Cinco sinsentidos institucionales |
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PONGAMOS LAS CARTAS BOCA ARRIBA Y DENUNCIEMOS... |
Hay cinco asuntos capitales: paraísos fiscales, aborto, droga, energías renovables y eutanasia activa. |
25 Junio 2015 Los cinco afectan (naturalmente de distinta manera y con distinta gravedad según el país del sistema de que se trate) a la médula de la vida social. Y los cinco están pidiendo a gritos solución. Especialmente en España. Por las características estructurales de este país -léase desigualdad-, por la rémora de ideas superadas en otros, y por la índole de las clases asociadas al poder de facto transmitido. Como en tantas cosas que condicionan la vida pública (a menudo estúpidamente), el estatuto de los cinco asuntos responde descaradamente a cualquier intención subrepticia menos la alegada por el poder y los poderes: sea el político, el religioso, el judicial o el económico. El argumento para no legalizar la droga es proteger sanitariamente a la sociedad; el que oscila, según fórmulas, para no hacer libre el aborto es proteger la vida; el que se alza frente a las energías renovables es que éstas son más costosas; el que impide la eutanasia activa es que propicia el asesinato; y el que justifica los paraísos fiscales es el silencio... Puesto que hoy día es imposible el engaño pese a que lo intentan una y otra vez los impostores, pongamos las cartas boca arriba y denunciemos los verdaderos propósitos: el verdadero propósito de no suprimir los paraísos fiscales es consagrar el dinero y no enfrentarse a los lobbys que lo poseen todo; el verdadero propósito de no legalizar la droga es la sinrazón, puesto que si, según Naciones Unidas, las muertes anuales por consumo de droga son 253.000, 5 millones por consumo de tabaco y 1,8 millones por consumo de alcohol, puestos a prohibir, la razón debiera estar en prohibir antes el tabaco y el alcohol que se consumen libremente; el verdadero propósito de no sustituir la energía fósil por las renovables es no atentar contra los intereses creados; el verdadero propósito de no liberar el aborto es obligar a la mujer a hacer cualquier cosa por allegar al hijo un trozo de pan; y el verdadero propósito de prohibir médicamente la eutanasia activa es no enfrentarse ni a la iglesia católica ni a la clase médica que dice deberse a un juramento hipocrático trasnochado a estos efectos. Si se mantuviese el razonamiento esclerotizado propio de otras épocas; ése en cuya virtud los concilios podían discutir meses o años sobre si la luz del monte Tabor era creada o increada, habría argumentos para mantener la esclavitud o la servidumbre, para negar derechos a la mujer y a otros seres humanos, para mantener el oscurantismo y la caza de brujas, para perseguir la homosexualidad y trabajar de sol a sol, para mantener el servicio militar obligatorio o para aplicar penas crueles y por supuesto la de muerte, así como un largo etcétera de barbaridades y de necedades propias del humano primitivo o retrasado. Pero estamos a punto de enlazar con otros mundos y el cosmos es ya nuestro destino.
De manera que hora es de que los poderes europeo y español remuevan estos cinco obstáculos para yacer más fácil la vida individual y colectiva, ya suficientemente malograda por los colosales intereses financieros en la sombra que asfixian a la sociedad con el mayor disparate de todos: hacernos creer que tenemos libertad... Jaime Richart Antropólogo y jurista
Opiniones:
* A todos los artículos publicados por Jaime Richat, en Ibérica 2000... (Enlaces)
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por: Jaime Richart (27/06/2015) |
Fuente/Autor:
Jaime Richart |
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