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Lago de la Font Viva (Alta Cerdanya)

(4710)

RUTAS POR EL PIRINEO DE LA CERDANYA FRANCESA… A LOS PIES DE ANDORRA.
Partiendo desde la ciudad de Puigcerdà nos dirigiremos a Bourg Madame (ya en Francia) con dirección a Andorra, con destino al pueblo de Porté. El Port de Puymorent es el indicativo que deberemos seguir, para no entrar finalmente en el puerto montañoso, desviándonos a la derecha hacia “Les lacs”.

La carretera se adentra en un vallecillo que asciende suavemente para pasar junto al embalse de Passet. Al final del trayecto, nos encontramos unos espacios para aparcar el vehículo, junto a una central de transformación eléctrica que desciende del lago Font Viva, y del gran lago de Lanós.

El ascenso desde aquí mediante un indicador vistoso (Font Viva), nos adentra entre pinares en esta zona del Carlit. Desde el principio del ascenso ya vamos acompañados de aguas sonoras, entusiastas y adolescentes, que se arrojan sin ser conscientes, sorteando pasadizos entre rocas, atravesando una pequeña pradera inferior como preludio de lo que nos espera con un pequeño un esfuerzo más arriba.



Son alfombras de mil colores, de amapolas rojizas, de centellas amarillas (Catha palustris), de lilas gencianas (genciana acaulis), de agrupadas blancas falagueras (Anthericum liliago), de rosados rododendros (Rhododendron ferrugineum), de azuladas y dulces nomeolvides (Myosotis alpestris), que emborrachan a cada paso y a cada mirada.

Vuelos ondulantes de parejas de picapinos, que saltan entre las hierbas en busca de suculentos almuerzos en su época nupcial, con picos repletos de insectos para alimentar a sus polluelos. No nos olvidemos de llevar unos buenos prismáticos. Una mini guía de plantas y de aves, harán que disfrutemos de cada detalle, traduciendo en realidad lo que nuestros ojos puedan observar.

1 hora sin prisas para llegar al lago Font Viva.
Espacio abierto frente a antiguos circos glaciares, con pinares para resguardarse del sol del verano para hacer un familiar pic-nic, sobre verdes y húmedas esterillas, bajo curtidos abetos, sobrevivientes a los calores y a los duros fríos del alto Pirineo.

En el entorno, sorprendentemente como notas separadas, también podemos encontrar pescadores que lanzan sus hilos, para distraer al tiempo.

Aparecen los restos de un sencillo refugio que fue arrasado por un alud, en marzo de 2.005. Tristes ruinas que aún muestran su esqueleto, con su destartalada y oxidada estufa de carbón.



El descenso se podemos hacerlo por la otra vertiente del lago, para zig-zagueando por un sendero pronunciado y transitado, escuchar los murmullos de un torrente caudaloso al fondo, que desciende sus aguas procedentes del Lanós. Una pasarela de madera nos dará la bienvenida, para disfrutar cómodamente de los primeros saltos de agua, en un cruce de caminos, de truchas y hierbas centellas que salpican el contexto.

Camino hacia el lago Lanós con una hora y media de ascenso, y otro sendero de regreso al parking (unos 40 minutos aprox.) siguiendo el curso de las aguas para no perdernos, que van dando formas profundas, retorcidas formas trenzando las aguas cristalinas, encañonados cortos, espejos y reflejos, configurando saltos y oscuras pozas. Bosques de pinares alpinos por los que surgen aguas por cada ladera. Encontramos hayas y sauces, enebros bajos y sabinas en lo que ya se conoce como “Camí dels Enginyers”, en la parte más baja.



Senderos bien marcados que a veces te acarician las piernas al pasar entre los escobizos (ephedraceae), que te internan en tupidas umbrías, donde el pinzón vulgar rellena el ambiente con sus chirriantes cantos de celo, al son de conciertos de aguas y de hojas acariciadas por las brisas.



Son verdes paisajes, de pluscuamperfectas formas, rojizas cimas, espejos de hielo a los que aun no ha alcanzado el duro Sol, entre las aguas que descienden como hilillos, que te atrapan, te rescatan, te transportan, abandonando tu otra vida, en el llano.

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Insertado por: Ibérica 2000 (19/06/2012)
Fuente/Autor: Rutas y viajes, con los de Ibérica 2000.
 

          


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