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El cuidado quiropráctico es esencial para la mujer embarazada.

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SALUD Y BIENESTAR.
Sus sistemas y órganos trabajan para dos seres y es fundamental que funcionen óptimamente para el desarrollo del bebé. La columna vertebral y la pelvis de la futura madre sufren muchos cambios y se aumenta el riesgo de interferencias en el sistema nervioso.

Un cuidado quiropráctico específico durante todo el embarazo mejora la función del sistema nervioso incrementando el potencial de la salud de la madre y el niño.

Otra razón importante por la que la madre debería estar bajo cuidado quiropráctico es para ayudar a equilibrar la pelvis.

Debido al estrés de la vida diaria y al trauma al que se ve expuesta la pelvis y columna, su apertura pélvica se puede ver afectada, convirtiéndose en un camino/ canal no apto para el paso del bebé.

El texto Williams Obstetrics nos dice que “cualquier contracción de los diámetros pélvicos que disminuyen la capacidad de la pelvis puede ocasionar distocia (dificultad) durante el parto”.

Dice también que el diámetro de la pelvis disminuye cuando el sacro se desplaza.

El Dr. Abraham Towbin, médico investigador de partos nos dice que el hueso pélvico se puede “deformar” por el trauma al que se ve expuesto.

Los quiroprácticos llaman a este desplazamiento o deformación como subluxación causada por el estrés del trauma.

Además, estas compensaciones a la columna y pelvis durante el embarazo pueden causar un desequilibrio en los músculos y ligamentos pélvicos.

La pelvis ayuda al útero en crecimiento con ligamentos específicos. Cuando se equilibran los huesos de la pelvis, el útero puede agrandarse simétricamente a medida que el niño crece.

Si los huesos de la pelvis no están alineados o están subluxados, afectará directamente al útero. Ligamentos desiguales torsionan el útero reduciendo el sitio para el bebé.

El término utilizado para describir esto es “encierro” intrauterino.

En algunos casos este encierro restringe las posiciones del bebé durante su embarazo afectando su columna y cráneo en desarrollo.

Además, estas limitaciones en el movimiento del bebé durante la gestación impiden que se coloque en la posición idónea para el nacimiento.

Cualquier postura que no sea la “vértex”, (cabeza abajo, con el occipital hacia adentro) indica la existencia de este “encierro.

Estas otras posiciones conducen a partos más complicados que implican más intervención médica A menudo se practican cesáreas y en estos casos tanto la madre como el niño pierden los beneficios de un parto vaginal natural.

La técnica Webster, descibierta por el Dr. Larry Webster, fundador de la Asociación Quiropráctica Pediátrica Internacional, es un ajuste específico para mujeres embarazadas.

Al corregir las subluxaciones sacras con esta técnica se equilibran los músculos y ligamentos de la pelvis de la madre, se evita el “encierro” permitiendo al bebé colocarse en la mejor posición para el parto.

El Dr. Webster instruyó a muchos doctores en quiropráctica con esta técnica, quienes manifestaron que se consiguió que los niños pudieran colocarse en la mejor posición, vertex para el parto.

Debido a esto, muchos doctores en quiropráctica hoy en día son buscados para aplicar esta técnica a mujeres que van a dar a luz.

El cuidado quiropráctico en el embarazo favorece las funciones de la madre y el niño. Técnicas específicas dirigidas a embarazadas reequilibran la pelvis de la mujer y reducen el riesgo de “encierro” intrauterino.

Si el niño tiene la posibilidad de colocarse correctamente para el momento del parto, tendremos partos más sencillos y seguros para ambos, la madre y el bebé. Con el cuidados quiropráctico ayudamos al proceso natural del parto.

EL NACIMIENTO: LA PRIMERA SUBLUXACIÓN.

La columna vertebral del recién nacido sufre enormes torsiones y tensiones al nacer.

Un parto normal provoca la primera subluxación vertebral del niño debido a la fuerza que aplica la obstetra, estirando y girando la cabeza del niño para que salgan por el canal vaginal el primer hombro y el resto del cuerpo.

La primera subluxación se produce en el momento de nacer, debido a múltiples intervenciones que realiza el obstetra.

Está estimado que en un parto normal se aplica una fuerza de 20 Kg. en un parto con fórceps o ventosas una media de 30 Kg. y en un parto con cesárea una fuerza de 40 kg. de promedio.

Eso supone un estrés enorme sobre la delicada columna vertebral del recién nacido, causando subluxaciones y dañando los frágiles nervios que salen de la columna vertebral hacia los órganos, glándulas y tejidos del bebé.

Es de vital importancia para la salud y bienestar del recién nacido que éste sea examinado por un doctor en quiropráctico cualificado.

A la derecha se muestran varias fotografías tomadas en el Centro Quiropráctico de Salud. Muestran a mujeres embarazadas que se han ajustado durante y después de su embarazo. Ahora sus bebés reciben cuidados quiroprácticos.

Más información en Ibérica 2000:
* ???

Insertado por: cipi-cpn (25/04/2003)
Fuente/Autor: Centro Quiropráctico de Salud. Gandia. centroquiropractico@centroquiropractico.com
 

          


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