Un campo de maiz transgénico experimental, en Zaragoza
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EN ZUERA. ARAGÓN... ESPAÑA.
Este campo experimental, escondido para evitar su localización en el término municipal de Zuera, está solamente a unos centímetros de campos destinados a la comercialización (por lo tanto, con un alto riesgo de contaminación de la cadena alimentaria humana y animal), en las inmediaciones de varias poblaciones, y a pocos metros del río Arga. Las variedades transgénicas que contienen, plantean una serie de graves riesgos para el medio ambiente y la salud.
3 de octubre de 2006. ACTIVISTAS DE GREENPEACE MARCAN UN CAMPO DE MAÍZ TRANSGÉNICO EXPERIMENTAL CON UNA GIGANTESCA SEÑAL DE "PROHIBIDO"
Greenpeace demanda hoy en todo el mundo la protección del maíz, señalando cultivos en tres continentes, Europa, Asia y América, con grandes círculos para exigir que no se continúe con la contaminación genética
Activistas de Greenpeace entraron hoy en un campo de maíz experimental en Zuera, Zaragoza, dejando tras de sí un gigantesco signo de "prohibido" de 50m, como mensaje simbólico para que las administraciones prohiban definitivamente los cultivos transgénicos. Este campo experimental, escondido para evitar su localización, está solamente a unos centímetros de campos destinados a la comercialización (por lo tanto, con un alto riesgo de contaminación de la cadena alimentaria humana y animal), en las inmediaciones de varias poblaciones, y a pocos metros del río Arga. Las variedades transgénicas que contienen, plantean una serie de graves riesgos para el medio ambiente y la salud. Estas señales marcan el principio de una campaña global para proteger el maíz, uno de los cultivos más importantes del mundo, contra la contaminación genética y aparecieron esta misma mañana simultáneamente en España, México y Filipinas.
"Greenpeace actuó hoy para evitar la contaminación irreversible de la agricultura y la naturaleza" -ha afirmado Juan-Felipe Carrasco, responsable de la campaña contra los transgénicos de Greenpeace.- "Se trata también de una señal de aviso contra la contaminación del maíz por variedades transgénicas. Muchos de los efectos a largo plazo de los transgénicos en el suelo, los animales, las plantas y la salud humana siguen sin ser evaluados. Por lo tanto, la contaminación genética en todo el planeta es una amenaza para la biodiversidad, la seguridad alimentaria, el modo de vida de los agricultores y la elección de los consumidores". A pesar de que prácticamente toda la UE es libre de trangénicos, el Gobierno español está permitiendo que 80.000 hectáreas de estos peligrosos cultivos invadan nuestros campos en un ambiente de absoluta falta de transparencia, ilegalidad, corrupción e intereses corporativos. "Aragón es actualmente la primera región europea en superficie de transgénicos, y los ciudadanos deben saberlo. Las Administraciones españolas prefieren proteger los intereses de un puñado de empresas a velar por la salud y la libertad de productores y consumidores". Greenpeace trabaja por una agricultura y una alimentación sin transgénicos, basadas en los principios de sostenibilidad y protección de la biodiversidad. Por contra, las dramáticas consecuencias de los transgénicos quedaron patentes en el informe presentado por Greenpeace en el mes de abril, "La Imposible Coexistencia". * Enlace a este Informe...
Greenpeace exige al Gobierno nacional y a las autoridades aragonesas que:
* Prohiban todo cultivo de transgénicos, experimentales o comerciales. * Obliguen a las empresas dueñas de estas semillas a asumir la responsabilidad por las contaminaciones genéticas que provocan. * Publiquen la información con la localización exacta de todos los campos transgénicos, tal y como prevé la legislación.
"Seguiremos mostrando al público la localización de los campos de maíz transgénico, ya sea comercial o experimental, hasta que el Gobierno asuma sus responsabilidades y publique un registro oficial accesible a todos los ciudadanos con la localización de estos peligrosos e innecesarios cultivos", ha concluído Juan Felipe Carrasco.
Para más información: Juan-Felipe Carrasco, responsable de la campaña de Transgénicos de Greenpeace España, 626 998 244 Myrto Pispini, responsable de la campaña de Transgénicos de Greenpeace Internacional, + 30 6 979 443 304
Prensa Greenpeace España: Laura Ojea, 626 998 248 Prensa Greenpeace Internacional: John Novis, +31 207 982 000
Peligrosos tóxicos y altos contaminantes, ya están en nuestra sangre en un cocktail, de consecuencias incalculables e impredecibles. (I Parte)
Una conferencia recopilada en diversos vídeos que no puedes dejar de conocer. ¿Quién esta a cargo en nuestro país, de este esencial-control de salud? ¿Nadie es transparente con estos datos tan graves?
El Dr. Nicolas Olea:Es Médico, Catedrático en Radiología y Medicina. Facultativo Especialista de área, licenciado en medicina y cirugía. Actualmente es Coordinador en el Hospital Clínico de Granada, Investigador en este mismo hospital, vocal del Patronato de la Fundación Científica, y es la máxima autoridad en España del Estudio de las Afecciones sobre la Salud Provocadas por los Productos Químicos, Hormonas en condiciones de trabajo intensivo en invernadero.
* Denunciando la Contaminación Genética. Un documento que simula un tribunal donde se resumen algunos de los casos en que los transgénicos han perjudicado gravemente la biodiversidad, la agricultura, la seguridad alimentaria y los derechos de los consumidores. La sentencia es clara, los transgénicos son culpables de todo lo que se les acusa...(Enlace...)
* Monsanto siembra la muerte entre los campesinos hindúes Por Vandana Shiva* Cuando se celebre en Curitiba, Brasil, la Octava Conferencia sobre la Convención de la ONU para la Diversidad Biológica con las reuniones sobre el Protocolo para la Bioseguridad (20-31 de marzo), estarán en el orden del día las semillas asesinas de la industria de las biotenologías. Semillas que matan la biodiversidad, matan a los cultivadores y matan la libertad de las personas. Entre ellas está el Bt. Cotton de la Monsanto, que ha sumido ya a millares de agricultores hindúes en la deuda, la desesperación y la muerte. Los gobiernos de Australia, Nueva Zelanda y Canadá, actuando como instrumentos del gobierno de los EEUU y de la industria biotecnológica, tratan de minar la moratoria actualmente existente –impuesta por la Unión Europea— sobre todos los alimentos y semillas genéticamente modificados y sobre la llamada tecnología Terminator, una tecnología que induce a las plantas genéticamente modificadas a producir semillas estériles. En contra de la moratoria de la Unión Europea se ha manifestado el pasado 7 de febrero la OMC. Y el mensaje es claro: la libertad de los ciudadanos para elegir qué quieren cultivar y qué quieren comer no tiene carta de ciudadanía en un mundo regulado por los beneficios de las grandes corporaciones empresariales. El Bt. Cotton, un algodón genéticamente modificado vendido por la Monsanto, ha venido engañando repetidamente a los agricultores hindúes desde que la empresa comenzara ilegalmente sus experimentos en 1998. Y desde que, en 2003, se autorizó la comercialización de sus semillas. La publicidad de la Monsanto prometía a los campesinos una producción de 15 quintales por acre y cerca de 226 dólares de beneficios añadidos. Pero para un gran número de agricultores el Bt, Cotton ha significado la pérdida de cosechas enteras. Otros muchos han cosechado de media sólo tres quintales por acre, una quinta parte de lo prometido. Nuestras investigaciones sobre los cultivos de estaciones anteriores han mostrado para el Maharashtra y el Andrhra Pradesh cosechas medias de 1,2 quintales por acre. Un estudio del Centro para la Agricultura Sostenible probó que mientras las semillas del Bt. Cotton les cuestan a los campesinos 36 dólares por acre, las semillas de los cultivadores orgánicos cuestan solamente 10 dólares por acre, es decir, menos de un tercio. El Bt. Cotton ha de ser rociado tres veces y media con pesticidas, a un coste de 59 dólares por acre. Los cultivadores orgánicos, en cambio, usan para el control de los parásitos substancias ecológicas que cuestan menos de 9 dólares por acre, es decir, una sexta parte del coste del Bt. A causa de los altos costes del cultivo y de los bajos beneficios de su rendimiento, los campesinos hindúes hallan atrapados en gravosas deudas, para subvenir a las cuales se están dejando la vida. En la última década, en la India, se han suicidado más de 40.000 agricultores (aunque sería más exacto hablar de homicidio o de genocidio). Más del 90% de los agricultores que se han quitado la vida en el Maharashtra y en el Andhra Pradesh durante la estación algodonera de 2005 habían plantado Bt. Cotton. Y sin embargo, lobistas de las bioteconologías como Graham Brookes y Peter Barfoot manipulan los datos para ocultar tal horror. En un reciente viaje a la India, Brookes ha sostenido que los agricultores hindúes, cultivando el Bt. Cotton, habrían obtenido 113 millones de dólares, con un incremento de 45 dólares por hectárea. En realidad, usar las semillas de Monsanto ha significado para los cultivadores 50 dólares más por acre, lo que representa más de 226 millones de dólares en pérdidas. Este es el motivo de que los gobiernos del Andhra Pradesh y del Gujarat hayan llevado a Monsanto a los tribunales. La monopolización de las semillas por parte de las corporaciones globales es una receta segura para destruir la biodiversidad y a las campesinos. Más del 90% del mercado de semillas genéticamente modificadas está constituido por sólo cuatro tipos de cultivo: trigo, soja, colza y algodón. Sólo dos variedades han sido comercializadas a gran escala: los cultivos resistentes a los herbicidas y los cultivos de Bt. Cotton. Y más del 90% del mercado de semillas genéticamente modificadas es controlado por una sola compañía: la Monsanto. El estudio de Brookes y Barfoot no está basado en datos empíricos de primera fuente, sino en extrapolaciones inferidas de falsos presupuestos y de estudios manipulados. En lo que toca a los EEUU, los lobistas sostienen que el algodón resistente a los herbicidas reportaría a los agricultores norteamericanos 66,59 dólares por hectárea de beneficios añadidos. Sin embargo, 90 cultivadores texanos del algodón han llevado a Monsanto a los tribunales por las grandes pérdidas en sus cosechas: la Monsanto no les había advertido de un defecto de su algodón genéticamente modificado. Con la causa instruida se proponen obtener reparaciones por lo que definen como"una larga campaña de engaños". El intento de introducir la teconología Terminator traerá consigo el aumento de la vulnerabilidad de los agricultores hindúes y la amenaza a la biodiversidad. Cuando en enero pasado se reunió en Granada el grupo de trabajo sobre el artículo 8(j) de la Convención para la biodiversidad, los EEUU sostuvieron la falsa tesis, según la cual la tecnología Terminator, una tecnología que crea esterilidad, haría "aumentar la productividad". Las poblaciones indígenas ven la tecnología Terminator como una amenaza a su libertad y a su soberanía. Como ha afirmado en Brasil Mariana Marcos Tarine, en nombre del Forum internacional indígena sobre la biodiversidad, "la tecnología Terminator representa una amenaza a nuestro bienestar y a nuestra soberanía alimentaria, y constituye una violación de nuestro derecho a la autodeterminación". Y en juego está no sólo la libertad de las poblaciones indígenas. El pronunciamiento de la OMC sobre la cuestión de los OGM [organismos genéticamente modificados] amenaza la libertad de todos nosotros para elegir semillas y modo de alimentarse. En 2003, cuando el presidente Bush rompió hostilidades bélicas, nosotros teníamos una campaña mundial. En la reunión de la OMC de 2005 en Hong Kong, yo y el agricultor y activista francés José Bové habíamos enviado a la OMC más de 60 millones de firmas estampadas en una declaración en la que se decía que estar libres de OGM es parte integrante de nuestro derecho fundamental a elegir libremente los cultivos que cultivamos y los alimentos que comemos. No nos dejaremos reducir a servidumbre por los gigantes de la genética. No permitiremos que sus semillas asesinas maten a nuestros agricultores y nuestra libertad. Seguiremos conservando nuestras semillas como un deber con la creación y con nuestra comunidad. Defenderemos las zonas OGM-free como zonas de nuestra biodiversidad y de nuestra libertad de alimentación. Esparciremos semillas de paz, y cegaremos la fuente de difusión de las semillas de la muerte. Il Manifesto, 18/03/06 - Revista Sin Permiso, 26/03/06 Traducción de Leonor Març (*) Vandana Shiva, doctora, escritora, activista y conferencista hindú. Directora de la Research Foundation for Science, Technology and Ecology (Fundación de Investigación para la Ciencia, Tecnología y Ecología), un instituto independiente dedicado a la investigación de temas ecológicos y sociales importantes en estrecha colaboración con las comunidades locales es, además, uno de los líderes del International Forum on Globalization, junto con Ralph Nader y Jeremy Rifkin. En 1991, fundó Navdanya, un movimiento nacional para proteger la diversidad y la integridad de los recursos vivos, sobre todo de las semillas autóctonas. Es una de las pensadoras más provocadoras y dinámicas en materia de medio ambiente. En 1993, ganó el premio Right Livelihood Award, también conocido como el premio Nobel de la paz alternativo. Es la autora de numerosos ensayos y entre sus obras destacan Monocultures of the Mind (1993) Abrazar la vida: mujer, ecología y desarrollo (1995); Ecofeminismo: teoría, crítica y perspectivas (1997); La praxis del ecofeminismo: biotecnología, consumo, reproducción (1998); Biopiratería: el saqueo de la naturaleza y del conocimiento (1999); ¿Proteger o expoliar?: los derechos de propiedad intelectual (2003). Además, es editora adjunta de The Ecologist.
Nombre: Marisa Gutiérrez (03/10/2006)
E-mail: ondamarisa@hotmail.com
06 de octubre de 2006. * LA UNIDAD DE DELITOS TRANSGÉNICOS DE GREENPEACE FINALIZA SU RECORRIDO DENUNCIANDO LA CONTAMINACIÓN POR TRANSGÉNICOS EN ESPAÑA. Se ha documentado la presencia de cultivos transgénicos en Cataluña, Aragón y Castilla-La Mancha y denunciado el secretismo, las irregularidades y los daños provocados por estos cultivos en el único país de la UE cuyo Gobierno tolera su presencia a gran escala. Unas semanas después de que el Ministerio de Agricultura (MAPA) apruebe un nuevo grupo de variedades de maíz modificado genéticamente (MG) para su cultivo en España, único país de la UE en que se cultivan transgénicos a gran escala y en un contexto de absoluta falta de control sobre este tipo de cultivos, la caravana de Greenpeace denominada "Unidad de Delitos Transgénicos" termina en la provincia de Albacete la campaña "Denunciando la contaminación genética", cuyo objetivo ha sido investigar y denunciar la situación de los transgénicos en España y los daños provocados por éstos. La expedición, que comenzó el pasado 25 de septiembre en Manresa -provincia de Barcelona-, ha recorrido numerosas localidades de Cataluña, Aragón y Castilla-La Mancha y termina este fin de semana en los municipios de Elche de la Sierra (viernes) y Casas Ibañez (sábado). La unidad móvil, dotada de varios espacios, entre ellos un laboratorio equipado para detectar campos de maíz transgénico y contaminaciones en campos convencionales y ecológicos, ofrece multitud de materiales pedagógicos y una exposición. En ella se han realizado durante dos semanas numerosos encuentros y jornadas de puertas abiertas en las principales zonas de maíz MG de España. Aragón, Castilla-La Mancha y Cataluña son, en este orden, las principales regiones cuyas Administraciones toleran e incluso fomentan el cultivo de transgénicos a pesar del amplio rechazo social. "Hemos comprobado in situ, intercambiando pareceres e información con investigadores, organizaciones de consumidores y de productores, autoridades locales, industriales y ciudadanos en general, que los españoles no quieren transgénicos, que son percibidos como una aberración ecológica y económica pero que, desgraciadamente, los gobiernos regionales y el MAPA prefieren seguir protegiendo los intereses de las 3 ó 4 empresas que los comercializan por encima de las consideraciones ambientales, sanitarias y socioeconómicas", ha afirmado Juan-Felipe Carrasco, responsable de la campaña contra los transgénicos de Greenpeace. En estas dos semanas se han afianzado lazos con organizaciones ecologistas y sociales que trabajan por una agricultura más justa, por una mayor biodiversidad y por el respeto al medio ambiente y al mundo rural. Se han recogido muestras de variedades locales, gravemente amenazadas por los transgénicos, se han analizado decenas de campos transgénicos para informar a la población de su presencia a escasos metros de las tierras de cultivo para alimentación, y se ha evaluado la situación de los agricultores ecológicos cuyas tierras están amenazadas por el maíz transgénico. El éxito en la recogida de miles de firmas para la campaña de etiquetado de derivados animales, cuyo objetivo es alcanzar en la UE un millón de firmas para exigir a la Comisión Europea que se etiqueten los productos procedentes de animales alimentados con transgénicos, demuestra que la ciudadanía está preocupada por su alimentación y exige su derecho a ser informada para evitar consumir transgénicos. "No nos olvidemos que más del 80% de los transgénicos se emplean para producir piensos para alimentar a las diferentes ganaderías, y que directa o indirectamente estos peligrosos productos acaban en nuestros platos", ha recordado Carrasco. El pasado martes, un grupo de activistas de Greenpeace marcó un campo de maíz transgénico experimental con una señal gigantesca de "prohibido" en Zuera, Zaragoza, como mensaje simbólico para que las administraciones prohíban definitivamente los cultivos transgénicos. El campo en cuestión, escondido por sus dueños para evitar su localización, está solamente a unos centímetros de maíz destinados a la comercialización (por lo tanto, con un alto riesgo de contaminación de la cadena alimentaria humana y animal), en las inmediaciones de varias poblaciones, y a pocos metros del río Arga. Las variedades transgénicas que contiene, plantean una serie de graves riesgos para el medio ambiente y la salud. Este tipo de señales aparecieron esta misma mañana simultáneamente en España, México y Filipinas. "Se trata de una señal de Greenpeace para evitar la contaminación irreversible de la agricultura y la naturaleza y para alertar sobre los efectos a largo plazo de los transgénicos en el suelo, los animales, las plantas y la salud humana; la contaminación genética en todo el planeta es una amenaza para la biodiversidad, la seguridad alimentaria, el modo de vida de los agricultores y la elección de los consumidores", ha recordado Carrasco. Greenpeace realizó ayer, jueves, una rueda de prensa conjunta con el alcalde de Albacete y la Asociación de consumidores y usuarios ecológicos La Tierrallana. Esta ciudad, cuyo alcalde manifestaba ayer su apoyo a la campaña contra los transgénicos de Greenpeace, es la única capital de provincia declarada Libre de Transgénicos por sus autoridades1. La Tierrallana, por su parte, ha recibido de manos de la ministra de Medio Ambiente el premio Ecogourmets 2006 otorgado a "la mejor asociación de consumidores ecológicos de España por fomentar y reconocer a las personas y entidades que han trabajado a favor de los alimentos ecológicos". Este galardón es un reconocimiento a una organización que ha venido ejerciendo un importante trabajo político durante los últimos años a favor de una agricultura social y ambientalmente sostenible en Castilla-La Mancha. Ante la agresión sin precedentes que suponen estos peligrosos cultivos, son ya 172 las regiones y 4.500 los municipios de toda la UE que se han declarado libres de transgénicos, lanzando así un claro mensaje a una Comisión Europea que sigue anteponiendo los intereses de las multinacionales a los de los ciudadanos y del medio ambiente. "España, ante la evidencia de que la coexistencia entre transgénicos y no transgénicos es imposible2, debe imperativamente dejar de ser el campo experimental de toda la UE", ha concluido Carrasco. Para más información: Juan-Felipe Carrasco, responsable de la campaña de transgénicos de Greenpeace, 626 99 82 44 Prensa Greenpeace: Laura Ojea, 626 99 82 48 o al 91 444 14 00. 1 Moción aprobada por unanimidad en el pleno del Ayuntamiento el día 27 de abril de 2006 para declarar el municipio Libre de Transgénicos y pedir al Gobierno de Castilla-La Mancha que no autorice más transgénicos y al de España la prohibición de estos cultivos. 2 Ver el informe de Greenpeace, Assemblea Pagesa y Plataforma Transgènics fora! "La Imposible Coexistencia", disponible en la página www.greenpeace.es
Nombre: Greenpeace España (06/10/2006)
E-mail: prensa@greenpeace.es
16 de marzo de 2007 GREENPEACE SALE A LA CALLE EN BUSCA DE ALIMENTOS TRANSGÉNICOS. Los "Observadores de Transgénicos" recorrerán mañana sábado 17 los principales supermercados en 19 ciudades españolas. Greenpeace continúa mañana sábado con su campaña para comprobar si los fabricantes y distribuidores de alimentos están aplicando correctamente la normativa europea de etiquetado de alimentos. Los "Observadores de Transgénicos" saldrán en Madrid, Valladolid, Zaragoza, Málaga, Torremolinos, Pamplona, Orzán (A Coruña), Sant Cugat del Vallès, Deusto, Santa Cruz de Tenerife, Sevilla, Granada, Gijon, Salamanca, Oviedo, Las Palmas de Gran Canaria, Vigo, Palma de Mallorca, Alicante. Estos grupos de ciudadanos analizarán el etiquetado de los productos presentes en las estanterías de los supermercados para averiguar qué fabricantes están empleando estas peligrosas materias primas (1). En Palma de Mallorca, estarán en Carrefour, a las 12:00 horas. El 18 de abril de 2004 entraron en vigor los nuevos reglamentos de etiquetado y trazabilidad de alimentos y piensos modificados genéticamente; en virtud de estas normas, deben ser etiquetados los productos que deriven de cosechas transgénicas (con la mención "modificado genéticamente"). En aquel año Greenpeace puso en marcha en toda la UE una actividad denominada "Observadores de Transgénicos", cuyo principal objetivo era analizar las etiquetas de los productos en los supermercados para conocer en qué grado la industria alimentaria y de la distribución estaban realmente cumpliendo con las obligaciones derivadas de estas normas y para informar a los consumidores de tal forma que pudieran ejercer su derecho a decir NO. La organización anima a todos los ciudadanos a participar a través de nuestra web incluyendo los datos de todos los productos que encuentren (www.greenpeace.es). "Estos consumidores comprometidos con el medio ambiente y la salud están realizando una importante labor para que nadie se atreva a utilizar a la naturaleza y a los ciudadanos en un gigantesco experimento genético", ha afirmado Juan-Felipe Carrasco, responsable de la campaña contra los Transgénicos de Greenpeace. La comercialización de alimentos transgénicos es un acto irresponsable que convierte a los consumidores en cobayas humanas. "Las multinacionales agrotecnológicas se prometen grandes beneficios económicos, pero el riesgo lo ponen los ciudadanos, los agricultores y el medio ambiente: son los fabricantes de alimentos y los supermercados quienes deben protegernos de esta agresión con un etiquetado veraz", ha añadido. El pasado martes un grupo de expertos del departamento de ingeniería genética de la Universidad de Caen, Francia, presentó un nuevo estudio, en el que se demuestra que las ratas de laboratorio alimentadas con un maíz modificado genéticamente (MG) producido por la multinacional biotecnológica Monsanto han mostrado signos de toxicidad en el riñón y en el hígado (2). Hay que recordar que este maíz está aprobado para consumo humano y animal en la UE; es la primera vez que un producto transgénico aprobado ha mostrado evidencias científicas de efectos tóxicos en órganos internos. El estudio, publicado en la revista científica "Archives of Environmental Contamination and Toxicology", analiza los resultados de las pruebas de seguridad presentados por Monsanto a la Comisión Europea para obtener la autorización de comercialización en la UE para su variedad de maíz transgénico, MON 863 (3). Los datos muestran que el MON863 tiene asociados riesgos significativos para la salud; sin embargo, la Comisión Europea concedió licencias para comercializar este maíz tanto para el consumo humano como para el consumo animal (4). Hay que añadir que la legislación actual no obliga a etiquetar todos los alimentos que contengan transgénicos. Los derivados de los animales que han sido alimentados con organismos modificados genéticamente (OMG) (leche, carne y huevos) no tienen obligación de aparecer en el etiquetado. Teniendo en cuenta que el 80% de los transgénicos se dedica a producir piensos para la ganadería, se niega el derecho a los consumidores a saber el origen de sus alimentos. Precisamente el mes pasado Greenpeace presentó a la Comisión Europea un millón de firmas para exigir el etiquetado de los derivados animales. Para más información: Juan Felipe Carrasco, responsable de la campaña contra los Transgénicos, 914 441 400 ó 626 998 244 Luis Ferreirim, portavoz de Greenpeace en la campaña contra los Transgénicos, 639 101 732 (sábado) Prensa Greenpeace: Laura Ojea, 914 441 400 ó 626 998 248 Notas: 1. En la web de Greenpeace existe una lista de los productos etiquetados con transgénicos que se han ido encontrado en los supermercados. (www.greenpeace.org/espana/campaigns/transgenicos/consumo/productos-transgenicos) 2. El articulo está publicado online (www.springerlink.com/content/1432-0703) por la revista científica Archives of Environmental Contamination and Toxicology; y será impreso en mayo. Encontrará un resumen de Greenpeace en la siguiente dirección: www.greenpeace.org/raw/content/espana/reports/fallo-de-los-sistemas-de-regul.pdf 3.El maíz MON863 produce un nuevo insecticida llamado "Cry3Bb1 modificado" que es capaz de matar un insecto del suelo (Diabrotica virgifera). Este maíz transgénico también contiene un gen que codifica una resistencia a antibióticos. La Comisión Europea concedió la licencia para emplear el MON 863 en piensos en agosto de 2005, y posteriormente lo aprobó para consumo humano en enero de 2006. 4. Para más detalles consulte el informe de Greenpeace (en inglés): "El caso MON863 ? crónica de una decepción sistemática": www.greenpeace.org/raw/content/espana/reports/el-caso-mon863-cr-nica-de-un.pdf
Nombre: greenpeace.org (18/03/2007)
E-mail: prensa@greenpeace.es
17 de mayo de 2007 * UN INFORME DE GREENPEACE DEMUESTRA QUE EL MAÍZ TRANSGÉNICO CULTIVADO EN ESPAÑA PRODUCE UNA TOXINA EN CANTIDADES PELIGROSAS. La empresa Monsanto no controla la cantidad de toxina insecticida que produce este maíz transgénico. Greenpeace ha presentado el informe ¿Qué cantidad de toxina Bt producen realmente las plantas de maíz transgénico MON810? en el que se demuestra la alta variabilidad del contenido de una toxina insecticida, denominda Bt, presente en los maíces transgénicos MON810 de la multinacional Monsanto, cultivados comercialmente tanto en España como en Alemania a pesar de la elevada oposicion pública. Para realizar esta investigación se analizaron en 2006 en ambos países más de 600 muestras de hojas de este maíz. El principal resultado es que las concentraciones de toxina Bt en las plantas son altamente impredecibles y variables, por lo que, por ejemplo, las plantas de un mismo campo llegan a diferir entre sí hasta 100 veces. Además, la concentración de toxina es completamente diferente de los niveles ofrecidos por Monsanto cuando solicitó la autorización para comercializar este peligroso maíz. Estos datos arrojan nuevas incertidumbres y preocupaciones con respecto a la seguridad y la calidad del maíz transgénico, y ponen en entredicho el sistema de autorizaciones de la UE. Consecuentemente, Greenpeace exige la paralización de las autorizaciones y del cultivo del maíz transgénico en España, en la UE y en el resto del planeta. El informe refleja que no se conocen las razones de esta inestabilidad biológica de las plantas transgénicas; podría deberse a factores genéticos (la construcción genética no es estable), ambientales (por ejemplo, clima o condiciones del suelo) o a ambos. Por ello, Greenpeace considera un claro signo de irresponsabilidad que el actual Gobierno no solamente siga tolerando el cultivo de las variedades transgénicas MON810, que aprobó el anterior ejecutivo, sino que siga autorizando nuevas variedades de este maíz cuando no se conoce el comportamiento de cada una de ellas. Apenas existen estudios sobre el impacto de las condiciones ambientales sobre las plantas transgénicas ni datos que muestren cómo evoluciona la concentración de toxina Bt en las plantas en condiciones reales de cultivo comercial. Esta ausencia de información produce la impresión de que las plantas modificadas genéticamente producen unos niveles de Bt estables, consistentes y más o menos independientes del impacto del medio ambiente o de las condiciones genéticas específicas. Este informe de la organización ecologista demuestra que es absolutamente falso. "Queda claro que el estudio presentado por Greenpeace demuestra una vez más que los resultados del experimento de los transgénicos a escala mundial son impredecibles", ha afirmado Juan-Felipe Carrasco, responsable de la campaña contra los transgénicos de Greenpeace. El estudio ha sido presentado a un grupo de expertos alemanes, los cuales han coincidido en la valoración de que es urgente que la UE y los estados miembros establezcan unos métodos uniformes para analizar el contenido de toxina Bt en estos cultivos. "Es absolutamente irresponsable realizar estudios de evaluación de riesgos y aprobar ningún transgénico antes de que hayan sido definidos métodos estandarizados y suficientemente fiables para determinar las concentraciones de Bt", ha añadido Carrasco. Mientras no se clarifiquen estas cuestiones relativas a la evaluación de riesgos, el monitoreo y la calidad del producto, el cultivo comercial de MON810 debe ser paralizado dado que la base legal para la aprobación del MON810 no se está cumpliendo. Greenpeace exige la paralización de las autorizaciones y del cultivo del maíz transgénico en todo el mundo, así como la paralización de toda liberación de transgénicos al medio ambiente. Para más información: Juan Felipe Carrasco, responsable de la campaña contra los Transgénicos, 914 441 400 ó 626 998 244 NOTAS: * El informe completo (en inglés) se puede descargar en: www.greenpeace.org/espana/reports/que-cantidad-de-toxina-bt-pro * El resumen en castellano está en la dirección: www.greenpeace.org/espana/reports/resumen-en-castellano-del-info
Nombre: Greenpeace.es (18/05/2007)
E-mail: prensa@greenpeace.es
* Mapa secreto de los 63 pueblos donde se experimentan nuevos cultivos transgénicos.
Amigos de la Tierra ha hecho pública la localización exacta de los campos donde se ha solicitado experimentar con cultivos transgénicos en España en 2010, unos datos hasta ahora secretos. Son en total más de cien parcelas repartidas en 63 municipios donde multinacionales como Monsanto, Syngenta, Bayer o Pioneer tienen planeado realizar experimentos con maíz, remolacha y algodón transgénico para ver qué tal funcionan.
Amigos de la Tierra considera que los agricultores, vecinos y ayuntamientos tienen derecho a conocer su localización exacta, aunque resulte imposible poder protegerse de una contaminación genética e invisible cada vez más generalizada.
Decían que iban a respetar los espacios protegidos, pero era mentira. Varios experimentos de Monsanto con maíces transgénicos se encuentran en la Reserva de la Biosfera de la Mancha Húmeda, en Daimiel, mientras que Syngenta pretende probar fortuna con remolacha transgénica en una ZEPA (Zona Especial de Protección de Aves) de Castilla y León.
Según la asociación ecologista, España acoge el 42% de todos los experimentos con transgénicos al aire libre realizados en la Unión Europea en los últimos años. Dicho de otra manera, nuestro país se ha convertido en el campo de pruebas favorito de las multinacionales. -------------------- Hasta ahora la localización de los campos experimentales con transgénicos era confidencial. Pero una reciente sentencia del Tribunal Europeo de Justicia ha amparado el derecho a que esta información esté a disposición pública.
* A continuación puedes ver un listado y un mapa de los municipios en los que se ha solicitado experimentar, el transgénico que se quiere cultivar y los datos para localizarlo (provincia, municipio, polígono y parcela). http(-)://maps.google.es/maps/ms?source=embed&hl=es&geocode=&ie=UTF8&hq=&hnear=Nuez+de+Ebro,+Zaragoza,+Arag%C3%B3n&msa=0&msid=110511989309199444785.000485db095bfe2f56bd5&ll=39.944458,-3.751831&spn=6.345132,8.983384 ---------------------- Si quieres situar la parcela exacta en un mapa, sólo tienes que introducir estos datos en el programa de identificación de parcelas agrícolas del Ministerio (SIGPAC) * Importante: "El Ministerio facilita las parcelas propuestas inicialmente por las empresas, pero advierte de que luego suelen elegirse sólo algunas de ellas. Por lo tanto, lo que se recoge en este mapa son las previstas, no las finalmente utilizadas".
¿Aparece tu pueblo en la lista? Además de estos ensayos experimentales, España sigue cultivando 76.000 hectáreas del maíz transgénico MON 810 de forma comercial, sin que tengamos posibilidad de saber dónde se cultivan ni dónde acaban. Otra razón más para que no me gusten los transgénicos. ¿Cuántas más hacen falta para poner fin a esta irresponsabilidad?
* A toda la información recopilada desde Ibérica 2000, en estos últimos 10 años sobre los transgénicos: (A numerosos reportajes...) www.iberica2000.org/Es/Busquedas.asp?Palabra=transgenicos
(C)2001. Centro de Investigaciones y Promoción de Iniciativas para Conocer y Proteger la Naturaleza. Telfs. Información. 653 378 661 - 693 643 736 - correo@iberica2000.org