Campaña “ADOPTA UN ÁRBOL” puede y debe conjugarse con otras campañas que animen al uso e implantación de transportes alternativos, informando de la necesidad de que todos podemos contribuir al ahorro energético adquiriendo saludables hábitos a la hora de desplazarnos por nuestras calles…
Por todo ello, considero que es preceptivo activar un intenso y extenso programa municipal para que los ciudadanos podamos adquirir o alquilar bicicletas, disponiendo de aparcamientos vigilados en todos y cada uno de los puntos clave de la ciudad. Es recomendable premiar con pluses o bonos económicos a los trabajadores de centros públicos, colegios o empresas que utilicen diariamente los transportes alternativos. Estas medidas deben ser debidamente valoradas por todos los responsables públicos locales, autonómicos en aras a paliar la actual contaminación acústica, atmosférica…
Un tema que debe ser abordado y resuelto en un futuro próximo, es la necesidad de establecer la total y absoluta gratuidad de todos los transportes públicos urbanos (metro, bus, tranvía...) , para evitar la actual saturación que provoca el uso del vehículo privado en las estrechas calles, avenidas y plazas que conforman el centro histórico de Valencia. Se puede establecer unos horarios gratuitos, fijando unas áreas urbanas determinadas para evitar los abusos y lograr un óptimo uso.
Es imprescindible asumir que existen diversos medios para ir de un sitio a otro, utilizando los transportes adecuados y necesarios según las distancias. No estoy en contra del uso del vehículo privado, pero estimo que deben lanzarse campañas para racionalizar nuestros desplazamientos.
Volviendo al tema central de la Campaña “ADOPTA UN ÁRBOL”, es positivo que todos debemos sentir que al garantizar la vida de nuestros árboles (y de la huerta), permitimos y consolidamos nuestra propia existencia ahora y en un futuro inmediato.
Debemos ser plenamente conscientes de que todos los árboles son elementos vivos, seres únicos y fundamentales que precisan ser cuidados, respetados y conocidos de forma directa.
Es prioritario que todos podamos deambular por las calles sin la presión de los ruidos, evitando la tensión que la velocidad y las prisas nos provocan a todos: peatones y conductores. Por eso hemos comentado ciertas ideas para mejorar y disminuir la densidad del tráfico en las ciudades.
Somos conscientes de que los árboles, las playas limpias y las zonas verdes ayudan a serenarnos; en consecuencia, debemos contribuir a la extensión y cuidado exquisito de todos los jardines y espacios naturales que hay dentro de las ciudades, evitando la creación de nuevas áreas de circulación densas.
Hasta que no tengamos claro y asumido que debemos mantener un diálogo permanente y de igual a igual, de árbol a hombre, no podremos creernos y sentirnos que somos realmente seres civilizados, sanos y libres.
Es prioritario que todos los ciudadanos y habitantes de Valencia asumamos la necesidad urgente de mantener, de conservar lo que todavía queda de huerta como un elemento natural, como un espacio verde a respetar e integrar en nuestras zonas ajardinadas. La huerta en uno de nuestros más singulares y asombrosos paisajes urbanos, pues tienen una rentabilidad básica y directa que debemos canalizar.
Los retales de huerta, que todavía quedan repartidos y diseminados por la ciudad de Valencia, son excelentes jardines productivos, museos vivos que deben ser mantenidos y utilizados por todos, dado que realizan una función social, cultural y educativa necesaria e irremplazable.
Propongo que se conserven ciertos espacios de huerta, procediendo a repartirlos (a cambio de un alquiler simbólico) a todas aquellas personas y entidades que deseen realizar actividades agrícolas sin ánimo de lucro. Mantener la huerta como un jardín educativo y a la par rentable, es una labor interesante que deben estudiar y valorar los responsables municipales de la ciudad de Valencia, animando a que todos los colectivos cívicos puedan incorporarse y participar en esa iniciativa.
Los niños y jóvenes pueden y deben conocer en el presente y en el futuro, los usos y actividades agrícolas que nuestros antepasados han desarrollado en el fértil suelo de la huerta valenciana. Para ello todavía tenemos la oportunidad histórica y excepcional de crear huertos urbanos para uso, disfrute y conocimiento de todos…
Darles un uso lúdico, productivo y educativo a los árboles “callejeros”, jardines, huerta… es sencillo y sumamente rentable en todos los ámbitos, pues desarrollo urbano y tecnológico pueden convivir y compartir espacios con tradición y naturaleza. Ahora únicamente falta que las instituciones locales, las entidades cívicas, el mundo universitario, las ONGs, los medios de comunicación… tengan la sensibilidad, habilidad y la capacidad necesaria para escuchar, canalizar, enriquecer y desarrollar las justas y legítimas propuestas ciudadanas aquí esbozadas someramente.
Para concluir, indicar que todos aquellos ciudadanos que se comprometan realmente a la adopción de un árbol, cumpliendo con las tareas asignadas por los técnicos municipales y expertos, deben recibir una recompensa simbólica en aras a reconocer el valor, entusiasmo y civismo de todos los colaboradores y voluntarios. De este modo, es seguro que se estimula y garantiza la participación de nuevas personas en futuros programas de adopción de árboles.
* Todos los artículos alojados en Ibérica, de Antonio Marín... (A numerosos enlaces...)+
* La industria forestal, acusada de crímenes contra el medio ambiente. (Enlace...)
Insertado
por: elenafernandez (19/10/2005) |
Fuente/Autor:
Antonio Marín Segovia. Valencia. España. |
Valoración
Comentarios
Muy bueno y muy de acuerdo |
Nombre: Domingo Freiria Soto (01/12/2005) |
E-mail: - |
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