Manifiesto contra el "somos": son "ellos" |
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-IAN GIBSON SIGUE EMPLEANDO LA PRIMERA PERSONA DEL PLURAL MAYESTÁTICO: |
-“somos”, “hemos”, “tenemos que”... sobre el dramático asunto de un mundo que se nos viene encima por efecto de los gases invernadero. Cita a Al Gore y sus terribles pronósticos sobre un planeta que se desploma... |
Yo creo que la ineficacia de esas llamadas de socorro es debida a ese plural. En lo único que cabe el plural es en la movilización, no en el comportamiento testimonial e individual que no va a ninguna parte. Lo que debemos hacer, todos, es movilizarnos de inmediato y con la mayor sonoridad posible contra la venta de automóviles, contra el consumo y contra todo lo que no depende de nosotros sino de las manipulaciones a través de la publicidad, del mentalismo y de las tortuosidades a que nos someten “ellos”. “Nosotros” somos inanes y estamos indefensos, entregados a las fuerzas devastadoras económicas con sus correspondientes argucias psicológicas y sugestivas. “Nosotros” no somos nada ni somos nadie.
Empleen los caballeros pensantes, los que tienen influencia en los medios de comunicación, los que publican, los que se hacen oír y son oídos aunque “ellos” finjan que no les oyen, el lenguaje correcto y directo. Somos “nosotros”, en efecto, quienes tenemos también que reaccionar. Pero no evitando lo que son tics para cuyo abandono el individuo aislado no está preparado, ni “quiere” abandonar, como le ocurre al fumador o al yonqui empedernidos que les es imposible por sí mismos dejar el vicio... No “podemos” dejar de usar el coche porque llevamos demasiada molicia acumulada; no podemos dejar de despilfarrar agua y electricidad y vuelos de avión por lo mismo: porque esta sociedad nos ha hecho unos redomados haraganes. Porque, debilitados por la holganza vital y orgánica, ni siquiera “podemos” ya movernos por cuenta propia. La culpa es de “ellos”, como antes la culpa era de la religión...
Son “ellos” los que no pueden pedirnos que ahorremos agua mientras “ellos” -ayuntamientos, instituciones, organismos públicos, ricos, nuevos ricos- la despilfarran en base a esa libertad que nos está llevando al desastre. Son “ellos” los que debieran avergonzarse de pedirnos que ahorremos electricidad, y en cambio gastan millones de kilowatios en iluminación innecesaria de calles y edificios; son “ellos” quienes pese a ser ese altísimo consumo algo que ya ni siquiera representa nada festivo en el consciente ni aun en el inconsciente colectivo, cada año consumen más y cada año adelantan más la iluminación navideña. Son “ellos”, los magnates, los rectores de lobbies, de grandes almacenes, de las grandes industrias los que tienen que dejar de fabricar coches. Son ellos y los congresos quienes tienen no que desaconsejar sino prohibir el automóvil poblando de inmediato de vehículos adecuados para el transporte colectivo en calles y carreteras forzándonos a que abandonemos esa infame comodidad que nos va a llevar a la tumba.
Yo estoy cansado de ese lenguaje entre colaboracionista, diplomático y cobarde de las grandes figuras de la literatura, del periodismo, de las editoriales, de la política, de las parroquias.
No es “somos”. Ya lo he dicho mil veces. No “somos” nosotros. Son “ellos”. Son los que cortan, miden, pesan, condenan, felicitan, premian, venden, invisten, programan, hacen televisión, publicitan, legislan, hipnotizan... Son “ellos”. Mientras no les acusemos entre todos, empezando por los que en virtud de su influencia deben hacerlo, lo único que “conseguiremos” entre todos es hundirnos, lenta o rápidamente, en el abismo.
Insertado
por: Jaime Richart (05/01/2007) |
Fuente/Autor:
-Manifiesto contra el |
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