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-Con la sentencia sobre la catástrofe del “Prestige”, ocurrida el 13 de noviembre de 2.002, la justicia en España acaba de hundirse al igual que aquel amargo día lo hizo el petrolero. Ahora ya no queda más que el recurso al Supremo y seguir luchando por el medio ambiente.

Creemos que ya es hora de que aquellas personas que siguen durmiendo, ajenas a los dramas que ocurren en nuestra casa común, la Tierra, se despierten y tomen conciencia de lo que está pasando, a saber: 1)en primer lugar, el calentamiento global ha sido el responsable, según los científicos, del gran poder de destrucción del tifón Yolanda, entre otros; 2) como consecuencia de las actuaciones humanas, sobre todo desde la revolución industrial, la extinción de especies animales ha llegado a límites nunca vistos hasta ahora; 3)los hielos del Artico se derriten a pasos agigantados, y un largo etcétera...

Pero volviendo al tema principal, el de hacer justicia en la catástrofe del “Prestige”, es bueno recordar las consecuencias del mismo: 4.120 familias afectadas por una marea negra que llenó de chapapote 300 kilómetros de costa gallega y afectó, aunque en menos medida, parte de la costa portuguesa y francesa; 4.000 millones de euros en daños materiales y responsabilidad civil, y cuantiosos daños a la fauna y flora que aún no han podido ser evaluados en toda su dimensión.

La reciente sentencia de la Audiencia de A Coruña sólo ha encontrado un culpable: el capitán del barco, Apostolos Mangoiras, el cual, como dato curioso, ha recibido varios homenajes y ha sido distinguido como “Mejor Capitán” por el Reino Unido. Es condenado a 9 meses de arresto por desobedecer la orden de alejar el barco de la costa. Ya había cumplido 3 en la cárcel de Teijeiro después de ser detenido en A Coruña.

Se podría pensar que el hecho de permitir la navegación por aguas españolas a un barco en mal estado –lo cual constituye un peligro evidente- es algo que no compete a las autoridades españolas, y que todo fue un lamentable accidente. Pues en nuestra opinión, y asimismo haciéndonos eco de la opinión generalizada de tanta gente, todo lo contrario, creemos que sí es y ha sido en este caso competencia de los responsables de turno. Y la ineptitud e incompetencia no les debería eximir del castigo. Según los más renombrados especialistas, nunca se debió haber alejado el barco de la costa, sino que se tenía que haber llevado a un puerto con el calado adecuado y haber intentado salvar la carga.

“La rápida actuación de las autoridades españolas ha evitado una verdadera catástrofe pesquera y ecológica” Son palabras pronunciadas por el entonces Ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, y hoy Ministro de Medio Ambiente, Miguel Arias Cañete. Hay que decir claramente que con ministros así, pobre medio ambiente. Lo cierto fue que resultó ser una auténtica catástrofe ecológica y pesquera de dimensiones nunca vistas hasta entonces.

Como vemos, algunos de los implicados en el caso “Prestige”, aparte del mencionado, como don Mariano Rajoy y Alvarez Cascos, siguen hoy en día ostentando altos cargos en el gobierno y han hecho todo lo que han podido para quitar hierro al asunto y presentarse ante la opinión pública como personas limpias de toda sospecha. Es tal la falta de responsabilidad y desvergüenza ante un asunto tan grave, que José María Aznar tardó nada menos que 31 días en visitar la zona. Algunos se lo tomaron con tanta tranquilidad que parecían resistirse a dejar de cazar para acudir enseguida a ver de cerca la catástrofe, y simplemente utilizaban el teléfono.

Pero la otra cara de la moneda fue bien distinta: miles de trabajadores voluntarios venidos de toda España, los pescadores de las áreas afectadas por el chapapote, organizaciones ecologistas y el ejército trabajaron denodadamente durante aquellos días para salvar las playas y acantilados gallegos del maldito chapapote. Y no pudieron evitar que muriesen miles de aves marinas. A nivel social y para intentar parar la ineptitud de los gobernantes con continuas manifestaciones, surgió entonces la plataforma NUNCA MAIS, que se une ahora a la indignación general por la sentencia.

Por todo ello, nos parece una burla y un agravio a la dignidad de un pueblo, que no haya culpables. Ningún poder económico ni grupo de presión debía haber impedido la acción de la justicia, como parece que ha habido en este caso. Esperemos que si el asunto va al Supremo, al fin se haga justicia, porque con esta sentencia la justicia en España deja muchísimo que desear.

MAS INFORMACIÓN:
http://www.naturalezaydemocracia.es/

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