ALBARRACÍN. SABOREANDO SUS ENTORNOS... Sensaciones por los Montes Universales... (Teruel)
Una buena cena, una buena tertulia arropada por rojo vino alegra el espíritu de la llana amistad gratamente compartida, anotando los últimos detalles del día y repasando los preparativos para salir mañana; a patear, a recorrer estos senderos de areniscas por "los callejones", donde se huelen los miles de años de gentes que poblaron estos escondidos vallecillos, de poblados desvanecidos a los vientos del tiempo. Las pinturas rupestres, adornan hoy cada rincón...
Albarracín aparece flamante, de colores ocres y apagados marrones, naranjas, con tejados rojizos. Indiscutible, soleado en días de hielos; sigue tan bello y aseado.
No entramos en esta ocasión, no hace falta, ya conocemos sus calles, ya conocemos sus plazas, pero os contaremos detalles, os enlazaremos más información detallada y algunos vídeos. Aquí el tiempo se detiene, y te sumerges en otra naturaleza en cuanto pones un pie en su sierra. La gastronomía es todo un lujo de sabores, de caldos y platos contundentes, que os harán entrar en calor en épocas como esta, de fresquitos con hielo.
Una explicación breve, para una visita intensa por Albarracín...
Seguimos hacia la zona de pinturas rupestres, hacia el barranco del Cabrerizo, y hacia la zona de los Toricos del Prado del Navazo en busca de un parking, donde se reunen a pernoctar los visitantes aventureros que llegan hasta aquí, que quieren reposar entre pinos, bajo las estrellas y al fresco, escuchando a los cárabos en la oscuridad hueca de estos pinares, arropados por los silbidos de la brisa, atravesando las hojillas de pinocha.
Una buena cena, una buena tertulia arropada por rojo vino alegra el espíritu de la llana amistad gratamente compartida, anotando los últimos detalles del día y repasando los preparativos para salir mañana; a patear, para recorrer estos senderos de areniscas de arena, donde se huelen los miles de años de gentes que poblaron estos escondidos vallecillos, de poblados desvanecidos a los vientos del tiempo.
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Fotografiando "Callejones Cerrados" majestuosos, nos encontramos con sorpresa abrigos, rocas con diversas formas, con caras, con voladizos, con pliegues de ríos imaginarios, con curvas en el terreno que nos recuerdan a ciudades encantadas, a miradores de horizontes que se pierden al Sol, con brumas que emborronan las miradas a bellos panoramas... colores desgastados que se pierden a lo lejos.
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Espectáculo de personajes encantados en un paisaje de encanto, que nos invita a sentarnos, a observar esfuerzo y experiencia técnica, donde no podemos reprimir la tentación de fotografiarles.
Escaladores de bloques, entre pinturas rupestres...
Nos encontramos trepadores entre este paisaje; con ojos abiertos y perplejos... Ágiles hombres y mujeres araña, que se pegan a las rocas, que acolchan sus caídas para las caídas, practicando un deporte de la escalada aún poco conocido por los ajenos, "el boulder".
Entre pinar de rodeno y bloques ordenadamente ordenados, encontramos numerosos caprichos modelados de la naturaleza. Setas, hongos, abrigos, voladizos, pruebas feacientes de una actividad geológica impresionante. Vale la pena perderse por estas callejuelas, y bajar al barranco del Cabrerizo, beber en sus aguas y recorrer sus pinturas.
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Firmas bien grabadas sobre la roca, que la nieve y el hielo se han encargado de forjar con paciencia y persistencia.
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Una aventura de descubrimientos que hay que analizar al detalle, dejando libre la imaginación para comparar cada grieta y cada hendidura. Piel de lagartos gigantescos que han quedado petrificados y perennes... Los materiales más blandos, han sido limados por el tiempo.
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Pinturas rupestres con más de 4.500 años. Abrigo de la "Cocinilla del Obispo". Autores que nos son difíciles de colocar en este escenario. Hombres cazadores, rudos, duros, que ofrecían tributos en sus pinturas con sangre, grabadas hasta la eternidad actual arropadas por los abrigos en un espacio muy distinto al actual. Filósofos que han cruzado el tiempo y que nos envían mensajes. * El Arte Rupestre en la Sierra de Albarracín...(Enlace a doc. en pdf...) Posiblemente todas las pinturas que aparecen en estos entornos fueron realizadas en distintos momentos del Neolítico (entre 7000-4.500 años antes del presente. Se han identificado tren momentos figurativos diferentes. El más antiguo estaría representado por los grandes bóvidos, en negro, el segundo por los équidos y por los antropomorfos, y el último por los cérvidos.
El dibujo de la fotografía (arriba) está confeccionada con pintura pardo-rojiza en tintas planas, aunque aparecen pinturas en el entorno de trazo lineal.
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Miradores que se abren desde la Sierra al Jiloca. Al fondo divisamos el municipio de Gea de Albarracín y detrás, Cella (donde aparece un pozo artesiano digno de visitarse en el interior de la población), ya en el Valle hacia Gallocanta.
Análisis geológico de la zona. Desde este mirador al que accedemos desde el área recreativa de "la Cocinilla del Obispo", gozaremos de una estupenda vista que nos ayudará a conocer como está configurado el sector sur de la zona central de la Cordillera Ibérica. Estamos situados sobre el "Ródeno", nombre por el que se conoce dónde afloran los conglomerados y areniscas rojas de las facies Buntsandstein permotriásica.
Estas rocas contienen gran cantidad de estructuras que nos hablan de los grandes ríos que les dieron origen. Pero lo que más destaca en ellas, es su modelado, que da lugar a un paisaje muy característico.
Estudiándolo nos podemos dar cuenta de la estrecha relación que existe entre la Gea y la flora, la fauna, el hombre prehistórico y las actividades tradicionales del hombre. La disposición de las capas de arenisca da lugar hasta a tres niveles de escarpes configurando un sistema de cuestas apretadas en un único cortado. La erosión que actúa preferentemente a favor de las fracturas del terreno, ha propiciado que se formen bloques de arenisca con corredores más o menos anchos, dándole un aspecto de torres.
Fruto de la erosión diferencia entre materiales más blandos y más duros se han formado cavernas y abrigos. Otras formas curiosas las encontramos en las propias superficies rocosas. Se trata de esos huecos formados por la meteorización de la roca, que dependiendo del tamaño y posición se denominan alveolos, tafonis o gnammas.
Justo delante del Ródeno, encontramos los materiales más antiguos, de la edad paleozoica. Aquí las formas del relieve son más simples, consistiendo básicamente en una serie de crestas cuarcíticas alomadas separadas por barrancos que discurren a lo largo de los tramos pizarrosos. Por su altitud, destaca la Sierra Carbonera.
Se observa que tanto en el Paleozoico como sobre el Ródeno, que constituyen un relieve más o menos enérgico, dominan los usos forestales.
Orlando el macizo paleozoico encontramos materiales mesozoicos. Sobre estas rocas eminentemente carbonatadas se labró una superficie de erosión que dió lugar a un relieve muy plano. Posteriormente esa llanura se ha ido disectando por barrancos que localmente han dado lugar ha pequeñas hoces.
Entre estos relieves y las sierras más distantes (Palomera y Gúdar) está la fosa terciaria del Jiloca. Hacia esta depresión topográfica se dirigen desde ambas ramas de la Cordillera Ibérica, mantos aluviales de pie de monte muy tendidos que suavizan el desnivel.
La planitud del relieve en estos últimos casos favorece claramente a usos agrícolas del terreno.
Senderos de Gran Recorrido que atraviesan estos lugares: (Federación Aragonesa de Montañismo) * El relieve montañoso por el que discurre el GR 10 pertenece al Sistema Ibérico. A través de las serranías de Albarracín, Montes Universales y del Macizo de Javalambre, este sendero transcurre a menudo por encima de los 1.500 m. de altitud, alcanzando su cota más elevada en lo alto del Pico Javalambre (2.020 m.), techo de la provincia de Teruel. Estas alturas son el origen de ríos importantes: el Guadalaviar o Turia, el Cabriel, el Arcos y, sobre todo, el Tajo, el más largo de la Península Ibérica. (Enlace al GR-10...)
El recorrido de este sendero, en un sentido genérico, es claramente una línea de este a oeste que enlaza el Mediterráneo con el Atlántico por la parte central de la península ibérica. Tiene el inicio en Puçol (Valencia) y, después de cruzar el País Valencià, entra en tierras de Aragón y continúa por Castilla-la Mancha, la comunidad de Madrid y Castilla-León hasta llegar al límite del Estado español en Aldea del Obispo (Salamanca) después de unos 1600 km de recorrido; hay la variante GR 10-1 que desde el Barco de Ávila, por Extremadura, va a Termas de Monfortinho, desde este punto se entra en Portugal par ir hasta su capital, Lisboa. Junto con el GR 8 y el GR 4 forman la parte española del sendero europeo E-7 (Lisboa-Constanza).
El tramo de Aragón tiene unos 205 km de recorrido y se inicia en Abejuela, en el macizo de Javalambre (2.020 m), va a Arcos de las Salinas, Camarena de la Sierra (GR 8), Valacloche y Villel (GR 8). Desde esta población va a Rubiales, Bezas, Albarracín, Monterde, Bronchales y Orihuela del Tremedal siguiendo las cabeceras de ríos importantes antes de entrar en tierras de Castilla-la Mancha, como es el caso del Guadalaviar o el Túria, el Gabriel, el Arcos y el Tajo. Hay la variante GR 10-1 con el itinerario: Rubiales, Jabaloyas, Toril, Masegoso, El Vallecillo, Guadalaviar, Griegos, Brochales y Orihuela del Tremedal...(Enlace...)
Seguimos el viaje... Salimos de nuevo a Albarracín, y tomamos dirección a Gea pero nos desviamos a la izquierda a Pozondón en busca del municipio de Monterde de Albarracín. Una sencilla villa que esconde un conjunto de rutas y rincones pintorescos para volver en diversas ocasiones, ya que hay mucho que recorrer, disfrutar y explorar. Allí tenemos la Casa Rural que colabora con nuestros equipos, donde os atenderán de maravilla: * El Rincón de la Talega...(Enlace a su Web...) Telf. +34 639 203 461.
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] Ya en el municipio de Bronchales debemos extremar las medidas de seguridad en la conducción y a la hora de elegir los puntos para pernoctar. La nieve y el hielo por las noches (temperaturas de -7ºC), nos disponen a permanecer atentos a cualquier imprevisto en la carretera. No se os olviden las cadenas.
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