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LOS MANGLARES EN EL DELTA DEL RIO NIGER.
Nnimmo Bassey, ERA.
Nigeria.

El Delta del Río Níger es uno de los humedales más grandes del mundo; abarca 20.000 km.2, la mitad del cual es manglar. El Delta del Níger ha sido declarado como zona de importancia para la conservación en la Costa Occidental de Africa, debido a su riquísima biodiversidad.

El Delta recibe una precipitación anual entre 3.000 mm y 4.500 mm, con una estación seca entre diciembre y febrero. La humedad relativa es del 80% y la temperatura promedio es de 27o C.

Se puede describir al manglar como la matriz de peces del mundo tropical. Los manglares deben ser aceptados como el espacio vital para el desarrollo de todas las formas de mariscos en los tr—picos. De acuerdo a algunos estimados, m‡s del 60% de los peces recolectados entre el Golfo de Guinea y Angola desoban en los manglares del Delta del N’ger. Los bosques de manglar de Nigeria son los m‡s grandes de Africa, y los terceros del mundo. Del total de 9.730 km.2 de manglares del Africa, 7.000 km.2 est‡n en el Delta del N’ger.

PETROLEO EN LOS MANGLARES.

Los bosques de manglar de Nigeria contienen los campos petroleros más ricos del área.

Los manglares están localizados en planicies bajas, y tenían una cubierta vegetal ancha, antes de la invasión de los comerciantes de petróleo.

Los habitantes del manglar, han aprendido a vivir armónicamente con el medio, apoyándose en el, apoyados por el.

Típicamente, el suelo del Delta es llamado chicoco, y esta adaptado para resistir la erosión y sirve de filtro para los nutrientes procedentes de las raíces de los árboles.

Sí un cartógrafo loco puede captar la multitud de líneas sísmicas abiertas en el Delta del Níger.

El asalto a los bosques de manglar es mejor comprendido si miramos las estadísticas de extracción petrolera en la zona: hay 349 sitios de perforación, 700 km. de líneas de flujo, 400 km. de oleoductos, 22 estaciones y una terminal.

El descubrimiento de petróleo en el delta, marca el principio de una pesadilla que se rehusa a terminar.

Los mayores operadores en el área son Shell, Agip, Texaco, Chevron, Mobil Y Elf.

Ninguno de estos gigantes petroleros ha mantenido un buen record ambiental en este ecosistema frágil.

Existe una destrucción a gran escala de los manglares debido a las actividades relacionadas con la explotación petrolera.

Las áreas adyacentes al Delta del Níger, hacia los manglares del Estado de Ondo, donde Chevron opera, se registra un record poco envidiable de destrucción de los manglares de Malume.

1. LA SOFOCACION DEL BOSQUES.

Para tener acceso para la preparación del campo, la producción y otras actividades petroleras, se tiene que talar el bosque de manglar, para que tanto los obreros como los equipos puedan penetrar. Adicionalmente, se tala grandes espacios para instalar los campos, las plataformas de perforación, los oleoductos, etc.

Si a esto a–adimos la construcci—n de carreteras, vemos que los manglares han sido sofocados al ser inundados por el agua que ha sido atrapada en un lado de la carretera. Los manglares del otro lado de la carretera, se marchitan al no tener agua. Muchos ejemplos de esto se puede ver tanto en los manglares como en los bosques tropicales del Delta del N’ger. Por otro lado, los manglares son sofocados por que el petr—leo se deposita en los —rganos de reproducci—n del manglar: los pneumat—foros. Una alteraci—n en las mareas mantiene a los manglares bajo el agua por un per’odo tan largo, que los destruyen.

CAMPAMENTOS.

Las actividades petroleras on-shore están siempre acompañadas por desplazamientos humanos. La sola apertura de los bosques de manglar invita a deforestadores y cazadores furtivos.

La apertura de los bosques por líneas de flujo y oleoductos tienen el mismo efecto para atraer extraños. El flujo de trabajadores ejerce una presión adicional en el ecosistema. Ante esta realidad, Shell dice en su publicación "Bulletin" que: "con la construcción de la mayor planta de gas de Bonny, Nigeria, hay un conflicto potencial de intereses entre los sitios entre y alrededor de las islas, más la necesidad de que 6000 trabajadores que construyen la planta.

Como resultado de la Evaluación del Impacto Ambiental, efluentes de la planta van a ser tratados biológicamente antes de descargarlos, y los desechos sólidos serán incinerados. Adicionalmente, el alojamiento de los trabajadores temporales van a ser puestos en el ‡rea con el impacto mínimo imposible en el ambiente y todas las trazas de ellos serán removidos y el área será retornada a su estado natural después de que el proyecto ha finalizado".

La verdad es que Shell no puede controlar las actividades de sus 6000 trabajadores, y el impacto en los manglares será sólo parcialmente remediada.

DRAGADO.

El dragado ha sido visto como un aspecto crítico en el equilibrio ambiental en el Delta. El dragado tiene un efecto directo en la alteración de la hidrografía de la zona. El dragado y la canalización tiene el efecto de incrementar la erosión, sedimentación y turbiedad en el agua.

El impacto ocurre tanto en el medio inmediato como en el ecosistema aledano. Uno de los aspectos más críticos del dragado es la interferencia del flujo regular de las mareas y del intercambio entre agua dulce y agua salada, dentro del manglar.

En el caso de Okoroba (1991-1992), Shell al dragar un canal con su equipo, destruyó un hospital construido por un esfuerzo comunitario.

Toma años de campañas sostenidas para que la gigante petrolera cumpla su promesa de reemplazar el hospital. Aun m‡s importante, el suelo dragado es depositado en los canales, que provee un suelo de buena calidad para el cultivo.

Antes de que los cultivos puedan ser cosechados, los sub-contratistas de Shell vuelven a dragar, y a verter tierra sobre los cultivos. Cuando la gente se queja, ellos contestan que los funcionarios de Shell les han dicho que la tierra no pertenece a la gente.

CAMBIO CLIMATICO.

Dado que el Delta del Níger tiene un nivel bajo, cualquier elevación del mar debido al Cambio Climático causado por el calentamiento global, significará que los bosques de manglar están en peligro de ser anegados. También están en riesgo la barrera de islas así como los bosques ubicados tierra adentro.

Es importante anotar que las actividades de la industria petrolera en el Delta del Níger constituyen el caso m‡s vergonzoso del uso de doble estandar y contribuye directamente al calentamiento global, más que en cualquier otra región similar en el mundo. Particularmente, la quema de gas aquí es mucho menos eficiente que en otras zonas.

En 1993, Nigeria era el nœmero uno in quema de gas en el mundo. En 1989, se quemó 613 billones de pies cúbicos de gas, se liberó 35 millones de toneladas de CO2 y cerca de 12 millones de toneladas de metano.

PECES.

Las actividades sísmicas afectan directamente los sitios de desobe y crecimiento de los peces, generando impactos de gran magnitud, sobre todo para las poblaciones locales, pero que son menos obvios, por ejemplo que los derrames petroleros. La disminución en el volumen de captura de peces en el Delta del Niger, puede ser atribuida a la destrucción de los manglares.

DERRAMES PETROLEROS.

Los derrames petroleros en el Delta del Río Níger se han hecho notorios y endémicos. El efecto de estos derrames permanecen por años porque no existe ni un sólo ejemplo de que un derrame haya sido adecuadamente limpiado.

En el pozo Funiwa 5 de Texaco ocurrió una explosión en la Costa de Sangana (un pueblo ubicado en una isla de barrera). Ahí se derramaron 400.000 barriles de crudo en los manglares.
Este es sin duda el derrame más grande en la historia petrolera de Nigeria.
Hasta ahora se encuentran señales de contaminación en los sedimentos del manglar.

En el pueblo de Agrisaba, la gigante petrolera Agip, contrat— trabajadores inexpertos en la limpieza de un derrame masivo a principio de los 90s. Con palpable falta de experiencia, los trabajadores colocaron los lodos contaminados en un hueco. Desafortunadamente, mientras el calor del sol hac’a que se volatilicen los componentes volátiles del crudo, uno de los trabajadores decidió fumar, y encendió un cigarrillo. El infierno que se produjo mató a 7 personas y produjo heridas graves a muchos otros.

Como la operadora más grande en el área, Shell tiene la cuota más alta de contaminación. Recientemente Shell ha perfeccionado el arte de evadir responsabilidades. En lugar de aceptar su responsabilidad por la ruptura de su obsoleto oleoducto, Shell pide al Gobierno cantidades importantes de dinero aduciendo que ha habido un sabotaje al oleoducto. El sabotaje es castigado con la pena capital en Nigeria. Ni un s—lo caso de sabotaje ha sido comprobado. Sin embargo, continuamente se dice que ha habido sabotaje como un mecanismo de intimidación.

En un caso reciente en su estación Diebu, en la comunidad de Peremebiri, Shell restringió su responsabilidad diciendo que si se logra establecer que ha habido sabotaje, Shell no compensará a ninguna persona que ha sido afectada.

De acuerdo con The Ecologist, "los derrames petroleros producidos en los oleoductos y otras operaciones se ha hecho endémico y rutinario, contaminando el agua y la tierra. La pesca y la agricultura ha sido desbastada. Desde 1982 hasta 1992, se derramaron 1.6 millones de galones en los campos petroleros operados por Shell en 27 incidentes separados. El 40% de los derrames atribuidos a las operaciones mundiales de la compañía ocurren en Nigeria.
Filas de piscinas llenas de contaminación petrolera bañan el Delta del Níger".

VIOLENCIA PETROLERA EN LOS MANGLARES.

"Pol’tica y masacre en los manglares" podr’a ser un buen t’tulo para un art’culo period’stico. El Delta del N’ger est‡ inundado con la sangre del pueblo nigeriano. A lo largo de los a–os, cualquier intento de protesta en contra de las pr‡cticas destructivas de las empresas petroleras se han encontrado con una respuesta despiadada.

En un pa’s que ya tiene una fuerza armada y polic’a lo suficientemente bien especializadas, en la regi—n del Delta se ha tenido que implementar una fuerza especial para suprimir cualquier forma de resistencia. En Ogoni (Rivers State) se llama "Fuerzas Especiales de Seguridad Interna". En el Estado recientemente creado de Bayelsa se llama "Operaci—n Salvaje". En el Estado del Delta se llama "Fuerzas Especiales para la Crisis de Warri".

Los manglares est‡n nadando con armas y muerte.

DESECHOS.

Gran parte de lo que las empresas petroleras hacen en los manglares no se reporta porque no se ha dado la importancia a la magnitud que tiene este problema. Los lodos de perforaci—n son desechados son muy poco control. Los desechos petroleros, por ejemplo son rutinariamente arrojados en canales de drenaje y cursos de agua. Los lodos de perforaci—n pueden generar problemas especiales en los fr‡giles ecosistemas del manglar. Algunos expertos advierten que "los manglares no son solo vulnerables al petr—leo y qu’micos, sino tambiŽn a la sedimentaci—n. Bajo ninguna circunstancia por tanto, pueden Žstos ser descargados directamente en cursos de agua al interior de los manglares o bombeados sobre la superficie del terreno".

EL FUTURO DE LOS MANGLARES.

Las comunidades del Delta del N’ger viv’an pac’ficamente antes de la llegada de las compa–’as petroleras y su impacto desbastador al ambiente. Los derechos de los habitantes locales, que ve’an a los manglares como su fuente de alimentaci—n, han sido alienados. El espacio donde los papagayos y otras aves t’picas del humedal sol’an cantar y volar, hoy est‡ dominado por las detonaciones s’smicas.

Los manglares, que antes fue el sitio de desobe de mariscos y otras formas de vida marina, estos manglares que sustentaban los arrecifes de coral, son los mismos manglares que hoy s—lo pueden ser objeto de piedad.

ÀQuŽ se puede hacer? Hay muchas sugerencias de c—mo mitigar los impactos de las actividades petroleras en los manglares. Algunas compa–’as hasta hablan de restauraci—n de los bosques a su estado original una vez que ellos terminen sus actividades. Si nosotros damos algún valor a los manglares, si ellos son reconocidos como la línea frontal de defensa de las costas del Delta, ha llegado el tiempo de decidir que no se debe permitir nuevas actividades petroleras en el Delta del Níger, así como en ningún otro ecosistema de manglar en el mundo.

Referencias:
1993. Ashton-Jones y Douglas. Base-line Ecological Survey of the Niger Delta
1995. World Bank. Defining an Environmental Strategy for the Niger Delta
1997. Project Undergrounf/RAN. Human Rights and Environmental Operations Information on the Royal Dutch/Shell Group Companies
1997. Chairman Bulletin for shareholders of Shell
1997. The Guardian. Shell loses 130.00 barrels of crude oil.
1995. Rowell. Oil, Shell and Nigeria, Ken Saro-Wiwa calls for a Boycott. The Ecologist.

Más información en Internet:
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