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La Defensora del Pueblo ha respondido a las reiteradas quejas de los vecinos afectados en varios barrios de Cuenca por la contaminación de la planta asfáltica existente. De los resultados definitivos de las mediciones de la Consejería de Medio Ambiente, se concluye que la contaminación ha superado ampliamente el límite máximo que establece la legislación sobre protección del medio ambiente atmosférico. Además de partículas sólidas, se han llegado a superar los niveles en dióxido de azufre, dióxido de nitrógeno, óxido de nitrógeno, plomo, benceno y monóxido de carbono, en una industria situada –por el crecimiento de la ciudad hacia esa zona- a escasos metros de varias urbanizaciones.
Por ello, la defensora del Pueblo ha pedido, en repetidas ocasiones, al Ayuntamiento de Cuenca que exija a la empresa la “efectiva y urgente adopción de las medidas correctoras... ejerciendo, en caso contrario, las potestades coercitivas y de ejercicio que la ley contempla”.
La única respuesta del Ayuntamiento ha sido el anuncio del futuro traslado de dicha fábrica, sin informar sobre medidas correctoras. Ante esto, la Defensora del Pueblo dice en su informe: “Debimos recordar al Ayuntamiento que, mientras ese traslado no se produjese, debía ejercer sus competencias en materia de control de actividades clasificadas, de conformidad con lo dispuesto en el Reglamento de actividades molestas, insalubres, nocivas y peligrosas (RAMINP)”. La Defensora del Pueblo concluye: “Si bien valoramos positivamente el traslado de dicha empresa a un lugar más adecuado, esta institución, dada su función consistente en garantizar que la actuación de la administración no vulnere los derechos constitucionales de los ciudadanos, entendía que no procedía considerar aceptado íntegramente el contenido de nuestra resolución”. Por ello, ha decidido mantener abierto el expediente de queja.
Los vecinos afectados, consideran inadmisible que el Ayuntamiento no cumpla con sus competencias de control y sanción, y no dé una respuesta satisfactoria y urgente a las demandas de la Defensora del Pueblo. Además, califican como inaceptables las declaraciones públicas de la Concejala de Urbanismo, Elena Carrasco, del Teniente Alcalde, Juan Ávila, y del propio Alcalde, José Manuel Martínez Cenzano, pidiendo paciencia a los ciudadanos y asegurando que los humos son molestos pero no peligrosos. Según un informe de Ecologistas en Acción, 16.000 personas mueren cada año por la contaminación atmosférica en nuestro país. La Unión Europea eleva esta cifra a 350.000 en Europa.
“La lucha de los vecinos y colectivos ecologistas de la ciudad para poner fin a esta situación, que se prolonga en el tiempo muchos años atrás, se remonta a más de tres años, tiempo más que suficiente para acabar con una situación provocada por la falta de escrúpulos de una empresa que no cumple con la normativa ambiental, por el desinterés total de un Ayuntamiento, que desarrolla un planeamiento urbanístico caótico, y por una falta absoluta y continuada de control por parte de los órganos ambientales de la Junta de Castilla – La Mancha, que raya con el delito de prevaricación”, declara Santiago Cuerda, Secretario General de Ecologistas en Acción de Cuenca.

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