GREENPEACE EN UN CAMPO DE MAIZ TRANSGÉNICO.
Zaragoza. España.
Las cosechas trangénicas representan un gigantesco y descontrolado experimento cuyos resultados son inherentemente impredicibles.
COMUNICADO DE PRENSA
28 de agosto de 2003.
Greenpeace pide al Gobierno que informe sobre los cultivos transgénicos en España.
(imagen omitida)
1997-02-01.
ARGENTINA-Buenos Aires.
Cultivo de maíz transgénico.
©Greenpeace/Gilabert/Gustavo Gilabert
A primera hora de la mañana de hoy una veintena de activistas de Greenpeace ha desplegado una gigantesca X de 20 por 15 metros, símbolo del rechazo social a los transgénicos, sobre un campo de maíz transgénico en el municipio de Villanueva de Gállego, Zaragoza.
Mientras otros han colocado una flecha roja que sale del cultivo con la inscripción Contaminación
Genética, para indicar el potencial contaminador de este tipo de plantas transgénicas hacia otros cultivos. Otro activista, disfrazado de Miguel Arias Cañete, Ministro de Agricultura se pasea por el campo acompañado de una gran mazorca con el logotipo de la empresa Syngenta, comercializadora de este tipo de maíz en nuestro país.
Tras una reciente toma de muestras llevada a cabo en la zona, la organización ecologista ha identificado en esta parcela la variedad modificada genéticamente Compa CB. Las muestras fueron analizadas en dos laboratorios independientes (Biotools y el Servicio de Análisis Biológicos Cuantitativos del Consejo Superior de Investigaciones Científicas) y se
confirmó que eran de un maíz modificado genéticamente con el gen Bt 176 extraído de una bacteria que tiene propiedades insecticidas.
Con esta acción Greenpeace protesta contra la actitud del Gobierno español, que no informa sobre la localización exacta de los transgénicos en España -los registros públicos que la directiva 18/2001 obliga a publicar- ni hace públicos los planes de monitoreo de estos cultivos también
obligatorios según la Orden Ministerial 7052 de 23-3-98.
“Los agricultores convencionales y ecológicos cuyos campos están expuestos a la contaminación genética tienen derecho a saber exactamente dónde se cultivan estas peligrosas plantas, pero el Gobierno español no publica estos datos” -afirma Juan-Felipe Carrasco, responsable de la campaña de transgénicos de Greenpeace- “Nos preocupa especialmente que no se tomen
medidas para controlar o evitar la contaminación genética y el desarrollo de resistencias a estos cultivos en insectos”.
Al mismo tiempo Greenpeace en Suiza se ha trasladado a la sede de Syngenta en Basel (Suiza) para demandar a la compañía que haga públicos en España los registros con toda la información sobre estos peligrosos cultivos.
El pasado martes, Greenpeace y Amigos de la Tierra publicaron el informe "Al grano":
El impacto del maíz transgénico en España en el que se analizan los problemas relacionados con este tipo de maíz en España, único país de la Unión Europea que tolera los cultivos transgénicos a escala comercial.
* Enlace a este documento.
En este informe institutos de investigación públicos revelan que este tipo de maíz Bt no sólo produce mucha menos cosecha que la media de las variedades en la zona, sino también que se han dado graves casos de contaminaciones en cosechas
ecológicas por cultivos transgénicos.
En los 5 años de siembra de este maíz en España, el Gobierno no ha realizado un seguimiento de estos cultivos ni han evaluado objetivamente sus efectos sobre la agricultura, la salud y el medio ambiente.
Tras la publicación del informe, Syngenta y Aprose (la Asociación nacional de Productores de Semillas, controlada por la multinacional Syngenta) declararon que “las compañías informan al Ministerio de Agricultura a quién venden y qué cantidades de maíz transgénico para que hagan los informes de
trazabilidad y planes de seguimiento”.
Reconocen de esta forma que no han realizado el Plan de Seguimiento y Control al que la ley les obliga.
Por su parte, el Ministerio de Agricultura reconoce que la información recibida no es completa y que el Plan de seguimiento y control de la variedad Compa CB
no se ha realizado, a pesar de que el plazo fijado por la mencionada Orden Ministerial era marzo de 2000.
“El experimento genético del Gobierno español y de Syngenta está claramente fuera de control; pone en peligro a los agricultores ecológicos, a los convencionales y a la mayoría de las compañías que se han comprometido con Greenpeace a no vender transgénicos ni derivados de estos en sus alimentos” -añade Juan-Felipe Carrasco- “La industria española no podrá
cumplir los nuevos reglamentos europeos sobre etiquetado y trazabilidad, que en unos meses entrarán en vigor, ya que el Gobierno no parece dispuesto a trazar y monitorar las producciones transgénicas españolas”.
Fin del comunicado.
Para más información:
* Juan Felipe Carrasco.
Responsable de la campaña de transgénicos de Greenpeace España, 626.99.82.44.
Prensa Greenpeace:
Mamen Illán (en Zaragoza) 626.99.82.48 ó 91.444.14.00.
* Disponibles para medios imágenes aéreas de la acción (foto y Betacam SP).
* Informe Al grano:
El impacto del maíz transgénico en España. Greenpeace España.
* Toda la información relacionada con los alimentos transgénicos, en Ibérica 2000. (http://www.iberica2000.org/Busquedas.asp?Palabra=transg%E9nicos)
>> Autor: silvia3942 (29/08/2003)
>> Fuente: prensa@greenpeace.es
(C)2001. Centro de Investigaciones y Promoción de Iniciativas para Conocer y Proteger la Naturaleza.
Telfs. Información. 653 378 661 - 693 643 736 - correo@iberica2000.org