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Entre los diversos tipos de riesgos latentes que afectan a los andaluces, entre otros, por siniestros que implican sepultamientos de personas, se pueden citar como ejemplos de casos más recientes:

El 12 de febrero de 2007, se produjo un seísmo de magnitud 6.3 en la escala Richter que podría haber ocasionado daños similares a los del seísmo de Alhucemas (Marruecos) en 2004, que causó 628 muertos, si su epicentro, al sureste del Cabo San Vicente, hubiera estado en tierra y no en el mar, según el Instituto Andaluz de Geofísica (IAG). En las ciudades de Cádiz, Huelva y Sevilla, se desalojaron numerosas sedes oficiales, viviendas... aunque afortunadamente, en este caso, tan solo produjo grietas en algunas edificaciones.

El 30 de junio de 2007, un seísmo de magnitud 4,4 en la escala de Richter, se produjo a las 5:53 horas, con epicentro en Morón de la Frontera (Sevilla), sintiéndose en Cádiz, Huelva, Málaga y Sevilla, el cual también provocó el desalojo de numerosas edificaciones y originó múltiples llamadas al 112.

El día 5 de julio de 2007, en Carboneras (Almería) se desplomó una tolva de carbón, sepultando un grupo de 8 trabajadores, provocando 4 operarios fallecidos y 4 heridos.

En la mañana del 12 de agosto de 2007, a las 9:47 se produjo un nuevo seísmo de magnitud 5.1 en la escala Richter, con epicentro en Ciudad Real, siendo uno de los edificios más afectados el Teatro Municipal de Almagro, habiéndose registrado hasta medio centenar de réplicas y sintiéndose en numerosos puntos de España, entre ellos las ciudades andaluzas de Granada, Córdoba, Jaén y Sevilla.

Generalmente, en cualquier tipo de hundimiento o deslizamiento por cualquier causa existe la posibilidad de personas sepultadas aún con vida, las cuales requieren urgentemente un medio de detección demostradamente rápido y efectivo como es el Método Arcón para poder efectuar su rescate y salvamento, a tiempo, antes de producirse el fallecimiento por diversas causas clínicas.

El Parlamento de Andalucía, con el importante objetivo público de afrontar los citados riesgos potenciales, de forma oficial y en base a la máxima eficacia constatada, decide y aprueba:
El 24 de octubre de 2002 es aprobado por artículo 37 de la Ley de Gestión de Emergencias en Andalucía, apartado j): Crear la Unidad Canina de Rescate de Andalucía (UCRA), adscrita a la Consejería competente, para la intervención en catástrofes tanto en Andalucía como en aquellos otros lugares donde pueda ser requerida.

Y seguidamente el 2 de febrero de 2.006 es aprobada, de forma unánime, por la totalidad de Grupos Parlamentarios del Parlamento de Andalucía, la Proposición no de Ley relativa a homologación del Método Arcón para la formación de Unidades Caninas de Rescate, B.O.P.A. 378 de 15 de febrero de 2006 (7- 05/PNLC – 000294) , cuyo texto literal es el siguiente:

El Parlamento de Andalucía insta al Consejo de Gobierno a:

1. Proceder en un plazo no superior a dos meses, a la homologación y reconocimiento oficial del Método Arcón para la formación de la Unidad Canina de Rescate de Andalucía (UCRA) y de todas las Unidades que operen en Andalucía.

2. Impulsar el conocimiento del Método Arcón en todas las instancias relacionadas con el rescate en catástrofes tanto nacionales como internacionales y en especial dentro de los programas de cooperación que establezca Andalucía.

Resulta obviamente urgente oficializar el método Arcón, su respectivo programa, por la Junta de Andalucía, con objeto de que sea ya factible desarrollar de forma positivamente oficial a nivel regional, y consecuentemente técnico-operativamente adecuada, dicho programa de formación e intervención, incrementándose el número de equipos caninos de rescate con estratégica distribución e interrelación, hasta la cota considerada como mínimamente suficiente y estableciéndose paralelamente un permanente, periódico y necesario proceso anual de reciclaje y perfeccionamiento, considerando que las citadas medidas preventivas resultan imprescindibles para garantizar una efectiva respuesta operativa ante la ciudadanía frente a posibles siniestros de diversa índole que podrían afectar imprevistamente en cualquier instante a numerosas personas en la Comunidad Autónoma de Andalucía o exterior, en lo que respecta a una imprescindible detección, localización efectiva de supervivientes sepultados, que permita llevar a efecto el rescate y salvamento de los mismos.

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