El presentador de las noticias de la CuatroTV, nos hace una invitación a dejar atrás las creencias aprendidas en años de facultad y sustituirlas por conocimientos más cercanos y menos teóricos. Como descifrar las actuaciones económicas de hoy en día, anégdota a anégdota...
Introducción. Los economistas y casi todos los científicos sociales, tenemos tendencia a modelizar los comportamientos de las personas para poderlos estudiar e interpretar. Pese a que la modelización y la simplificación causan distorsiones, es la única forma de realizar un acercamiento razonable a la realidad.
Entrevista a Javier Ruiz.
El periodista Javier Ruiz nos da una lección sobre el modo en el que saber afrontar la economía desde un lado humano. Sin dejar a un lado nuestras pasiones y miedos para poder controlarlos.
Estas simplificaciones nos obligan a aceptar axiomas que si bien a nivel macro parecen coherentes, la realidad demuestra a posteriori que no lo son tanto. La tan utilizada metáfora de la mano invisible ha sido superada gracias a conocimientos que mezclan la economía, la sociología y la psicología y que nos muestran nuevos paradigmas para aplicar a nuestros modelos.
Argumento. Psiconomía nos muestra en cuatro partes, las vertientes menos racionales de la economía desde el punto de vista teórico y varias aplicaciones concretas: el mercado de valores y las estafas piramidales como la recientemente descubierta de Madoff.
Para comenzar, se recorren las fuerzas básicas de la economía: oferta y demanda, introduciendo el concepto del efecto manada. Por ejemplo, las burbujas económicas tienen su origen en este efecto.
El lugar donde se encuentran oferta y demanda, se llama precio. Al tema del precio, Javier Ruiz dedica los dos capítulos siguientes del Psiconomía, buscando irracionalidades desde el lado de la oferta y de la demanda a la hora de fijar o aceptar un precio.
Otros conceptos muy interesantes relacionados con nuestra irracionalidad que Javier Ruiz nos introduce son: la aversión a las perdidas, nuestra miopía económica y nuestra extraña forma de llevar una contabilidad menta. Este apartado está muy bien rematado con la introducción del concepto accidente económico: una situación que nos demuestra que no siempre triunfa en un mercado el producto más eficiente.
Javier Ruiz es licenciado en Periodismo por la Universidad C.E.U. San Pablo de Valencia y diplomado en Derecho por la Universidad Complutense de Madrid. En 2001 realiza el master de Periodismo de doble grado en la Columbia University, especialización en New Media e Internet. También se hizo con el título del máster en economía internacional por la Columbia University, especialización en finanzas corporativas y política monetaria. Arranca su andadura profesional en 1996 formando parte del equipo de Hoy por Hoy, programa que emite la Cadena SER, hasta 1999, donde fue responsable del informativo matinal. Javier trabajó como analista financiero en Merrill Lynch (New York) desde 2001 hasta el año 2002. Desde octubre de 2004 hasta hoy es el redactor jefe de Noticias Cuatro 1, informativo que copilota junto a Mónica Sanz.
Recomendación. Un libro muy interesante para todos aquellos que quieran conocer mejor como tomamos decisiones económicas de forma individual y de forma colectiva. Nos habla de una nueva disciplina que quiere ser más realista al incorporar a la economía los mecanismos irracionales en la decisión humana.
Ejemplos: La Universidad de Stanford probó que, quienes creen estar bebiendo un vino de 45 dólares experimentaban más placer que quienes creían beber uno de 5 dólares. Conclusión: encarecer un producto mejora la satisfacción del cliente. O sea que los laboratorios farmacéuticos … ¿nos ayudan cuando encarecen sus productos? Parece que si. La Universidad de Iowa probó que “los fármacos más caros curan más” pues los pacientes que habían pagado 2,5 dólares por sus medicinas experimentaban mejores efectos que quienes pagaban 10 centavos por ellas. Esto de la psiconomía es realmente interesante y explica los espejismos y desajustes que se producen en nuestra economía diaria.
Así, el sesgo de la confirmación, que hace que estemos más predispuestos a escuchar y aceptar aquella información que refuerza lo que pensamos y tendemos a menospreciarla si lo contradice. Eso explicaría porqué casi nadie advirtió la crisis actual. El propio Financial Times en su portada de 30-12-2008 se preguntaba “¿Por qué la crisis ha sido tan inesperada? Por que la gente ignora las predicciones que no le gustan”.
Los experimentos también previenen frente al exceso de información y su redundancia. En 1994 quince compañías fueron presentadas a analistas de tres maneras diferentes, añadiendo información redundante. El resultado fue que cuanta más información recibían menor fue su nivel de aciertos en las previsiones. No es de extrañar tanto error. La Universidad de Estocolmo logró probar, hace unos años, que lanzar una moneda al aire para tomar la decisión de comprar o vender acciones era más rentable que confiar en las previsiones de los analistas: 50% frente al 40% de aciertos en los asesores.
Información relacionada... (Información de sociedad. El mundo actual, en el que debemos participar como ciudadanos que tenemos mucho en juego...)
* La economía de Harry el Sucio...(Enlaces...) * Meter la mano en la Caja... de Madrid...(Enlace...) (El debate es clave para el futuro financiero de España. Pero no es sólo una cuestión de modelo ni de ideales. Es –sobre todo—una “cuestión de pasta”. En 2008, Cajamadrid ha dado a quienes luchan por controlarlas (a las Administraciones Publicas) créditos por valor de 3.372 millones de euros, un 10% mas que el año anterior, mientras cerraba el grifo a los particulares como recoge su memoria financiera).
* El dinero del poder...(Enlace...) (Dice el ensayista Herny Louis Menken que la satisfacción personal con el salario que uno recibe depende –prepárese—de ¡si gana o no más que su cuñado! Un cuñado es un elemento de comparación uniforme y fácilmente visible. Un ministro también). Por supuesto, hay margen para la indignación moral en todos los terrenos, pero a mí personalmente, antes de indignarme me gusta recordar a Vittorio de Sica cuando decía que la indignación moral suele contener un 2 por ciento de “indignación”, un 48 por ciento de “moral” y el resto de “envidia”. * Gana la banca...(Enlace...) (Lo bueno de los casinos es que siempre gana la banca. Lo bueno de la banca, es que siempre ganan los banqueros. La CNMV acaba de denunciar en su boletín trimestral, precisamente, que los consejos de administración de los grandes bancos españoles se subieron el sueldo un 53% mientras sus entidades se desplomaban en bolsa. "Desde el comunismo hasta el más acérrimo liberalismo". Los mismos gestores que se subieron un 53% el sueldo provocaron que sus entidades perdieran un 43% de su valor. Incluso el más ardiente defensor del riesgo y el mercado entiende que los verdaderos dueños de los bancos –quienes han puesto en juego su dinero—son los accionistas, que han perdido la mitad de sus fondos. En cambio, quienes simplemente, los gestionan (sus directores y consejeros) se han subido el sueldo más de la mitad. Cuando ni unos ni otros se levantan en armas por usted, quizá es momento de reevaluar sus alianzas y de buscar algún consuelo. Yo les propongo uno. Piensen que, al menos, los bancos y los casinos sí se parecen en algo: para salir de ellos con una pequeña fortuna es necesario entrar antes con una grande. * Gana la banca (y 2)...(Enlace...) (Los economistas saben que si se tortura lo suficiente a la estadística, puede acabar confesando cualquier cosa. También historias de envidias entre banqueros. Desde 2004, el regulador del mercado obliga a la banca a publicar sus honorarios. Algún millón por aquí en concepto de responsabilidades en otros consejos de administración, otros cientos de miles de euros en concepto de dietas, etc. y –sin quererlo—se empieza a hablar de dinero de verdad. Si uno analiza el crecimiento año a año de las nóminas de los presidentes del BBVA y el Santander, se puede detectar cómo los grandes banqueros parecen haber vigilado la chequera de su competencia antes de fijar el tamaño de sus propias retribuciones).
* El IVA invisible...(Enlace...) (Económicamente, el IVA proporciona mayor recaudación. Es un impuesto más amplio y –teóricamente—menos sujeto a la evasión. El gobierno que opta por el IVA se ahorra el esfuerzo de perseguir el fraude. Ni las grandes fortunas ni los pequeños consumidores suelen evitarlo. Pero, sobre todo, psicológicamente, el IVA proporciona menos percepción. ¿Sabe usted cuánto paga en impuestos por cada litro de gasolina que reposta? ¿Cuánto le suponen los impuestos del último IPod que se compró? ¿Cuánto es luz en su factura de la luz y cuánto impuestos? Lo que el gobierno acaba de aplicar es una técnica económica que se conoce como “dilución de los pagos”. Es la misma técnica que utiliza su tarjeta de crédito (cuando un gasto aparece camuflado entre otros 200, adquiere menor relevancia), su banco (una factura entre otras 20 sobresale mucho menos) y, desde hoy, también su gobierno. La psicología política es sencilla: evitar que usted recuerde cuánto paga en impuestos… sobre todo si su declaración de la renta cayera cerca de una cita electoral). La estadounidense Elinor Ostrom acaba de ganar el Premio Nobel de Economía 2009. * ¿Cómo un grupo de ciudadanos interdependientes puede organizarse y gobernarse a si mismos para obtener beneficios continuos ininterrumpidos, a pesar de la tentación del gorroneo (free-ride)? ¿La respuesta? Bueno, no os engaño: aporta una explicación científica. El resto del mundo llevamos años buscando la respuesta...(Enlace...)
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