EL PASO DE BUITRES AL ÁFRICA.
Curiosidades sobre la migración de las grandes aves europeas. España.
Prácticamente gran parte de la población ibérica de buitres, emigra cada año (hacia o desde África a través del Estrecho de Gibraltar).
Sin embargo pueden haber ejemplares invernantes en zonas como Doñana (Huelva-Sevilla), y excepcionalmente en algunas más (en ocasiones se ha citado un invernante aislado en otras provincias peninsulares, como Asturias, Navarra, Burgos, Cáceres, Badajoz o Ciudad Real).
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Alimoches.
Imagen de Enrique F. Larreta.
El Alimoche es la única especie de buitre en que prácticamente toda la población ibérica emigra cada año, hacia o desde África. Para los demás buitres ibéricos (leonado, negro, y quebrantahuesos) no es toda la población.
Además las poblaciones que sobreviven en algunas de las islas Baleares (sobre todo en Menorca) y Canarias (sobre todo el Fuerteventura, y el algunas más) son sedentarias.
Este carácter migrador del alimoche es bien conocido desde muy antiguo. Probablemente, el alimoche "el buitre viajero", una de las aves que más nombres recibe en España (los expertos, ya llevan recopilados unos 129 nombres distintos). Entre uno de ellos, "el quebranto de San José".
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Buitres negros.
Imágenes de Alberto Hernanz.
Tras 6 semanas cebando en un lugar en el que preveía que aparecerían estos animales por fín se animaron a bajar. Seis semanas de dudas ¿pongo el cebo demasiado cerca? ¿Les molestará el hide?... pasando el día libre esperando. Pero por fín bajaron. Os aseguro que me temblaban las manos cuando lo hicieron. Tiré el primer carrete y por los nervios abrí el respaldo antes de que se recogiera (velé más de la mitad). Luego no sabia hacer que se recogiera y cambié las pilas, miré el manual de la cámara, me desesperé y por fin dí con ello. Me quedé sin película tras cuatro carretes. En fin, inolvidable. No apunté nada de la exposición solo sé que variaba de matricial a puntual y subexponiendo de 0 hasta 2 puntos, por si acaso.
Esta es una de las que más me gustan.
Por el contrario, los grandes buitres pueden verse todo el año en sus zonas de reproducción en Europa; aunque se han registrado largos desplazamientos (incluso a centenares de kilómetros, sobre todo los ejemplares jóvenes) para cada una de las tres especies.
Como bien indican Olegario del Junco y Manuel Barcell (1997), "el buitre Leonado es un excelente planeador, cualidad quizás no superada por otra ave europea".
Ahora bien, para unos magníficos planeadores tan especializados como los grandes buitres, el vuelo sobre el mar (donde no se producen corrientes térmicas como las que ellos usan para remontarse, tampoco hay vientos ascendentes de ladera, y además puede haber vientos que les dificulten el viaje) representa un obstáculo aparentemente insalvable, al menos para un largo recorrido.
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Buitre negro en vuelo.
En este caso, traté de centrarme en uno de los negros que volaban frente al hide.
Imágenes de Alberto Hernanz.
De hecho, cerca de las costas españolas se han recogido, en diferentes ocasiones, buitres leonados o negros, vivos o muertos, flotando el agua tras haber caído al mar.
En ocasiones, el acoso de las gaviotas patiamarillas (Larus cachinnans) puede facilitar esta caída al mar.
Curiosamente existe una sola colonia española de buitres leonados en acantilados marinos, en Cantabria.
Además en Mallorca hay nidos de buitre negro en pinos que crecen en acantilados marinos.
La proeza que representa, para un buitre leonado, el cruce de los 25 kilómetros del Estrecho de Gibraltar, ha sido magistralmente estudiada por el biólogo alemán Joachim Griesinger; y también ha sido tratada por otros ornitólogos.
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Buitres Leonados.
Imágenes de Alberto Hernanz.
El cruce del Estrecho no es posible cualquier día, sino sólo con ciertas condiciones metereológicas. Los buitres aspirantes a cruzar pueden pasar días esperando estas condiciones; y, con cierta frecuencia, desisten y dan media vuelta después de un cruce ya comenzado.
Además, pueden perder considerablemente altura durante el trayecto; y a veces, terminan cayendo al mar.
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Buitre encontrado en la playa de Tavernes de la Valldigna. (Valencia). 23-2-04.
Imagen cedida por Paco Sales. (Dispone de varias fotografías)
psales@www.tavernes.org
Teléfono de contacto: 96 282 40 15 y extensión nº 152.
Por otra parte, todos los buitres leonados que intentan el cruce son jóvenes; que no sólo son más viajeros, sino que son también, incluso morfológicamente, algo menos especializados para el vuelo planeado que los adultos, según averiguó E. Tewens.
Incluso el buitre negro (Aegypius monachus), uno de los buitres más grandes del Viejo Mundo, ha llegado a cruzar África, a pesar de que no queda en ese continente ningún nido ocupado por esta especie.
Es bien llamativo el caso de un buitre negro joven anillado en Cáceres el 15 de noviembre de ese año, que fue encontrado muerto 64 días después, a 3.171 Km. de distancia, ¡En Mali!
Puede añadirse que, aunque no se haya comprobado ningún caso hasta ahora, algunos ornitólogos sospechan que hasta el escasísimo quebrantahuesos /Gypaetus barbatus), una de las aves que mejor dominan las técnicas del vuelo a vela (seguramente mejor, al menos en determinados aspectos, que los propios buitres) podría haber cruzado el Estrecho alguna vez.
De hecho al menos en dos ocasiones (en enero de 1993 y en mayo de 1996) se ha visto un quebrantahuesos cerca de Algeciras o de Tarifa (Cádiz). Estos quebrantahuesos podrían venir del Pirineo, donde está la población europea más próxima; pero se discute la sugerencia de que quizás pudieran venir también del Atlas marroquí (José Luis Paz de la Rocha, com. pers.), donde parece que esta rapaz legendaria aún no se ha extinguido del todo.
Como es bien sabido, el quebrantahuesos vivió en el Atlas hasta hace poco; y tal vez algunas parejas críen allí todavía, pues aún se registran observaciones del ave (según datos del GOMAC, Grupo Ornitológico Marroquí; José Luis Paz de la Rocha, com. pers.); aunque no conocemos referencias recientes de nidos ocupados en todo el norte de África.
En una obra de divulgación publicada en 1967, Félix Rodríguez de la Fuente indicó que no sabía si nuestros buitres leonados podrían quizás replegarse "hacia el África, donde les espera una dura lucha con competidores mejor adaptados".
Cuando mejoró el seguimiento de la migración de aves veleras por Gibraltar, se puso de manifiesto que el cruce real del Estrecho era realizado, cada año, por bastantes buitres leonados; aunque el paso otoñal tenía lugar en fechas más tardías que para la mayoría de las aves planeadoras emigrantes (posiblemente debido en parte a estas fechas tardías tales pasos tardaron tanto en ser descubiertos).
Una lectura atenta de los trabajos publicados sobre este asunto por algunos de los investigadores pioneros (ver por ejemplo Thiollay y Perthuis, 1975) sugiere que varios de estos ornitólogos ya sospechaban que tales movimientos no eran ocasionales sino que constituían una auténtica migración, hasta entonces prácticamente desconocida (salvo por los precedentes de algunos datos parciales); aunque no todos registraron que este fenómeno afectaba solamente, o casi, a aves jóvenes; es decir, que se trataba de una sorprendente migración juvenil.
El profesor Bernis (1980), que aportó importantes datos sobre el tema, fue uno de los primeros en manifestarlo claramente; pero la cuestión fue comentada y debatida durante bastantes años.
Se ha avanzado mucho desde entonces (gracias a las observaciones directas, recuentos sistemáticos, los distintos tipos de anillamientos y marcajes, los seguimientos de ejemplares provistos de emisores, etc.)
En el otoño de 1993, Joachim Griesinger y sus colaboradores comprobaron el cruce real de al menos 2.156 buitres leonados jóvenes del año por Gibraltar.
Como indican Olegario del Junco y Manuel Barcell (1997), "parece un hecho definitivamente probado que una fracción importante de la población juvenil emprende un verdadero movimiento de migración". Sin embargo, como señala Fernando Barrios (1997), esta "soberbia migración" de buitres leonados es aún "muy poco conocida".
Los desplazamientos de los buitres jóvenes durante los primeros años de su vida eran, en gran parte, un misterio hasta hace pocos años.
Las últimas investigaciones comienzan a arrojar luz sobre el tema; aunque aún hay muchas incógnitas al respecto. En particular, llaman la atención las diversas recuperaciones de buitres leonados ibéricos en el Senegal.
Además las observaciones directas realizadas en el Parque Nacional del Banco de Arguin (Mauritania) sugieren que una parte de nuestros buitres jóvenes podría emigrar posiblemente cerca de la costa, evitando de esa forma el cruce sobre el alto Atlas y sobre el desierto interior del Sáhara; aunque otros datos sugieren que al menos algunos buitres leonados serían capaces de atravesar el desierto.
Por otra parte, se conoce el paso de buitres leonados sobre el Estrecho del Bósforo (Turquía); y también, el paso de buitres leonados jóvenes nacidos en el archipiélago de Kvarner (Croacia), al continente.
Además, algún buitre negro de Mallorca ha llegado a veces a Menorca (a 37 Km.). Excepcionalmente hasta Ibiza (a 90 Km.)
La travesía sobre un brazo de mar mucho más ancho que los mencionados parece algo imposible para los grandes buitres. Sin embargo, sorprendentemente, esto no siempre es así.
Hacia 1983, un buitre leonado joven llegó hasta la isla de Mallorca (a 165 Km. de la Península), donde vive desde entonces, siendo el único ejemplar de su especie en la isla (en libertad).
En los dos últimos siglos se han registrado algunos casos más de este tipo.
Estos casos casi increíbles, plantean un problema interesante:
¿Están completamente aisladas las poblaciones insulares de buitres?
Si algún buitre leonado ha podido llegar a Mallorca, puede pensarse que, al menos de forma excepcional, en el pasado algún buitre negro pudo hacer lo mismo.
Para un ave tan especializada y tan longeva, y con un ritmo de reproducción tan lento como el buitre negro, la llegada de algún ejemplar cada cierto número de años a la isla de Mallorca, durante siglos, habría podido ser suficiente para garantizar un cierto intercambio genético entre la población de la isla y la del continente, según un minucioso estudio realizado hace poco sobre el tema.
En 1977, Joan Mayol planteó la cuestión de que el buitre negro joven observado en 1975/1976 en Tortosa (Tarragona) podría proceder quizás de la colonia de Mallorca, situada mucho más cerca que las poblaciones peninsulares de la especie.
No ha sido esta la única observación de un buitre negro salvaje, de origen desconocido, en Cataluña o en Levante, pues entre 1960 y 1993 se han registrado al menos 4 casos más.
Por otra parte, se ha discutido bastante la procedencia de algunos de los quebrantahuesos observados en diferentes años en los Alpes, mucho tiempo después de la extinción histórica de la especie, y antes del proyecto de reintroducción en curso; y una de las hipótesis que se han barajado es la posibilidad de que algunos de estos quebrantahuesos pudieran venir de la isla de Córcega, donde se encuentra la población superviviente más próxima.
Además, en Fuerteventura se ha indicado que la población nativa de alimoches se incrementa, sobre todo durante el invierno, con ejemplares jóvenes procedentes del continente africano.
El Problema inverso.
Si muchos de nuestros buitres pueden llegar a África, ¿podrían llegar a España buitres nacidos en África, incluso de especies que no crían en Europa?
Por bastantes razones, este desplazamiento inverso parece mucho más problemático e improbable; y aún más, desde que los buitres nidificantes parecen ser notablemente escasos en todo el norte de África.
Además, al sur del Sáhara ya estamos en otra región zoogeográfica, la región Etiópica, donde la fauna y las condiciones ecológicas son bastante distintas.
Por otra parte, hasta hace apenas muy poco apenas se conocían, en Europa, observaciones de buitres "extranjeros" (de especies no europeas)
Sin embargo, estos viajes han ocurrido realmente, y los últimos datos hacen pensar que quizás con más frecuencia de lo que nadie podía imaginar.
Sobre el buitre encapuchado o alimoche sombrío (Necrosyrtes monachus).
Manuel Álamo Tavío recoge citas publicadas en la segunda mitad del siglo pasado, de Viera y Clavijo (1866) y A. Cabrera y Díaz (1893), sobre la presencia del buitre encapuchado en las islas de Lanzarote, Fuerteventura y Gran Canaria; como ave migradora y, sorprendentemente, también como nidificante.
El mismo autor añade que "actualmente se desconoce cita alguna".
Sobre el Buitre torgo, orejudo u oricú (Torgos tracheliotus).
Esta ave impresionante, casi tan grande como el buitre negro, seguramente es uno de los buitres más fuertes de África.
Puede soportar condiciones de extrema aridez, desde los desiertos de Namibia hasta todo el sur del Sáhara, e históricamente llegó más al norte.
Perteneció de hecho a la fauna española, pues habita o habitaba en ciertas zonas del antiguo Sáhara español (en las montañas del Zemmur, por ejemplo). Además la subespecie oriental (T.t. negevensis) llega hasta Asia, pues una última y célebre pareja sobrevivió en los desiertos de Israel durante bastantes años.
La población oriental se consideraba casi extinguida en libertad, pues en el alto Egipto solo se señalaron diez parejas; sin embargo, recientemente se ha descubierto, en los desiertos de Arábia, una importante población de buitres torgos de la rarísima subespecie oriental.
Sorprendentemente que algo tan extraordinario haya podido pasar desapercibido durante tanto tiempo, al menos para el mundo occidental.
En un pasado reciente, cuando los buitres torgos sobrevolaban aún buena parte del norte y del noroeste de África, ¿pudo llegar alguno hasta la Península Ibérica? En el siglo XIX hubo algunas noticias al respecto, pero posteriormente todas ellas fueron discutidas, y puestas en duda o no creídas. Sin embargo, el 17 de septiembre de 1940 se produjo una extraordinaria observación, que ha sido ampliamente aceptada y se considera la única noticia segura de este buitre en Ibéria: Dos buitres torgos fueron observados en el alto Pirineo, junto a varios buitres negros y unos cuarenta buitres leonados, en torno a un caballo muerto, enfrente de Luchón, junto a la frontera (publicado por Olivier-L Oiseau, 1941-;comentado y ratificado por Mayaud en igual revista -p.119-) (ver la revisión del Dr. Francisco Bernis).
En esta cita se basan prácticamente todas las referencias publicadas después, sobre la presencia ocasional del buitre torgo en Europa, en diferentes libros de divulgación.
Como es bien sabido, hace mucho tiempo que los buitres negros ya no crían en los Pirineos, y su observación allí es completamente excepcional; aunque algunos ejemplares liberados en España y Francia han podido cruzarlos recientemente.
Antes de su declive, ¿llegaron a coexistir el buitre negro y el buitre torgo, al menos en alguna zona del norte de África o de Oriente Medio?
La sorprendente cita del Pirineo plantea la difícil cuestión de la competencia entre estados dos especies de grandes buitres, que se consideran del mismo "gremio" (es decir, que ocupan nichos ecológicos similares). Por otra parte, como bien apunta Cosme Morillo, refiriéndose al buitre torgo, "el descenso de su población en el noroeste de África hace aún más probable su presencia en España".
Sobre el Buitre moteado o de Ruppell (Gyps rueppellii).
De todas las aves del mundo, el buitre moteado es la especie de la que se ha registrado el vuelo más alto.
En efecto, el 29 de noviembre de 1973, sobre costa de Marfil, un buitre moteado chocó con un avión, a 11.277 metros de altura; y tras un aterrizaje forzoso, se encontraron plumas del ave en el aparato.
Además, los buitres moteados pueden patrullar sobre grandes territorios. En las amplias llanuras de África oriental, Pennycuik, que estudió intensamente a estos buitres y pasó mucho tiempo acompañándolos en vuelo desde un avión planeador, y también siguiéndolos con radioemisores, registró alturas de hasta 4.000 metros y desplazamientos de hasta 140 Km. en un día; y comprobó, en dos ejemplares, que eran capaces de explorar una superficie de casi 40.000 kilómetros cuadrados.
Hasta hace una década, no se conocía, que sepamos, ni una sola noticia del buitre moteado en Europa. Sin embargo, el 7 de abril y el 10 de diciembre de 1990, el 3 de febrero de 1991, el 8 de abril de 1992, el buitre moteado fue señalado al parecer en la Sierra de San Pedro (Valencia de Alcántara, Cáceres), por V.M. Pizarro. Posteriormente el 26 de mayo de 1992, un buitre moteado adulto fue fotografiado, junto a un buitre leonado, cerca del embalse de Cedillo (Santiago de Alcántara, Cáceres), por J. Otano y J. Hernández; y en la misma zona, un buitre moteado fue registrado el 11 de junio de 1992, por V.M. Pizarro y otros.
Además, el 21 y 22 de octubre del mismo año 1992, un buitre moteado, probablemente subadulto, fue visto y fotografiado, junto a varios buitres leonados, en Matasgordas (Parque Nacional de Doñana, Huelva); por H. Garrido, con M. Mañez, R. Cadenas, A. Gardiazábal y otros. Las fotografías de Cáceres y de Doñana fueron publicadas en la revista científica de la Sociedad Ornitológica Española "Ardeola", (Vol. 41(1), 1994, pp.108-109), junto con todas las citas anteriores.
Se incluía también un comentario del Dr. Eduardo de Juana Aranza (Secretario de SEO/BirdLife, y del Comité Ibérico de Rarezas), donde indicaba: "Resulta un misterio la procedencia de estas aves que, a juzgar por las fotografías recibidas, deben ser individuos diferentes. (...) Las zonas de cría más próximas a nosotros están Senegal, un país hasta el que llegan como invernantes nuestros Buitres Comunes Gyps fulvus".
Las noticias anteriores, del buitre moteado en España, también han sido recogidas, recientemente, en otras publicaciones.
Además, el buitre moteado fue señalado así mismo, en los últimos años, al menos en dos parajes de la provincia de Cádiz (la zona de Gibraltar y la Sierra de Grazalema), por distintos ornitólogos (Cristina Parkes, Olegario del Junco, y otros) (José Luis Paz, Guillermo Doval y Eduardo de Juana, com.pers.).
El 3 de julio de 1994, en el comedero de buitres del Refugio de Rapaces de Montejo (Segovia), Francisco Balsells Rodríguez filmó un festín, sobre una oveja y un carnero muertos. Acudieron a la fiesta 85 buitres leonados; y también bajó un alimoche, que no comió.
Algunas de las secuencias obtenidas se incluyeron en el primer vídeo de la serie "Segovia tiene otros tesoros: Nuestros carroñeros" (de Francisco Balsells), proyectado al menos cuatro veces en "Telesegovia". Diferentes personas o entidades me han enviado ya, generosamente, un total de 94 películas en vídeo obtenidas en este Refugio, muchas de ellas con festines.
Sin embargo, aquí se veía un buitre joven del género Gyps, que parecía "diferente" de los leonados que lo acompañaban.
Ante la sospecha de que quizás pudiera tratarse de un buitre moteado joven (los jóvenes de las dos especies son más parecidos entre sí que los adultos, posiblemente por descender de un antepasado común), estas imágenes fueron mostradas o enviadas a especialistas de varios países de Europa y África, fueron presentadas en dos congresos sobre buitres ante buen número de expertos, fueron proyectadas en charlas dadas en varios pueblos de la zona, y también fueron proporcionadas por el Comité de Rarezas de SEO/BirdLife.
Parece probable que la cita finalmente sea homologada por el Comité de Rarezas (Eduardo de Juana, com. pers.); y si así fuera, se constituiría la observación más al norte, del buitre moteado, conocida hasta el momento; y también, aparentemente, la cita más rara en los 23 años de historia del Refugio de Montejo; donde, por otra parte, se reproduce una de las mayores poblaciones europeas de buitres leonados y de alimoches.
Añadiremos que la prensa de Segovia se hizo eco de esta posible observación de un buitre moteado en el Refugio de Montejo, indicando que está pendiente de confirmación ("El Norte de Castilla", 21-9-1997 y 23-11-1997; artículos de Alfonso Arribas; "A la espera del buitre moteado").
¿Es realmente algo tan raro, que nos visite esta especie africana? ¿Es algo nuevo, o ya venía sucediendo antes y nadie se había dado cuenta, posiblemente por confundir a estos buitres leonados? ¿Cuál es la procedencia de estas aves?
Varios ornitólogos han sugerido una posible explicación:
Quizás algunos buitres moteados jóvenes, procedentes de Senegal o en otras zonas al sur del Sáhara, puedan acompañar a buitres leonados jóvenes nacidos en España, en su viaje de retorno a la Península; en este caso, tal vez las visitas de buitres moteados no sean tan excepcionales como se pensaba.
Por otra parte, como hace notar una de las máximas autoridades en los buitres de África, el Dr. P. J. Mundy (del "Vulture Study Group"), en el continente africano se han registrado grandes desplazamientos de buitres moteados jóvenes, fuera del área habitual de la especie (Eduardo de Juana, com. pers.); Dado el interés del tema, se sugiere a los ornitólogos que presten especial atención a la posible presencia de esta especie en nuestros campos, y describan con detalle sus observaciones. Que sepamos, no se conocen aún datos suficientes para respaldar o rebatir claramente la hipótesis anterior.
Lo que se sí ha habido, recientemente (en diferentes días comprendidos entre fines de agosto y comienzos de octubre de 1997), son nuevas observaciones del buitre moteado en España (en la zona del Estrecho de Gibraltar-Cádiz), realizadas por bastantes observadores (Guillermo Doval de las Heras, Javier López Redondo, Óscar Pontón Hidalgo, Jesús Pinilla Infiesta, Manuel Lobón García, Juan José Ramos Encalado, José Luis Paz de la Rocha y otros, com. pers.).
Algunas de estas citas han sido publicadas, tanto en Holanda como en España. Una observación presentada por Jesús Pililla y Manuel Lobón, y referida (como otras citas) a un ave inmadura (vista también por C. Torralvo, y señalada por G. Doval), está actualmente pendiente de homologación por el Comité de Rarezas (Eduardo de Juana, com. pers.).
No parece imposible que, dentro de algunos años, quizás podamos ver al buitre moteado en las guías de aves europeas, aunque sólo sea como visitante accidental.
Es de destacar en 1971, al menos cuatro ejemplares de un buitre asiático, el buitre de Bengala (o buitre dorsiblanco bengalí) (Gyps bengalensis), escaparon de un safari en Mallorca. Vivieron varios años en la isla; y llegaron a Menorca, causando la natural sorpresa a diferentes ornitólogos que visitaron las Baleares (Santiago Catchot Pons, com. pers.).
Durante los dos años (1996 y 1997), se registró, en la zona gaditana del Estrecho de Gibraltar, un aura (Cathartes aura), buitre americano que debía ser "escapado de cautividad".
Javier López Redondo (in litt.) describe con detalle la observación de este ave, el 15 de septiembre de 1997; y señala, a las 16 h. 10m., un "intento de cruce fallido": El aura "se interna mucho en el mar en dirección a África, perdiendo altura sucesivamente; finalmente próximo al agua, puede volver retrocediendo hasta un punto cercano al que inició el cruce (algo más al este). Luego la vemos cerca bastante rato. Se avisa por radio a otros puestos". El ave fue observada también por F.Polyac y por bastantes otros ornitólogos.
Además, a primeros de junio de 1997 fue citada un aura, "presumiblemente escapada", en Dinamarca.
Reproducido con la autorización de:
Dr. Fidel José Fernández y Fernández Arroyo.
Departamento de Matemáticas Fundamentales.
UNED.
Y Extraído de:
Art. Publicado en la Revista 100cias@uned. Facultad de Ciencias.
Apartado de "El rincón de nuestras aficciones" Nº 1 - Año 1998.
Editada por la Universidad Nacional de Educación a distancia.
100cias@unedsr.uned.es
C/ Senda del Rey, s/n. 28040 - Madrid.
Fax. 91 398 66 97.
Información relacionada en Ibérica 2000:
* El Impacto Humano sobre las Rapaces que construyen sus nidos en roquedos
* Estado de las poblaciones de Buitres.
* Paradigmas de conservación del Águila Perdicera y del Alimoche.
* Toda la información sobre el Alimoche en Ibérica 2000. (http://www.iberica2000.org/Es/Busquedas.asp?Palabra=alimoche)
Información relacionada en Internet:
* El Alimoche. Fondo de Amigos del Buitre.
* El declive de los alimoches.
En Andalucía se distinguen dos núcleos principales y son (1) Sistema Bético Oriental y que comprende las sierras de Cazorla, Segura y las Villas y (2) Sistema Bético Occidental e incluye las sierras de Cádiz y Ronda.
Artículos relacionados y publicados en la revista Quercus. España.:
* Andalucía se queda sin alimoches.
Quedan menos de cincuenta parejas en la región.
Como en otros territorios, el alimoche se extingue de Andalucía. Estudios provisionales de la Estación Biológica de Doñana hablan de menos de medio centenar de parejas reproductoras en la región y un declive del 30% en diez años, seguramente debido al efecto veneno sobre la población adulta. Pero también pueden influir factores más sutiles, como la ausencia de fuentes de alimento que mantengan dormideros de aves.
Por José Ramón Benítez, José Antonio Sánchez-Zapata, José Antonio Donázar. Manuel de la Riva, Francisco Hernández y Manuel Barcell.
Contacto con:
José Antonio Donázar.
donazar@ebd.csic.es
Cuaderno 206 Pág. 15. Publicado en Abril 2003.
* Dormideros de alimoches.
Por Olga Ceballos y José Antonio Donázar.
Publicado en el cuaderno de Quercus nº 42 de agosto 1989.
* España posee la principal población de alimoches de Europa.
Por José Luis Perea, Mario Morales y José Velasco.
Publicado en el cuaderno de Quercus nº 68 de octubre 1991.
* Declive de casi un 25% en la población de alimoche. SEO/BirdLife.
Publicado en el cuaderno de Quercus nº 202 de diciembre 2002.
* El alimoche se extingue en Canarias.
Por Cesar Javier Palacios.
Publicado en el cuaderno de Quercus nº 160 de junio 1999.
* El alimoche canario, una nueva subespecie el peligro de extinción.
Tendidos, venenos y plomo de caza son sus principales azotes.
El alimoche de Canarias, el único buitre presente en toda la región macaronésica, es morfológica y genéticamente diferente a cualquier otra población homóloga del mundo. Ésta es la conclusión a la que ha llegado un equipo de investigadores de la Estación Biológica de Doñana tras dos años de trabajo. Estos mismos estudios han determinado que esta subespecie se encuentra al borde de la extinción. Sobre viven menos de 130 ejemplares debido sobre todo a tendidos eléctricos y venenos, así como a la contaminación por ingestión de plomo de caza.
Por Cesar Javier Palacios, Laura Gangoso, José A. Donázar, Fernando Hiralgo, Juan José Negro, Olga Ceballos y Manuel de la Riva.
Publicado en el cuaderno de Quercus nº 196 Pág 14 de junio 2002.
* Los tendidos eléctricos ponen en situación crítica a los alimoches al quedar enganchados en los cables.
Las líneas de alta tensión de Fuerteventura, en las Islas Canarias, sirven al guirre, subespecie de alimoche endémica de estas islas, como dormidero. Pero también pueden ser una trampa mortífera al quedar las aves enganchadas en los cables, un nuevo tipo de accidente en tendidos eléctricos que viene a sumarse a las tristemente conocidas electrocuciones y colisiones.
Afortunadamente, ya están llegando las medidas correctoras correspondientes.
Por César-Javier Palacios, Laura Gangoso, Mariana Lanfiuti, Fernando Hiraldo y José Antonio Donázar.
donazar@ebd.csic.es
Cuaderno 206 Pág. 20. Publicado en Abril 2003.
Podéis solicitar los números atrasados de Quercus a: linneo@quercus.es
Publicaciones relacionadas con el autor Joachim Griesinger:
* (1) GRIESINGER,J., BERTOLD,P., QUERNER,U. et al.: "Satellite tracking of a young Griffon Vulture in Spain", in: J.G.PRIEDE & S.M.SWIFT:
"Wildlife Telemetry" (1992)
* (2) GRIESINGER,J.:"Juvenile dispersion and migration among Griffon Vultures
(Gyps fulvus) in Spain"; in: R.D.CHANCELLOR, B.-U.MEYBURG & J.J.FERRERO eds. 1998. Proceedings of the International Conference on Holoarctic birds of Prey 1995.
El alemán Joachim Griesinger, lleva realizando su tesis doctoral marcando buitres y anillándolos en las Hoces del Riaza: Valdevacas, Maderuelo y el Refugio de Montejo.
Está obteniendo una información valiosísima con los desplazamientos de los buitres que salen de Montejo y con los que vienen. De su asombrosa teoría sobre los desplazamientos por parte de los jóvenes; que pronto estará expuesto en los tratados ornitológicos.
Telf. de Joachim Griesinger: 00 491 726 232 671.
Contacto en:
Reisen in die Natur.
Joachim Griesinger
Stuttgarter Str. 7
D-73630 Remshalden.
Tel.: 07151-99 46 10 (Fax: 99 46 11)
* Reisen-in-die-natur.de
>> Autor: silvia3942 (02/08/2004)
>> Fuente: Dr. Fidel José Fernández y Fernández Arroyo.
(C)2001. Centro de Investigaciones y Promoción de Iniciativas para Conocer y Proteger la Naturaleza.
Telfs. Información. 653 378 661 - 693 643 736 - correo@iberica2000.org